El
mundo entre el coronavirus y la nueva geopolítica
Crónicas
Ausentes
Lenin Torres Antonio | 04 agosto de 2020
Tribuna
Libre.- Se
habla de la nueva guerra fría entre Estados Unidos y la China dictatorial, se
establece que los motivos tienen que ver con la predominancia del comercio y la
economía China por encima de la maltrecha economía y la precaria influencia
geopolítica de los Estados Unidos.
Este panorama también podríamos describirlo
como las dos visiones de producir riquezas y dinero, una, apelando a la
democracia como el referente que permite coherencia entre economía y política,
y otra, que tiene que ver con la poca importancia de la democracia en la
economía, y se pone el antecedente de la misma China como el ejemplo de que no
importando ser un país con sistema dictatorial para poder crecer y consolidarse
económicamente.
Hoy muy pocos países se pueden ufanar de no
depender comercialmente de China, México hasta sus tradicionales sombreros
charros se producen en China o vienen de China, así como los suvenires de
muchos países europeos son importados de China, la emblemática torre Eiffel,
los abanicos andaluces españoles, etc., y así infinidades de variedad de productos
provienen de China, pocos productos vitales para la vida cotidiana, el placer,
la ciencia, etc., no se producen en China, esa es la realidad, basta buscar las
etiquetas para leer “Made in china”.
El porqué de esa dependencia-china del mundo,
casi todos coinciden que es debido a su bajo costo de los productos chinos, su
mano de obra barata por su gran población, su total carencia de condiciones
éticas, ambientalistas, sanitarias, y fiscales para producir, es decir,
mientras occidente vive su economía tratando de cubrir “su deber ser”, en
coherencia y concordancia con la ética, la sustentabilidad, la democracia,
etc., y China simplemente ejercita una economía salvaje, depredadora.
Su nueva “ruta de la seda” deja países
desbastados, su historia, su economía, incluso, se dan el lujo de contratar a
una parte del ejército paquistaní para que le vigile y cuide sus rutas
comerciales, su radio de influencia presenta al imperio Chino como los nuevos
ricos que viven el sueño y el desliz occidental fuera de su país; una China
contradictoria, con una doble moral, antiquísima, con tradiciones y una moral
que le impide conducirse hedónicamente, si los conoces personalmente, los verás
mesurados, disciplinados, trabadores obsesivos, dispuesto a vivir el trabajo
como una esclavitud, verás que no se pueden dar el lujo de una jornada laboral
occidental de 7 horas, menos de 5, con un weekend para el esparcimiento, si por
mucho tiempo nos admiramos del fierro carácter alemán para surgir de las
cenizas y auparse como una potencia en Europa, ahora nos admiramos de la
emergencia de China como una potencia que le compite a nuestro otrora poderoso
vecino del norte, incluso, hay cierto placer en ver esa nueva rivalidad al
imperio norteamericano, más por nuestros años de vivir con la bota americana en
el cuello, que por un análisis serio de lo que podría significar vivir bajo la
bota del imperio Chino, aunque de una forma ya lo vivimos, ya nuestra pobreza
nos llevan a preferir los productos de mala calidad chinos que otros.
El debate no debe estar en preferir al
desconocido nuevo amo amarillo o al amo rubio conocido, porque simplemente
estaríamos pensando en seguir nuestra condición de esclavos. El debate está
como construir nuestra propia economía responsable y que ésta pueda aprovechar ese
nuevo reacomodo de las fuerzas geopolíticas.
Por un lado, la economía china
desideologizada, realmente representa, un mayor peligro mundial, pues si como
dice Chomsky de por si el capitalismo accidental es salvaje, aun con esos mitos
y prejuicios ideológicos y ético, el capitalismo sin ideología chino es
primitivo, y si hay que destruir montañas y darle en la madre al futuro
ecológico del mundo, lo están haciendo en África, América e indochina, sin miramientos, su actuar es
primitivo, no en el sentido, de que no tengan inteligencia, sino en el hecho de
no medir el daño que puedan estar causando en un mundo interrelacionado en
todos los sentidos; su actuar me recuerda el actuar de los europeos del siglo
xv y xvi en áfrica, y las américas, casualmente buscando la ruta más fácil para
llegar a los tesoros del oriente que contaba Marco Polo, y ahora, ese
comportamiento depredador nos lo están aplicando los chinos. Creo que el gran
peligro para el mundo es China, se necesita de un marco de referencias conceptuales
desde donde discutir y debatir, y no habiendo más que un comportamiento
depredador, no creo que sea lo más deseable para la mayor parte del mundo. Son
los nuevos usureros del mundo.
Cómo lo comenté el debate no está en que
bando ubicarnos, porque la disyuntiva no es nada halagüeña, o bien en el
conocido clasista o el desconocido tirano, dos extremos indeseables, o bien de
lado de la economía populista de la cháchara y productos de mala calidad, o
bien, en “la economía de la democracia y la calidad”, uno, que te hilvanara una
retahíla de mitos, ideología, eticidades para concebirte como un plus de
ganancia, o el otro, el que nunca te preguntará si tu dinero es mal habido, si
eres demócrata, ilustrados, siempre y cuando tengas solvencia para hacer
negocios y termines por ser un deudor.
Quiero atribuirle a la casualidad el hecho
que esos chinos gozan de buena suerte, puesto hasta con la pandemia del
coronavirus, y aun siendo el lugar donde surge el brote de ese nuevo virus que
dio el salto a los humanos, es el que mejor está saliendo librado, con menos
infectados, pese a su tumultuaria población, y menor mortandad, y su economía
está saliendo indemne, y que el peor que la está pasando sea los Estados Unidos
de Norteamérica, y américa latina, los estragos en la salud y económicos son
desbastadores.
Porque si no es así, estaríamos evitando
señalar que esta pandemia fue causada ad hoc, y no fue un salto cualitativo de
un virus que pasó de, una animal fuente a una animal incubadora, y de ahí al
ser humano, sino, de un laboratorio que permitió premeditadamente poder saber
para prevenir los efectos locales. En fin, en éste mundo donde hemos visto
crear armas de destrucción masiva, bacteriológicas, etc., es posible que el
animal hombre sea el único ser vivo que se auto inmole y camine en sentido
inverso al principio de realidad, dirigido por su pulsión de muerte.
Con las reservas que mis reflexiones o
especulaciones conllevan, creo que en los tiempos actuales nuestro reto que
tenemos enfrente no tan sólo es controlar el coronavirus sino también la grave
crisis económica que todavía no entramos de lleno en ella, y que será el campo
de batalla de los dos imperios, el chino y el norteamericano; y que dios nos
agarre confesados.
Agosto del 2020