Crónicas Ausentes… Las bestias rubias, su predominio rapaz e inhumano A propósito de un único relato
Lenin Torres Antonio | 30 julio de
2019
Tribuna Libre.- Los lugares santos eran protegidos de las
hordas de bárbaros que venían del norte, el mediterráneo constantemente se
preparaba para protegerlos, ese momento dio inicio no tan sólo a la forma de
ubicar la temporalidad de occidente, el a.c. y d.c., sino también se puso en
juego el destino de la humanidad, y se comenzó a determinar el único relato de
su historia, ya escrita para la eternidad, donde los barbaros se hicieron
dueños no tan sólo con los lugares santos sino también se adueñaron del mundo,
“las bestias rubias y bárbaras” cubiertos con pieles de ovejas para no ser
identificados, y configurados perfiles civilizados para hacerse con la verdad
absoluta y hacer plausible un relato que siempre es el mismo.
Un relato del predominio de la raza dominante
y sus pueblos sometidos a espejismos y mitos constitutivos para su explotación
rapaz e inhumana, quizás un relato de la biología de lo social, y la genética
de la verdadera filosofía que no nos atrevemos a aceptar como la verdadera
“naturaleza humana”.
Pero “las bestias rubias”, la especie
dominante en la cúspide de la pirámide evolutiva construyó un andamiaje
intelectual para acompañar a la fuerza bruta y hacer parecer que vivimos el
mejor de los mundos posibles, y consumar y mantener el predominio, la
consumación del único relato de la historia humana, anterior y el futuro
escrito para la eternidad tiene que ver que siempre albergamos el sentimiento o
pensamos que el ser humano es un ser bueno, racional y comunitario, que la
historia del animal llamado hombre es la historia de una evolución positiva y
exitosa, es decir, que el desarrollo del hombre, a lo largo de su corta historia
en este mundo, es hacia mejores estadios de vida, y cognitivamente hacia el
desarrollo de su inteligencia para construir un mundo prospero, racional y
justo.
Hemos creído que vivimos el mejor de los
mundos posibles, y que la exclusión, la pobreza, la violencia, y la injusticia
se combaten con un marco conceptual racional único, que podemos llamar,
pensamiento único legitimador (mitos constitutivos), y que occidente se obceca
en imponerlo como la única mirada, la única gramática con que definir la naturaleza
humana, y que esos mitos desafortunadamente sólo han servido para construir un
marco conceptual para legitimar la explotación (esclavitud) humana a manos de
unos cuantos: es así que la democracia, la justicia, el derecho, la igualdad,
la dignidad, etc., son nuestros románticos e ideales barrotes de la celda de
nuestros cuerpos, donde se nos infringen severos castigos correctivos, por lo
que no debemos olvidar que “la letra entra con sangre”, que la idea que tenemos
del mundo ha sido construido a expensa de grandes sufrimientos y sangre humana,
en suma, la historia del hombre es la historia de sus guerras externas e
internas, individuales y colectivas.
Sócrates (Platón) inaugura esa gaya actitud
del hombre por sus mitos constitutivos, sepulta el lado trágico del hombre, y
con su máxima “sólo sé que no sé nada” inicia la petición de principio que
entrampa los sentidos en el símbolo y la letra, que encuentra en la finitud del
lenguaje su propia auto justificación impidiendo ir más allá la experiencia humana,
y nos condena a un eterno sufrimiento
prometeico, pues el saber no nos garantiza nunca la verdad total, y la búsqueda
esquizofrénica por encontrar la verdad empobrece y vuelve temeroso el cuerpo
(alma) del hombre, una verdad que siempre ya no es cuando pensamos que era, y
preferimos creer en la nada (en esos mitos constitutivos)que no querer,
parafraseando a Nietzsche.
Vivimos en pos de un paraíso que siempre es
pospuesto por esa saber que nunca es completo, la garantía de la verdad queda
pues, en un pensamiento que “no sabe que sabe”, pero que es lo único que tiene
el hombre para decir ¡yo soy!
