Ángel Rafael Martínez Alarcón | 09 septiembre de
2019
Tribuna Libre.- Emma y Luis Felipe, fueron dos hermanos, ella
nació a finales de los años 50´y él a principios de los años 60´del pasado
siglo XX; el gran siglo de todos los avances tecnológicos al servicio del
hombre en todos los reglones de la vida. Pero a ellos dos justamente, el
destino les jugó una mala partida, que los marcaron el resto de sus vidas; el
mismo día sus nacimientos, en un hospital de la ciudad de México, Distrito
Federal. Ambos hermanos llegaron a sobrevivir hasta la edad de 58 años. El
parto de dichos hermanos, fueron atendidos por médicos que utilizaron los
fórceps, un tipo de tijeras para
auxiliar el alumbramiento del producto; los médicos realizaron pesimamente su
trabajo, por milésimas de segundos y cálculo de la fuerza para le expulsión del
bebé; los fórceps son colocados en la cabeza del infante, afectándoles su
tierno cerebro. No hubo castigo para los médicos que atentaron contra la vida
de Emma y Luis. Marcándoles una impronta llamada incapacidad intelectual.
Este criminal descuido médico trastorno
la vida de un joven matrimonio y a sus hijos. Hubo un binomio la voluntad de los hijos para vivir y de sus
padres consagrados en sacar adelante a los niños. Quienes siempre estuvieron a
la altura de las circunstancias para con
sus hijos. En esos años muchos padres con hijos deficientes mentales los
condenaban al entorno del hogar, el ingeniero
Ángel Aguilar y Emma Ramírez, asumieron el
gran reto que le imponían la enfermedad de los hereros. Este joven matrimonio,
iniciaron un largo peregrinaje en las instituciones de salud mental de la Ciudad de México. Todos los estudios
médicos, las escuelas especiales tanto del D. F. y de Xalapa. Entre ir y venir,
los hermanos crecen se hacen adultos, siempre con los cuidados de su madre.
Amén, la familia Aguilar Ramírez, llegaron
otros tres integrantes, así fueron cincos hijos. Era la media nacional del número de hijos,
era el México del desarrollo estabilizador.
Emma Ramírez, un producto de la cultura del
esfuerzo, pasando del mundo rural del Estado de México, a la urbanización del
Distrito Federal. El acontecimiento de sus
dos hijos deficientes mentales, y como mujer de su tiempo histórico,
supo tomar su cruz que la incompetencia médica le había impuesto. Esposa,
madre, burócrata, tía, e hija, fueron sus años de vida. Siempre fiel a sus
creencias entorno a la familia. Los hijos fueron creciendo, en la escuela
especial, las actividades deportivas para Luis Felipe. Llegó también el día de mudar de ciudad, de
la gran ciudad de México, a la pequeña ciudad de Xalapa, que dista un poco más
de 300 de kilómetros entre ambas ciudades. Llegar a la calle de Alberto Calderón de la colonia Ferrer Guarda. En donde Luis
Felipe, luego estableció amistad con sus
vecinos; e integrarse la escuela especial él y su hermana, como también las
instalaciones deportivas para las prácticas
deportivas.
Luis Felipe Aguilar Ramírez, nació el Distrito Federal, el 17 de diciembre
de 1960, y murió el Boca de Rio, Ver, el lunes 2 de septiembre del 2019; a la
58 de años, aunque el murió la conciencia que tenía 39 años. Esta tarde de
lunes, su rutina cotidiana, sólo era afectada por las altas temperaturas de la
canícula. Comió con su peculiar estilo;
pasó a sus aposentos para la rigurosa siesta, de la cual ya nunca despertó.
Hasta en su muerte, fue un campeón, no hubo ninguna enfermedad de gravedad ni
agonía larga. En menos de unos segundo, volvió al recuentro con los suyos, los
de siempre: Ángel, Emma hermana, Emma madre.
Luis Felipe, desde sus niñez, supo que el
mundo del deporte, era su única alternativa, ante la incapacidad intelectual
que le impusieron desde los primeros minutos de su nacimiento. El Béisbol, el fútbol, el atletismos, fueron
sus practicas deportiva en toda su vida, las cuales tomo como toda la
responsabilidad, y disciplina. Era todo su entorno los deportes que muchas
veces seguía por la televisión. Memorizaba las estadísticas de los goles, el
más ferviente seguidor del club América.
Olimpiadas, mundiales, torneos siempre estaba pendiente, y muchas veces al
verte te explicaba el estado que guardaba el mundo del deporte, pero lo
importante para él era su entrenamiento
de lunes a viernes y el fin de semana para jugar; no importando el
resultado, ni las condiciones climáticas. Participó en números encuentros deportivos en los más diversos
Estados de la República, pero sus grandes logros fue su participación en China
2007 y Puerto Rico 2010 Cfr. Diario de Xalapa, 21 de octubre de 2007.
Con su partida se escribió lo siguiente:
Todos los que colaboramos o hemos colaborado en el Programa Estatal nos unimos
a la pena que embarga a la familia de uno de los atletas más emblemáticos y
fundadores de los centros de entrenamiento en nuestro estado, nos referimos
tristemente a Luis Felipe Aguilar Ramírez.
Nació en la Ciudad de México, muy temprano lo
llevaron a jugar béisbol en la liga Maya, a practicar natación en la Villa
Olímpica, a jugar fútbol en cualquier cancha, calle o patio que le pusieran
enfrente.
Cuando se mudó con su familia a Veracruz,
demostró que los grandes deportistas se hacen a base de esfuerzo y dedicación,
le trajo al estado que lo adoptó la medalla de plata de los 2o Juegos
Deportivos Latinoamericanos realizados en Puerto Rico, donde la obtuvo con el
equipo de fútbol y el oro Olímpico en las Olimpiadas Especiales de Shanghái,
China en la disciplina de básquetbol. Olimpiadas Especiales
Hasta siempre Luis Felipe, hoy inicias otros
torneos deportivos, allá donde encuentres, y con la certeza que seguirás siendo
un campeón.