* Dos
años encubriendo al ex alcalde Caballero
* Los pozos de agua, un acto criminal
* Joel Arcos, una historia de traición
* El duartismo comienza a sacar lo robado * Miles de millones siguen en Veracruz * Juez sexto y secretario, abusivos * La violencia repunta * Felicia: al Negro balín, las babas y el
orín * Líder obrero zancadilla a Mónica
Robles
Mussio Cárdenas Arellano | 11 febrero de 2020
Tribuna
Libre.- Hará
dos años, algo más, Víctor Carranza decretaba la “fumigación política del
palacio municipal para que salgan todas las ratas”, colocando trampas anti
roedores en la puerta principal del recinto oficial del ayuntamiento de
Coatzacoalcos. Las ratas, hoy, no terminan de reír.
“Ya quedó demostrado —presumía aquel 2 de
mayo de 2017— que Morena es la esperanza para Coatzacoalcos. Todos estamos
deseosos de hacer un cambio”.
Y luego se jactó:
“Yo, como Andrés Manuel López Obrador, somos
gente firme en nuestras convicciones. No le tememos para señalar a los
corruptos”.
Cargaba en sus manos una ratonera. La síndica
Yazmín Martínez Irigoyen; el candidato suplente a la alcaldía, Miguel Pintos
Guillén; la hoy “senadora tómbola”, Claudia Balderas, igual. Inédito, el alarde
describía a la pureza descendiendo del reino celestial.
Ocho meses después, el alcalde morenista
metió reversa. De la corrupción del priismo, de los pecados de su antecesor,
Joaquín Caballero Rosiñol, nada volvió a decir.
Un día día, en pleno cabildo, rasposo al
hablar, Carranza atajó las voces que azuzaban, que instaban a aplicar la ley. A
sus regidoras de Morena, la de la Comisión de Agua Potable, Fabiani Cueto
Salinas, y a la de Educación sin educación, Eusebia Cortés Pérez, las increpó
sin más.
“No mirar hacia atrás”, urgió el alcalde que
un día llegó a las puertas del palacio municipal a decretar la “fumigación
política” para salieran “todas las ratas”.
Le exigían una auditoría al tema de los pozos
perforados para enfrentar la crisis derivada del cierre de la presa Yuribia que
surte de agua a Coatzacoalcos y parte de Minatitlán y Cosoleacaque, enclavada
en la sierra de Soteapan, usada por los grupos políticos del municipio de
Tatahuicapan para el chantaje y obtener por lo menos dos millones de pesos
mensuales.
Caballero Rosiñol fue laxo. Del acuerdo
suscrito por el gobierno de Veracruz con la orden tajante de Javier Duarte de
Ochoa, ex gobernador priista preso en el Reclusorio Norte de la Ciudad de
México, para canalizar recursos a los líderes de Morena en la sierra,
Coatzacoalcos terminó asumiendo el costo total.
O sea, del erario de Coatzacoalcos se cubrió
el pago que debió realizar el gobierno de Veracruz. Y eso se lo objetó el
Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS).
Un año antes de estallar la crisis de agua,
Caballero ordenó la construcción de 15 pozos. Su costo alcanzaría los 50
millones de pesos. Habría recursos del gobierno de Veracruz, que el edil luego
alegó que no aterrizaron e impactaron en la cuenta pública del ayuntamiento.
Caballero usó la crisis para succionarle jugo
político. Se ufanaba de la perforación de los pozos, de los trabajos a una
profundidad de entre 120 y 200 metros. Cada pozo incluía tren de descarga,
caseta de operación, cuarto de máquinas, subestación eléctrica y sistema de
cloración.
Media verdad, medio cuento.
De los 15 pozos, sólo se construyeron 10,
según reveló la regidora Fabiani Cueto, el 26 de agosto de 2018. Hay aún cinco
“pozos fantasma”.
De los 10, siete presentan agua de mala
calidad, no apta para el uso doméstico. Tras estallar la crisis por el cierre
de la presa Yuribia, centenares de personas sufrieron daño en la piel, ámpulas
y comezón. El agua de los pozos de Joaquín Caballero era apropiada para el
lavado de pisos y el uso en sanitarios, pero no para bañarse ni en lavado de
trastes de comida.
A la vista de todos, el fraude fue apenas
advertido por el alcalde Carranza. Días antes advirtió que de los 15 pozos,
sólo funcionaban dos.
En las sombras hay otra treta, la financiera.
Por lo menos siete de los pozos tuvieron un costo mucho menor a lo que Joaquín
Caballero expresaba públicamente.
Una relación de hechos en poder de INFORME
ROJO describe la inversión en cada pozo, a cargo de la empresa Perforaciones
Pozos Profundos, S.A. de C.V., a la que se aportó tubería y recursos
económicos. Lo ahí establecido desmiente la inversión de 50 millones de pesos.
