* Cuitláhuac incumplió los pactos * Fidelistas, duartistas, marcelistas, PT y Verde, se alejan de Nahle * Carranza inaugura parques defectuosos * Jessica tras la presidencia del Congreso * Vasconcelos llora; Amado en sus proyectos * Sergio Guzmán y el primo decapitado * La teibolera y el juez chantajeado * La hija reside en India.
Mussio Cárdenas Arellano | 30 octubre 2021
Tribuna
Libre.- Hay
motín a bordo. Hay pánico y la nave de Morena se cimbra. Y su dueña, Rocío
Nahle, avista una tripulación dividida y enconada, sin control, al tiempo que
el gobernador pierde el timón, sin atinar a desactivar, a inmovilizar, a
neutralizar al diputado Gutierritos, el que dirige la asonada.
Hay pánico por la incursión de Sergio
Gutiérrez Luna, el veracruzano que apenas si vivió en la tierra que lo vio
nacer, pero que altera el escenario de la sucesión, robándole el reflector, las
miradas, los aliados priistas, el empresariado, las mafias sindicales, los que
operan o financian campañas, a la secretaria de Energía del gobierno de Andrés
Manuel López Obrador.
Gutierritos llegó y les quitó el habla. Y
luego los orilló a reaccionar. Y entonces soltaron sandeces que desnudaron las
miserias de la banda Nahle, las taras verbales y mentales de Cuitláhuac García,
el discurso zonzo del alcalde de Agua Dulce, Sergio Guzmán Ricárdez, y la yihad
pejista sin saber si soñaban o se hallaban en la cruda realidad.
Callaron el gobernador y su pandilla,
Cuitláhuac García azorrillado intentado descifrar el acertijo con el que se
descompuso el camino a la elección de 2024, el relevo en el gobierno de
Veracruz, y sus cómplices tragándose hasta el aire e intentando hilar dos o
tres frases que opacaran la verborrea del presidente de la mesa directiva de la
Cámara de Diputados, el parlanchín Gutiérrez Luna.
Gutierritos armó una trama con sus giras de
fin de semana. Vendía las cifras del presupuesto federal. Espejitos a cambio de
oro. El plan era —es— posicionarse en el escenario de la sucesión o relevar a
Cuitláhuac García en 2022, antes que por ley se deba consultar si se le revoca
el mandato por inepto, por abusivo, por mal gobernante.
Así irrumpió en la cancha de Morena y les
descompuso todo. Rocío Nahle marchaba sola hacia la candidatura a gobernadora y
sus enanos se sentían plenos. Cuitláhuac, Cisneros, Gómez Cazarín, Eleazar y el
resto de la pandilla se acomodaron en esa apuesta. A cambio de guisarle el
caldo a la zacatecana, tendrían impunidad.
Cuitláhuac es un cero a la izquierda. Es ya
el peor gobernador en la historia de Veracruz. Gobierna violando la ley y sus
peones violando o acosando mujeres, y la fiscal espuria, Verónica Hernández
Giadáns, encubriendo a los violadores, y Cuitláhuac otorgando obras sin
licitación, y obsequiando contratos a empresas fantasma, y llenando de
aviadores la nómina oficial, y fomentando el nepotismo, y Eleazar usando los
dineros de Veracruz a discreción, y Gómez Cazarín perpetrando asalto tras
asalto, deponiendo alcaldes, hostigando, usando al Congreso para imponer leyes
sin sustento legal, adueñándose de predios vía prestanombres. Y nada les podría
ocurrir.
Ellos operando el entramado electoral para
Nahle y Nahle les concedería impunidad. Gozaban de un estado de confort, de
abuso e impunidad garantizada, incluso quebrantando la Constitución de Veracruz
que impide a la secretaria de Energía ser gobernadora por su condición de no
nacida en la entidad ni ser hija de veracruzanos. Pero a Morena y sus alfiles,
la ley les vale.
Era el escenario ideal hasta que Gutierritos
abrió el juego, adelantó el muestreo y tocó un punto que va más allá de su
balconeo público: les arrebató los aliados que han llevado a Morena al poder.
Gutiérrez Luna podía convocar empresarios,
cañeros, reporteros y columnistas, y nada inquietaba al Clan Nahle. Podía citar
cifras, inversión, obras del gobierno federal para 2022, y no merecía
respuesta.
Pero fue más allá. Construyó nuevas alianzas
con los priistas del cuño de Fidel y de las mazmorras de Javier Duarte; con
petroleros y maestros; con militantes del Partido del Trabajo, de Movimiento
Ciudadano y del Verde, y jaló a un sector de la prensa que ya orbita en el
proyecto Gutierritos.
Ahí detonó la reacción.
Y Cuitláhuac se fue de bruces. El lunes 25,
Cuitláhuac dio una respuesta infinitamente torpe, la peor en lo que va de sus
tres años de maltrecho gobierno. “No lo conozco”, dijo. “Sé que vino del PAN y
su esposa estuvo en el PRI y que finalmente llegó a Texcoco y ahí se vinculó
con Morena”. Y lo increpó: que deje el anuncio de inversión para Veracruz a
otros diputados, que vaya a otras entidades. Reprochó que Gutiérrez Luna no
haya estado en las luchas de la izquierda. Sólo falto decir: no te comas el
tamal de Nahle.
Políticamente, la respuesta es torpe. Pudo
dejarlo pasar. Pudo usar la psicología invertida de los políticos, acuerpando
al enemigo, felicitándolo por su apoyo, por el presupuesto que defenderá en la
Cámara de Diputados, asegurándose que si Sergio Gutiérrez Luna llegara a ser su
sucesor, tendrá que valorar que no hubo fricción.
