*A
propósito de la triste historia de un seductor empedernido y un seducido
reincidente.
Lenin
Torres Antonio | 01 octubre de
2018
Tribuna Libre.- “El Poder” es seductor, atrayente, deseable,
morboso; es la otra parte de la naturaleza humana que no tiene nada que ver con
la razón, con la cordura, con la civilidad, con Apolo, que se acerca a la
instintivo, pulsional, inconsciente, a Dionisio, a los apetitos y a los
humores, a esa la lucha por escalar la pirámide de la evolución de las
especies, a eso que tiene que ver con ser el macho dominante, y con el goce de
determinar y tener en la mano el destino de los demás.
La Política paradójicamente es el escenario
donde ocurre esa contradicción humana, y digo paradójico, porque pareciera que
la política es “la ciencia” de la comunidad, del lazo social, de la inclusión
del otro en el uno igual, es “la ciencia” de la filogénesis, y del castigo, y
que debería con todo esos supuestos teóricos estar vacunada del “poder por el
poder”, más esto no es así, y creo que nunca será así, por más que intentemos
una y otra vez hacer “ciencia” del hombre en la práctica social.
Hemos pensado románticamente que es posible acercar
la teoría con la práctica, y hacer una ciencia del hombre en lo real, pero una
y otra vez, nos hemos topado con eso que aun siendo teorizado no puede ser
dominando, puesto al servicio de los mitos constitutivos que mueven nuestros
cuerpos, y con el látigo en la mano a forzado a, veces con éxito, a los
individuos a vivir en comunidad. Pervive en nosotros por un lado lo
inconsciente, lo aberrante, lo ominoso, y por el otro lado, las tenues luces de
la razón y la ilustración; y “el juego del poder” contradice todo intento de
ser, el ser humano un animal racional y comunitario.
Cada uno, “la razón” y “el goce por el poder”
crean sus propios discursos para justificarse, y aparecer incluso que en un
lugar donde se tocan y conviven pacíficamente, e inclusos con alegres
resultados en favor de la especie, de la comunidad. Hemos llegado
psicóticamente hacer escalas de esos grados de civilidad de las comunidades,
las que a flor de piel les brota eso ominoso imperfectamente reprimido, hasta,
las altamente civilizadas donde ocultan sofisticadamente los apetitos y a costa
de más sufrimiento y sangre logran construir “paraísos civilizatorios”. Aun en
esos lugares “altamente” civilizados, o diría “altamente reprimidos”, la
contradicción brota tarde que temprano, y hace mella en ese intento de hacer
convivir esas dos naturalezas humanas contradictorias: Apolo y Dionisio, Diablo y Dios, inconsciente
y consciente, razón y pasión, “ayer Julieta denunciaba a Romeo por malos tratos
en el juzgado. Cuando se acuestan la razón y el deseo. Llueve sobre mojado” .
El espectáculo de esa contradicción de la
naturaleza humana es infinita, permanentemente presente, aun cuando la historia
del hombre es la historia de sus guerras, de sus conflictos sociales, de sus
pasiones, por eso atrae más un cadáver que una flor, una culebrón telenovelesco
del Canal de las Estrellas que un Coloquio Académico televisado, nos
alimentamos del morbo, somos morbosos, el goce es nuestro único acercamiento
con lo infinito, con la completud deseada, somos esa contradicción, no le
busquemos otra naturaleza al hombre, lo demás es un mito, un ilusión, un
engaño, parafraseando a Nietzsche, seguiremos en esa contradicción mientras
tengamos esa misma gramática desgastada que oculta “la otra naturaleza del
hombre”, falta mucho que teorizar sobre la naturaleza humana.
Pero insistimos, y ahora nos vemos educando
al violento psicópata asesino, reeducando al reincidente corrupto y perverso
político, construyendo una sociedad más civilizada, y al frente de esa noble
campaña un stripper que dice que no necesita ser Sócrates, pero si cuando menos
tener un poco de cultura para entender de que se está hablando, y al frente
mayor, AMLO, encabezando esa gran campaña civilizatoria en el pueblo bárbaro
que aspira a ser moderno, ilustrado, siendo el terapeuta que encabece esa
clínica de lo social para sentar al diván al paciente “con ese grave complejos
de inferioridad”, al pueblo petrificado por el miedo, y hambriento de justicia
y a los hambrientos de a deberás que suman con más de 55% de su individuos.
