* Obras
de ínfima calidad y con sobrecosto *
Rocío Nahle: si pierde Coatza, adiós gubernatura * Marlon Ramírez construye la alianza para
Fernando Yunes * Gómez Cazarín: ahora se
apropia de terrenos ajenos * Venta de
garage en el PRI * Eusebia y la
directora de Panteones le mienten al juez
Mussio Cárdenas Arellano | 06 julio de 2020
Tribuna
Libre.- Uña
fina la de Cuitláhuac y su banda gangsteril. Van de la asignación de obra
pública sin licitar al cúmulo de contratos para constructores foráneos, a la
imitación de Javier Duarte en la treta de las empresas fantasma, al pago por
obra no terminada, a las carreteras cuarteadas, a la negligencia criminal. ¿A
esto le llaman Cuarta Transformación?
Pirata vulgar, asalta los recursos del erario
desde el día que tomó posesión. Usa el rollo de la pureza y el manto de la
honestidad, no el discurso de la persuasión pues su gramática mental es un
desastre y su retórica una oda al cantinfleo, pero sí el poder para situar en
las manos de contratistas afines los dineros de Veracruz.
Una obra, la carretera de Las Choapas a Cerro
de Nanchital, se cuarteó con un aguacero.
Otra, la pavimentación del acceso a
Coatzacoalcos con concreto hidráulico, ya pagada, con presunto sobrecosto, aún
inconclusa y violando los tiempos ejecución.
Una más, la carretera Rinconada-Los Ídolos,
feudo del ex alcalde de Coatzacoalcos, Marcelo Montiel Montiel, asignada a una
empresa de pésima fama, que no sabe compactar terreno.
Otra más, la obra asignada a la constructora
Cruz Landa, tramo Córdoba-Peñuela, que por falta de señalización, provocó una
accidente automovilístico en que perdiera la vida una niña de dos años.
Y otras en la dirección de Espacios
Educativos, que evidencian obras fantasma y constructoras fantasma, siguiendo
el modus operandi del ex gobernador priista, Javier Duarte, que bajo esa
mecánica saqueó a Veracruz.
Y las cifras fatales: 62 por ciento de las
obras se otorgan por asignación directa y el 58 por ciento son para empresas
foráneas.
Sutilmente, Cuitláhuac García dirige la fuga
de recursos. Evita la licitación pública. Desaira la oferta económica de
postores. Construye un andamiaje en que el constructor foráneo, incluso de
origen panista, se llevan los mejores contratos y cobran hasta por obras
inconclusas.
Y el gobernador presume honestidad.
A detalle, las asignaciones develan el nivel
de corrupción en el gobierno morenista de Veracruz, el manejo indiscriminado de
más de 2 mil millones de pesos en 2019, los alardes cínicos del secretario de
Infraestructura y Obras Públicas, Elio Hernández Gutiérrez, y el daño al
erario.
¿Qué tiene esto de Cuarta Transformación?
Sui generis, la construcción de la carretera
que va de Las Choapas a la congregación Cerro de Nanchital, donde se mueven los
hilos políticos de Esteban Ramírez Zepeta, el ungido de Cuitláhuac, su ex jefe
de la Oficina de Gobierno, que debió salir entre acusaciones de malversación y
encubrimiento en la Dirección del Deporte, suponiendo que ya libre llegaría a
la presidencia de Morena para seguir ahí con su habitual incapacidad.
Su ejecución estuvo a cargo de la empresa
Conekta Construcción y Enlaces, S.A.P.I. de C.V., de origen poblano, con un
presupuesto de 60 millones de pesos para pavimentar en 52 kilómetros, 16 de los
cuales son de concreto hidráulico y el resto con asfalto.
Según reportes de prensa, para la
construcción fueron empleados lugareños choapenses, y ya se ven los resultados.
A cargo de la supervisión hubo no sólo ingenieros de la Secretaría de
Infraestructura y Obras Públicas sino personal de Sedesol estatal con sede en
Minatitlán; uno de ellos, Oscar Reyes Guzmán.
Los aguaceros de la segunda semana de junio
provocaron que a la altura de Los Mulatos el pavimento se cuarteara al
deslavarse el subsuelo y exhibieran la ínfima calidad.
Conekta Construcción y Enlaces, S.A.P.I. de
C.V. es una prima dona en el contratismo morenista, como antes lo fue en
contratismo panista en Atlixco, Puebla, en los días en que Rafael Moreno Valle,
entonces gobernador, ejercía el poder a plenitud.
Hoy, la constructora Conekta goza de
contratos adjudicados directamente por el titular de la SIOP, Elio Hernández
Gutiérrez, entre el coro de ira, protestas airadas, repulsa total de quienes lo
ven declarar desiertas las licitaciones para asignarlas a la empresa poblana.
Otro obra, la asignada a la empresa
Supervisión y Control Total, de Morelos, en sociedad con el Grupo Constructor
TCASA, de la Ciudad de México, para construir el acceso a Coatzacoalcos, entre
la carretera Transístmica y la carretera del Golfo.
