*La
interna que cumple 4 años de condena fue atacada con una herramienta
punzocortante; a la fecha violando sus derechos humanos le niegan interponer
una denuncia.
Tribuna Libre.- A cinco meses de un operativo sorpresa en el
penal Duport Ostión de Coatzacoalcos, Ileana Mortera fue atacada en el pecho
con una herramienta punzocortante. La agresión fue reservada por las
autoridades, quienes han negado a la víctima interponer una denuncia.
“Iba hacia el área de población cuando un
tipo se abalanzó sobre mí con el puño cerrado y me golpeó en el pecho, por lo
que me caí y en el suelo me siguió atacando; grité y me ayudaron los demás
compañeros, pero no podían con él porque tenía mucha fuerza”, relató.
Mortera Trolle, quien cumple cuatro años de
una condena por secuestro, reclama que las heridas provocadas con un buril –
herramienta de trabajo punzocortante- apenas fueron limpiadas en el penal y
luego fue reingresada a su celda.
El 13 de febrero de 2019, la Secretaría de
Seguridad Pública (SSP), en coordinación con la Dirección General de Prevención
y Reinserción social (DGPRS), llevó a cabo un operativo al interior del Centro
de Readaptación Social (CERESO) Duport Ostión.
Durante la supervisión se encontraron 128
televisores, 150 bocinas, seis microondas, 15 reproductores de DVD, tres
teléfonos celulares, 20 consolas de videojuegos, 20 planchas para ropa, 30
parrillas eléctricas, un frigo bar, una laptop, 20 tijeras, 40 cinturones, 10
resistencias eléctricas, así como también varios tipos de medicamentos y
diversas piezas de vidrio.
Pese a esa requisa, Ileana fue agredida por
un preso cuando caminaba junto a otros internos por las instalaciones. La
agresión exhibió que los internos, mujeres y hombres, conviven en espacios
compartidos, violentando el artículo 18 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
“El sistema penitenciario se organizará sobre
la base del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para
el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la
reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir,
observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres compurgarán sus
penas en lugares separados de los destinados a los hombres para tal efecto”,
dice la ley.
Ileana, no pudo interponer la denuncia por la
agresión en su contra porque el encargado del jurídico del Cereso no se lo
permitió. Por presión de su hermana, la autoridad aceptó que la interna firmara
una hoja donde había una declaración escrita.
Ileana Mortera explicó que el jurídico
justificó al agresor al asegurar que “estaba loco”, a pesar de que vive desde
hace un año en el área de la población general y no en el de psiquiatría.
“El jurídico decía que el interno me agredió
con un buril y perdí el equilibrio, que el comandante se percató y corrió a
auxiliarme, obvio me enojé, le dije que eso era mentira y que el comandante
hizo acto de presencia ya cuando yo estaba en la clínica”.
Aunque agentes ministeriales tomaron la
declaración de Ileana cuando fue atendida en el hospital regional, ella asegura
que no le dieron el número de carpeta de investigación.
“Yo pido acción penal contra la persona que
me atacó, porque me atacó varias veces”, indicó Ileana, temerosa de revelar un
hecho de violencia en uno de los penales de mayor peligrosidad en Veracruz.