*David
salió a atender el negocio de su padre y lo asesinaron.
*Le
arrebataron sus dos más grandes sueños: correr maratones y culminar su segunda
carrera universitaria.
Tribuna Libre.- Además de correr maratones, David Solís
contribuía con el negocio de su padre. El 23 de mayo acudió a recibir una
mercancía en la colonia San Miguelito, en Córdoba. Fue su última encomienda.
Sujetos ya lo esperaban para ponerle un precio a su vida.
De acuerdo con familiares del joven de 24
años, fue durante la mañana del pasado jueves cuando a la empresa de su padre
supuestos proveedores hablaron para avisar que estaban perdidos con una
mercancía. Y solicitaron que alguien los alcanzara para guiarlos.
La suerte, quizá, provocó que David Solís
Calvo, el mayor de dos hermanos, se ofreciera a acudir por el cargamento -tubos
de acero que venden en un pequeño local-. El universitario subió a su camioneta
color gris y salió a lo que sería su último viaje.
Horas más tarde, personas desconocidas
llamaron a la familia de David para decir que ahora ellos lo tenían, y que su
vida ya estaba tasada en una suma millonaria. El trato era sencillo: pagar a
cambio de regresarlo con vida.
Los familiares habrían entregado una primera
cantidad de dinero a los secuestradores. Pero las voces desde el teléfono
pidieron más. Una suma que sobrepasaba el patrimonio logrado a lo largo de
varias décadas de trabajo.
Las horas se fueron gastando al igual que las
esperanzas de recuperar con vida al universitario. Jueves y viernes terminaron
sin cerrar la negociación. Sábado muy temprano fue hallada la camioneta de Luis
David en la colonia Ricardo Ballinas, en el municipio vecino de Fortín. Ese
mismo día también los plagiarios cortaron comunicación. Ellos ya habían
decidido el desenlace de su víctima. Y las peores noticias estaban por llegar.
Fue el mismo 25 de mayo, cuando autoridades
ministeriales alertaron sobre el hallazgo de un cadáver torturado en un paraje
de la colonia Pueblo de las Flores, a 5.4 kilómetros donde había sido
recuperada la camioneta de Luis David.
Familiares del estudiante confirmaron el
asesinato de Solís Calvo en las instalaciones del Servicio Médico Forense
(SEMEFO) de Córdoba. “Solo puedo decirle que David sufrió mucho, fueron unos
animales con él. No tiene caso dar más explicaciones”, dijo un pariente de la
víctima bajo el anonimato.
David,
el deportista que soñaba con mejorar su negocio familiar
El asesinato de David Solís ha desatado
mensajes de amigos en redes sociales, quienes coinciden que la violencia en
Veracruz frenó sus dos más grandes sueños: correr maratones en el grupo
Galápagos y culminar su segunda carrera universitaria para mejorar la empresa
de su padre.
Al joven de 24 años lo describen como una
persona deportista, alegre y heredero de una cultura enfocada al esfuerzo y al
trabajo. “No te imaginas lo mucho que se esfuerza toda su familia para tener lo
poquito que tiene. Es algo absurdo ligar a David con cosas turbias. Mataron a
un muchacho de bien”, refieren los conocidos de la víctima.
Desde su perfil de Facebook, David compartía
sus competencias en diversas carreras a lo largo de la zona centro de Veracruz.
"Si no te cuesta conseguir algo, no lo disfrutas igual”, publicó el 31 de
marzo. “La suerte para triunfar en la vida, se llama creer en ti”, compartió
con sus conocidos dos días después, con una medalla colgada de su cuello.