Aun con esa naturaleza contradictoria,
construir una nueva gramática que nos hipnotice por un buen tiempo no es cosa
fácil, ni tarea sencilla, por una parte “los pensadores” se deslizan
permanentemente en un mundo virtual, tardará un buen tiempo que salgan de ahí,
así que tenemos lo que tenemos a la mano, y con eso tenemos que crear nuevos
diques que nos protejan de esas mareas incestuosas y narcisistas, pasionales y
hambrientas de poder, protegernos de los nuevos señores de la guerra que
aparecerán alrededor del mesías, el tlatoni, y serán los que varadamente
gobernaran.
Por eso viene bien algunas advertencias,
algunas sentencias, algunas verdades, ¿si esto servirá?, como profilaxis a toda
enfermedad del poder por el poder:
¡Estamos ante una sociedad sin adultez
eclipsada por un mesías, y quizás la demanda de un Edipo social que necesita un
Padre en lo real para atajar sus miedos y su soledad!
¡Los espacios públicos y las instituciones
públicas se construyen desde una corresponsabilidad, como lo he dicho, además
que gobernar es un ejercicio de gobernantes y gobernados, de un sistema de
partidos sano, inteligente, plural y libre, dejando a un lado el dogma y la
avaricia!
¡AMLO está sólo, carga con la Esperanza de un
“México mejor” en su espalada, después y antes de él no hay nadie!
¡No dudo que AMLO pueda encabezar el cambio
esperado en México, lo que me resulta peligroso es que sea él sólo!
¡La Gran Cirugía que necesita el cuerpo
enfermo mexicano”, si me permiten ésta metáfora, necesita de un gran cirujano y
un diagnóstico preciso, y a parte un Hospital de lo mejor, con lo mejor de los
instrumentos, medicamentos, a parte del cirujano principal, asistentes de todas
las disciplinas, anestesiólogos, médicos asistentes, médicos especialistas de
toda las disciplinas médicas, en pocas palabras, un contexto de hombres y
mujeres, ideas y voluntades de lo mejor y que todos entiendan lo que se va hacer,
además que en caso de una contingencia del médico principal, haya médicos
sustitutos con el mismo talento del médico principal, que pueda sacar adelante
la Gran Cirugía. Por eso creo que es tiempo de “los mejores de todos los
colores y sabores”, claro está, con la única condición de querer sacar a México
adelante, Pluralidad, diversidad, inteligencia, ¡y voluntad!
¡Fortalecer el Sistema Político, Educarnos en
las cuestiones de lo público, fortalecer nuestra democracia, actualizar nuestro
Estado de Derecho, y eso no se ha puesto sobre la mesa de la política, ni del
debate político, ¡sólo hay diatriba y retórica, acusaciones mutuas,
descalificaciones!
¡No hay un original proyecto de nación, sólo
un pobre diagnóstico y unas cuantas propuestas predecibles y simplistas!
¡No todo se resolverá con el ahorro de lo
robado, México necesita psicológica en lugar de política!
¡Cuando les digo que "lo nuevo"
está en tiempo por venir, me refiero a que “lo viejo” sigue vigente, las
prácticas facciosas, la concepción del gobierno como una extensión clientelar
del partido, de una concepción pobre de la democracia y lo público, la
concepción de la política como una extensión del humor y de lo privado!
¡La corrupción es el gran tema, el principio
y el fin de una radiografía del mexicano, y esa mayoría se abre camino entre la
lucha por el poder con su Plan de Desarrollo o su Regeneración Moral que cabe
en una pequeña parte de una hoja de papel, el tratado del espíritu del mexicano
se reduce a una sólo palabra, corrupción!
¡No podemos mirar más allá de nuestros
humores y hastíos, no podemos ni siquiera criticar “al salvador” que responda a
más preguntas, con lo dicho sobra para creerle e inertes lanzar vítores y
alabanzas, primero fue el frustrado guadalupenismo foxista y ahora el
mesianismo obradorista, ahí ésta mi critica a AMLO, su personalismo, su
narcisismo moral, su miopía al no ver que no puede llegar al cambio “con los
mismos” que se le cuelan por doquier, que debió construir un auténtico Partido
Democrático, y tener la conciencia que cambiar a México implica no tan sólo
política sino psicología, que cambiar a México implica cambiar su visión de su
identidad de rajado!
¡Su voluntarismo se topará con la chingada de
nuestra mexicanidad, clínica en lugar de política, terapia en lugar de
moralina!
