* Asesinan a precandidato de Morena a alcalde de Úrsulo Galván * Atentado contra Nicolás Ruiz en Mina * Trifulca entre seguidores de Chiquiyunes y Bingen * El Covid de Amado * 14 audios exhiben las broncas de Liliana Orantes * Nanchital: Piña Balderas contra Brenda Manzanilla
Mussio Cárdenas Arellano. | 16 febrero 2021
Tribuna
Libre. – Con
un tiro en la cabeza, otro en el cuerpo, Juan Gilberto Ortiz Parra dejó la
vida, acribillado en el interior del vehículo en que se transportaba sobre la
carretera que lleva a Cardel. Era aspirante a la alcaldía de Úrsulo Galván por
Morena.
A Nicolás Ruiz Rosete,
empresario ligado al PAN, precandidato a la presidencia municipal de Minatitlán
por la alianza Veracruz Va, le arrojaron un auto en su restaurant, y en la
batea de la unidad dejaron seis bolsas de plástico con dos cuerpos
desmembrados.
Un comando armado ultimó a
mansalva a Domingo Panzo Tecpile, que apuntaba a ser diputado local por
Zongolica bajo las siglas de Movimiento Ciudadano.
Amagado, acusando amenazas del
diputado Alexis García, de Movimiento Ciudadano, el ambientalista Miguel de la
Torre Loranca mejor dejó la contienda y desistió de ser legislador por
Zongolica. Era amigo del asesinado Domingo Panzo.
A Florisel Ríos Delfín,
alcaldesa de Jamapa, del Partido de la Revolución Democrática, la hostigó el
gobierno morenista de Cuitláhuac García, la maltrató el secretario de Gobierno,
Eric Patrocinio Cisneros Burgos, le desarmaron a su policía y tácitamente la
entregaron al crimen organizado, que la levantó, la torturó, le soltó bala y
hasta el tiro de gracia le dio.
Otro ex alcalde, Rafael
Pacheco Molina, cacique perredista en Paso del Macho, que gobernó su municipio
en tres ocasiones y era asesor del ayuntamiento actual, fue interceptado por
sicarios que en un abrir y cerrar de ojos le arrancaron la vida.
Un año atrás, Juan Carlos
Molina, diputado local del PRI, rebelde a los dictados de Morena, renuente a
servirle de corifeo al gobernador Cuitláhuac García, frustrando con su voto la
deposición ilegal del entonces fiscal yunista Jorge Winckler hasta que
finalmente se consumó el atraco, fue acribillado a las puertas de su rancho en
Medellín, a 20 kilómetros del puerto de Veracruz.
Y así la violencia que impone,
el señorío del crimen organizado, el lenguaje de las balas, del levantón, la
tortura y el miedo social.
Así, de cara a la elección del
6 de junio, donde la sangre comienza a correr, serpenteando por los caminos
torcidos del poder, inundando con su tufo a muerte cada rincón del otrora
apacible y bullanguero Veracruz.
La violencia política ya está
aquí.
La violencia permea. Hace huir
a unos, amaga a otros, engallarse a unos más y habitar en los panteones a los
que estaban condenados a morir por acción política.
De todos, sólo Juan Gilberto
Ortiz Parra era de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, pero de
una corriente distinta al gobernador Cuitláhuac García.
Su referente era Jaime
Humberto Pérez Bernabé, diputado federal por Papantla, de señalamientos
mordaces, dardos directos que impactaban en la inmensa humanidad del secretario
de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, alias Bola Ocho, al que el legislador acusó
de intromisión en los temas internos de Morena y del desvío de recursos de la
Sedesol estatal para planchar y agandallarse la elección de consejeros nacionales
del partido obradorista.
“Hoy responsabilizo plenamente
de cualquier situación que les pase a Eric Cisneros, secretario de Gobierno. No
me vas a amedrentar, a mí no”, expresó Pérez Bernabé confrontándose
abiertamente con Eric Cisneros. Y su pupilo cayó.
Ortiz Parra apuntaba a ser
candidato de Morena y futuro alcalde de Úrsulo Galván, municipio cercano a la
costa, ubicado entre Xalapa, la capital del estado, y el puerto de Veracruz,
tierra en que la violencia viene lo mismo del crimen organizado que desde los
círculos de poder.
Ahí, en Úrsulo Galván,
desaparecieron seis policías en tiempos de Javier Duarte. Cogobernaba Arturo
Bermúdez Zurita, secretario de Seguridad Pública de Veracruz, y un comando
armado, presuntamente un grupo policíaco de élite, realizó el levantón. Nunca
se volvió a saber de los uniformados.
A Gilberto Ortiz Parra le
llegó la muerte camino a Cardel, el jueves 11. Se le halló con dos impactos de
bala, uno en la cabeza, otro en el cuerpo. Su cuerpo quedó ladeado sobre el
asiento del automóvil. No tuvo tiempo de reaccionar ni huir.
