*Esa
fue la advertencia que recibió "Halcón", un menor de 16 años
reclutado por Los Zetas en Hidalgo.
Ciudad de México. | 29 abril de 2018
Tribuna Libre.- "Si tú fallas,
culero, a los que nos vamos a chingar son a tu jefa y tus carnales", esa
fue la advertencia que recibió "Halcón", un menor de 16 años
reclutado por Los Zetas en Hidalgo, durante la jefatura de Heriberto Lazcano
Lazcano, El Lazca.
"Halcón" fue presentado en
septiembre 2011 junto a presuntos operarios del cártel, incluidos policías en
activo de Pachuca, Zapotlán, Mineral de la Reforma, El Arenal, Atotonilco el
Grande, Omitlán de Juárez, San Agustín Tlaxiaca y Mineral del Chico.
Tenía los párpados hinchados. Le habían retirado
las agujetas de los tenis para que, aunque quisiera, no pudiera colgarse de
algún tubo para quitarse la vida. Lo había pensado porque recordó que, al
ingresar a la última letra, le advirtieron: "si tú fallas, culero...
Miraba con desdén a los uniformados, mientras
en una conferencia de prensa del jefe de la policía de su estado, con el
supuesto arsenal decomisado en mesas al frente, leía la presunta historia de su
criminalidad.
Todavía portaba la camiseta del bachillerato
al que había dejado de asistir desde que se enlistó como vigía del cártel,
encargado de alertar del ingreso de corporaciones a barrios donde estaban casas
de seguridad, pero que usaba para que su madre no se preocupara y creyera que
aún cursaba la escuela y no era uno de esos "vagos" con los que
detestaba que se juntara.
Cuando "Halcón" fue reclutado,
jamás pensó en elementos del Ejército ingresar a una de estas casas de
seguridad con los rostros cubiertos con un pasamontañas negro y rifles de alto
calibre en sus hombros, con los que fueron amagados para que pusieran las manos
sobre la nuca: "Tírate al piso, hijo de la chingada". Detuvieron a él
y otros dos implicados por ser espías y sicarios al servicio de Los Zetas, que,
con El Lazca como jefe, controlaba la distribución de droga en gran parte del
país.
"Halcón" no fue el único menor
detenido en Hidalgo por, presuntamente, servir al narco, en octubre de aquel
año "Sicario" también cayó en una "cacería" al cártel en la
que hubo cinco asegurados, todos de la plaza del estado.
Originario de la colonia El Tezontle de
Pachuca, donde creció El Lazca, a quien la Secretaría de Marina afirma que
asesinó en Progreso, Coahuila, a finales del sexenio de Felipe Calderón,
"Sicario" recibió adiestramiento en uso de armas en un campamento
clandestino de Los Zetas en Veracruz; ahí aprendió a disparar un cuerno de
chivo y técnicas paramilitares de desertores del Ejército y Kaibiles, también
militares de élite de Guatemala que se unieron a grupos criminales
centroamericanos, aliados de Los Zetas.
Hasta ese momento, la Secretaría de Seguridad
Pública de Hidalgo contaba 13 menores de vinculados con los Zetas que había
sido detenidos. La cifra, sin embargo, era mayor: en el sexenio de Calderón
(2006-2012), el presidente que emprendió la guerra contra el narcotráfico, 142
niños y adolescentes fueron asegurados por el Ejército y corporaciones estatal
y federal, entre ellos ocho mujeres: seis por posesión de drogas, una por
portar un arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y una más por un delito
patrimonial, de acuerdo con un informe del Centro Nacional de Planeación,
Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia de la entonces
Procuraduría General de la República.
De los 134 varones restantes, 38 fueron
capturados por, presuntamente, violar la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos, y 51 por la probable comisión de ilícitos contra la salud: 31 por
posesión de narcóticos y nueve por comercio.
Estos niños y jóvenes, algunos de ellos,
recaían en el Consejo Tutelar para Menores Infractores de Pachuca y se
agruparon para instaurar su autogobierno: en diciembre de 2012, 35, condenados
por nexos con el crimen organizado, principalmente con Los Zetas para quienes
fungían como halcones y sicarios, organizaron un motín: quemaron sábanas y
colchones para exigir aumento de días de visitas conyugales y mejoras en la
infraestructura del lugar, mas fueron sometidos.
Desde 2013 la Fiscalía General de la
República, antes Procuraduría, no reconoce el asentamiento de este cártel en
Hidalgo, pero el reclutamiento de infantes para actividades criminales ha
continuado; ahora, menores son cooptados por grupos de huachicoleros para
ordeñar ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), distribuir el combustible
robado, alertar el ingreso de corporaciones de seguridad, y también como
asesinos a sueldo.
"Nomás hay que decir por WhatsApp si hay
algo raro", cuenta Mauri, un vigía de 13 años de Tlaxcoapan, quien pisa la
tierra que cubrió la canaleta por la que corrió fuego en Tlahuelilpan el 18 de
enero, cuando el componente MTB estalló con personas que tenían las piernas
dentro riachuelo de combustóleo, y alcanzó a los que extraían crudo de la
periferia.
Los halcones ganan tres mil, pero quienes
trasladan la gasolina en autos robados –armados–, y maniobran los ductos con
una llave Stilson para ordeñarlos, ganan hasta diez mil.