E. U. | 13 noviembre de 2020
www.tribunalibrenoticias.comTribuna
Libre.- Más
de una semana después de las elecciones de Estados Unidos, demócratas y
republicanos parecen vivir en realidades paralelas.
El demócrata Joe Biden se considera desde el
sábado el presidente electo tras superar los 270 votos del Colegio Electoral
(de 538) necesarios para la victoria, según las proyecciones, y avanza en sus
preparativos para asumir la presidencia del país el próximo 20 de enero.
En sendas apariciones ante los medios esta
semana, Biden ha hablado sobre sus planes para abordar la crisis del
coronavirus, sobre sus conversaciones con líderes internacionales y sobre la
necesidad de que la Corte Suprema no revoque la ley de Cuidado de Salud
Asequible, conocida como Obamacare.
Del otro lado, el presidente Donald Trump ha
limitado sus intervenciones públicas, pero sigue muy presente en las redes
sociales, especialmente en Twitter, donde insiste en que él es el verdadero
ganador de las elecciones y denuncia, sin aportar pruebas, que los demócratas
están intentando robar la elección.
1.
Demandas legales
El equipo de campaña de Trump ha presentado
varias demandas por el conteo de votos en distintos estados clave, incluidas
peticiones de detener la certificación del resultado en Arizona, Michigan y
Pensilvania.
Los partidarios de Triump denuncian, sin
pruebas, que los demócratas quieren robar las elecciones.
Normalmente le correspondería a cada estado
manejar estas demandas, pero el fiscal general de Estados Unidos, William Barr,
abrió la puerta el pasado lunes a que los fiscales federales de todo el país
investiguen las acusaciones.
A 11 de noviembre, cuando no ha salido a la
superficie prueba alguna del denunciado sistemático fraude electoral, así están
los litigios en los estados más disputados.
Comenzamos por Pensilvania, que es el que
cuenta con más demandas.
Pensilvania
Las proyecciones del estado dieron a Biden
como ganador el pasado sábado, lo que hizo que el demócrata sobrepasara la
mágica cifra de los 270 votos del Colegio Electoral.
Pero antes de ese día, la pelea legal ya
estaba en marcha.
El 4 de noviembre, el equipo de campaña de
Trump presentó una demanda en la que denunció que se estaba impidiendo el
acceso de los observadores electorales republicanos a los centros de conteo del
estado.
Una semana después de las elecciones en
Estados Unidos persiste la tensión en torno al conteo de votos.
Se trata de personas que observan el recuento
de votos con el objetivo de garantizar la transparencia de la elección. Su
acceso se permite en la mayoría de los estados siempre que se hayan inscrito
antes del día de las elecciones.
Este año se aprobaron ciertas restricciones
en algunos lugares, en parte debido a la pandemia de coronavirus. También se
establecieron límites de capacidad para evitar que los observadores intimidaran
a los trabajadores electorales.
En el centro de conteo de Filadelfia se marcó
un perímetro de seis metros de distancia, pero esto fue disputado y un fallo
judicial del 5 de noviembre lo redujo a dos metros, siempre que los
observadores se acogieran a los protocolos de protección ante la covid-19.
Ese mismo día, la campaña de Trump acusó a
los funcionarios electorales de no obedecer la orden del juez y presentó una
demanda federal para detener el conteo en Filadelfia, petición que fue
denegada.
El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani,
abogado de Trump, dijo: "Incluso con una orden judicial que permitía que
los inspectores republicanos se acercaran a dos metros, movieron a las personas
que contaban los votos otros dos metros más allá".
El exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani
lidera el equipo legal de Donald Trump.
Funcionarios electorales insisten en que se
comportaron adecuadamente y han apelado a la Corte Suprema del estado.
El desafío legal en Pensilvania también se
centra en la decisión del estado de contar todos los votos por correo que
tengan sello con fecha anterior o del mismo día que las elecciones, aunque
llegaran al centro de votación hasta tres días después.
