Tribuna
Libre.- ¿Te
has puesto a pensar que figuras te inspiran para ser mejor ser humano? Se me ocurrió escribir al respecto para
iniciar el año, así que me metí en una gran complicación. Cuando estás medio triste por la depresión de
fin de año, resulta muy complicado pensar que algo te inspira. Anda uno más ocupado flagelándose con las
ausencias y las metas no logradas. Pero
llega el 1 de enero, y todo cambia como por arte de magia… ¡Superaste un año
más!, ¡Le ganaste a la vida!, pudiste pagar tus deudas (algunas cuando menos),
lograste superar al mal gobierno (En el fondo del corazón no hay mexicano que
piense que algún gobierno es bueno, lo sea, o no lo sea). Lograste mantener a tu familia, comiste todos
los días, aunque sea frijoles con tortilla.
Y de repente, le diste a las doce de la noche del 31 de diciembre vuelta
a la hoja, decidiste que a partir del siguiente minuto, después de los abrazos
de año nuevo, tenías una página en blanco que podías llenar con los próximos
trescientos sesenta y seis días de tu vida.
Bueno, ya estoy ante el teclado… ¿Quién me
inspira? De entrada una figura
religiosa, que no tengo idea de si existió o simplemente es un mito más, y sin
embargo, me encantan algunas de las enseñanzas que se le atribuyen, porque a
fin de cuentas, la religión históricamente se utilizó para cohesionar sociedades,
para lograr objetivos comunes, sin soslayar que también se utilizó y se sigue
utilizando para dividir entre ellos y nosotros, para abusar de algunos e
incluso para justificar dolor, derramamiento de sangre y masacres.
Así que primero que nada, lo que motiva mis
acciones, es lo que me inculcaron mis maestros en la primaria y secundaria, esa
frase que debería movernos a todos, y que pocas veces aplicamos en nuestras
vidas: ¨ Ama a tu prójimo como a ti
mismo ¨. Ok, ya voy avanzando,
entiendo entonces que la mítica figura de un Dios vivo en la tierra es lo
primero que me motiva, y luego recuerdo otra frase que tengo grabada en el
corazón: ¨ La Verdad Os Hará Libres
¨. Quizá la creencia en un dogma se
contrapone con la libertad que ganas con la verdad, así que he decidido dudar
del dogma pero tratar de aplicar a mi vida ambas frases, haciendo algo por mi
prójimo todos los días, pero también buscando siempre la Verdad (así con
mayúscula), pero no sólo para mí, sino para compartirla con quien tenga oídos
para escucharla y conocimiento para comprenderla. Siempre atento para escuchar la Verdad de
otros pues quizá ellos tienen razón y yo estoy equivocado.
Luego de las figuras míticas, existen humanos
que nos inspiran. El Papa Francisco en
su lucha contra toda la mafia Vaticana y el establishment de una iglesia
anquilosada que dirige a millones de fieles es una figura inspiradora, por su
esfuerzo y su lucha por el bien a pesar de su edad y del poder que tienen sus
enemigos, dentro y fuera de la institución.
Es un hombre valiente, que enfrenta los peores males, las figuras
demoníacas (para hablar en términos eclesiales) que abundan dentro de la propia
iglesia.
Me inspiran también personajes a los que
todos los días vemos haciendo una buena acción. Quien se arriesga por salvar a
una persona o a un animal en riesgo. Quien se arriesga a convivir con el resto
de los seres vivos que comparten esta nave espacial llamada tierra con la
especie humana. Ver una noticia, un
video, o tener la vivencia de primera mano siempre es algo inspirador, algo que
devuelve la fe en esta especie tan proclive al mal.
Localmente hay personajes que en alguna de
las facetas de su personalidad resultan inspiradores. Uno de ellos es el autor del cambio en la
vecina Orizaba, Juan Manuel Diez. Pensar
que una sociedad puede cambiar para bien, como lo ha hecho ese municipio es
algo que debería inspirar a todos los alcaldes de la región a ser menos
corruptos, y a tratar de hacer más por sus municipios. Imaginar que hubiera 20 Juanes Manueles que
pudieran llegar todos juntos a los 20 municipios de la zona centro del estado
me ilusiona pues puede traer un futuro mejor a la región.
