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Diálogo con malos, en secreto * “Son
seres humanos”: Peje * Asesinan a
coronel; apalean a soldados * Guzmán
Avilés y sus panistas de Morena * Javier
Anaya, consentido fifí de Cuitláhuac *
Ex fiscal servil al H, ahora con Edel *
Vocero del alcalde firmó negocio por 1.8 millones * Pepe y los videos porno
Tribuna Libre.- Hay idilio entre el narco y la 4T. Hablan en
secreto, en silencio, a oscuras, de un acuerdo de paz, deslizando que el
hartazgo ahí está, por homicidios que conllevan más homicidios, la violencia
que trae más violencia, ofreciendo el adiós a las armas y abriendo la opción de
la impunidad.
Malosilla, doña Olga Sánchez, la secretaria
de Gobernación, soltó que hay diálogo con “grupos armados” sin decir que son la
secuela de los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana, y algunos más
ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación, a Los Viagras o a La Tercera
Hermandad.
Crudo, Andrés Manuel, los concibe como “seres
humanos” y les llama “pueblo”, desdeñando a los que claman ayuda, los que no
empuñan armas, a los que imploran por el Ejército y escuchan perplejos al
presidente decir que a los narcos no se les puede reprimir.
Son humanos, sí, que levantan y torturan, que
mutilan y arrancan la vida de otros seres humanos, sean malosos o inocentes,
arrogándose el derecho a matar.
Y dice López Obrador que no se les puede
reprimir.
A los malos, según la tesis del Mesías de
Morena, ni con el pétalo de un R-15.
Bajo la mesa, a oscuras, su gobierno ha
dialogado con grupos armados en Michoacán, Tamaulipas y otras entidades del
país, con supuestas autodefensas que son brazos armados del Cártel Jalisco
Nueva Generación y del Cártel del Golfo, o simples transgresores de la ley.
Y casi les cuaja la “pacificación”, negociada
a espaldas de la sociedad, si no fuera porque Olga Sánchez Cordero habló de
más. Y la paz narca, por ahora, se frustró.
Tema espinoso, el de la violencia. Tema
rasposo, el del crimen organizado es un enigma para López Obrador. Y el de la
amnistía, más.
Siendo candidato presidencial —noviembre de
2017— no descartó explorar esa ruta para llegar a la pacificación de México.
Liberó así los dragones que lo devoran hoy, las voces de la suspicacia y el
reclamo, al que lo acusa de trabar pacto con el crimen organizado y al que
plantea que la campaña de Morena se financió con recursos del narcotráfico o
con el beneplácito de él.
Lo cierto es que la confirmación del
narcopoder en México nació cuando los gobernadores priistas, pancistas,
perredistas pactaron con el crimen organizado, cedieron territorio, ofrecieron
a sus corporaciones policíacas y entregaron el aparato de justicia. Luego
vendría el cambio de sistema penal que les da margen de maniobra al criminal
para evadir la ley. Luego la llegada de narcodiputados a los Congresos federal
y de los estados.
Golpeado a placer, López Obrador atenuó el
tema para no perder votos y lo revivió una vez que ganó la elección
presidencial. Y ahí volvió a fallar.
Sus foros por la pacificación partieron de la
falacia, el engaño, la ingenuidad y la perversidad. Olga Sánchez Cordero, ya
perfilada para Gobernación, pregonando que los familiares de los desaparecidos
o secuestrados o asesinados no buscaban castigo sino reconciliación.
Así reventaron los eventos. Indignadas iban
las víctimas a observar a quienes hablaban por ellos expresando argumentos
absurdos, serviles, complacientes con un proyecto que dejaba impunes a los que
sembraron la angustia por la ausencia, al dolor por el que perdió a los suyos.
Van nueve meses y la violencia vapulea a
Andrés Manuel. Y trasciende un diálogo en las sombras con grupos armados de
Michoacán, Tamaulipas y otras entidades del país.
Directa, la secretaria de Gobernación lo
admitió con una frase lapidaria:
"Estamos dialogando ahorita con muchos
grupos y estamos, de verdad, nos han manifestado ya que no quien seguir en esta
violencia, que ellos quieren deponer las armas y que quieren caminar hacia la
paz. Varios grupos de diversos estados de la República en donde ellos quieren
caminar hacia la pacificación del país, porque ya no quieren mas violencia”.
Horas después, la propia Secretaría de
Gobernación se enredaba intentando corregir la revelación:
“La Secretaría de Gobernación informa que las
supuestas expresiones de su Titular, Olga Sánchez Cordero, en relación a una
supuesta intención de diálogo del Gobierno Federal con bandas del crimen
organizado, son falsas.
“Producto de una lamentable edición de
declaraciones vertidas el día de hoy por la secretaria de Gobernación, en las
que expresó la voluntad de diálogo con auténticas organizaciones de auto
defensa, para alcanzar la pacificación de algunas zonas del país, el desarme de
esas organizaciones y de quienes las integran, para beneficio de sus
comunidades y municipios.
