*Cuauhtémoc
Cárdenas, quien fue tres veces candidato presidencial por la izquierda, habla
de la importancia de los jóvenes en el proceso electoral y el sabor que le deja
este sexenio.
Tribuna Libre.- Los jóvenes pueden ser un factor decisivo en
este proceso electoral si se deciden a participar. Eso es lo que piensa
Cuauhtémoc Cárdenas —tres veces candidato presidencial— sobre el peso que
podría jugar este sector de la población en la elección del 1 de julio. Es a
los jóvenes a quienes se les debe hablar en este proceso, es a ellos a quienes
se les debe impulsar y motivar para tomar un papel más activo en la política
que, reconoce, provoca desánimo a causa de las conductas y trayectoria de
algunos personajes señalados por corrupción.
A poco menos de cuatro meses de la elección
presidencial, el exjefe de gobierno de la CDMX y quien fue uno de los
fundadores del PRD, señala que en México impera un ambiente de preocupación
motivado por el bajo crecimiento económico, la pobreza y la inseguridad que se
vive actualmente en el país. Ante ese escenario adverso señala la ausencia de
propuestas reales por parte de los candidatos presidenciales, pero también de
acciones para terminar con los problemas que afectan a los mexicanos en el día
a día.
¿Cómo
ve a México a tres meses de la elección presidencial?
Lo veo con mucha preocupación porque todos
los indicadores que surgen, incluso de cifras oficiales, nos muestran una
situación de grave deterioro en prácticamente todos los aspectos. Un fuerte
descrédito institucional, una economía que no crece, violencia e inseguridad
por todas partes, pobreza que aumenta, desigualdad que aumenta. Estas son
cifras oficiales, no es estar en la oposición, es simplemente la información
que nos da el propio gobierno. Desempleo alto, salarios muy bajos comparados
sobre todo con los países con los que más comerciamos.
¿Qué
papel tendrán los jóvenes en este proceso electoral?
Si los jóvenes se deciden a participar
evidentemente su voto será decisivo. Será muy importante que las propuestas que
hagan partidos, candidatos de todo tipo sean propuestas que puedan por un lado
interesar a los jóvenes, motivarlos para participar, pero sobre todo que sean
propuestas que estén planteando las vías de solución para los principales
problemas del país.
¿Cuáles
deben ser esas propuestas?
Primero las propuestas que terminen con la
inseguridad, la incertidumbre respecto al propio futuro de los jóvenes.
Propuestas que nos garanticen estabilidad en todos los sentidos. Estabilidad
política, social, económica, que permita tener un proceso de desarrollo, de
crecimiento económico, que abra oportunidades, que garantice oportunidades
sobre el estudio y la mejor preparación de los jóvenes, pero que garantice
también un empleo digno, un empleo que permita con suficiencia y sin excesos
satisfacer necesidades básicas de todos.
Los jóvenes nunca se han llevado bien con la
política, pero en esta época de redes sociales y fake news ¿Cómo había que
llegarles para que los escuchen?
Lo que más desanima es las conductas y las
trayectorias de mucha gente que se mueve en la vida pública. (Ya sea) actores
que están directamente en la política o de empresarios, sobretodo de grandes
empresarios. En fin, estamos viendo algo que yo diría rechaza todo mundo que es
la impunidad y la corrupción y la corrupción y la impunidad, lo podemos poner
en el orden que queramos. Y mientras esto no se combata y sobre todo quienes
ahora están en las cuestiones electorales, si no proponen medidas creíbles,
medidas que puedan realmente llevarse a la práctica para combatir la corrupción
y la impunidad, pues no van a tener el respaldo ni la simpatía de los jóvenes.
Lo que más desanima a los jóvenes es las
conductas y las trayectorias de mucha gente que se mueve en la vida pública”.
¿Cómo
hacer que se involucren en las decisiones del país?
Primero, que quienes participan directamente
en la vida pública en la actividad política y electoral pues los inviten, que
los inviten a través de propuestas atractivas y convincentes. Por otro lado,
una buena educación cívica, de la cual ha carecido el país en los últimos años,
para que el joven se interese en las cuestiones de la sociedad, en las
cuestiones del país.
¿Cómo
ve a los jugadores de esta contienda?
Los veo hasta este momento — a unos meses de
la elección— sin propuestas, por más que se hayan publicado los programas de
los distintos partidos y coaliciones, que ya se han dado a conocer a la
autoridad electoral, pues yo no veo que haya propuestas que resulten atractivas
para ningún sector de la población ni para ningún componente del abanico
político del país.
¿Los
políticos le están hablando a los jóvenes?
Nosotros tratamos de hablarle a los jóvenes,
no sé si lo estamos logrando, estamos tratando de llegar a los jóvenes, pero
nuestra tarea en este momento es impulsar aquellas propuestas que creemos
puedan señalar los caminos para resolver los principales problemas del país.
Hay algunos jóvenes que ven en la vía
independiente una opción, ¿es esa la vía para regenerar la democracia?
Sin duda es una forma importante de
participación. Desafortunadamente, se les han puesto demasiados obstáculos
burocráticos incluso para registrar sus candidaturas. Me parece que este
proceso electoral nos debería llevar, entre otras cosas, a ser menos rígidos, menos
difíciles, los requisitos para contender electoralmente, sin el obligado
respaldo de un partido político.