El 6 de noviembre, los republicanos apelaron
el fallo y demandaron que todos los votos por correo recibidos después del día
de las elecciones fueran descalificados.
Autoridades del estado de Pensilvania
señalaron que en esos tres días tras las elecciones se recibieron unas 10.000
boletas por correo.
Precisaron que esos votos se están
manteniendo a un lado, a la espera de lo que suceda con los desafíos legales en
marcha.
El conteo de todos los otros votos continúa y
el cómputo a 11 de noviembre mostraba una ventaja de más de 50.000 votos para
Biden.
La participación en las elecciones del 3 de
noviembre en Estados Unidos alcanzó cifras récord.
Otro caso abierto en Pensilvania disputa
cuánto tiempo se les debe dar a los votantes para que suministren una prueba de
identidad en los casos en los que esta faltaba o era poco clara en sus votos
por correo.
Actualmente se les permite hacerlo hasta el
12 de noviembre, aunque la campaña de Trump intentó que se adelantara el plazo
tres días.
El 9 de noviembre, la campaña de Trump
presentó otra demanda para detener la certificación de resultados, alegando que
el estado sometió el voto presencial, que favoreció a Trump, a mayor escrutinio
que el voto por correo.
El fiscal general de Pensilvania, Josh
Shapiro, dijo que esta nueva demanda no tiene mérito alguno y los expertos
coinciden en que es poco probable que tenga éxito.
Wisconsin
La campaña de Trump anunció que pedirá un
recuento de votos en Wisconsin por "anormalidades percibidas" el día
de las elecciones, aunque esto no requiere una demanda legal.
No está claro cuándo se podrá realizar el
recuento. Tradicionalmente, no se realizan hasta que las autoridades del estado
terminan de revisar los votos.
La fecha límite del estado para esta parte
del proceso es el 17 de noviembre.
El profesor de la Escuela de Derecho de la
Universidad de Columbia Richard Briffault apunta que en 2016 también hubo
recuento en Wisconsin y solo "cambió el sentido de unos 100 votos".
Michigan
Trump ganó Michigan en 2016 por su margen más
estrecho -apenas unos 10.700 votos- y en estas elecciones Biden ha sido
proyectado como el ganador.
El 4 de noviembre, la campaña de Trump
presentó una demanda para detener el conteo de votos por una supuesta falta de
acceso a los observadores republicanos.
Un juez desestimó la demanda, diciendo que no
había suficientes pruebas de que no se estuvieran siguiendo los procedimientos
de supervisión.
El 9 de noviembre, se presentó otra
demandacon la intención de bloquear la certificación de resultados en el
condado de Wayne, citando quejas de observadores electorales.
Nevada
El Partido Republicano de Nevada escribió en
Twitter: "Se ha identificado a miles de individuos que parecen haber
quebrado la ley por emitir votos después de haberse mudado de Nevada".
Una demanda presentada el 5 de noviembre alegaba
la existencia de "procedimientos laxos para autentificar las boletas por
correo en más de 3.000 casos de individuos no elegibles que aun así
votaron".
El equipo legal del presidente entregó una
lista de personas que decían que se habían mudado del estado, pero habían
votado.
Las autoridades de Nevada afirman que hasta
ahora no ha habido pruebas alguna de fraude.
Sin embargo, según señala Politifact, la
lista por sí sola no prueba que se haya quebrado la ley.
Aquellos que se van del estado en los 30 días
anteriores a una elección todavía pueden votar en Nevada. Estudiantes y
personal militar de Nevada, que viven en otros lugares, también pueden votar
allí.
La demanda se centra en votantes del condado
de Clark, pero el funcionario del registro de ese condado señaló: "No
estamos al tanto de que se haya procesado ninguna papeleta incorrecta".
En otra demanda presentada ese mismo 5 de
noviembre, los republicanos intentaron detener el uso de una máquina de
verificación de firma en el conteo, pero un juez federal bloqueó ese intento.
