De: Francisco Berlín Valenzuela (ciudadano veracruzano)
Coatepec,
Veracruz, Enero 13 de 2021
Coatepec, Ver. | 14 enero de 2021
Tribuna
Libre.- Quisiera
comenzar esta carta, recordando con usted, que la política es una actividad
ejercida por los seres humanos, con el propósito de servir con desinterés a sus
semejantes y ayudarlos a resolver los problemas por los que atraviesan en sus vidas. Su realización se
desarrolla como pensamientos y acciones, dando lugar a las ideas políticas y a
los hechos políticos.
Quienes se dedican a estas actividades,
necesitan tener conocimientos de la historia de las ideas políticas, para
comprender la influencia que han ejercido en líderes y conductores de pueblos,
quienes inspirados en ellas han determinado la orientación ideológica para
gobernarlos. Los pensadores políticos, han sido los forjadores de los sistemas
políticos y de las formas de gobierno y de estado.
Usted, por azares de la vida, de repente se
vio envuelto en las actividades políticas, favorecidos por circunstancias que
lo han colocado en el honroso cargo de Gobernador de Veracruz. Han pasado casi
26 meses y el pueblo que gobierna, no parece sentirse satisfecho con las ideas
políticas que lo animan, ni con las acciones realizadas, razones que explican
las fuertes críticas y adversos comentarios a su actuación pública.
En estas condiciones, es de pensarse que ha
llegado el momento de hacer un acto de reflexiones profundas, con una
autocrítica sería y sincera, evaluando lo hecho hasta ahora en el ejercicio de
su cargo, el apoyo que le han brindado
sus colaboradores, algunos de los cuáles no han sabido responder a su
confianza, tal vez, por su falta de preparación para el desempeño de los cargos
que ocupan, carencia de creatividad y ausencia de espíritu de servicio, lo que
hace recordar la frase colocada en el frontispicio de la Universidad de
Salamanca “Lo que la naturaleza no da, Salamanca no (lo) otorga”.
Lo anterior se lo comento, porque en muchas
partes de nuestro Estado y fuera de sus límites, me apena escuchar tantas
críticas y censuras sobre su persona, bromas de mal gusto aludiendo a la forma
en que está ejerciendo el poder en Veracruz, desaprovechando la valiosa
oportunidad que la vida le ha otorgado, para aprovechar el cargo a fin de
contribuir a mejorar las condiciones existenciales de la población que
generosamente lo llevó al poder mediante su voto.
Veracruz es y ha sido una tierra pródiga en
hombres valiosos, que han brillado nacional e internacionalmente en las
diversas ramas de sus profesiones, los cuales son un motivo de orgullo para
todos los habitantes de la entidad.
A lo largo
de su gobierno, usted ha dado la impresión de desconocer el valor de
estos veracruzanos, poseedores de valiosas experiencias administrativas,
encerrándose en una burbuja de cristal esmerilado, rodeado por cortesanos que
no dejan que nadie se le acerque, provocándole un distanciamiento social con
sus gobernados, que ha dañado su imagen como servidor público de alta
investidura.
Urge que salga de esa burbuja, que abra las
puertas de sus oficinas y que atraiga a los ciudadanos para establecer un diálogo directo con ellos,
pues me consta que muchos se alejaron de usted, al ver que sus puertas estaban
siempre herméticamente cerradas.
Tal vez, mi formación política al lado del
Gobernador Murillo Vidal, me hizo comprender la importancia de que los
funcionarios reciban a sus gobernantes, pues como él decía al dialogar con las
personas, muchas de las cuales vienen de municipios lejanos, aprendía de ellos, de sus necesidades y de sus
problemas, permitiéndole conocer
directamente el entorno humano y material de sus comunidades.
De él aprendí que a los colaboradores hay que
seleccionarlos por su prestigio personal y profesional, tratando con ello de
rodearse de buenos elementos, capaces y preparados. Recuerdo que a muchos de
sus importantes funcionarios, los designó él sin conocerlos personalmente,
viendo sólo sus curriculums e informándose de sus capacidades a través de sus
amigos.
También, debe ser una lección para muchos
funcionarios, lo que pensaba Murillo Vidal, de que los políticos que llegan al
poder, no debían mantener rencores en contra de sus adversarios en las luchas
políticas, porque eso los llenaba de amargura, de resentimientos y de
sentimientos de venganza que mucho les perjudicaba en su estabilidad emocional
para gobernar.
Espero señor Gobernador, que analice usted
esta carta, hecha de buena fe, por un ciudadano que ha servido a su entidad y a
la federación, con honradez y deseos de ser útil en todos los cargos
desempeñados. No me anima al dirigírsela ningún interés personal, ni tampoco
pretensión laboral alguna, pues sólo aspiro a que rectifique un camino que ha
sido recorrido con insuficientes y limitados conocimientos en el arte de
gobernar, dañando su prestigio de funcionario veracruzano.
Espero que comprenda la buena intención de
esta misiva y reflexione sobre la necesidad urgente de adoptar algunas
decisiones firmes, que lo lleven a reestructurar su equipo de gobierno, servir
mejor a su pueblo y a favorecer su imagen como gobernante, en beneficio de Veracruz.
ATENTAMENTE
Francisco Berlín Valenzuela