La asignación fue irregular. El consorcio
quedó en el lugar 14 entre los postores de la licitación, por debajo de varias
empresas de Coatzacoalcos que presentaron una mejor oferta económica.
Cuando se le habían liberado 35 millones de
pesos, Supervisión y Control Total/TCASA solicitó más recursos. La obra
inconclusa ya casi fue liquidada, según denuncia el diputado local por el
distrito XXX, Gonzalo Guízar Valladares, en video en que acusa que la
conclusión de los trabajos fue una simulación. Una vez que el presidente Andrés
Manuel López Obrador, concluyó su gira al sur de Veracruz, la compañía reanudó
la obra.
Guízar advierte que denunciará la simulación,
pagos por obra no concluida y presunto sobrecosto ante la Auditoría Superior de
la Federación (ASF), la Secretaría de la Función Pública (SFP) y del Órgano de
Fiscalización Superior (ORFIS).
Por lo pronto, la Asociación de Constructores
del Estado de Veracruz, A.C. (Acevac) interpuso denuncias ante la Fiscalía en
Delitos Cometidos por los Servidores Públicos (FDCSP), la Contraloría General
del Estado (CGE) y el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), controlados por
el gobernador Cuitláhuac García.
Una más. La reparación de la carretera
Rinconada-Los Ídolos, asignada a Grupaem México JF, acusada un año antes de
construir caminos que se cuartean por mala compactación del suelo.
Cuitláhuac le otorgó contrato por 10 millones
de pesos. Desde 2015 venía recibiendo obra en el gobierno de Veracruz, obra
federal a través de Conagua y del ayuntamiento de Xalapa.
La tragedia también circunda al gobierno de
Cuitláhuac García. La construcción del tramo Córdoba-Peñuela, la falta de
señalización, el abandono de los trabajos sin advertir riesgos, provocó un
accidente fatal. Una niña de dos años, Melissa, perdió la vida a consecuencia
del percance.
Desde entonces la ira de familiares, amigos y
vecinos se enfoca al titular de SIOP, Elio Hernández, a quien acusan de negligencia
criminal y de atenderlos en estado de ebriedad.
El senador panista Julen Rementería del
Puerto halló la punta de la corrupción al estilo Javier Duarte, pero en tiempos
de la 4T. Espacios Educativos construye aulas, o simula que lo hace. Son obras
fantasma. Y hay empresas fantasma, con domicilios fiscales que son
casas-habitación de personas ajenas a las constructoras, o cantinas, o negocios
de venta de mole.
Y la frialdad de las cifras:
Del total de las obras —2 mil 450 millones de
pesos—, el 62 por ciento se asignó de manera directa, sin licitación pública.
Así lo expresó el secretario de Infraestructura, Elio Hernández.
El 58 por ciento de de las operaciones del
gobierno de Cuitláhuac García es para empresas foráneas, según reportaba en noviembre
de 2019 la titular de la Contraloría del Estado de Veracruz, Mercedes Santoyo.
“En el presente ejercicio fiscal
—apuntaba—conforme al 15 de noviembre se tienen registradas un total de 25 mil
151 operaciones de las cuáles 23 mil 154 se contrataron con empresas
veracruzanas y mil 996 para foráneas. Los montos son otros, diremos que el 42%
fue para empresas veracruzanas y el 58% para foráneas.
Sutil atraco al erario de Veracruz, con
empresas fantasma, con asignaciones directas, con constructores foráneos.
Así es la uña del gobernador.
Archivo muerto
Hecha pedazos, Rocío Nahle se desfonda en la
pugna por las energías renovables, la política eléctrica frenada por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, la transa llamada Dos Bocas, el contratismo que
enriquece a los compadres y los primos, la nómina de Sener plagada de amigos de
inutilidad comprobada, y sus bravatas y habladas en Twitter —usando las cuentas
oficiales para el odio y el rencor, con lenguaje de arrabal— que la llevan de
escándalo en escándalo. Sus delirios por ser gobernadora de Veracruz se topan
con dos escollos: su oriundez zacatecana y el desastroso nivel de Morena en
Coatzacoalcos. Su bastión se extingue. El voto duro se diluye. Su recomendado,
el alcalde Víctor Manuel Carranza Rosaldo, es un fiasco, un violador de la ley,
el misógino de cabecera de la síndica Yazmín Martínez Irigoyen, que atropella
al pueblo, solapador de abusos y corruptelas, de desvío de recursos, que
gobierna peor que si fuera del PRI-AN. Morena se enfila a una estrepitosa
derrota en la elección 2021, por el caos, por la soberbia, por la ignorancia de
esta caterva de truhanes e improvisados. Y en la cúspide del caos, Rocío Nahle.
