José Miguel Cobián Elías | 08 octubre 2021
Tribuna
Libre.- En
el caso de los AMLOfans, los mueve a partes iguales el rencor, la envidia y la
ignorancia. Para muestra un botón: Comentaba con uno de ellos sobre los errores
cometidos en este gobierno y sobre todo los problemas que ha generado para
atraer mayor inversión extranjera. Su
respuesta fue que mientras puedan hacer negocio en México, vendrán,
independientemente de las condiciones que existan en el país.
Le doy cifras de cómo ha caído la inversión
extranjera directa en términos reales. Le explico que la propaganda que salió
diciendo que México es el destino número nueve de inversión extranjera, no le
dijo que ha disminuido en todo el mundo y que no se está invirtiendo en bienes
intermedios como maquinaria y equipo, y no lo entiende. No saben leer los
grandes números de la economía. Y tienen razón, eso es de especialistas, pocos
mexicanos las leen. Pero eso no le quita la necedad de no querer entender la
relación entre inversión, y crecimiento económico con lo que implica la
creación de nuevos empleos. Su
justificación es que el gobierno hace todo bien, porque ha aumentado el salario
mínimo por arriba de la inflación. Lo
cual fue un acierto, pero no significa que el resto de acciones de gobierno
sean correctas.
Le explico que para crecer al exiguo 2.5%
anual, se requería una inversión del 25% del PIB cada año. (Son números
aproximados), y que con una inversión pública reducida al mínimo y una
inversión privada en franca huida, tendremos suerte si a final del sexenio
crecimos un 1% anual, es decir 6% a lo largo de todo el sexenio. Y su respuesta es que México tiene este año
un crecimiento cercano al 6%. Es verdad
su argumento, sólo que después de una caída del 8.5% en 2020, ese crecimiento
no parte de 100 sino de 91.5. Es decir,
ya con tres años de gobierno, tendremos que el primer año no hubo crecimiento,
el segundo decrecimos y en el tercero crecimos pero todavía no llegamos a los
niveles de 2018. Es decir, llevamos tres
años perdidos. Estaremos a final de 2021
en 97% de cómo estaba el PIB en 2018.
Nos faltan tres puntos para igualar el tamaño de la economía en tiempos
de Peña. Son sumas, restas,
multiplicaciones y porcentajes… Lejanos de la comprensión de la mayoría de los
mexicanos debido a las fallas eternas de nuestro sistema educativo nacional.
Otro comentario surgió en contra de Slim
afirmando (con razón) que se había hecho inmensamente rico gracias a las
privatizaciones de Salinas, en especial la de teléfonos de México. Mi respuesta es que ¨antes¨ como ¨ahora¨ los
negocios se hacen con los amigos del rey en turno. Con la salvedad de que en
tiempos de Salinas, conseguir una línea telefónica te podía llevar hasta seis
meses, las llamadas de larga distancia te costaban, y las llamadas a Estados
Unidos y Canadá eran todavía más caras, porque era larga distancia
internacional. No me importa si Slim se
hizo más rico de lo que era. No me importa en última instancia cómo se hicieron
las privatizaciones, porque nada ha cambiado casi 40 años después. Lo que me
importa es que todo México hoy puede hacer llamadas ilimitadas a todo México,
Estados Unidos y Canadá por simples $200.00 al mes. Me importa que ya no le cuesta al erario, es
decir no pago con mis impuestos, un subsidio a una empresa de gobierno,
ineficiente, que además me cobraba muy caro el servicio. Todo México se ha beneficiado de esa y otras
privatizaciones, simplemente por no subsidiar ineficiencias y corrupción del
sector público. La respuesta sigue
siendo que se hizo rico Slim. Envidia,
Ignorancia, Rencor.
A mi amigo chairo contador, le comento que
los avances en combate a la corrupción se han perdido en este sexenio. No hay
transparencia, no hay información pública, el dinero de todo México que se
tiene en impuestos, lo usa Andrés de manera discrecional, es decir cómo se le
antoja. Hemos perdido rendición de cuentas
y profesionalismo en el sector público, que si bien, no estaba lleno de premios
nobel, cuando menos sabían lo que tenían que hacer. Hoy tenemos un sector público vacío de
personas con experiencia. Corrieron a
quienes sabían hacer las cosas, y contrataron a gente leal al régimen. Es decir, se repartieron el botín, lo cual es
normal en México, con la salvedad que ahora nos gobierna gente sin talento, sin
conocimiento, sin capacidad, y sobre todo, llena de soberbia e incapaz de
escuchar un consejo.
Basta ver la cantidad de empleados de
ayudantía de AMLO que ocupan puestos dónde deberían de reunir un perfil técnico
que no poseen, pero llegaron porque quién hoy se considera el dueño de México,
así lo decidió.
Por más que le explico que el desabasto de medicinas
fue provocado por el propio gobierno. Por soberbia. Y que sus decisiones le han
costado la vida a miles de mexicanos, siendo el caso más sonado el de niños con
cáncer, las mujeres con cáncer de mama, los enfermos de VIH, y pacientes con
enfermedades crónico-degenerativas, sigue insistiendo en ¨antes¨ también había
desabasto. Y sí, es verdad, sólo que jamás de tal magnitud como el actual. Lo peor es que se compran medicinas genéricas
en el extranjero, más caras, y generando empleos en India, China o cualquier
otro lugar dónde se compren, a costillas de pérdida de empleos en México. Y
sobre todo, la pérdida de soberanía.
Ese argumento de la urgencia de una industria mexicana fuerte, se pierde
cuando dañan a la industria farmacéutica nacional en beneficio de la
extranjera.
Cuando le explico que con el COVID, tomaron
una decisión estúpida, que fue entregar equipo de protección personal a China
dejando a los médicos mexicano sin insumos básicos de protección, me contesta
que es diplomacia. Si le reclamo las
vacunas a centro y Sudamérica, también es diplomacia. Pero justifica que una
vacuna puesta en un menor de edad gracias a un amparo, afecta a un adulto que
no la va a recibir… ¿¿¿???
Si le hablo de las compras de emergencia que
en todas las dependencias pusieron a compradores de confianza para que
revendieran al sector salud no sabe nada.
No sabe que te pedía un desconocido en el medio termómetros al mejor
precio, que no pasaba de $25 al mayoreo, y que lo vendía a su gobierno estatal
en $120.00 Lo mismo con todos los
insumos. Gran negocio para unos cuántos,
en perjuicio del erario público. Por eso el dinero no alcanza. Y como ejemplo
está la compra al hijo de Manuel Bartlett de respiradores, a un precio muy
superior al de mercado.
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@jmcmex