*Denisse
no ha sido la única agraviada por Juan Carlos Reyes Romero, quien desde 1997 fue
denunciado por otras alumnas.
Xalapa, Ver. | 09 abril de 2018
Tribuna Libre.- Vergüenza y temor a represalias, fueron dos
factores que, a Denisse Hernández Delgado, le impidieron denunciar hechos de
acoso y violencia que habría vivido durante años como estudiante y catedrática
en la Universidad Veracruzana (UV).
“Ver que muchas mujeres han comenzado a
hablar de agresiones que han sufrido, me ha dado el valor suficiente para
denunciar esto (...) En 2013 me acerqué con una persona de confianza en la
Vicerrectoría, pero me aconsejó que ‘mejor no dijera nada’, ‘no sea que la
vayan a agarrar contra ti”.
Comparte Denisse Hernández, egresada de la
licenciatura en Ciencias de la Comunicación y de la carrera técnica en Diseño
Asistido por Computadora, quien este 08 de abril presentó una queja ante la
Unidad de Género de la UV contra Juan Carlos Reyes Romero, catedrático y
coordinador de los Talleres Libres de Arte, por acoso y abuso de autoridad.
E-Consulta Veracruz tuvo acceso a la denuncia
presentada por Hernández Delgado donde relata diversos actos que vivió entre
2011 y 2016. Seis años. En el escrito, además, advierte que no ha sido la única
agraviada por ese catedrático, quien desde 1997 cuenta con una denuncia similar
interpuesta por alumnas, que se ha pedido conservarse en el anonimato.
“Yo, Denisse Alejandra Hernández Delgado,
exalumna y extrabajadora de la Universidad Veracruzana, quiero denunciar a Juan
Carlos Reyes Romero, docente activo, como una persona prepotente, violenta,
manipuladora, que me hostigó sexualmente y que también ha hostigado a varias
alumnas durante muchos años”, se lee en el oficio entregado en Rectoría,
Xalapa.
No obstante, el caso de Denisse no es el
único. El pasado 3 de abril, Karla Pino, una estudiante de cuarto semestre de
la Facultad de Música, declaró que desde febrero de 2018 fue víctima de acoso
de uno de sus profesores, Juan “N”. La joven un día antes interpuso una
denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y posteriormente publicó su
experiencia en sus redes sociales.
La rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara,
informó que se investigan casos de acoso al interior de la institución. “No
solo estoy enterada, está siendo atendido. Este no es un asunto que se decide
unipersonalmente. Tiene las instancias en donde se revisa y por supuesto, como
cualquier caso de acusación, se revisan todas las versiones que tenemos al
respecto”, dijo el 05 de abril.
“Siempre
se enamoraba de alumnas; me decía que se las quería coger”
En 2008 Denisse Hernández conoció a Juan
Carlos Reyes Romero, cuando ella ingresó como alumna al Técnico Superior
Universitario en Diseño Asistido por Computadora, en Veracruz puerto.
“Fue mi maestro en varias asignaturas
mientras cursé la carrera de 2008 al 2010. Me ayudó mucho. Me decía que era una
alumna destacada y me apoyaba económicamente, porque yo era foránea. Me
involucraba en proyectos de trabajo, me invitaba la comida o me prestaba dinero
para la comida”, explica.
Conforme la relación alumno-maestro se hacía
más sólida, Juan Carlos confiaba a Denisse opiniones sobre sus compañeras de
generación. “Me decía abiertamente que estaba enamorado de una compañera; que
la amaba, que quería mantenerla, que él le iba a poner un taller para que se
dedicara solamente a trabajar en sus proyectos. En ese entonces esa chica y yo
teníamos 19 años”.
Al concluir su carrera técnica, Denisse
recibió una propuesta de Juan Carlos: trabajar como personal eventual en los
Talleres Libres de Arte y como su asistente en la Coordinación. Ella aceptó y
más adelante también ingresó como docente en la carrera de Técnico Superior
Universitario en Diseño Asistido por Computadora, a principios de 2012.
“Pasé más tiempo con él en la oficina, en
reuniones. Él seguía apoyándome mucho. Al estar más tiempo juntos comencé a
darme cuenta de que siempre se ‘enamoraba’ y salía con alguna alumna de sus
clases de Fotografía. También me decía ‘a esa me la quiero coger’, ‘esa quiere
que me la coja’, refiriéndose a alumnas y maestras. Incluso me compartió varias
experiencias sexuales con alumnas y maestras de los Talleres Libres de Arte, de
los TSU de Diseño y de Fotografía y de la materia de Fotografía de Elección
Libre”, abunda Denisse.