Entre el 12 de julio y el 27 de diciembre de
2014, el ayuntamiento joaquinista entregó a la empresa contratista 2 millones
770 mil pesos por concepto de pago de obra, en nueve partidas, la primera de
600 mil y la última de 300 mil pesos.
A eso se agregó una aportación en especie,
tubería con costo de un millón 89 mil 792 pesos, lo que hizo un subtotal de 3
millones 859 mil 792 pesos.
El costo por pozo fue de 850 mil pesos, según
cotizó la empresa Perforaciones Pozos Profundos. Hubo un incremento por la
exploración y registro del pozo 1o. de Mayo, por 125 mil pesos, y por el de la
Colonia Petrolera, a razón de 402 mil 146 pesos.
En total, el costo de esos pozos fue de 6
millones 477 mil 146 pesos. ¿Y los 50 millones de los siempre habló el ex
alcalde priista?
Según el reporte de Perforaciones Pozos
Profundos, el ayuntamiento de Joaquín Caballero le adeudaba hasta marzo de 2015
la cantidad de 2 millones 617 mil 353.40 pesos.
Luego de un intenso regateo, de tácticas
dilatorias, de promesas incumplidas, de silencio por parte del operador en el
área de obras del ex alcalde Caballero, Guillermo Ibarra, el ayuntamiento
cedió. Entregó 100 mil pesos desde el 28 de abril hasta el 26 de septiembre de
2015. Así amortizó 600 mil pesos.
Finalmente, Perforaciones Pozos Profundos
reclamaba un adeudo de 2 millones 117 mil 353.40 pesos.
Pudo saberse, vía informes de ORFIS, que
otras empresas comenzaron a cobrar por supuestas perforaciones de pozos, entre
ellas GEN-33, una de las favoritas del ex alcalde Caballero, implicada en la
construcción de cuartos adicionales con recursos de la Secretaría de Desarrollo
Agrario Territorial y Urbano (SEDATU). Ahí también hay sospecha de fraude.
Teóricamente, cada pozo tiene un costo
promedio de 850 mil a 900 mil pesos. Hay cinco pozos fantasma. Caballero solo
pudo acreditar la construcción de 10, según lo expresado por la regidora
Fabiani Cueto. El costo máximo fue de 9 millones de pesos. ¿Y los 50 millones
de pesos esgrime el ex alcalde priista, cómo lo sustenta, cómo lo justifica
legalmente?
Hay en este episodio un rasgo criminal.
Caballero fue advertido por un directivo de Perforaciones Pozos Profundos que
el agua detectada en la perforación de los pozos no tenía la calidad para ser
usada para consumo humano. Sabiendo del daño que podría generar entre la
población, decidió que se incorporara al sistema de agua de Coatzacoalcos.
De la relación entre Caballero y su alfil
Guillermo Ibarra con la empresa contratista, hay conversaciones vía WhatsApp.
Ahí se establece el intento de evadir su responsabilidad, negando incluso que
hubiera adeudo como finalmente Perforaciones Pozos Profundos logró demostrar.
Timador nato, Joaquín Caballero tiene en su
primo, Víctor Manuel Carranza, un encubridor de lujo. Uno lucra con la crisis
de agua, el otro pide no mirar atrás. Uno altera el costo de los pozos, el otro
no lo quiere auditar. Uno deja huella que lo incrimina, el otro cierra los ojos
a la corrupción.
Así ORFIS cobije a Caballero, le salve
cuentas, le limpie el lodo, la evidencia documental retrata el andar de las
ratas en los pasillos del palacio municipal.
“Yo, como Andrés Manuel López Obrador
—pregonaba en campaña el alcalde Carranza—, somos gente firme en nuestras
convicciones. No le tememos para señalar a los corruptos”.
Pero no va tras ellos. Su silencio es
cómplice. Su pasividad, sospechosa.
Fumigado políticamente el palacio municipal
“para que salgan todas las ratas”, como alardeaban Carranza y su pandilla
morenista, la podredumbre sigue ahí. Morena pagará en 2021, en la elección de
congresos federal y local y alcaldías de Veracruz, la factura por encubrir al
PRI.
Van 25 meses en la alcaldía y las ratas no
cesan de reír.
