José Miguel Cobián | 14 noviembre de 2019
Tribuna
Libre.- La fábula de las
ranas a que hace mención AMLO indica que en una charca pidieron un rey, Zeus
envió un leño. Como no se movía ni hacía
nada, reclamaron a Zeus, y envió una serpiente de agua que se las comió una a
una. La moraleja es que es mejor tener
un gobernante quieto y honesto que uno activo y corrupto. La lógica indica que AMLO se considera como
el leño, quieto pero honesto.
La oferta de gobierno de AMLO, la que más
permeó entre los ciudadanos fue la de combatir la corrupción en todos los niveles. En teoría debería de ser el símbolo y la
característica principal de la 4T.
Evitar la corrupción, implica también evitar trampas, y tranzas de todo
tipo.
Según hemos visto y como conviene a AMLO,
resulta que no interviene en nada y afirma que son las instituciones las que
deben intervenir, como en el caso de Bonilla, ese gobernador de Baja California
que quiere robarse tres años más de mandato, y lo está logrando de manera
lenta, clara, contundente y a ojos de toda la nación. En este caso, AMLO dijo
que no le correspondía a él hacer nada, aunque la ley permite la posibilidad de
que el propio presidente presente una con-troversia constitucional ante la
suprema corte de justicia de la nación.
Así, con su simple omisión, AMLO le está otorgando su beneplácito a
Bonilla, es decir a su fraude legal y que a pesar de haber sido elegido por dos
años, gobierne cinco. Esto sucede sin
importar cuál sea el resultado de lo que decidan los tribunales. Tache a la 4T.
El problema más grave se suscita en el momento
en que resulta candidata en una terna para pre-sidir la comisión de derechos
humanos Rosario Piedra Ibarra, la hija de la madre del guerrillero desaparecido
que acaba de recibir la medalla Belisario Domínguez. Rosario Ibarra ha pertene-cido al colectivo
Eureka y ha sido víctima de abuso en sus derechos humanos, sin que ello
impli-que que tiene conocimiento teórico y práctico en la materia. Por decir lo menos, es amiga de AMLO y por
ello, el presidente, ese que afirma respetar la autonomía del resto de los
poderes, sugirió hace unos días, que sería muy bueno que una activista fuera la
próxima presidenta de la comisión de derechos humanos. Resulta claro comprender que para la bancada
de morena en el senado de la República, ese simple comentario fue considerado
como la línea, la voluntad del presidente al respecto.
Si AMLO respetara la autonomía de los otros
poderes, como a veces pretende hacernos creer, hubiera presentado a tres
personajes intachables, para que cualquiera de los tres, que hubiera resultado
electo en votación en el senado, hubiera sido el adecuado para el puesto, pero
lo que sucedió indica que se violentó el estado de derecho, y lo que es peor,
que morena hizo exacta-mente lo mismo que criticó en otros gobiernos.
En principio, he escuchado a varios
comentaristas que Rosario Piedra era inelegible por ser una militante de
morena, y la presidencia de la CNDH implica no tener ningún tipo de vínculo con
algún partido político y mucho menos con el que está en el poder. La independencia de criterio y su labor como contrapeso del
gobierno así lo exigen.
En segundo lugar, debemos recordar, es que el
propio reglamento del senado establece que en caso de presentarse una terna y
no resultar electo ninguno de sus integrantes, dicha terna se vuel-ve
inelegible y se someterá a votación una terna diferente. En el caso particular de Rosario Iba-rra,
ante la presunta línea del presidente, el senado votó tres veces respecto de la
mista terna, es decir, violó la ley su propio reglamento, por dos veces
consecutivas, con el fin de lograr que se cumpliera la voluntad del presidente
de la república.
Por si esto fuera poco, al momento de la
última votación, todo parece indicar que Ricardo Mon-real logró acuerdos
políticos con algunos senadores de oposición, ya que mientras se consideraba
que eran 45 los que se opondrían, al final resultó que solo fueron 36. Hoy sabemos que una parte o toda la bancada
del PRI fue la que votó a favor, a pesar de tener un acuerdo como
oposición.