“En
2011 cambia su actitud conmigo; él seguía saliendo con alumnas”
De acuerdo con la denuncia de Denisse
Hernández, en 2011, cuando ya era trabajadora de la UV, la actitud de Juan
Carlos Reyes cambió. “Comenzó a decirme que me amaba y que juntos seríamos una
pareja maravillosa. (…) En ese entonces yo tenía pareja, pero él me propuso
‘empezar algo’. Me decía que él podía salir conmigo y que yo siguiera saliendo
con él sin que él se enterara”.
“Después comenzó a darme abrazos más
diferentes, a besarme (en la boca). Yo no sabía qué hacer. A mí me confundían
sus acciones, pero ahora entiendo que lo que hacía era abusar de su poder y de
su autoridad”, agrega.
Para abril de 2012, Juan Carlos Reyes comenzó
una relación formal con una alumna del TSU, de 20 años de edad, a la que
también, compartía con Denisse, ‘quería que fuera la madre de sus hijos’. “Pero
a la vez él me seguía proponiendo salir con él. Era una cosa muy incómoda”,
dice la entrevistada.
“Puso mis manos en su pene erecto. Me fui
llorando a casa”
El 06 de julio de 2012, Denisse tuvo su
experiencia más “desagradable”. Ella, Juan Carlos y la novia de Juan Carlos
asistieron a la presentación de un documental producido por ellos y más
compañeros de trabajo.
Denisse dejó su carro estacionado en casa de
Juan Carlos y los tres partieron a la fiesta en el vehículo del profesor.
“Después de mostrar el documental, decidimos reunirnos en la casa de una de las
personas que estuvo en la presentación (…) Pasadas las 12 de la noche nos
retiramos. Juan Carlos, su pareja y yo, nos fuimos en el carro de él y pasamos a
dejar primero a su pareja para después dirigirnos a la casa de Juan Carlos,
donde había dejado mi auto”.
“Al llegar a su casa él me dice ‘es que ya
estás muy borracha ¿por qué no te quedas a dormir aquí?’ Yo sí bebí alcohol,
pero no estaba borracha. Pero mi casa quedaba lejos, así que acepté quedarme y
dormir un rato”.
“Él me
dijo que se dormiría aparte. Me ofreció la cama de su recámara y se fue a la
sala. Yo me acosté en la cama, pasaron alrededor de 15 minutos cuando me di
cuenta de que Juan Carlos estaba acostado a mi lado. Yo aún no dormía.
Él tenía puesta una camisa y de la cintura
para abajo solo estaba cubierto con una sábana. Agarró mi mano y la puso sobre
su pene erecto y se empezó a reír. Me asusté y me molesté mucho. Reaccioné con
un “Oye, ¿qué te pasa?”. El sólo siguió riéndose y yo me levanté, agarré mis
cosas, mi carro y me fui a mi casa. Todo el camino me fui llorando, estaba
asustada.
De eso no hablamos al día siguiente ni nunca
volvimos a tocar el tema”, explica Denisse en su denuncia.
“Todo lo que eres me lo debes a mi”
Para Denisse Hernández, el 30 de mayo de
2013, sucedieron las dos escenas de celos que más la asustaron. Ella iba con
Juan Carlos en su carro camino a los Talleres Libres de Arte. Denisse
contestaba un mensaje de texto a un joven con el que salía; y eso lo molestó.
“Comenzó a preguntarme ‘¿con quién te
mensajeas?’, yo no respondí. Comenzó a gritar “¡deja ese puto teléfono!, ¡¿a
quién le escribes?!” y golpeó el volante muy fuerte y siguió gritando “¡Eres
una mierda!”. Mientras se estacionaba volvió a gritarme. “¡Bájate! Y que no se
te olvide que tú no eres nadie, todo lo que eres me lo debes a mí.”
Entre 2014 y 2015 Denisse, ya como estudiante
de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, realizó dos estancias
de movilidad internacional. La primera en Elizabethtown College, en
Pennsylvania, Estados Unidos y después, entre octubre de 2014 y enero de 2015,
radicó en Washington DC.
A su regreso, ella decidió alertar a quien
seguía siendo la pareja de Juan Carlos, pero él se enteró y la llamó hasta su
oficina. “Deja de meterle mierda en la cabeza” (a su pareja), “bueno, yo ya te
dije”, advirtió el profesor con tono elevado y amenazante.
A partir de ese momento, en 2016, el trato de
Juan Carlos Reyes con Denisse se volvió “hostil”. Ella no volvió a firmar algún
contrato con la UV, en los empleos que él le ayudó a conseguir.
Tres años después, la joven de 28 años
decidió hacer público su caso y espera que más compañeras con casos similares
al suyo denuncien. “No es justo que personas que abusan de su posición de poder
continúen dentro de una institución como la Universidad Veracruzana y que
encima los encubran. Sé que es difícil hablar de cosas como esta, pero quiero
que sepan que cuando se decidan a hablar no estarán solas”, concluye.