José Miguel Cobián | 07 septiembre de 2020
Tribuna
Libre.- La
noticia más importante para quienes siguen la creación de nuevos partidos
políticos y la que ha causado más ruido en las redes sociales ha sido el que el
INE le negara el registro al partido de Margarita Zavala y de Felipe Calderón,
públicamente conocido como México Libre.
A sabiendas de que el fallo será dirimido en
el tribunal electoral, a muchos nos sorprendió esta decisión. Ya que el presidente López Obrador subió al
ring de las discusiones mediáticas al ex presidente Calderón en varias
ocasiones, coincidentes con las fechas en que las asambleas constitutivas del
partido político en mención menguaban en la asistencia y apoyo de
simpatizantes.
El que el presidente López subiera al ring al
ex presidente Calderón, situó a éste último ante la opinión pública como un
interlocutor válido y de nivel, lo que generó simpatías y consiguió que se
cumpliera con el número de asambleas y de simpatizantes afiliados para lograr
cumplir con los requisitos que marca el INE para la creación de nuevos partidos
políticos. En resumen, el presidente
López es a quien se debe el mérito de haber llevado a México Libre a la
antesala de convertirse en partido político.
Las razones de AMLO están claramente
definidas en una conveniencia política, en la cual el beneficio para su proyecto
político lo representa el porcentaje de votos que México Libre pudiera quitarle
al partido Acción Nacional, que es su
principal oponente acorde a todas las encuestas hasta la fecha.
Conforme a la tendencia mostrada en las
distintas encuestas electorales, y las consecuencias que la crisis económica,
de salud y de seguridad tendrá en la mente del elector en el primer semestre de
2021, la posibilidad de que Morena vea disminuida su presencia en la cámara
baja se incrementa. La narrativa
presidencial surte efectos decrecientes conforme sufre el desgaste propio tanto
de gobernar, como de repetir y repetir las mismas frases, sin resultados
tangibles a ojos de sus seguidores.
Es indudable que la esperanza todavía estará
vigente en la elección del 2021, pero su efecto será menor. El alcance de los programas sociales es
inferior a lo reportado y mencionado diariamente por el presidente, así que
tampoco le puede brindar al partido en el poder la confianza de arrasar.
Hemos visto un ataque sistemático desde la
tribuna presidencial tanto al INE como al poder judicial, con el fin de minar
desde ahora la confiabilidad en ambas instituciones, en caso de sufrir un revés
en la elección 2021. Todo ello se
conjuga para tratar de golpear al principal rival que tiene el partido en el
poder, y es allí, donde México Libre juega un papel crucial.
Con la posible incorporación del PRI a una
coalición macro de partidos políticos en duda, y con el elevado precio que
Dante Delgado ha puesto para sumarse a la coalición de PRD y PAN, la
posibilidad de un repunte en los escaños opositores se reduce pero aun así, el
riesgo es alto para el partido en el poder.
Por ello, tener a disposición un nuevo
partido político que pueda quitar un porcentaje que va del 2 al 5% de los votos
a la coalición opositora, en el marco de una elección cerrada es un verdadero
alivio para quien está en el poder.
Por ello, me llamó mucho la atención la no intervención del gobierno
federal en la votación de los consejeros del INE en cuanto a la aprobación de
dicho partido, y todavía tengo la sospecha de que será el tribunal el que al
final de cuentas otorgue el registro a México Libre en detrimento de lo que la
oposición espera obtener en 2021.
Llama aún más la atención, cuando el partido
encuentro solidario, de naturaleza totalmente religiosa si obtuvo los votos
necesarios, a pesar de la oposición del propio consejero presidente, quien
explicó claramente a los consejeros que un partido confesional viola todas las
leyes de México y pone en riesgo el principio de estado laico. En este caso, los nuevos consejeros
propuestos por el partido gobernante fueron el fiel de la balanza que llevó a
que el PES renazca de sus cenizas y como Lázaro, vuelva por sus fueros y por
los votos de sus fieles seguidores en el 2021.
Allí sí hubo clara injerencia de los intereses del gobierno en la
decisión del INE.
De cualquier forma, la oposición en México
seguirá muy atenta e incapaz de influir, la decisión que tome el tribunal
electoral respecto al registro de México Libre.
A todos nos debe de quedar claro, que si logra el registro será una
buena nueva para el partido en el poder, y si no lo logra, será una buena nueva
para la oposición. Dependiendo de las
simpatías del lector, podrá alegrarse del resultado final o por el contrario
apenarse. Curiosamente en sentido
contrario a lo que la percepción normal indicaría.
Para muestra un botón, si cuando ganó Felipe
Calderón la presidencia, hubiera existido México Libre, el ganador indiscutible
hubiera sido el hoy presidente. Considerando que los nuevos partidos no pueden
participar en coalición en la primera elección en la cual compitan.
De ese tamaño es la importancia del rechazo o
aprobación del registro de dicho partido.
En lo personal y por el bien de la democracia en México considero un
error el otorgar el registro al PES, y considero un acierto el haberlo negado a
ML.