Pipas
de Pemex, minis Tlahuelilpan sobre ruedas
Héctor
Yunes Landa | 28 enero de 2018
Tribuna Libre.- Después de dos semanas, finalmente este lunes
28, si no vuelven a dejarnos plantados, acudirán ante el Poder Legislativo
federal funcionarios del gobierno de la República a explicar a detalle -así lo
esperamos-, cada una de las aristas que ha provocado su mal llamada estrategia
de combate al huachicol, la cual, hasta este momento, solo nos ha dejado a los
mexicanos desabasto de combustibles y luto, tras la tragedia ocurrida en
Tlahuelilpan, Hidalgo.
Ante la demora de los representantes de la
Cuarta Transformación, tenemos ya un cúmulo de preguntas a formularles, entre
todos estos cuestionamientos, en el Grupo Parlamentario del PRI, demandamos que
nos den una respuesta exacta sobre la compra de 671 pipas para el traslado de
las gasolinas, pues se erogaron 92 millones de dólares, sin licitación pública
de por medio, bajo el argumento de que se trata de una emergencia nacional.
Ellos que enarbolaron la bandera de la supuesta rectitud, de la transparencia,
no pueden ser turbios, opacos, mucho menos cuando hay tantos millones de por
medio.
Si tan derechos son, seguramente vendrán a
esta Soberanía con el dictamen de excepción a la licitación pública bajo el
brazo, así como con los rubros exactos del Presupuesto de Egresos de donde se
tomó el dinero para hacer la compra millonaria y, por supuesto, también
esperamos escuchar los términos bajos los cuales se determinó que se trata de
una emergencia nacional pues, como se dice coloquialmente: aclarando amanece.
Lo que nos resulta paradójico es que mientras
que muchos países avanzados prácticamente han sustituido a las pipas para el
movimiento de combustibles y en su lugar usan ductos, el nuevo gobierno federal
compra más y más unidades. Espero que el siguiente paso de la Cuarta
Transformación no sea acarrear la gasolina en carretas jaladas por mulas,
burros y caballos.
Esta retrógrada medida de incorporar a la
circulación de nuestras carreteras pipas de Pemex para el traslado de gasolina,
pone en riesgo a la población: tan solo en 2017 los vehículos de carga causaron
3,383 siniestros, con mil 199 muertos, de acuerdo con datos del Anuario
Estadístico de Accidentes en Carreteras Federales, elaborado por la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Mexicano del Transporte.
Ahora, circulando cargados de gasolina, a
exceso de velocidad, cada unidad es un mini Tlahuililpan en potencia. Por eso
urge también que nos expliquen cómo y durante cuánto tiempo se habrán de
capacitar a los 700 conductores de pipas que se pretenden contratar por 29 mil
pesos mensuales pues, si los sacan con premura a las carreteras, la cifra de
decesos causados por las unidades pesadas se disparará.
Si bien consideramos que el combate al robo
de hidrocarburos debe ser una prioridad en la agenda nacional, insistimos en
que la estrategia no debe afectar el bienestar de la población ni poner en
riesgo la estabilidad y las actividades económicas de nuestro país. Cerrar las
válvulas de diversos ductos de Pemex y abastecer a las gasolineras a través de
pipas, no es la solución.
Esperamos que en esta ocasión los titulares
de la Secretaría de Energía y de Petróleos Mexicanos (PEMEX), sí nos den una
respuesta puntual y precisa, no más pretextos, no más excusas.
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