José Miguel Cobián | 23 agosto 2021
Tribuna
Libre.- Los
empresarios tan demócratas que siempre hablan de libertad, democracia y bien
común, cuando se trata de sus propios feudos, actúan como si el control de sus
cámaras y agrupaciones fueran monarquías hereditarias, de tal manera que pasan
muchos años para que un grupo que controla alguna de ellas, permita a los
agremiados elegir en libertad quién será el próximo dirigente.
En provincia, a niveles locales, estamos
acostumbrados a ver que pequeño grupos se adueñen de la cámara de comercio en
pequeño, de la Canaco, de Coparmex, de Canacintra, etc. Aunque también vemos alternancia de grupos y
de liderazgos, precisamente porque las posiciones son pequeñas, y siempre y
cuando la membresía actúe libremente, ejerciendo su voto para cambiar el rumbo
de esas agrupaciones.
Sin embargo, conforme crece el poder y la
influencia de las agrupaciones empresariales, el control se vuelve más férreo,
y la intención de controlar esas agrupaciones para atender a los intereses de
un grupo en particular se vuelve más intensa.
Una vez que un grupo lleva dos o tres períodos y ha sabido sacarle
provecho (para beneficio personal de los integrantes de ese grupo) del control
de una asociación empresarial, se vuelve casi imposible quitarles el poder, y
eso es lo que está pasando hoy en la CONCAMIN.
Confederación de Cámaras Industriales de Los
Estados Unidos Mexicanos, 47 cámaras nacionales, 14 regionales, 3 genéricas, y
59 asociaciones la integran. Es órgano
de consulta obligado en los tres niveles de gobierno, y sus asociados representan
aproximadamente el 30% del producto interno bruto del país. Nada más, de ese tamaño es la influencia de
la CONCAMIN.
La secretaría de economía determinó que el
estatuto de CONCAMIN no es armónico con los fines de la confederación, y emitió
un exhorto para que la elección dell nuevo presidente sea democrática,
participativa y libre de criterios discrecionales. Francisco Cervantes, su actual dirigente,
llegó en el 2018 a su puesto mediante un proceso opaco y muy
controversial. Por ello se comprometió a
modificar los estatutos para traer a la CONCAMIN a la vía democrática. A la fecha no ha cumplido y quiere dejar como
sucesor en la presidencia a uno de sus herederos. Impidiendo la libre elección
de todos los miembros de la confederación.
Si esto te suena al México de siempre, tienes
razón. Se pide democracia en el gobierno
y en ¨los demás¨ mientras se pretende manejar la organización que se dirige
como si fuera una monarquía hereditaria. Como si la CONCAMIN fuera propiedad
privada de Paco ¨el opaco¨ Cervantes, y de sus correligionarios.
Para darnos una idea, Cervantes es el
presidente actual, Cervantes decide quienes formarán parte de la mesa
directiva, solo ellos se pueden postular para presidente. La comisión electoral
es designada por Cervantes, y sólo ellos pueden ver y contar los votos. 30% del PIB elige a sus dirigentes, sin la
mínima transparencia, en un remedo de simulación democrática. Esa es la cultura
de liberta que promueve la actual dirigencia de CONCAMIN.
30 agrupaciones afiliadas a CONCAMIN
decidieron ¡YA BASTA!, decidieron abanderar a alguien ajeno a la nomenclatura
que se ha adueñado de CONCAMIN, y escogieron la figura de Enoch Castellanos,
actual dirigente nacional de CANACINTRA, quién aceptó el reto y comenzó el
largo y muy difícil camino de ser el líder de una urgente y necesaria
transformación en CONCAMIN. Se percibe
como una cuesta interminable el camino que tiene que recorrer, debido a los
intereses creados, los millones de pesos que están en juego para proyectos y control
de los actuales dirigentes, privilegios que no quiere perder la cúpula que hoy
controla CONCAMIN.
La parte productiva del país, la parte
industrial, estará atenta a lo que suceda en la cúpula de los organismos que la
representan en un muy difícil momento económico y político para el país. Francisco Cervantes puede irse dejando el
recuerdo de un demócrata que sirvió no solo a CONAMIN sino a su Patria, para no
dañar a su ¿querida? Organización, o puede oponerse a la vida democrática, y
dañar a un organismo que representa a un sector productivo tan importante como
es el industrial.
El daño que puede hacer a México, vía la
destrucción o el debilitamiento de CONCAMIN en momentos en que la Confederación
debe ser fuerte y unida para ser un interlocutor útil a la Patria y a sus
agremiados, en los difíciles momentos que vive México, será algo que siempre lo
acompañe en su reputación y en su futuro como industrial.
Los mexicanos debemos estar a la altura del
momento histórico, más allá de intereses espurios que una y otra vez han dañado
al país, a las organizaciones y a los propios mexicanos. No es un asunto banal, no es un asunto sólo
de cúpulas, a fin de cuentas, las consecuencias las sufriremos todos los mexicanos. Quién no vive en democracia, no puede exigir
democracia. Quien no vive en libertad,
no puede exigir libertad. Quien es
corrupto, no puede combatir la corrupción.
Quién no cuida su casa, no puede proteger a su patria.
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