De esa confusión del animal con tenues
sentidos y una imaginación que rebasa los puntos de apoyo ciertos para saber
del mundo externo e interno, para darle certeza al pensar como la única
garantía de certeza, que se sirvieron los resentidos, el fuerte (débil) que
devino en asceta y en portador de la buena nueva, los dueños del gran engaño de
la intolerante gramática occidental, perversa y mortal, eficaz y segura como
instrumento de explotación y denominación, una gramática que contiene hasta su
auto justificación en una antítesis de una diferencia controlada del acto
revolucionario que permite la legitimidad del sistema de dominio, e incluso de
una verdad que se auto legitima con el mismo pensar, cogito ergo sum, aunque lo
inconsciente, la voluntad y los procesos alienantes de la economía lo hagan
trastabillar, e incluso, lo hagan caer en contradicciones con sentencias como:
“el hombre ha muerto”, “hay un inconsciente que opera independientemente de la
razón”, o “el medio de producción troquela al sujeto necesario que le permita
reproducirlo, y condene al hombre a ser sólo un (valor económico)”.
La historia del hombre tuvo dos rutas: la
ilustrada (la del logo y la letra) o la mítica (la que sólo se entendía
descifrándola), la irracional y proscrita, la que sólo se enseñaba a través de
los canticos, dos caminos que pudieron ser la diferencia, entre este mundo, y
otro que quizás pudo ser mejor.
Fue Sócrates quien nos puso por el sendero de
los ilustrados y racionales, y posteriormente el romanticismos y la ilustración
vienen pues a darle la supremacía al sendero ilustrado, a esa creencia que el
hombre con la luz de la razón desvelará la verdad del hombre, y que sus dudas
no tan sólo se responderán desde la garantía de su cogito, sino con hechos que
evidenciarían que la elección fue la correcta; la urbanización, la comodidad
del mundo moderno, las letras de los sabios que nos arreglan nuestros problemas
para una vida más confortable y placentera, una vida en comunidad menos
salvaje, y las cuentas de vidrios, los espejos, fortalecen y apuntalan al
narciso que habita en cada uno de nosotros, pero también es el comienzo de la
apropiación de nuestras voluntades que encuentra sus puntos de apoyo
estructurales en nuestra propia naturaleza sumisa y acostumbrada al mando.
Es la hora del tiempo de las maquinas,
ruedas, fabricas, edificios, placebos, etc., donde los sentidos son
explosionados y utilizados para reafirmar nuestra condición de civilizados,
hasta llegar al momento actual, donde lo real se sustituye por una
híper-realidad que nos deja en total indefensión ante el sistema mundial de
dominación y explotación, el proceso de alienación culmina exitosamente, y el
hombre se reduce a un plus, queda pues tan sólo un numero en la lápida de cada
uno de nosotros aun antes y después de morir.
La cultura occidental nace en el
Mediterráneo, en Grecia se consuma el abandono de la tragedia, del origen en el
caos, y se inicia la tiranía del logo y el lenguaje, pero no es ahí donde nacen
los que se adueñan del mundo, las hordas de los barbaros del norte de Europa,
venidos beatos y redentores de la fe, se hacen con los lugares santos y
administran no tan sólo la fe, construyen la verdad del hombre, y definen lo
que es naturaleza humana, se adueñan del mundo espiritual y material. Desde ese
momento, el mundo tiene un solo dueño.
Las miradas de los señores feudales se
desvían de los lugares santos y se sitúan hacia los cuatro puntos cardinales,
ya no les son suficientes sus tierras y sus esclavos, e inician la colonización
salvaje de África, Asia, América, aun todavía no llegan las luces de la
Ilustración que les permitan pasar de la colonización salvaje a la colonización
civilizada (ideológica), tan sólo le teología justifica la apropiación de los
salvajes y sus tierras; los negros, los indios, los chinos, los amarillos, al
fin de cuenta, lo que marca la diferencia es la piel, podríamos decir que es el
tiempo de la supremacía de la piel blanca.
La Ilustración sentó las bases ideológicas y
epistémicas de la colonización civilizada (ideológica) con la que los señores
feudales monárquicos (democráticos) sustituyeron la fuerza bruta por las ideas,
como nos las describe Foucault en vigilar y castigar, el castigo paso del
cuerpo al alma, y se nos hizo creer que el alma era diferente al cuerpo, e
incluso, que el alma era más importante que el cuerpo, criminalizaron al
cuerpo.
Proscribir el cuerpo no los eximió de
contradicciones, puesto que, en la intimidad y el poder, los señores dueño del
mundo sólo a través del cuerpo podrían perpetuar su linaje.