En Córdoba tenemos un hombre que con su
ejemplo ha inspirado a muchos otros seres humanos, en lo personal me recuerda
que la debilidad y la flaqueza existen porque nosotros lo permitimos. Me inspira a insistir en mis metas, a luchar
hasta que todo duele y seguir adelante.
Es un hombre que jamás ha caminado, y sin embargo, ha roto récords
mundiales de nado en piscina, ha ganado medallas para México en torneos
internacionales y lo más importante, no ha recibido el reconocimiento que
merece su esfuerzo. A pesar de ello, o
más bien, sin importarle en lo más mínimo ha seguido adelante haciendo lo
propio. Me refiero a Omar Osorio,
nuestro nadador paralímpico.
Nos inspiran personajes de la literatura, del
arte, de la farándula, de la política, del deporte, según nuestros intereses,
sin embargo, para mí, los héroes anónimos son los más inspiradores, porque ellos,
no buscan reflectores, simplemente hacen su trabajo hormiga por ayudar a otros
a ser mejores, con absoluta discreción.
En esta categoría hay varios sacerdotes, que viven su ministerio con
absoluta integridad como el padre Eloy Solís Olguin, instructores de deportes
como Roberto Luévano o Alberto Joachin.
Y que decir de los médicos y enfermeras que he visto pelear contra el
destino para mejorar la vida cientos de personas, mencionaré dos mujeres con
una enorme vocación de lucha contra el dolor y la enfermedad como Gina García y
Nohemí Vázquez Flores. O qué decir de
Federico Grosskelwing quién siempre ha cobrado honorarios reducidos en su
laboratorio radiológico a personas necesitadas.
Nuestro entorno está lleno de héroes
anónimos, tanto personajes de sociedad o de política como personajes que sólo
son conocidos en el medio en que se desenvuelven. Por ejemplo, Paco Portilla, el ex alcalde, es
un hombre que toda su vida ha servido a los demás a través de su profesión como
Notario, otro más es Javier Limón.
¿Cuántos instrumentos han entregado gratuitamente a personas
necesitadas? Y sólo lo saben los beneficiarios.
Como ellos, hay miles de cordobeses que cada
vez que pueden hacen el bien, de la manera más discreta posible. Lola Ros luchando todos los días por la casa
hogar, o los personajes anónimos que
luchan por la casa hogar peregrinos… Las
patronas que cada vez que ayudan a un migrante, ayudan a sus hijos que también
lo son.
Cuando quieres buscar inspiración para ser
mejor persona es facilísimo, nada más basta voltear a tu alrededor. Ricos y pobres por igual tratan de servir, de
hecho en Córdoba abundan los clubes de servicio que realmente sirven y lo ven
como lo más normal del mundo. Me consta porque he coordinado en alguna ocasión
los esfuerzos de la zona por ayudar algún área de desastre y la respuesta ha
sido abrumadora.
Sería interminable enumera la cantidad de
personas que pueden inspirar la vida de cada uno de nosotros. Yo que he tenido la suerte de participar en
innumerables actividades de apoyo desinteresado, he visto a numerosos mexicanos
dispuestos a dar su tiempo, su conocimiento, su capacidad, su esfuerzo su
dedicación por llevar a cabo ese mandamiento de ¨Ama a tu prójimo como a ti mismo ¨, esa regla de oro de convivencia humana. Y lo he visto aplicado sin distingos de
ningún tipo, a ciudadanos honestos y a delincuentes, a ricos y a pobres, a
religiosos y a ateos, a hombres y a mujeres.
Así que después de no saber que me inspira en
mi vida cotidiana, me doy cuenta de que mi entorno, mi familia, mis amigos, mis
conocidos, los desconocidos, los cercanos, los lejanos, donde quiera tengo
fuentes de inspiración para ser mejor ser humano, y para continuar luchando por
un mejor futuro para todos. Me inspira
lo bueno que hay en cada persona.
¿Y a ti, quién te inspira?