Archivo muerto
Repudiado dentro y fuera del PRI, Joel Arcos
Roldán vuelve por lo que faltó. Asumirá el sábado 15 la Secretaría de Alianzas
y Desarrollo Político del comité
estatal. Su historia es una oda a la traición, el embuste, el engaño y el golpe
artero. Encumbrado por Fidel Herrera Beltrán, su amigo de juventud, escaló la
pirámide del poder, siendo diputado local, subsecretario de Desarrollo Social y
Medio Ambiente y operador priista con recursos del erario. Su máscara, Nuevo
Tiempo Veracruzano, un mamotreto político de nula efectividad. Por sus manos
pasaron millones de pesos en especie, cemento y varilla, arena y block,
despachándose programas sociales como Pisos Fieles para canjearlos por votos
que no llegaron al PRI. Arcos Roldán envió cuanto pudo a Perote, su área de
operación, no para impulsar al entonces candidato al gobierno de Veracruz,
Javier Duarte, sino para consolidarse y construir la candidatura de su hermano
Víctor Arcos a la alcaldía de aquel lugar, a la que nunca pudo acceder. Militó
con Fidel y engañó a Duarte. Luego lo cachó Miguel Ángel Yunes Linares, que le
dio alas pero no poder, y con Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato a la
gubernatura en 2018, se dedicó a filtrar información a Morena. Hoy está de
regreso. Pronto volverá a traicionar… Tal es la impunidad que el duartismo anda
en el descaro total. De la tierra extrae los millones robados, con su olor a
moho, aroma nauseabundo. Son los miles de millones que se movieron de Veracruz,
que no pasaron por la inmobiliarias que controlaba Karime Macías, según el
testimonio de Alfonso Ortega López, uno de los contadores que revelaron el
modus operandi de la pareja vil. Otra facción de la pandilla mantuvo los
dineros literalmente bajo tierra en casas de seguridad. Hoy comienzan a
moverlos. Ofrecen financiamiento de proyecto hasta por mil millones de pesos,
bajo interés, reciclando hacia una diversa red de empresas que le darían curso
legal. Son la nueva generación financiera, los Zurita, los Mauricio, entre
otros. Y la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda en Babilonia… Nefasto
edelismo, aún carcome las entrañas del Poder Judicial de Veracruz. Dos bribones
con toga, el juez sexto de lo Civil en Coatzacoalcos, Héctor Manuel Hidalgo
Parra, y su secretario de Acuerdo, Vicente Antonio Hernández Bautista, son
exhibidos por manipular juicios, empantanar resoluciones, invocar argumentos
ajenos a los procesos que tienen en sus manos y actuar por consigna,
trastocando la ley. La queja formulada por el doctor en Derecho, Marco Antonio
Madrazo Carrión, sacudió a la nueva titular del Poder Judicial, Sofía Martínez
Huerta, y al nuevo clan que detenta el poder en el Tribunal Superior de
Justicia. Madrazo Carrión invoca diversas jurisprudencias que establecen
responsabilidad administrativa aplicable al juez Hidalgo Parra, aquel que fue
atacado en condiciones por demás misteriosas, y su secretario, Hernández
Bautista. Acusa, además, que la proyectista Cristal Madrigal Olán carece de
nombramiento oficial “y debido a su falta de experiencia, por órdenes del Juez
Héctor Manuel Hidalgo Parra, realiza dichas resoluciones, que se encuentran
plagada de vicios y errores”. En su queja, el abogado Madrazo Carrión exige
poner “un alto definitivo a la corrupción, impunidad y dolencias por partes de
dichos funcionarios, que solo desprestigian al Poder Judicial del Estado de
Veracruz”. o sea, la herencia putrefacta de Edel Álvarez Peña, que pasó de
magistrado presidente a magistrado visitador, la total degradación… Cada día
arde más Veracruz. Lidera el feminicidio nacional, pese a la treta de la fiscal
carnala, Verónica Hernández Giadáns, de variar el criterio para su
clasificación. Y en cosa de horas detona la violencia: al empresario dulcero
Ricardo Cruz García, lo plagiaron y su cuerpo fue hallado en Huilopan, cerca de
Orizaba; una mujer apareció molida a golpes en San Andrés Tlalnehuayocan y otra
en Coatepec; en Coatzacoalcos, tres hechos delictivos: dos hombres asesinados
en moteles de las colonias Ampliación Santa Rosa y López Mateos, y una
camioneta fue rafagueada en la Villas del Sur; un hombre fue asesinado en la
carretera La Tinaja-Cosolecaque a la altura del municipio de Rodríguez Clara;
un joven fue secuestrado en rio Blanco y una mujer en Orizaba. Y el
Observatorio Ciudadano de Coatzacoalcos estableció que en enero el delito con
mayor incidencia en el sur de Veracruz fue el asalto en sus diversas
modalidades: cortinazos, robo de vehículos, robo a comercios, la mayoría con
violencia, superando a los registrados en enero de 2019. Y el gobernador
Cuitláhuac García, como las princesas de Disney, viviendo en la fantasía, su
cuento de paz… Felicia y el Negro ministerial. Felicia y Ricardo, el MP, luego
subprocurador. Felicia y Ricardo, el que la desposó. Felicia y el Negro balín.
Al que se queda al final le tocan las babas y el orín. Y hay sorpresa para el
Día de San Valentín… ¿Sabrá Mónica Robles qué líder obrero atizó la revuelta en
el cabildo de Coatzacoalcos contra la reforma para dar legalidad a los
matrimonios igualitarios, impulsada por la diputada de Morena? ¿Sabrá que se
trata de un líder obrero desleal a morir, incorregible mentiroso, que en
público la sacraliza y a sus espaldas la apuñala?…