Para evitar que se supiera en el país el
sentido del voto de cada senador, se decidió votar con papelitos y en una urna
transparente, en lugar de usar el sistema de votación del senado, que además de
costar una fortuna, permite identificar el sentido del voto de cada senador. Es decir, se maquinó eliminar la transparencia
del voto, no solo a los senadores, con el lógico fin de evitar pleitos entre
los opositores, sino que también se eliminó la transparencia con el fin de que
el pueblo de México no conociera el sentido del voto. Por segunda ocasión en el mismo asunto, el
senado comete una falta. Antes violando
la ley y el reglamento interno y ahora violando el prin-cipio de transparencia.
Una vez decidida y realizada la votación,
resultó que había 116 votos, pero sólo se contaron 114 votos. La diferencia es
importante porque si son 116 votos, se requieren 77.33 a favor de Rosario para
que resulte electa, y si son 114 votos
los contados, con 76 votos resulta electa.
Como solo alcanzaron 76 votos, había que desaparecer dos y eso
hicieron. Es decir, al mas puro estilo
de mapache electoral, ¡ Sí ! ese al que el PRI y el PAN nos tenían
acostumbrados, pero ahora en la cámara alta, en una de las mas elevadas
tribunas de la nación, se gesta un fraude electoral. Con el fin de cumplir los deseos del rey en
turno, ese que manda en el poder ejecutivo y también en el poder
legislativo. Lo menciono como monarca,
porque ese es el trato que le otorgan los sumisos diputados y senadores de
morena y de sus partidos aliados.
Antes de tomar protesta y ante el escándalo
generado, Ricardo Monreal se compromete a repetir la votación, pero le ordena a
Osorio Chongo que cuando se someta a votación la sugerencia de repetir la
elección de la obudsperson, el PRI se niegue, con lo cual, sumando votos del
partido en el poder, sus aliados y el PRI, resulta que el pleno del senado se
niega a repetir una elección que resulta viciada de origen.
Así, chamaqueando al PAN o quizá cuando de
último minuto supo que los votos no le favore-cían, Monreal y sus senadores
(sus de su propiedad porque hacen lo que él manda), decidieron no honrar su
palabra. Así se simula que los senadores
decidieron no repetir la elección y por lo tanto lo único que resta es que
Rosario Piedra tome protesta, con los escándalos ya conocidos.
No me cabe en la cabeza la estulticia y el
cinismo de los senadores de morena y sus aliados, que generan varios conflictos
a futuro. El primero de ellos es que a
partir de esta fecha, la oposición en el senado no va a confiar en la palabra
de Monreal, ya que con tanta facilidad les mintió. En segundo lugar, romper la imagen ante la
población de no ser iguales que los anteriores, pero ac-tuando exactamente
igual. Con la mayoría como aplanadora, y
cuando no tienen mayoría, ha-ciendo trampas y chapuzas para ganar la votación,
sin importar que sea a ojos de todo México.
Por último el que el presidente de la república no intervenga y que sea
uno de los primeros en felicitar a Rosario Ibarra, implica que todo lo que
sucedió fue acorde a su voluntad. Es
decir, el propio presidente que nos prometió ser diferente, el que va a
combatir a la corrupción y los abusos del poder, cuando menos acepta y se hace
le disimulado cuando sus correligionarios abusan y hacen trampas, aún a ojos de
toda la nación.
Ni México, ni la CNDH, ni AMLO ni Morena
merecen que se traicionen los principios de ética y moralidad. El partido en el poder pierde su calidad
moral y el presidente también al permitir abusos como el de Bonilla en BC o la
votación a favor de Rosario. ¡México no
es de su propieda-d!
Morena no puede ni debe ser la serpiente que
se coma a las ranas, una a una.