“El Gobierno Federal no tiene ni tendrá
diálogo con ningún grupo del crimen organizado”.
La reacción es feroz. En redes sociales,
medios de comunicación, expertos en el tema de seguridad y líderes de opinión
cuestionaron la legalidad de dialogar con grupos armados que se confrontan, que
en realidad son bandas del narcotráfico con máscara de autodefensas.
Y de inmediato el anuncio oficial de la
cancelación del diálogo con los grupos armados.
Mientras, mueren los coroneles, son
humillados los soldados, los insultan, los palean, los desarman. Y la tropa,
acatando la infame orden de callar y aguantar y poner la rodilla en pie.
No se extinguían los fuegos de la paz narca
cuando un elemento de alto rango en el Ejército, Víctor Manuel Maldonado Celis,
coronel comandante del 14ª cuerpo de caballería de defensas rurales, fue
ultimado a balazos durante un enfrentamiento con bandas criminales en
Ziracuaretiro, Michoacán.
En La Huacana, Michoacán, un contingente
militar fue confrontado por autodefensas a quienes se les vincula con narcos.
Usando al pueblo, las narcoautodefensas impusieron sus ley. Desarmaron a os
soldados. Y los vejaron, los insultaron, los humillaron.
Se les vio sentados en el piso y obligados a
devolver armas que habían decomisado, entre ellas un fusil Barret, calibre 50,
usada por el narco por su capacidad y precisión, capaz de alcanzar un objetivo
a 2 kilómetros de distancia y perforar vehículos blindados. Su costo, 250 mil
pesos. Esos no los trae el pobre sino el maloso que obtiene millones de la
droga y la extorsión.
Hay una gota que muestra la gravedad del
caso: Andrés Manuel defendiendo al narco.
Ocurrió en Oaxaca, según un video que se
difundiera el sábado 24 (Reporte Índigo). Ahí, dentro de su vehículo, López
Obrador. Escucha el reclamo del pueblo sabio y bueno. Le piden que envíe al
Ejército para enfrentar a los narcos.
—No se dialoga con los agresores —le dice uno
de los habitantes—. Se garantiza un derecho inmediato. Manden al Ejército
inmediatamente. No tenemos armas.
—El Ejército no (inaudible) —responde el
presidente.
—¿Qué dijo? —lo increpa el hombre.
—El Ejército no se usa para reprimir al
pueblo —dice López Obrador.
—Carajo —cuestiona de nuevo—. ¿El narco es
pueblo?
—Sí, es pueblo. Todos son seres humanos
—enfatiza Andrés Manuel.
Si por el Dios AMLO fuera, el Ejército
desaparecería. Y la Naval también.
A La Jornada le dice que la Guardia Nacional
es la alternativa para un país que no está en guerra.
“Si por mí fuera, yo desaparecería al
Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional, declararía que México es un país
pacifista que no necesita Ejército y que la defensa de la nación, en el caso de
que fuese necesaria, la haríamos todos. Que el Ejército y la Marina se
convertirían en Guardia Nacional para garantizar la seguridad.”
Si por Andrés Manuel fuera, el poder lo
tendría el narco. El Ejército y la Naval son pilares del Estado. Sin el
Ejército, Juárez habría sucumbido ante Maximiliano, antes los conservadores,
ante las revueltas y el embate religioso.
Frente al poder el narco, hoy el Ejército
calla y aguanta. Maniatado, es vejado por poblaciones en que ha permeado el
crimen organizado y son su bastión social.
Y Andrés Manuel dialoga. En las sombras, en
secreto, a espaldas de la sociedad, habla con los “grupos armados”, enclaves
del narco que transitan por la ruta de la amnistía y la impunidad.
4T. Al narco con amor.
Archivo muerto
Un día, Alejandro Zairick Morante es fan de
Joaquín Guzmán Avilés. Otro, es partícipe de los procesos internos del PRD.
