A
propósito del irresponsable: “el fin justifica los medios”
Amo a
una mujer clara. Que amo y me ama.
Sin
pedir nada -o casi nada,
Que no
es lo mismo. Pero es igual-.
Pequeña
Serenata Diurna. Silvio Rodríguez
Lenin
Torres Antonio | 28 mayo de 2018
Tribuna Libre.- Cuando les digo que "lo nuevo" está
en tiempo por venir, me refiero a que “lo viejo” sigue vigente, las prácticas
facciosas, la concepción del gobierno como una extensión clientelar del
partido, de una concepción pobre de la democracia y lo público, la concepción
de la política como una extensión del humor y de lo privado.
Ejemplo, Morena llega al gobierno municipal
de Xalapa, y desafortunadamente, como todos los partidos viste del color de su
partido el ayuntamiento municipal, en éste caso de café, no tan solo su
papelería oficial, sino todo lo que puede embadurnar de café, como los recibos
de agua, etc. Si hubiera algo nuevo, progresista y coherente en el Movimiento
de Regeneración Nacional en Xalapa, no lo hubiera hecho, porque tendría la
plena consciencia que el que gobierna lo hace para todos, ejerce un mandata
dentro de la pluralidad y la diversidad, acompañada de una escucha atenta e
imparcial, y entiende que desde el momento que inicia la responsabilidad de
gobernar “la cosa pública” lo debe hacer separando su condición partidista del
ejercicio público de gobierno, y no lo hizo el presidente municipal de Xalapa,
Hipólito Rodríguez Herrera. Por lo que podremos señalar, en los muchos casos,
que MORENA es más de lo mismo, por eso viene bien lo que insistentemente he
señalado para éste 1 de julio de 2018, que debemos ejercer un Voto Diferenciado
y Razonado, que debe emerger un Electorado Maduro Responsable y Exigente, que
No podemos Apostar a la Emotividad ni mucho menos a una Inercia Irresponsable,
los ciudadanos debemos ser cabales guardianes de la política y de la
democracia, sino lo hacemos seremos responsable, como hasta ahora, de que la
política sea el instrumento de los intereses privados y no de los públicos.
Sigo estupefacto ante el escenario donde unos
individuos por la simple inercia de pertenecer a MORENA, y fundamentalmente,
avalados por AMLO, puede competir con el menor esfuerzo por un puesto de
elección popular, e incluso casi asegurar el triunfo, esto por un lado, nos deja
ver que ejercemos una democracia pobre y pusilánime, y por el otro lado, cómo
los mexicanos hemos vivido la política como algo secundario que hemos dejado en
manos de los “profesionales” del arte de la Política y el engaño, y que el
sufragio termina en la urna. Por eso he señalado que el estado de crisis social
que vive México es producto de un pueblo irresponsable y ensimismado, un pueblo
que nunca ha asumido en sus manos la contraloría de los gobiernos y de la clase
política, y una vez más veo como, ante la espiral de pobreza, marginación y
violencia, está dejando en las manos de un solo hombre la solución a los graves
problemas que vive México, por eso he dicho, que AMLO está sólo, carga con la
Esperanza de un “México mejor” en su espalada, después y antes de él no hay
nadie, MORENA no es un Partido, es AMLO. No dudo que AMLO pueda encabezar el
cambio esperado en México, lo que me resulta peligroso es que sea él sólo.
Muchos hijos auténticos y bastantes “bastardos tránsfugas” no sabrían que hacer
si AMLO se incapacitara, ahí está el peligro, como le paso a Hugo Chávez, que
después y antes de él no había nadie más, al morir se acabó el gran Proyecto
Bolivariano de Unificar en un solo frente a América Latina, y nuestra hermana
república Bolivariana de Venezuela está viviendo las consecuencias de eso, por
lo que no se puede construir un Estado y un Sistema sobre la Espalda de un
Hombre, los hombres somos contingentes no inmortales, lo público implica un
sentido de comunidad, de colectividad, de acuerdos desde la diferencias.
Ese Caudillismo Insolventey moralinos pueden
traer graves consecuencias, por lo que necesitamos entre todos construir ese
“Nuevo” que necesita México, por eso creo que no es sano ese Voto en Cascada ni
una Mayoría Absoluta, México no está preparado para las dictaduras de las
mayorías. México debe aprender a consultar al pueblo, ejercitar al debate y la
argumentación, el acuerdo de la razón, la pluralidad y la diversidad de ideas,
la tolerancia, e incorporar las diferencias sin anularlas.
