*Con
esta mediocre estrategia, y los altos índices de inseguridad en el estado,
seguro será un rotundo fracaso.
*La
Secretaria de Turismo no comprendió como le fue a Yunes Linares por basarse
únicamente en redes sociales.
*Aunado
a playas con heces fecales, será la combinación perfecta para seguir siendo
destino turístico de Jícama y Horchata.
Xalapa, Ver. | 06 abril de 2018
Tribuna Libre.- El Gobierno del Estado de Veracruz a casi 5
meses de haber iniciado labores (que no se ve, ni se siente, ni se nota), pues
ahora basa su estrategia de promoción turística para la temporada de Semana
Santa en únicamente las "redes sociales".
Nada de promoción en televisión, nada de
promoción en anuncios panorámicos en otras ciudades del país, nada de videos
promocionales, en fin nada de nada.
La Secretaria de Turismo Estatal, Xochitl
Arbesu Lago, se va únicamente a las redes sociales, Facebook, Twitter, Instagram,
y unas cuantas más para desde ahí promocionar pobremente al estado de Veracruz
como destino turístico para la temporada vacacional.
Lamentablemente volverá a ocurrir lo que año
tras año sucede, Veracruz será catalogado como un destino turístico de Jícama y
Horchata, quedando muy pero muy debajo de destinos como Cancún, Los Cabos,
Acapulco, Huatulco, Puerto Vallarta.
El turismo que atrae Veracruz lamentablemente
es aquel que trae sus casa de campaña y duermen en la playa, que traen sus
anafres y hacen sus comidas en la vía pública, que compran en los OXXOS sus
cervezas y botanas, que compran sus elotes, jícamas, horchatas, que nadan en
playas repletas de residuos fecales Ese es el turismo que recibe Veracruz año
con año.
Y con estas políticas de difusión para las
campañas publicitarias lamentablemente vamos de mal en peor.

En dicha fotografía se le puede ver al
Gobernante Veracruzano bajo una casa de campaña, protegiéndose de los rayos del
sol, con sus sombreros de palma, y acompañados de unas cervezas para
refrescarse.
Esta es la realidad del turismo que visita
Veracruz en Semana Santa, un turismo que no le deja ganancias a los prestadores
de servicios turísticos, ni a los restauranteros, ni a los hoteleros.
Un turismo bien catalogado como de Jicama y
Horchata, y que con estas campañas turísticas emprendidas por nuestros
brillantes funcionarios estatales, pues sin duda alguna irá de mal en peor.