Una máxima en política reza que el que pierde en su zona de control, no puede
aspirar a nada. Se pierde Coatzacoalcos y adiós candidatura al gobierno de
Veracruz. 2021 será, pues, el año en que el proyecto Rocío Nahle pase al
olvido… ¿Para quién juega Marlon Ramírez? ¿Para el PRI y los priistas o para
Fernando Yunes Márquez y el yunismo paniaguado? Serpenteando, va el ¿líder?
priista en Veracruz trazando el escenario de una alianza en la que sólo ganan
los Yunes azules, Marlon y su banda de pésimo historial, irritando al panismo
doctrinario y al priismo real, las huestes de Julen Rementería, del Chapito
Guzmán Avilés, los azules de Córdoba-Orizaba, los del sur, la gente de Víctor
Serralde, que una vez más verán cómo los rebasan, los usan y los desechan. Y en
el priismo, igual. El priismo del norte, del centro y del sur terminará
aplaudiendo y operando votos para que el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes,
pueda consumar el sueño monárquico. De las alianzas, de ir armando el
escenario, se encarga Marlon Ramírez, primero para arrebatar el Congreso de
Veracruz en 2021 y luego el asalto al gobierno estatal en 2024. O sea, el PRI
convertido en la mucama del PAN… Polifacético, Gómez Cazarín ahora es
paracaidista. Ve un predio, le gusta, se mete y se apodera de él. Tiene un
personero, Julio César Tirado, que se tira el rollo de que la ley será la ley,
pero ellos —los ratones de Morena— son la autoridad. Y así, el líder de la
fracción parlamentaria del partido de Andrés Manuel López Obrador intenta
agandallarse un terreno en el poniente de Coatzacoalcos. Con documentación
apócrifa, la que desde hace años usa el tristemente célebre Juan Tampico y que
implica a su respetable esposa por los datos inconsistentes, pretende consumar
la bribonada. De la trastada sabe, y bastante, la nefasta directora de
Catastro, Rosa González, perito bancario, terror de los notarios por aplicar
tasas y gravámenes en compra venta de inmuebles que tácitamente hacen imposible
cualquier operación. A Gómez Cazarín lo marcan las trastadas, denuncias por
intento de fraude cuando vendía autos para la Volkswagen, acusaciones de compra
de diputados con tarjetas Saldazo, según revelación del legislador de Morena
por el distrito de Medellín, José Magdaleno Rosales Torres, y un sinnúmero de
pilladas en el Congreso de Veracruz. ¿Qué liga a Gómez Cazarín con Juan Tirado?
La venta de autos Volkswagen usados por un funcionario de Pemex que así pagaba
favores. Una minoría radical, usando la expresión de Alejandro Rojas Díaz
Durán, maneja a Morena a su antojo. En Coatzacoalcos, con la venia de la
secretaria de Energía, Rocío Nahle García, y del gobernador Cuitláhuac García,
el paracaidismo político se equipara a la “plenitud del pinche poder”, de la
que tanto se ufanó Fidel Herrera y que su ahijado y sucesor, Javier Duarte, usó
para saquear a Veracruz. Morena resultó igual… Venta de garage en el PRI. A
precio de ganga, las presidencias de comités municipales y las secretarías
generales. Habrá preventa de candidaturas a diputaciones federales y locales, y
alcaldías, sindicaturas y regidurías. A un año de la elección, la vendimia está
en todo su esplendor… Eusebia Cortés y Elda Gordillo traen, literalmente, el
chamaco atorado. Elda Gordillo Silva, directora de Panteones, ejecutó una orden
que viola la ley: impedir la sepultura de fallecidos por coronavirus. La operó
aduciendo que era “disposición municipal”. Y lo argumentó: “Solamente van a ser
cremadas. Nosotros ya no estamos recibiendo a familiares ni a funerarias que
vayan a los panteones para pedir una solicitud de inhumación. Solamente de
cremación y se les asigna un espacio de nicho, las otras defunciones se
atienden de manera normal”. Lo dijo al periódico Presencia Sureste y difundido
en portales y medios de la capital de Veracruz, el 1 de junio pasado. La
disposición no pasó por el cabildo de Coatzacoalcos; fue una decisión
ejecutiva. Le atañe al alcalde Víctor Manuel Carranza Rosaldo y a la regidora
con la Comisión de Panteones, Eusebia Cortés Pérez. Ambas están señaladas en el
juicio de amparo 295/2020 por su implicación en la cremación obligada de
personas fallecidas por covid 19 o por causas semejantes, lo que equivale a
desaparición forzada y discriminación de restos humanos. Eusebia y Elda tienen
un problema serio. Y habrá otro más: emitir declaraciones falsas ante la
autoridad, en este caso un juez federal. El 5 de julio habrá audiencia
incidental en el Juzgado Décimo de Distrito y es factible que se determine
suspensión definitiva. El asunto le pega al alcalde morenista Víctor Carranza,
pero también al secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos, Miguel Pintos
Guillén, señalado de haber dispuesto la cremación de Hermelinda “N”,
trabajadora del ayuntamiento a la que incluso se le obligó a laborar con
síntomas de Covid, a sabiendas de que padecía enfermedades crónico
degenerativas…