AMLO carga con la campaña de todos y cada uno
de sus candidatos, y esto es sumamente irresponsable y grave, puesto que, en el
caso de Veracruz, su candidato puede llegar a gobernar al, igual que muchos de
sus candidatos, sin presentar algún proyecto de gobierno ni idea de mundo y
sociedad que necesita Veracruz, se vuelve real un pronunciamiento que hizo un
“connotado” priista en Veracruz, que dijo, “si su partido postulaba una Vaca
ésta saldría electa por sus correligionarios”, y esto mismo se aplica a Usted y
su Movimiento, a quien postulen, aunque no tenga “la puñetera idea de lo que
significa la política y el arte de gobernar” puede ser un representante popular
y llegar a gobernar, y esto ya sucedió con el famoso caso “Juanito”, las
diputadas locales de Xalapa, etc.
Los tiempos actuales exigen un equilibrio de
los poderes públicos que contengan la vorágine de destrucción en la que ha
caído las Instituciones Públicas y la Sociedad Mexicana, por lo que no sería
sano ni funcional para nuestra débil democracia una mayoría absoluta morenista,
dado que casi siempre en todas las prácticas políticas las mayorías absolutas
han sido peligrosas, más cuando el contexto mexicano exige un amplio debate y
acuerdos para el México que necesitamos construir TODOS, en un escenario plural
y de diversidad de ideas.
Un sano equilibrio de fuerzas robustecerá la
insipiente Democracia, el Estado de Derecho y el Sistema de Partidos, por lo
que NO SON TIEMPOS DE UNOS SOLOS, creo que SON TIEMPOS DE TODOS; sólo así creo
que podemos resolver y enfrentar los graves problemas que vive la Sociedad
Mexicana, por eso apuesto a rechazar el irresponsable voto en cascada y una
mayoría absoluta.
El cambio en México se está construyendo
sobre bases débiles, “el ahí se va” de nuestra cultura de la improvisación hace
su presencia, sin cuestionar nada, tan sólo guiados por los humores, México va
a ejercer un voto no razonado, un voto emotivo, productos de los humores (odio,
resentimiento), una reacción espontánea, como un arco reflejo. No hay proyecto
de nación ni idea de una nueva mexicanidad, no hay una planificación ciudadana
y mucho menos un Sistema de Partidos fortalecido que pueda ser la guía de lo
que se necesita hacer para sacar al país adelante, sólo diagnósticos limitados,
monotemáticos, la corrupción es el gran tema, el principio y el fin de una
radiografía del mexicano, y esa mayoría se abre camino entre la lucha por el
poder con su Plan de Desarrollo o su Regeneración Moral que cabe en una pequeña
parte de una hoja de papel, el tratado del espíritu del Mexicano se reduce a
una sólo palabra, “Corrupción”. No podemos mirar más allá de nuestros humores y
hastíos, no podemos ni siquiera criticar “al salvador” que responda a más
preguntas, con lo dicho sobra para creerle e inertes lanzar vítores y
alabanzas, primero fue el frustrado guadalupenismo foxista y ahora el
mesianismo obradorista, ahí ésta mi critica a AMLO, su personalismo, su
narcisismo moral, su miopía al no ver que no puede llegar al cambio con los
mismos que se le cuelan por doquier, que debió construir un auténtico Partido
Democrático, y tener la conciencia que cambiar a México implica no tan sólo
política sino psicología, que cambiar a México implica cambiar su visión de su
identidad de rajado. Su voluntarismo se topará con la chingada de nuestra
mexicanidad, clínica en lugar de política, terapia en lugar de moralina.
La amnistía es también para los dogmáticos
emotivos, por cierto, el cambio Emotivo que hará de México un desmadre,
promovido por la Torre de Babel que junta todo lo venga de donde venga, sin
importarle su procedencia, al fin de cuentas, “el fin justifica los medios”.
Misericordioso mesías que creo que con los rezos y ritos de sus acólitos
irreflexivos no se le augura que toda la ilusión se haga realidad, el peso del
“cambio en lo real” es una carga que requiere los hombros de todos los
mexicanos, y fortalecer sus instituciones y responder a las preguntas: cómo
organizar la vida pública y cómo fortalecer el lazo social de los mexicanos.
Aún más cuando tiene que aprender, junto con su prole, a concebir la
mexicanidad más allá de su discurso monotemáticos, y de la exclusión del
diferente.
“El Fuego Nuevo” no implica la visión
prehispánica de la destrucción de todo lo viejo, no implica anular la historia
desde una visión intolerante, de rehacerla desde otros mitos constitutivos que
implicaría la reconstrucción de la subjetividad del mexicano.