Tribuna Libre.- El próximo
gobierno abrió la puerta a que el tema se debata y sea visto como una
alternativa para pacificar al país. Expertos señalan los puntos indispensables
para evitar que la discusión naufrague.
¿Cómo hacer para
que la despenalización de las drogas pase del discurso a la acción de manera
efectiva? El debate está abierto.
La ministra en
retiro Olga Sánchez Cordero, propuesta por Andrés Manuel López Obrador para
encabezar la Secretaría de Gobernación (Segob), nuevamente puso el tema sobre
la mesa al asegurar que la próxima administración explorará esta vía para
pacificar al país.
“Debe irse
avanzando en la propuesta de la despenalización de la droga y la política
pública para la recuperación de espacios económicos y proyectos de vida”, dijo
durante un foro en El Colegio de México el 19 de julio pasado.
Incluso, presumió
tener “carta abierta” del virtual presidente electo para lograr la
pacificación, una tarea que reconoció será “titánica” pues requerirá toda la
fuerza del Estado.
Hasta ahora,
México tiene una regulación que permite el uso medicinal de la marihuana, pero
esta norma ha sido tachada de insuficiente. En contraste, la propuesta de
Sánchez Cordero prevé ampliar el abanico al uso recreativo de la cannabis y el
medicinal de la amapola.
Ahora, ¿cuál es la
ruta que deberá seguir la nueva administración para que el proceso de
despenalización sirva a la pacificación? Expertos en políticas públicas,
economía y seguridad aportan sus tips.
Despenalizar, más allá de la mercadotecnia
La despenalización
de las drogas es un tema que vende y la próxima administración lo sabe. Para
Manuel Vélez, coordinador de estudios especiales del Observatorio Nacional
Ciudadano (ONC), uno de los ejes centrales del debate es cómo transitar del
discurso hacia un análisis serio en el que queden claros aspectos como los
alcances de la regulación, el papel que jugará el Estado y el modelo a
implementar.
Hay que distinguir
entre la mercadotecnia de la propuesta y lo que realmente van a lograr las
acciones. ¿Cuáles son los alcances de la medida? Yo creo que muy poca gente
sabe cuáles son en términos de la pacificación”.Manuel Vélez, Observatorio
Nacional Ciudadano
Revisión del sistema de justicia
Un aspecto que no
se debe perder de vista es analizar el tema con un enfoque integral que incluya
la revisión de los esquemas de justicia. Lisa Sánchez, directora general de
México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), señala que el cambio de enfoque
debe incluir reformas procesales y penales para infractores de la ley en temas
de drogas.
“(La
despenalización) requiere también un cambio de enfoque donde la atención se
ponga en los eslabones estratégicos de la cadena y no en los más débiles, como
se ha hecho hasta ahora”, considera la experta.
Enfoque de salud pública
Sin dejar de lado
las posibilidades de generación de riqueza con una eventual regulación de
sustancias como la marihuana, un aspecto primordial es la regulación desde una
perspectiva de salud pública. Alejandro Madrazo, fundador del Programa de
Política de Drogas del CIDE, señala que una consecuencia de la política
prohibicionista es la reducción de la expectativa de vida de los mexicanos a
raíz de la ola de violencia.
En este tema
coincide Sánchez, quien señala que actualmente existen deficiencias de
infraestructura en los centros de atención para las adicciones, así como en los
mecanismos de prevención y reducción de daños.
“Todos los
esfuerzos de control del drogas y de atención tienen que ser con una
perspectiva de salud pública, que en el tema de consumo adopten medidas de
prevención, de reducción de daños y de tratamiento que hoy en día no son ni
suficientes ni eficientes ni humanas en ningún sentido”, señala Sánchez.
¿Monopolio estatal o mercado abierto?
¿Colorado,
Uruguay, Ámsterdam? ¿Cuál es el modelo que México debe implementar en materia
de drogas reguladas? Madrazo y Vélez proponen aplicar un esquema que retome las
mejores prácticas de otros países, adaptado a la realidad mexicana.
“México no puede
tener un monopolio estatal (como Uruguay), desde la semilla hasta el punto de
venta, ya que hoy en día ya hay mucha gente que participa en la producción y lo
que queremos es que esa gente se integre al mercado legal”, considera Madrazo.
Un aspecto que
Sánchez considera urgente es la creación de expertise en materia de regulación,
que incluya capacitación de personal gubernamental en política de drogas.
Si esto no es
tratado con la seriedad, la sensibilidad y la cautela que merece, puede ser
fácilmente malinterpretado por aquellos detractores de este tipo de políticas
y, entonces, podemos terminar en un conflicto ya más bien de índole
ideológico-político”.Lisa Sánchez, México Unido Contra la Delincuencia
Detalles burocráticos
Antes de llegar a
la meta de la regulación, hay aspectos intermedios que se deben tomar en
cuenta, como la burocracia: ¿quién regula?, ¿quién revisa?, ¿quién sanciona?
Para Vélez, un aspecto fundamental es incluir en la discusión a los entes que
eventualmente se encargarán de verificar aspectos como la calidad y hasta la
autenticidad del producto comercializado.
“Del punto inicial
al punto final, ¿quién va a asegurarse de la regulación sanitaria? ¿Quién se va
a asegurar de que la marihuana que se venda al público es segura? En el caso
ideal, tendrá que ser Cofepris; entonces, en tus discusiones tiene que estar
Cofepris (…) ¿Qué va a pasar si a un consumidor lo engañan y le venden
marihuana que no es, le dan una de menor pureza o le dan pasto? Esto ocurre
incluso en países en donde ya está legalizada”, advierte Vélez.