*Asegura
que su preocupación es empujar las propuestas del gobierno lopezobradorista,
pero aclara que su respaldo es racional.
Tribuna Libre.- El senador Ricardo Monreal anticipa que el
presidente Andrés Manuel López Obrador no tolera ni la corrupción ni la
incompetencia, por ello a quien incurra en ello los va a renunciar de su
gabinete.
"Conozco (a López Obrador) desde hace 21
años y sé que no va a admitir ni actos de corrupción ni tampoco de incapacidad
en el ejercicio de la función pública. No se va a detener, el que esté fallando
va a pedirle su renuncia", alerta.
En entrevista el presidente de la Junta de
Coordinación Política del Senado y coordinador de la bancada de Morena afirma
que el gobierno de López Obrador debería mejorar su relación con los medios de
comunicación, empresarios y organizaciones sociales, para evitar la
confrontación.
Dice que su principal preocupación es empujar
las propuestas del gobierno lopezobradorista, pero aclara que su respaldo es
racional y razonable.
Ante los embates de Alejandro Rojas Diaz
Durán en contra de la dirigencia de Morena, Monreal se desmarca y afirma que no
respalda esa actitud de quién es su suplente como senador.
¿Cuál
es la agenda inmediata para el Senado?
En este momento estamos por concluir el
periodo de sesiones, que es el último de abril, y tenemos muchos pendientes:
reforma laboral, educativa, nombrar a 17
embajadores, consulta popular, revocación de mandato, fuero... es decir,
tenemos un cúmulo de reformas pero que requiere mayoría calificada y es
complicado construir.
La
reforma laboral tiene un cruce con el TMEC, qué oyen desde Estados Unidos
incluso...
Es un tema central porque deviene de un
compromiso internacional con la firma de TMEC. Cuando los Ejecutivos de Estados
Unidos, Canadá y México firman en noviembre el TMEC hay un capitulado de
derechos laborales que obliga al Congreso mexicano a aprobarlo y en este
momento las presiones, tiene que decirse con toda claridad, de todo mundo son
impresionantes, incluyendo un sector de demócratas que está intentando reabrir
el TMEC en temas que no nos conviene y que creemos que México tiene una
posición de mayor vanguardia frente a otros países, pero, reabrir la
negociación pudiéramos tener desventajas. Por eso queremos aprobar la reforma
laboral, que, además, es una reforma importante. Aparte de la libertad
sindical, que es la que más se ha cacareado, tiene cosas importantes. Son nuevas
instituciones y es la posibilidad de recuperar el poder adquisitivo en ciertos
rubros y es benéfica.
Ha
habido intervención de sindicatos diciendo ´cuidado, nos vayamos a meter en una
convulsión´...
Sí. Los sindicatos en su mayoría han apoyado,
el sector económico también. Sin embargo, en el sector económico hay una parte,
un grupo importante que dice "tengan cuidado no se puede conceder más allá
de lo que las condiciones del país ameritan". Sin embargo, sí va más allá,
sí es una reforma de gran calado, importante.
También, es de las preocupaciones y
propuestas que han planteado de modificar. Hemos dicho que por la complejidad
de la reforma laboral en la materia internacional y la existencia del TMEC
tenemos que ser congruentes y que estamos en la disposición de que una vez que
sea aprobada la reforma laboral entrar a
la revisión y análisis de estos temas: outsorcing, sindicatos, cuotas, toda esa
parte que quedaría en proceso de aprobación.
Cuál es
tu caracterización del país...
Creo que hay un ánimo de esperanza, las
expectativas que Morena y el Presidente como principal abanderado y candidato
en ese momento generó, son muy altas y, sin embargo, siento que la población
está a la espera del cumplimiento de las mismas. No lanzo las campanas al vuelo
porque es un momento difícil, la forma en que recibió el país el Presidente de
la República no es fácil, convulsionado, la violencia, inseguridad, y
convulsionado en cuanto a deuda externa, convulsionado desde el punto de vista
de intereses que no terminan por aceptar la derrota y que no terminan por
aceptar la posibilidad de un nuevo régimen. Todos estos factores son los que
hacen no fácil la transición. Y diría que como recomendación normal: mejorar la
relación entre medios de comunicación como esquema de gobierno, mejorar la
relación con asociaciones religiosas. Mejorar la relación con el capital y
grupos económicos importantes y con grupos sociales y ONG que se sienten, a
veces, lastimados por el discurso...
¿Ves
poco aceitadas esas relaciones?
Siento que esas cuatro, que además me parece
natural, que durante tres elecciones federales o en 12 años se han mantenido alejados
del movimiento del Presidente de la República y que ahora apenas están
intentando construir juntos mecanismos de entendimiento para el país, pero todavía no están afinados.
Pero
sobre el gabinete, el partido, ¿ves que está bien aceitada la propia maquinaria
del gobierno?