Georgia
El 4 de noviembre se presentó una demanda en
el condado de Chatham para suspender el recuento, por supuestos problemas con
el procesamiento de las boletas.
El presidente del comité republicano de
Georgia, David Shafer, tuiteó que observadores de su partido vieron a una mujer
"mezclar más de 50 boletas con el grupo de papeletas por correo sin
contar".
El día después un juez desestimó esta demanda
y dijo que "no había pruebas" de una mezcla incorrecta de papeletas.
Arizona
La campaña de Trump presentó una demanda en
Arizona el 7 de noviembre alegando que algunos votos legales fueron rechazados.
El caso cita declaraciones de algunos
observadores electorales y de dos votantes que reclaman que tuvieron problemas
con las máquinas de votación.
La demanda fue admitida a trámite pero la
secretaria de Estado de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, señaló que no le
veía grandes posibilidades.
En una misma línea se expresó el fiscal
general del estado, el republicano Mark Brnovich, quien en declaraciones al
canal conservador Fox News dijo: "Hablamos literalmente de menos de 200
votos cuestionados, la realidad es que aunque fuera posible que esos votos
cambien no creo que marquen una diferencia en Arizona simplemente por las
cifras".
En cualquier caso, como escribe Paul Danahar,
editor jefe de la BBC en Norteamérica: "A 11 de noviembre, no se ha
presentado ninguna evidencia en ningún tribunal en ningún estado en ningún lugar
de Estados Unidos que algún juez haya aceptado como prueba de lo que el
presidente Trump ha descrito como 'tremendo fraude' en las elecciones de
Estados Unidos
"Y hasta la fecha, ningún secretario de
Estado, republicano o demócrata, ha dicho que haya encontrado evidencias de
'tremendo fraude' en el proceso electoral estadounidense que han liderado en
sus estados".
2.
Recuentos
Una cosa diferente a las demandas son los
recuentos de votos, una acción que en algunos casos se activa automáticamente
cuando la diferencia entre los candidatos es mínima.
Dependiendo de las reglas del estado, un
candidato puede tener la posibilidad de pedir un recuento de los votos.
La campaña de Trump anunció que lo hará en
Wisconsin y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, anunció
este miércoles que en su estado se llevará a cabo un recuento manual y completo
de votos de todos los condados.
"Contaremos cada papel, cada papeleta,
cada boleta emitida legalmente", subrayó Raffensperger ante la prensa.
Eso es lo que había pedido la campaña de
Trump el martes.
El secretario de Estado de Georgia anunció
este miércoles que habrá recuento manual de todos los votos.
Cada estado tiene sus propias normas de
recuento, pero en general las boletas son recomputerizadas y reescaneadas. En
algunos lugares, cierto número de votos se cuentan a mano para asegurar la
validez de las máquinas.
En el caso del recuento manual de Georgia,
algunos expertos advierten que es un proceso menos preciso que el de las
máquinas y más costoso.
La fecha límite para que Georgia certifique
los resultados electorales es el 20 de noviembre.
Es importante observar que incluso si Biden
no gana Georgia tiene todavía más de los 270 votos del Colegio Electoral que
necesita.
En cuanto a los otros estados en disputa,
Pensilvania permite que se pida un recuento sin importar el margen de
diferencia entre los candidatos, y además tiene recuentos obligatorios para
cualquier contienda en la que el margen sea inferior al 0,5%.
En Arizona, los recuentos ocurren solo cuando
el margen entre candidatos es menor o igual a 0,1%.
Los expertos insisten en que los recuentos
rara vez llevan a un cambio en los resultados.
3.
Campañas de propaganda
El presidente Trump y sus aliados insisten
por distintos medios, ya sea en Twitter, entrevistas o a través de comunicados,
en que todas estas investigaciones llevarán a que se revierta el resultado de
las elecciones.
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