A Nicolás Ruiz Rosete,
empresario constructor, ex síndico municipal, le destruyeron los cristales de
su restaurant La Estación impactando una camioneta contra los ventanales y
rociándoles bala. En la batea de la unidad dejaron seis bolsas de plástico, en
cuyo interior hallaron dos cuerpos desmembrados.
Nicolás Ruiz es precandidato a
la alcaldía de Minatitlán por la coalición PRI-PAN-PRD, luego de ganar este
domingo 14 domingo la elección interna panista.
Horas después de ocurrido el
atentado —1 de febrero—, Ruiz Rosete advirtió que no se irá de Minatitlán. Es
generador de empleo e inversionista, adujo. Y, presume, no se deja amedrentar.
La violencia no le es ajena.
Hace un año una procesadora de materiales de construcción, negocio suyo, fue
atacada a balazos. Y en las redes no hay día que no sufra propaganda negra,
memes hirientes, denuestos y acusaciones lanzadas desde cuentas apócrifas, el
anonimato perverso que le imputa ser banda con el crimen organizado. Y aun así,
es el candidato a vencer en Minatitlán.
Es ya una piedra en el zapato
de Morena. Tres años atrás contendió por la alcaldía de Minatitlán y se quedó a
menos de mil 500 votos de vencer, no a Nicolás Reyes Álvarez, que es un cero a
la izquierda, sino al efecto López Obrador. Hoy, de ganar la interna del PAN,
se transformaría en el fantasma que atormenta al morenismo aunque siga colocado
en la mira del secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros.
Hay vientos de violencia
política y Veracruz cruje. Gilberto Ortiz Parra está muerto. A Nicolás Ruiz le
arrojan cuerpos desmembrados, obvio el mensaje, obvio el siniestro remitente,
cuyos alcances son, por decir lo menos, demenciales. Porque cualquiera amenaza,
pero no cualquiera dispone de restos humanos fragmentados y los lanza al
negocio del rival político.
Hay, pues, líneas que unen los
hechos violentos con el círculo de poder.
A Gilberto Ortiz Parra lo
situaban en la línea del diputado federal Jaime Humberto Pérez Bernabé, el que
lanzó un reclamo singular a Eric Cisneros: “No me vas a amedrentar. A mí no”.
Ruiz Rosete es el candidato
incómodo para el morenismo de Minatitlán y para el gang de palacio de gobierno.
Florisel Ríos Delfín, ex
alcaldesa de Jamapa, levantada el 11 de noviembre de 2020, torturada,
asesinada, incluso con tiro de gracia, sentía el asedio de Eric Cisneros —y así
lo señaló en una entrevista previa a su muerte—, su maltrato, las denuncias
contra el director de Obras y la tesorera, una orden de aprehensión contra su
esposo, que finalmente se cumplimentó, y el desarme de su policía municipal.
Sólo faltó que Cuitláhuac y Bola Ocho le dieran el balazo final.
Domingo Panzo Tecpile, ex
alcalde de Tehuipango, fue acribillado por sicarios en el interior de su
negocio de ropa, el 13 de diciembre de 2020. Era suplente del actual
legislador, Alexis García, y apuntaba a ser candidato a diputado local por
Zongolica.
Miguel de la Torre Loranca,
ambientalista, acusó amenazas del diputado Alexis García, de Movimiento
Ciudadano, y por ello desistió de aspirar a la diputación por Zongolica.
Y así los odios políticos, la
amenaza, las balas, la tortura, el crimen, el luto y el dolor.
Unos mueren por la insidia;
otros sienten que la muerte los ronda; unos más conviven con la amenaza y el amago;
otros yacen ya en la tierra de los camposantos como estampa de la brutalidad
que gobierna a Veracruz.
Así se va cumpliendo el
proyecto de poder del crimen organizado, que impone candidatos y elimina al que
no se arrodilla. Van cayendo los aspirantes, los precandidatos y habrá de
escandalizarse Veracruz cuando el saldo rojo sea factor en la estadística de la
elección.
Es la violencia política y ya
está aquí.
Archivo muerto
A sillazos, la democracia sabe
mejor. Trenzados a golpes, la violencia desatada, los panistas yunistas contra
los panistas de los Rementería dirimen la candidatura a la alcaldía del puerto
de Veracruz, la joya de la corona y el mayor presupuesto de la entidad. Jornada
caliente por los votos de los cachirules de Bingen Rementería Molina, panistas
de nuevo cuño que apenas en marzo de 2020 ingresaron al Partido Acción Nacional
y por estatutos carecían de la antigüedad de un año para participar en la
contienda interna. Miguel Ángel Yunes Márquez, el otro contendiente, acusaba
desde el sábado 13 la alianza Rementería-Morena, un pacto para entregar el
municipio de Veracruz al desgobernador Cuitláhuac García, el fallo ilegal del
Tribunal Electoral de Veracruz violando el estatuto panista para permitir el
voto de los “cachirules”. Y Bingen Rementería, el diputado local e hijo del
senador Julen Rementería del Puerto, advirtiendo que los Yunes azules se
robarían la elección. Y la estridencia no podía faltar: un noqueado, las sillas
volando, los gritos y los reclamos, el peón de Bingen, apañado con 300 mil
pesos en la pechera. Decenas de antiyunistas exigiendo su derecho a votar.
