Tribuna Libre.- Este jueves arribaron las primeras personas
procedentes de otros estados a la Dirección General de Servicios Periciales,
para identificar algunas prendas e identificaciones encontradas en las nuevas
fosas clandestinas del centro de Veracruz.
Verónica, llegó proveniente de Hermosillo,
Sonora, en busca de algún indicio de su esposo de nombre José Manuel Ramos
Ayala, desaparecido el 8 de agosto de 2016 entre Tlapacoyan y Martínez de la
Torre.
“Vino con un amigo a ayudarle a traer un
carro para acá; el 8 de agosto me habló y me dijo que ya iban a salir para
Hermosillo”, dijo.
La mujer, que junto a al menos una treintena
más de personas de otras entidades espera ver la secuencia fotográfica de
indicios que la autoridad veracruzana rescató de entre las 32 fosas de donde
fueron sacados 174 cráneos, señaló que se enteró mediante los medios del
hallazgo de las inhumaciones ilegales.
Acusó que en su momento, la fiscalía general
en ese tiempo a cargo de Luis Ángel Bravo, se negó a investigar.
“Cuando ellos desaparecieron, la camioneta la
encontraron otro día calcinada y a ellos no. El peritaje de la camioneta no la
hicieron luego luego. Me dijeron que yo no tenía derecho a saber”, recriminó.
La mujer señaló que junto a su esposo
desapareció otro joven de nombre Juan Carlos Espinosa, cuya familia viajó con
ellos hasta esta capital y proceder también al reconocimiento.
Indicó que las irregularidades de las
autoridades veracruzanas la llevaron hasta la Comisión Estatal de Derechos
Humanos, donde interpuso una queja que tampoco prosperó.
“A nosotros nos mandaron a poner la denuncia
a Misantla y luego nos dijeron que nos tocaba en Tlapacoyan, y luego pedí que
la cambiaran. Pasaron seis meses para que hicieran el peritaje”