¿Cómo
hacer más flexibles esas reglas?
Menos firmas, menos dificultades para
registrarse. Veamos, hay países cuya legislación electoral permite casi casi
por la voluntad de una sola persona, que es el participante, el poderlo hacer.
No diría yo que llegáramos a esos extremos, pero me parece que habría que
facilitar las medidas para poder realmente participar en la vida pública y en
la vida electoral sin tantas trabas.
En este proceso hubo quien hizo trampa para
juntar las firmas ¿Qué hay que hacer con ellos?
Sancionarlos de acuerdo a lo que la ley
establece.
¿Es
independiente quien ha militado en un partido político?
Más que la pertenencia a un partido político,
lo que puede identificar, lo que puede calificar a cualquier personas son sus
propuestas, sus posiciones frente a los principales problemas del país, más que
si está afiliado o no está afiliado a un partido.
¿Cuál es el mayor riesgo que percibe en este
proceso electoral?
Que puedan darse fenómenos como los que que
hemos tenido en proceso recientes, digo recientes de unos años para acá. O sea,
presencia o mayor presencia de dinero sucio en las elecciones, intromisión de
funcionarios en altos cargos para tratar de inclinar la elección en cualquier
sentido. Yo creo que esos son los dos riesgos principales que incluso podrían
llegar a generar inestabilidad política y social y económica en el país.
¿Qué
esperar de la noche del 1 de julio?
Esperar no sé, desear sí, desear que
amanezcamos el 2 de julio celebrando que tuvimos una elección sin conflictos
postelectorales. ¿Qué esperar? pues habría que ver la bola de cristal.
¿En qué hay que trabajar para lograr el
México de iguales que plantea?
En cambiar el modelo de desarrollo. No
podemos seguir con un modelo de desarrollo económico, donde la riqueza se
concentra en grupos cada vez más reducidos de la población, donde crece la
pobreza, donde no se logra un crecimiento económico de suficiencias. Tenemos 30
años creciendo en el orden del 2% que no da para que el país tenga impulso
suficiente a su crecimiento económico ni del bienestar social. (Debe haber)
mejor reparto de la riqueza, donde el trabajo efectivamente se valore y se
premie como debiera ser…. Creo que este es el cambio que estamos esperando y
este requiere educación, educación superior de calidad, ampliar los espacios en
nuestras universidades públicas, requiere un cambio completo, una política de
industrialización que prácticamente se ha abandonado. Son cambios fundamentales
que se deben llevar a cabo.
¿Y en
materia de corrupción?
Está pendiente combatirla en serio y no solo
hablar de palabra. Esto es cómo se va a combatir la corrupción, hay que
entender que corrupción y delincuencia no son fenómenos aislados que surjan
porque sí, como hongos en un ambiente húmedo. Surgen porque no se sancionan,
porque no se aplica, no existe un cabal Estado de derecho. Porque no se
sanciona aún cuando haya casos muy evidentes. Tenemos en tiempos recientes
Odebrecht, Higa, OHL, casas de colores… etcétera.
Entonces si eso no se sanciona, pues cómo
puede uno creer que tenemos un sistema de justicia funcionando. Esto es lo que
esperaríamos de un cambio y bueno, el combate a la corrupción tiene que empezar
de arriba para abajo, como cuando se barre una escalera. Si la cabeza está
dañada o está involucrada pues difícilmente los escalones que están para abajo
podrán hacer algo positivo.
El combate a la corrupción tiene que empezar
de arriba para abajo, como cuando se barre una escalera”.
¿Qué
sabor le deja este sexenio?
Me deja un sabor de que se pudieron haber
hecho muchas cosas de otro modo y no se hicieron, cuando se sabía que habíamos
ido en un proceso de retroceso y que era indispensable un cambio en la forma de
conducir los destinos del país.
¿Qué
hay de las reformas estructurales?
Son insuficientes, como la reforma fiscal no
llega al fondo, no plantea una verdadera reforma de todo el sistema hacendario.
Una reforma energética que desde mi punto de vista es una absoluta
contrarreforma, que incluso nos acerca a riesgos de desabasto de hidrocarburos,
que no ha invertido, que no ha logrado que se invierta suficientemente en
exploración para aumentar nuestras reservas. Yo veo que todas estas reformas
son insuficientes.
Una reforma laboral que va en contra de los
derechos de los trabajadores, una reforma educativa que se ha limitado a
cuestiones burocrático-administrativa, no veo dónde están los planes de estudio
que eleven la calidad de la educación, que garanticen por ejemplo, que todo
mundo cumpla con los ciclos obligatorios de la educación, desde el jardín de
niños hasta la educación media superior. No tenemos capacidad en nuestras
escuelas, no tenemos personal suficientemente capacitado para impartir educación
de calidad, para utilizar los nuevos instrumentos de enseñanza aprendizaje
etcétera que están usando los países avanzados.
Ese México de iguales está lejos, entonces…
Está lejos, pero es posible, yo creo que a
eso es a lo que hay que apostarle.