El proceso de dominación de los señores reyes
de piel blanca, pasó de la colonización por la fuerza a la colonización
civilizada e ideológica, se instala la superestructura o metalenguaje de la
dominación, la gran gramática de la única verdad, que no tiene nada que ver con
la economía capitalista, sino ideológica-filosófica, y fundamentalmente, con el
lenguaje y la psicología.
El corpus epistémico-ideológico de la fe
ciega en la razón y la democracia son interiorizado para permitir una
dialéctica que justifique la superación de los contrarios, podemos decir que se
instala la teoría de la diferencia que posibilita al ser en el no ser, el
hombre como dice Nietzsche, prefirió querer la nada (la ideología ilustrada) a
no querer, porque ante la proscrito del goce del cuerpo, que no necesita
palabras, letras, el goce se instala en el símbolo, un símbolo insaciable, y
perverso, limitado y acomplejado. Por eso quien impusiera la gramática
dominaría al mundo: la cruzada por los lugares santos, se sustituyó por la
cruzada por el predominio de la gramática occidental, qué importa que la
cultura legitime el burka, si occidente dice que eso es inmoral y anormal, ya
está dicho todo; la verdad de los hombres quedó secuestrada. La madre de todas
las batallas en un tiempo por venir será por rescatar la diversidad y la
pluralidad de los cuerpos y tierras.
La historia del hombre es la historia de sus
guerras internas y externas, guerras que se conducen en sentido inverso a la
razón y a la civilización. El agotamiento de esa gramática perversa de dominio
y explotación, de desesperanza y de sufrimiento, no permiten augurar ni un
saber cierto del hombre y su naturaleza porque los dictados de esa gramática de
dominio lo construyeron no para un saber de si, y si como un instrumento de
dominio y explotación, donde lo trágico y el cuerpo fue criminalizado y
excluido, ni mucho menos una res pública
que sus mitos sean los fines últimos del hombre: la justicia, la igualdad, la
democracia, la dignidad, por lo que una nueva crisis del concepto del hombre y
sus naturaleza, y fundamentalmente, su condición social, se hace obligatorio y
urgente.
Esto podría ser el momento de despertar del
sueño dogmático en que nos ha mantenido el sistema de alienación y dominio que
ha construido e impuesto una sólo lectura del hombre, la gramática occidental
del 1%, y revertir el proceso histórico de lo excluido y temido, de lo extraño
y olvidado, desde un verdadero nosotros por encima del yo y tú en que se ha
resumido nuestras identidades, aunque sea una forma de creer que es posible
algo que no tenga una única autoría que pueda cambiar la historia de un Hombre
con “H” mayúscula y muchos con “h” minúscula, y revertir la única gramática
(mono-relato) que permita la superación de los contrarios y nos quite, y libere
del peso de los significantes que entrampa nuestra inteligencia y esclavizan
nuestros cuerpos.
Es hora de entender lo evidente de ese mono-relato
que tienen la desfachatez de escupirnos y esculpirnos nuestra historia de
siempre, que pareciera que hace que el buen entendedor necesite muchas palabras
para entender lo evidente y perverso de ese sistema de dominio esclavizador en
manos de “las bestias rubias”, a propósito de tres escupitajos de eso evidente
que no necesita muchas palabras para en buen entendedor:
“El FMI recorta drásticamente la previsión de
crecimiento para América Latina en 2019” , "¡qué extraño¡".....hasta
cuándo nos vamos a deshacer de la explotación del Imperio y de sus vasallos en
nuestros países, el sueño bolivariano de una América Latina Unida, otro
espejismos de los muchos del Gran Relato que hasta se permite la posibilidad de lo contrario para
auto legitimar el predominio mordaz de “las bestias rubias”,
“Eduardo Bolsonaro, un aspirante a embajador
bendecido por Trump y por su padre. El diputado de 35 años, al que el
presidente de Brasil quiere al frente de la embajada en Washington, es policía
y abogado..” , los iguales se juntan y se organizan, que son los extremistas de
derecha para mantener el status quo con su líder en turno, el rubio bárbaro del
Norte de América, y,
“El Gobierno de Trump extiende el uso de las
‘deportaciones exprés’ a todo el país” , a la carga con todo lo que da para
aniquilar a los humanos de tercera y sacarlos del paraíso, y nuestros gobiernos
de Latinoamérica timoratos y cobardes solo contemplan, presas del miedo que
provoca “las bestia rubias”.
Julio de 2019