¡La amnistía es también para los dogmáticos
emotivos, por cierto, el cambio Emotivo que hará de México un desmadre,
promovido por la Torre de Babel que junta todo lo venga de donde venga, sin
importarle su procedencia, al fin de cuentas, “el fin justifica los medios”!
¡Misericordioso mesías que creo que con los
rezos y ritos de sus acólitos irreflexivos no se le augura que toda la ilusión
se haga realidad, el peso del “cambio en lo real” es una carga que requiere los
hombros de todos los mexicanos, y fortalecer sus instituciones y responder a
las preguntas: cómo organizar la vida pública y cómo fortalecer el lazo social
de los mexicanos, aún más cuando tiene que aprender, junto con su prole, a
concebir la mexicanidad más allá de su discurso monotemáticos, y de la
exclusión del diferente!
Y, por último,
¡El Fuego Nuevo no debe implicar la visión
prehispánica de la destrucción de todo lo viejo, no implica anular la historia
desde una visión intolerante, de rehacerla desde otros mitos constitutivos que
implicaría la reconstrucción de la subjetividad del mexicano, hay en eso viejo
algunas verdades que deben ser preservadas!
Y tengo mis razones para cuestionar la manera
en que eso “nuevo” corre peligro de ser más de lo mismo, porque la alienación
sobrepasa las buenas intenciones del mesías, y que tiene que ver con que el
“poder” eclipsa y seduce, pervierte y violenta, y no se hace esperar.
¡Muera el rey viva el rey!, murió el que tuvo
el poder, vive el que tiene el poder, y sobre esa simple metáfora descansa los
exabruptos que carcomen las esperanzas de un mundo mejor, no es privativo del
mexicano, es la crisis de la decadencia del mundo occidental, y su fracasada
cruzada de evangelizar a los impíos, a los impuros.
En Veracruz después del avasallador triunfo
del “cambio”, discretamente y en muchas ocasiones descaradamente, las piezas
del juego del poder se comenzaron a mover, desde dentro del nuevo grupo en el
poder, como desde fuera para que las piezas ajenas se puedan filtrar y pertrecharse
y no se queden “fuera de la jugada”, incluso el otrora poderoso “cuarto poder”
con sus esbirros se comienzan a congraciar con el grupo del poder en turno,
desde quienes encabezan al grupo hasta con los simple operadores que huelen a
potencial poder.
Así vemos como el diputado Zenyazen realiza
su auto alago en la ciudad de córdoba para facilitar al amigo su apuntalamiento
y asegurarse su asunción a lo más grande del poder en el gobierno del Estado de
Veracruz, ya que últimamente las cosas no le han salido bien, y el fuego amigo
le ha afectado.
Y a su vez al interior a ese evento de auto
alago, también sucede lo mismo, pancartas disímbolas, personajes del medio
educativo, directores de diversas escuelas educativas, operadores rapaces, se
prestan a realizar lo mismos en lo micro como en lo macro el alago al hombre
cercano al poder y potencial poderoso “señores de la guerra”, asegurarse de
estar lo más cerca del probable “secretario de educación”, para ello despliegan
la mejor sonrisa, lanzan su mejor frase, y evitan que sus discursos no moleste
al festejado, siempre con la intención de congraciarse con el supuesto elegido
y asegurar sus funestos propósitos.
Si así opera la nueva clase política seguro
el futuro del veracruzano y mexicano no se augura mejor ni buenas cosas, la
pacificación y la prosperidad corren peligro de no alcanzarse y se pospongan,
por eso viene bien que “la escucha” sea real y un lugar común de la política, y
de los políticos.
Y así se entretejen sendas figuras de
ficción, de lo micro a lo macro, de lo macro a lo micro, se desliza la historia
de siempre, y se filtra el fracaso de otro pedazo de futuro de la historia del
mexicano, humanos demasiados humanos, hombres, “se hizo poesía urbana;
descartando el falso privilegio de sentirse “el observador”, se convirtió,
preso de la mirada de una bella
transeúnte, en "el observado"; de sentirse “libre”, concluyó
obedeciendo con absoluta docilidad leyes temporales y axiomas divinos; de ser
“el racional”, terminó fundiéndose entre los ritos de perros y gatos en sus
cortejos sexuales, posó para una revista del reino animal, y muy animal, acompañó a pericos y
guacamayos, a liebres y cuervos” , a hienas y lobos, a leones y serpientes.
Aun así, pienso que este es el mejor de los
mundos posibles, y que debemos apostar a evitar ese predecible futuro de
engaños, de juegos de poder, de avaricia, cómo todavía no lo sé.
Septiembre de 2018