La curva del aprendizaje siempre es
complicada, máxime en una transición. Cuando transitas en una alternancia
política es fácil y de gobierno a gobierno del mismo signo político es mucho
más fácil, no tiene ningún problema, simplemente sustitución de cuadros menores
pero las direcciones nacionales y el gabinete es prácticamente el mismo, con la
misma posibilidad de plan de gobierno. Aquí no, aquí fue un estrujamiento
complicado. Es un proceso de fondo y la forma en que ganó la elección
presidencial el presidente López Obrador hace más complicado porque más del 50%
votó por él y entonces los grupos, sectores, fuerzas o poderes fácticos, pues
están a la espera de un realineamiento y a la espera de una búsqueda de
encuentro, no de un desencuentro permanente que a nadie nos conviene. Y eso lo
saben todos, medios de comunicación, asociaciones religiosas, grupos civiles,
ONG, inclusive grupos económicos, empresarios, que están en la disyuntiva de
qué hacer o en la observación de cómo camina el gobierno para poder invertir,
seguir generando fuentes de trabajo o generar condiciones de una mayor
capacidad económica.
Y Morena, ¿cuál es la valoración, se te ubica
como uno de los críticos, tú respaldas los señalamientos de Alejandro Rojas
Díaz Durán sobre lo que ha dicho de Morena?
No, no lo respaldo. Hace unos dos meses
decidió no opinar del partido, lo voy a hacer, pero siento que Morena está como en el Gabinete en
una curva de aprendizaje demasiado dinámica, con una velocidad impresionante,
de haber sido un partido político de reciente creación de hace cinco o seis
años, que era una fuerza marginal dentro de siete o nueve, el de menor
capacidad y representación popular, se convirtió en el más alto nivel de
participación política y ese nivel de
liderazgos nacionales, de cuadros, nos
va a llevar tiempo aprender a ser gobierno, de dejar a u lado las
prácticas facciosas o partidistas que lastimaron a la vieja izquierda, de
intentar construir un argumento que
legitime acciones de gobierno por el
bien de la población.
Pero
parece que se están pasmando tanto gobierno como partido, se ven pasmados...
Sí porque la velocidad con la que va el
presidente es distinta a la velocidad a la que van el Gabinete y el partido. El
presidente va a velocidad de crucero, pero el Gabinete está en la ruta del
aprendizaje, porque son gabinetes que acaban de integrarse, o sea, de la gente
que viene con el presidente de la república debe ser un grupo ocho o 10, si
acaso, Julio Scherer, Jesús Ramírez, Alfonso Romo, de algunos subsecretarios,
pero la mayoría del Gabinete esta es su primera
experiencia teniéndolo como jefe del gabinete, como el jefe del
gobierno y eso para embonar tarda porque
no le conocen su capacidad y su movilización y están aprendiendo sobre la
marcha.
Pero
vemos algunos secretarios incapaces de responder ante la necesidad...
Yo creo que el presidente va a revisar su
gabinete en el primer semestre y no se va a detener, el que esté fallando va a
pedirle su renuncia. Eso lo conozco, lo conozco hace 21 años y sé que no va a
admitir ni actos de corrupción ni tampoco de incapacidad en el ejercicio de la
función pública.
¿No te
quedó un sabor amargo con el asunto de la CRE?
No, yo entiendo, no es fácil, es decisión del
Ejecutivo, pero la responsabilidad recae en el Ejecutivo. Sí es un mecanismo de
control del Legislativo importante. Vi los CV y el que quedó fuera tenía muy
bueno, pero tuvo un error político al insultar a los legisladores.
Parte
de la amargura fue la fricción enojosa...
Sí hubo enojo y faltó tacto. No había sentido
de salir con que los senadores son unos burros... una legisladora usó orejas de
burro, pero es distinto porque si vienes a la casa del senado en busca de
apoyo, para qué te confrontas con ellos. Técnicamente era quizá el más
preparado pero eso le pesó.
Esta
convulsión que ves en el gobierno tiene su parte en el Congreso...
No es el mismo Congreso, he intentado sacar
todo por unanimidad. Antes lo común era usar mi mayoría y no me importa. Es
decir, nosotros con aliados tenemos mayoría y podríamos sacar con dificultad, polarización, y todas las normas
las trato de sacar por unanimidad o por mayoría sin mayor sobresalto que la
discusión que en cualquier Congreso se da, pero no con toma de tribuna o
salidas intempestivas o insultos entre senadores. La austeridad te obliga a ser
más cuidadoso, y no queremos que si nosotros fuimos pisoteados como oposición
no queremos hacer lo mismo. No queremos excluir, marginar, éramos una oposición
marginal.
¿Cómo
te llevas con Yeidckol?
Bien,
todo bien...
¿Qué le
contestarías a quien piensa que estás trabajando para ser el próximo presidente
de la república?
Que es muy temprano, que faltan muchos años y
que no hay que adelantar tiempos. Estoy muy tranquilo, este es la tercera
ocasión que soy senador, y la primera que estoy como presidente de la Junta de
Coordinación Política. En este momento lo que más me preocupa y me interesa es
respaldar las acciones que nos llevaron a ganar en las urnas y que son una
serie de planteamientos con un cambio de régimen profundo. Aunque tenemos
autonomía, cuido mucho la autonomía del Poder Legislativo, tengo mucha
comunicación con el Ejecutivo federal en un auténtico afán de colaboración de
poderes, no me genera ningún problema aceptar que condujo un movimiento sin
precedente y que sigue siendo el articulador de políticas públicas que debemos apoyar razonablemente y
racionalmente. Eso no debe preocupar a nadie y siempre cuidaré la autonomía del
Legislativo.
Pero no
eres consentido del Presidente...
No, no,
nada de eso.