Juan
Carlos Fco. Espinosa | 28 julio de 2018
Tribuna Libre.- Los cambios prometidos en campaña por el
ahora alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, no se ven concretados en
ninguna de las más de 600 colonias que tiene la capital del estado. A siete
meses de la administración de Rodríguez Herrero, no se ve, por donde busquemos,
obra alguna que dé cierta confianza a la ciudadanía, de que la “Esperanza de
México” ha llegado a Xalapa.
Al contrario, vemos mucha inconformidad por parte
de los colonos que reclaman obras y servicios para sus colonias; estudiantes y
maestros que no ven atendidas sus solicitudes de construcción de aulas y
entrega de mobiliario; los vendedores ambulantes, ser desplazados por los
directores de Comercio Municipal y a la misma policía, quitándoles su única
fuente de empleo y de ingresos; también los empleados municipales se han visto
afectados por la falta de pago en sus salarios, entre otros problemas que dan
cuenta de que Xalapa está lejos de florecer ante la ineficiencia de la actual
administración Morenista.
Mucho se habló del perfil académico de
Hipólito Rodríguez, de su maestría y doctorado, de ser un profundo conocedor de
la antropología y la sociología; perfil muy distinto al de los pasados
gobernantes del municipio, y por tanto, al ser un conocedor de la evolución de
la sociedad y de sus problemas, tendría elementos para poder gobernar de manera
eficaz y acertada.
Pues bien, para este 2018 el Congreso de la
Unión aprobó un presupuesto para el municipio de Xalapa por un monto de $1,
424, 537, 630.84 (Mil cuatrocientos veinticuatro millones, quinientos treinta y
siete mil, seiscientos treinta pesos con ochenta y cuatro centavos), recursos
que por Ley deben aplicarse, entre otras cosas, para obras y servicios que den
mejores condiciones de vida, principalmente, a las familias de escasos
recursos. Los recursos deben aplicarse en obras de luz eléctrica, agua potable,
drenaje sanitario, guarniciones y banquetas, pavimentación, construcción de
aulas, mobiliario escolar, áreas de esparcimiento y recreación, entre otras.
En realidad, el compromiso que tiene el
alcalde con el municipio se ha quedado en el olvido, al igual que las obras y
servicios que con justa razón reclaman a diario las familias xalapeñas; ante
tal panorama es natural cuestionarse: ¿En dónde están los recursos que envió el
Congreso de la Unión para el municipio? ¿En qué se han aplicado los recursos
que los xalapeños pagamos de impuesto al predial y demás servicios?
El alcalde no debe olvidar que es una
obligación de todo gobierno, aplicar recursos para obras y servicios que
contribuyan al desarrollo social, que los impuestos recabados del pueblo deben
ser retribuidos en obras y servicios que den progreso y bienestar social; por
ello, es justo el reclamo de los distintos sectores de Xalapa.
Un ejemplo del descontento social que se vive
en Xalapa, es la falta de atención a las demandas hechas por familias que
militan en el Movimiento Antorchista. A inicio de este año, para ser exactos el
19 de enero, entregaron un pliego petitorio, el cual fue recibido y firmado por
el alcalde Hipólito Rodríguez, en la solicitud van enarboladas demandas de
servicios básicos y obras de infraestructura para beneficio de familias que
habitan en 56 colonias de la capital del estado.
Han pasado 6 meses y es la hora en que los
antorchistas no han tenido solución alguna, a pesar de que el alcalde había
pedido un plazo de 15 días para analizar el pliego petitorio.
Durante estos meses, los antorchistas han
realizado infinidad de gestiones buscando respuesta positiva a sus demandas, el
último acuerdo logrado con el alcalde fue el de realizar una obra para cada
colonia de las mencionadas en el pliego petitorio, o sea, 56 obras;
desafortunadamente, esa respuesta fue una evasiva más, porque hasta el día de
hoy ni una sola acción se ha puesto en marcha.
La actitud de Hipólito Rodríguez Herrero,
deja ver que toda su preparación académica ha sido desde un escritorio, que no
ha vivido en carne propia los males que hoy en día mantienen a miles de
familias en la marginación y pobreza; y por tanto, se le hizo fácil vender a
los xalapeños la idea de que La Esperanza de México haría florecer Xalapa.
La lección que debemos tomar los xalapeños,
es que los mesías que navegan con la bandera de ser la “Esperanza de México”,
no van acabar con la pobreza que tanto lastima a muchas familias; que Hipólito
Rodríguez no hará florecer Xalapa, si las familias no se organizan y luchan
para exigir, dentro del marco de la Ley, que se aplique los recursos de los
xalapeños en dónde más se necesita. Y sobre todo entender que para acabar con
la pobreza, no solo es necesario cambiar de partido político en el poder, sino
que es urgente cambiar el modelo económico que actualmente rige a nuestra
sociedad, por un modelo mejor que distribuya de manera justa la riqueza que
crean los obreros, campesinos y todas las clases trabajadoras de Xalapa y del
país entero.