Todo un veleta el ex secretario de Desarrollo Económico del gobierno de
Veracruz, entonces aliado de los Yunes azules. Y así el panismo inmerso en un
proceso interno, desgastante, del que emergerá el nuevo dirigente estatal del
PAN, luego que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
anulara la elección anterior. Zairick Morante es propuesto por el perredismo
para contender por la presidencia municipal de Orizaba en 2021. Otros panistas
de corrientes antagónicas al yunismo o que llegaron al gobierno de Veracruz por
pactos entre grupos, se adhieren al proyecto del Chapito Guzmán Avilés, el que
en Tantoyuca sufrió un boquete fenomenal desde que surgieron los videos en que
las votaciones internas denotan más suciedad que en las que solía realizar el
PRI. Otro chapulín es Luis Coffio, de las huestes de Joaquín Guzmán Avilés, que
apoya al priista Américo Zúñiga Martínez en su elección al frente del PRI
estatal. Una más: Adriana Muñoz, jefa de zona de la Secretaría de Educación
estatal, del equipo de Cuitláhuac García, difundiendo en Facebook la
convocatoria a los medios de comunicación a la conferencia de prensa del
Chapito Guzmán en el Café La Parroquia del puerto de Veracruz. Y luego replican
con que ellos no se dejaron permear por los enemigos del PAN… Según las tablas
de la ley del Dios Peje, ni un gramo de benevolencia al liberalismo y a los
fifí. Y a Cuitláhuac le vale lo que ordene Andrés Manuel. A su evento en
Coatzacoalcos —viernes 23— llegó el gobernador acompañado del delegado de
Banobras en Veracruz, Javier Anaya Ruiz, primo de un “ya sabes quién” llamado
José Antonio González Anaya, concuño de Carlos Salinas de Gortari, de los que
saquearon el Pemex que López Obrador dice que habrá de reivindicar y liberar de
corrupción y castigar a los culpables. Ajá. Los pactos entre González Anaya y
Rocío Nahle son sabidos y malolientes; recuérdese la explosión de Clorados III
y sus 32 muertos y ni Pepe Toño ni la hoy secretaria de Energía llegaron al
origen del accidente, el mantenimiento, la simulación, el área donde por años
laboró José Peña Peña, esposo de Rocío Nahle. Anaya Ruiz, el que operaba con la
prensa cuando Joaquín Caballero Rosiñol, su bro, era candidato a la presidencia
municipal de Coatzacoalcos y luego, ya en la alcaldía ocupó la codiciada
dirección de Ingresos en la que, en los hechos, fue el auténtico tesorero
municipal. Llegó la 4T. Llegó Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de
México. Llegó Cuitláhuac García Jiménez al gobierno de Veracruz. Y Javier
Anaya, pieza de Caballero y pieza de Javier Duarte, sigue manejando los
recursos de Banobras en Veracruz. O sea, de la mano y cachondeándose los
obradoristas y los fifí. Vaya calentón… Cuate de los malosos, Ricardo Morales
Carrasco pulula en el Poder Judicial de Veracruz. Aquel que le dispensó la
necropsia a Bernardo Cruz Mota, lugarteniente del Comandante H, Hernán Martínez
Zavaleta, líder zeta hoy en prisión, tiene vara alta en el feudo de Edel
Álvarez Peña. Morales Carrasco era fiscal Regional en Coatzacoalcos. Vivía en
un hotel donde los malosos de otros estados suelen hospedarse. Ahí vivía y
comía y le dispensaban trato especial. Ahí, en ese hotel, fue levantado un
abogado que solía hacerse pasar por primo de la entonces ministra de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero, hoy secretaria de
Gobernación de Andrés Manuel López Obrador, la que impulsa y defiende el
diálogo con los grupos armados, los narcos. Morales Carrasco fue cesado como
fiscal por dispensar aquella necropsia al sicario del Comandante H. Y esa
ejecución fue el inicio de la violencia que hoy padece el sur de Veracruz. De
ahí vino el crimen del taxista, su esposa y sus hijos de 3, 4, 5 y 6 años de
edad. Y hoy Morales Carrasco, el que le servía al líder zeta, se mueve a sus
anchas en el Poder Judicial del abogado patito Edel Álvarez Peña… Un negocio,
por un millón 800 mil pesos, no es malo. Lo hizo José Antonio García Yáñez, hoy
vocero del ayuntamiento de Coatzacoalcos, cuando manejaba Coatza Digital (lo
sigue haciendo a trasmano) y se llenaba, para sí y para el bolsillo de la
familia Quintanilla, con la publicidad oficial que ya le reportaban otro millón
y medio más. Le “vendió” al gobierno de Víctor Manuel Carranza formatos para la
Dirección de Ingresos por espacio de ocho meses, del 7 de mayo al 31 de
diciembre de 2018. O sea, García Yáñez era “periodista” o su equivalente,
proveedor y peón del clan político que lucra y medra al amparo de Morena y esa escoria llamada Clan
de la Succión —los Robles, cuyos súbditos son los Quintanilla— y en medio, la
secretaria Rocío Nahle. Chéquese el contrato ARB-LS-004/2018. Y la “licitación”
fue un fraude que involucra a otro periodista… Procaz y vulgar, Pepe convoca a
la broza al desenfreno visual. Pepe envía videos porno. Pepe envía las imágenes
de divas que nada tienen en común con Rocío. Pepe difunde las escenas candentes
de una actriz porno con el rostro de Sara, la oriunda de Xalapa, y los pechos
de Niurka, ella sí tal cual. Son cinco videos. Algo enfermito el marido de
Rocío, que se goza en el cine porno, así ponga en riesgo la carrera de la
señora con la que sólo finge una relación que hace tiempo no existe. Es, dirían
los clásicos, pura simulación y fugaz Energía. Coyote de los negocios
petroleros y enfermo sexual…