Xalapa, Ver. | 04 junio de 2020
Tribuna
Libre.- Taquicardias
y dolor de cabeza fueron los primeros síntomas que Fernanda comenzó a notar,
después de haber tomado unos tragos de una botella de Vodka que compró en una
reconocida tienda de conveniencia en Xalapa.
Una reunión familiar se convirtió para
Fernanda en un accidente que casi le cuesta la vida y por el cual fue a parar
al hospital, ella sin darse cuenta consumió alcohol adulterado.
"Sentía taquicardias y no había tomado
mucho o sea estaba en mi casa y pues sentía taquicardias. Empecé a vomitar y
después el estómago sentía como una bola", dijo la joven.
Comenta que al tomar el primer trago ella
sintió un sabor extraño en la bebida, el cual no le parecía normal, pero debido
a que sufre hipertiroidismo y como consecuencia de esta afección sus papilas
gustativas no perciben varios sabores, creyó que era normal y no le tomó
importancia.
Hasta que minutos después empezó a sentir que
el estómago y la garganta le ardían, mientras que el dolor de cabeza le
resultaba insoportable, por lo que sus padres preocupados en ese mismo instante
decidieron llevarla con un médico particular, pues los síntomas indicaban que
había consumido alcohol adulterado.
Al llegar al consultorio del doctor que la
atendió, le explicó que los síntomas que presentaba eran de una intoxicación
por alcohol adulterado, por lo que le recetó un medicamento para inducirle el
vómito y un gel estomacal para aliviar el dolor de estómago.
Para fortuna de Fernanda, sus padres
detectaron las señales a tiempo y nadie más aparte de ella tomó de la botella
de vodka por lo que no paso de un malestar del que se logró recuperar.
Muertes por intoxicación etílica en Veracruz
Durante cuarentena por la pandemia de
covid-19 se han registrado 98 casos de intoxicación por alcohol en Veracruz, de
acuerdo con el reporte epidemiológico de la Secretaría de Salud del Gobierno
Federal que está disponible aquí.
Pese a que diversos municipios del estado implementaron
Ley seca durante la cuarentena, con el fin de prevenir la aglomeración y
reunión de personas y así evitar el contagio del coronavirus, las cifras de
intoxicación por alcohol se dispararon entre la población.
Según el reporte del Boletín Epidemiológico
de la semana 21, que comprende del 17 al 23 de mayo en lo que va del año se han
registrado 324 casos de intoxicación aguda por alcohol en el estado.
En tanto que, en los dos meses de cuarentena
por el covid-19, las cifras ascendieron a los 98 casos.
Fue a mediados de mayo que, por medio de un
vídeo publicado por Isidora Antonio Ramos, alcaldesa del municipio de Rafael
Delgado, ubicado en la zona centro de la región montañosa del estado, daba a
conocer que habían muerto siete personas por consumir alcohol adulterado y
otros más estaban en proceso de recuperación.
En total, la Secretaría de Salud del Estado
reportó que fueron atendidas 13 personas por haber ingerido del mismo tipo de
bebida, quienes fueron canalizados a diversas clínicas de la región.
Esto alarmó a las autoridades del municipio
ya que existían otras cuatro personas que se reportaban graves por este suceso,
por lo que personal de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (Cofepris), inició la búsqueda del lugar donde estas personas
consumieron las bebidas alcohólicas.
Confinamiento dispara consumo de alcohol
Pero ni la Ley seca, ni las muertes
detuvieron a los veracruzanos para dejar de consumir alcohol de dudosa
procedencia, ya que en distintas páginas en internet se ofrecen bebidas
embriagantes como cervezas, licores y demás productos alcohólicos sin ninguna
certeza de calidad.
Debido a la ansiedad, estrés y depresión que
sufren las personas durante el confinamiento, esto puede ser un factor que
detonó el aumento del consumo de alcohol, explicó Mario Ortiz Rovirosa,
psicólogo experto en psicoanálisis consultado por este medio.
"De alguna manera el alcohol causa
cierta tranquilidad y relajamiento, pero lo que se comprobó después es que
también disparaba los cuadros de agresividad y aumentaba la violencia
intrafamiliar", comentó.
Según el especialista existen múltiples
factores por los que la población o un individuo puede canalizar su frustración
por el confinamiento y que el alcohol solo puede ser un detonante más de estos.
Ortiz Rovirosa también recalcó que se debe de
considerar a las personas que ya tenían tendencias alcohólicas y que tras el
confinamiento pueden ser más susceptibles a caer en esta práctica, aunado a
esto los problemas económicos que ya se empiezan a ver en la población, lo que
puede llevar a las personas a buscar en el alcohol cierto refugio para
olvidarse de sus problemas.
"Las personas que tienen algún
antecedente psiquiátrico o enfermedades emocionales son más proclives a tomar
medicamentos antidepresivos, ansiolíticos y mezclarlos con bebidas alcohólicas,
que son más fáciles de comprar", finalizó el especialista.