¿A
qué vino el Presidente a Veracruz?
Claudia Guerrero Martínez | 23 abril de 2018
Tribuna Libre.- La visita de Andrés Manuel López
Obrador a Veracruz, en términos
de análisis político, no quedó clara,
ni entendible. Tampoco aportó datos
nuevos o verse inmerso en el tema de la inseguridad en el
estado. Se limitó a defender al inoperante Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, al meter las manos
y todo el cuerpo, a favor de las
acciones de ingobernabilidad que se han realizado en esta administración
estatal. Trató de minimizar las críticas de
la opinión pública nacional e internacional, que señalan al Presidente de México, el haberse equivocado al imponer a Cuitláhuac
como Gobernador, así como defender al
malogrado esquema de un mini gobierno estatal a distancia, controlado desde la
Ciudad de México, con resultados
desastrosos, provocando una inseguridad imperante y rapaz en Veracruz, como la masacre ocurrida en Minatitlán…
Y el
Presidente de México fue obligado a
trasladarse a Veracruz, para dar
el espaldarazo a su inexperto
recomendado, así como tratar de
callar críticas, opacar rumores sobre posibles renuncias y “lavar los trastes sucios y limpiar el
cochinero” que dejaron integrantes del Gabinete
de Cuitláhuac García… Ante la presión mediática, Andrés Manuel López
Obrador anuncia otra visita, este
próximo viernes a Minatitlán, en este municipio donde fue el escenario de una
de las peores masacres recordadas en Veracruz…
En rueda de prensa, López Obrador aceptó haberse reunido con Cuitláhuac
García para garantizar la paz y tranquilidad. Lamentó lo sucedido en Minatitlán y en otras partes,
pero aseguró que las mejoras llevarán
tiempo, pues admitió que pasadas
administraciones dejaron como “herencia”, un país en una situación lamentable de
corrupción entre gobierno y autoridades… Y de estos señalamientos, en casi cinco
meses no han formulado denuncias, ni investigaciones ante la FGR, ni tampoco
critica o nombra a Enrique Peña Nieto… Y como Miguel Ángel Yunes Linares, el
Presidente de México prometió que en seis meses, bajarían los índices
delictivos…
En su discurso, AMLO evadió preguntas
incómodas, responsabilizando a anteriores administraciones, cuando son ya sus
obligaciones como Mandatario Federal… Lo
que no perdonamos, es su afán de proteger a Cuitláhuac y además, atacar a
medios de comunicación, asegurando textualmente:
“Antes el problema era la autoridad, había que andar con la mano en la bolsa
cuidando la cartera, porque la corrupción estaba en el gobierno. No había línea
divisoria entre gobierno y delincuencia. En Veracruz se tiene un Gobernador
comprometido con el pueblo y honesto. Los anteriores, daban miedo, eran como
personajes de terror. Cuitláhuac es incapaz de engañar, de llevar a cabo una
acción perversa en contra de nadie, Cuitláhuac no es de malas entrañas, es
honrado. Vean ahora, los columnistas nos atacan un día sí y otro también.
Vámonos al debate, no vamos a pedirle frías a nadie. No le voy a decir a Carlos
Slim, quien nos atacan las 24 horas, oye Carlos ayúdanos; ni al duelo de El
Financiero, oye, dile a Pablo Hiriart que fue el vocero de Salinas y que nos
dedica la columna todos los días para atacarnos; ni le voy a decir a Alejandro Junco, de Reforma, que no nos calumnien, que no apliquen la
máxima del hampa del periodismo, cuando la tinta no mancha, tizna… Vamos a
hacer un anuncio el fin de semana, en
Minatitlán”….
En preguntas concretas, hubo sus
acostumbrados relatos largos, que cansan como monólogos sobre sus historias
personales, como estrategia de distracción
en temas álgidos y complejos, siendo
que sus hazañas y aventuras políticas no son de interés periodístico,
pues las campañas concluyeron en el 2018. Hoy en día, el Presidente debe dar
respuestas y rendir información oficial. No le pagamos para que venga a
proteger a su Gobernador de Veracruz, ni tampoco, para acusar a exgobiernos
federales y estatales, de ser los culpables, de que México está de cabeza…
López Obrador no vino a aceptar renuncias, ni
tampoco hizo cambios, mucho menos, a señalar a culpables, para no mostrar
debilidad política ante sus adversarios, quienes una y otra vez señalan al
Presidente de México de ser un dictador, ocurrente y falto de ejercicio
gubernamental… Lo cierto de todo esto, es que AMLO se equivocó en su esquema en
Veracruz y eso, no lo quiere reconocer, ni aceptar. Es por eso, que hasta el
cierre de esta columna, no entendemos en realidad, a qué vino el Presidente de México a
Veracruz…
Dudas y comentarios: claudiaguerreromtz@gmail.com
Visite: www.periodicoveraz.com y www.claudiaguerrero.mx
Twitter: @cguerreromtz