Nueve horas esperando sus boletas. Otras boletas fueron destruidas, según registra
el video. Ocho de las nueve mesas de votación las ganó Yunes Márquez y en la
Mesa 9, la destinada a los cachirules de Bingen, arrasó el diputado local a
razón de 258 a 10. El recuento total fue de 947 a 937, y Miguel Ángel Yunes
Márquez proclamó su victoria. Y en Morena la felicidad porque a fin de cuentas
el PAN se exhibió como una caterva de forajidos, imbuido del espíritu
perredista que no puede realizar una elección crucial si no vuelan las sillas y
se destrozan el hocico. Lo que sigue es la judicialización del proceso interno
y el combate a la resolución del Tribunal Electoral de Veracruz que viola el
estatuto interno del PAN. Lo que viene es la radicalización de los Rementería y
sus aliados y la pulverización del panismo en el puerto de Veracruz, oxígeno
puro a Morena y a sus aliados fidelistas y duartistas intentando descarrilar al
hijo del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que pretende ser el sucesor
de su hermano Fernando, actual alcalde de Veracruz… A contracorriente, diezmado
y sacudido, Nicolás Ruiz Rosete pudo retener la candidatura del PAN, y por ende
la de la alianza Veracruz Va (PRI-PAN-PRD) a la alcaldía de Minatitlán. Vence
en la interna a la ex diputada local y ex candidata al gobierno de Veracruz,
July Sheridan —Judith González Sheridan— a razón de 155 a 121 votos. Semanas
atrás se tambaleaba el proyecto y el poder de la alianza de oposición. Blas
Ávalos, quien es regidor actualmente junto con su esposa, Noemí Manrique
Valerio, pretendía agenciarse los primeros espacios de la planilla de ediles.
Nicolás Ruiz tendría que bajar a los suyos y relegar a Zayra Natalye González
Cruz, cuya corriente al interior del PAN las hace sentirse derechosas a ser
parte del cabildo en turno. A la par, varias corrientes dejaron el proyecto y
recalaron en el Partido del Trabajo, otros en Morena, algunos más sin partido.
Y en el diferendo, que llevó al apriete de tuercas en las cúpulas estatales, el
PAN de Minatitlán terminó de partirse. July Sheridan inscribió una candidatura
condenada a perder. Las González —Zayra, Verónica y Karla, allegadas a la
corriente de Germán Yescas— amagaron con irse y al final amarraron la segunda
posición y segura regiduría en el próximo cabildo. Nicolás Ruiz ganó la
candidatura. Blas Ávalos queda fuera cuatro años; habrá de buscar alianzas con
los enemigos de Ruiz Rosete. Las González demuestran que sus votos valen. Y el
yunismo que sigue sin cuajar… Amado Cruz Malpica dio positivo a Covid 19 y
sacudió las redes sociales. Polarizó el comentario, las frases de solidaridad y
los dardos hirientes. Reveló su condición de salud este martes 9 y activó un
torbellino informativo. Apanicados, empresarios de peso y de pesos, líderes de
cámaras, ya no duermen de sólo recordar aquel desayuno, el 8 de febrero, con el
virtual candidato de Morena a la presidencia municipal. Al margen de la pasión
política, lo único trascendente para él y los suyos, es que supere el trance.
Amado Cruz Malpica, el aspirante más sólido a la alcaldía de Coatzacoalcos por
Morena, enfrenta una prueba de vida por la que nadie debiera pasar. Para él, el
mejor deseo y que la salud vuelva pronto… Enésimo sainete en torno a Liliana
Orantes, la coleccionista de partidos políticos. Catorce audios evidencian los
conflictos habidos en el interior de Todos por Veracruz, el partido en turno al
que no tarda en reventar… Nanchital es novela aparte: van por a la alcaldía
Miguel Ángel Piña Balderas, Brenda Manzanilla Rico y Esmeralda Mora Zamudio.
Con el aparato de poder de su lado, el trabajo de su mamá, la alcaldesa Zoila
Balderas Guzmán, Miguel Piña es el enemigo a vencer. Brenda Manzanilla, que ya
fue presidenta municipal, tendrá de su lado a los petroleros de la Sección 11 y
la influencia de su líder, Ramón Hernández Toledo, ávido por recuperar el poder
perdido. Félix Olarte, periodista de prestigio, ex reportero de Notisur, El
Heraldo, Cablemás, corresponsal de Más Noticias, del sistema RTV, apuntaba a
contender por Morena, pero pesaron más las ambiciones y obsesiones de Esmeralda
Mora, comadre política de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, y de su hija
Carla Rosas Mora, en cuyo pasado inmediato se halla una agresión a una mujer
por un tema de pesos…V
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