Morena es un partido frágil pese al resultado
electoral. Detenta la gubernatura, tiene mayoría en el Congreso estatal e
incrementa sus diputados locales a partir del 5 de noviembre, y concentra más
de un centenar de alcaldías, las de mayor presupuesto, las de mayor peso
político, a excepción de Veracruz, Boca del Río, Orizaba y Cosoleacaque. Pero
se pactos inconfesables.
Morena es frágil. Sus victorias no parten de
una estructura electoral propia, ni de su capacidad de operación. Si gana es
por la acción de sus aliados priistas, por los gremios sindicales, por los
caciques rurales, por los desprendimientos obreros que recalaron en la Catem.
Morena está en el poder por la operación del
fidelismo, el duartismo, el marcelismo, y por los votos que le acercan el PT y
el Verde.
Pero Cuitláhuac incumplió los pactos, negándose
a compartir el poder.
Cuitláhuac traicionó a sus aliados, al
fidelismo y al duartismo, liberando de la cárcel a sus alfiles pero dejando
vivos los juicios con los que se les procesa por el saqueo a las arcas —a
Mauricio Audirac, Antonio Pelegrín, Tomás Ruiz, Fernando Charleston y Gabriel
de Antes—, por el robo de las partidas federales, por la simulación en la
devolución de recursos a la Federación, por delitos de desaparición forzada que
tarde o temprano serán delitos lesa humanidad, que no prescriben e irán a
cortes internacionales.
Cuitláhuac García traicionó a Fidel Herrera y
a Javier Duarte, dejando libre hasta ahora, sin una acción legal sólida a
Miguel Ángel Yunes Linares, el azote de uno y otro, el que hurgó y halló
evidencia de financiamiento del narco en las campañas priistas de 2004 y 2010,
la liga con el Cártel del Golfo y Los Zetas.
Cuitláhuac llegó al poder con la operación
del facción del priismo pero no les permitió recuperar sus espacios de poder. Y
entonces apareció Gutierritos.
Gutiérrez Luna deambula por Veracruz, por la
cuenca y los bosques de niebla, por los pantanos del sur, en los cañaverales,
en los salones fastuosos, pero no lo hace porque se dé cuerda. Trae línea y
trae poder.
Gutierritos convoca al poder económico, a
empresarios y comerciantes, a industriales y constructores, en Coatzacoalcos,
Minatitlán y Tuxpan, con los Rivera, los Alonso, los Ruiz, los Lemarroy,
incluso con quienes deciden en el proyecto del Corredor Interoceánico
Coatzacoalcos-Salina Cruz.
Gutierritos se monta en el marcelismo
deplorable que saqueó las arcas de Coatzacoalcos cuando su líder, Marcelo
Montiel, ocupó la alcaldía en dos ocasiones y no se terminó de saciar. Sigue
operando en Coatzacoalcos, en Puente Nacional, donde su hermano Roberto será
presidente municipal en enero de 2022, y en una amplia franja de Emiliano
Zapata a la cuenca del Papaloapan.
Gutierritos va y viene, y no para. Lo
acuerpan los maestros. Y posan una fotografía espectacular. ¿A cambio de qué el
SNTE se une a un diputado federal que hace unas semanas no pintaba en Veracruz?
La línea, ahí también, viene de lo alto, sea Elba Esther Gordillo, sea Juan
Díaz de la Torre, el líder formal.
Fue aquella fotografía con las dos poderosas
del SNTE, la 32 y la 56, lo que prendió las alertas en el Clan Nahle. Habló el
zombie de Agua Dulce, Sergio Guzmán Ricárdez, diputado electo, vociferando que
las mujeres del sur ya habían decidido que la candidata de Morena sea Rocío
Nahle. El zombie casi mata de risa a medio Veracruz.
Morena se parte en dos: los hijos de Nahle y
los aplastados por Nahle. Y Cuitláhuac García tiene su culpa al traicionar al
fidelismo, al duartismo, al marcelismo, al magisterio, a los cañeros y
empresarios, a las cúpulas del PT y el Verde. Por no cumplir, fracturó los
pactos.
Y así irrumpió Gutierritos y le robó los aliados a Rocío Nahle.
Archivo muerto
Jessica Ramírez hacia la presidencia del
Congreso de Veracruz. Apuntalada por Sergio Gutiérrez Luna y Manuel Huerta
Ladrón de Guevara, la diputada local morenista por Minatitlán está a
centímetros de treparse en un peldaño de la escalera del poder con el que
nunca, jamás, soñó. Gutiérrez Luna es presidente de la mesa directiva de la
Cámara de Diputados y virtual precandidato al gobierno de Veracruz; Manuel
Huerta es el superdelegado del gobierno federal y, tácitamente, los ojos, oídos
y brazos del presidente Andrés Manuel López Obrador en la entidad. Son sus
padrinos y con ellos negocia Juan Javier Gómez Cazarín la Junta de Coordinación
Política del Congreso de Veracruz. A cambio tendrá que entregar la mesa
directiva… Casi cuatro años después, el alcalde Carranza no deja de ser un
fiasco. Inauguró el Parque de los Héroes estando inconcluso, pues las obras
seguían luego de su apertura y hay áreas en las que los obreros continúan su
labor. Otro caso: sin la colorida flora, sin ser el pulmón que tanto alardeó,
Víctor Manuel Carranza Rosaldo corta el listón del Parque Central Miguel
Hidalgo en un día lluvioso, el cielo nuboso y gris, tras meses y meses en que
sólo se ha visto un terreno medio árido, nada parecido, nada semejante al sitio
arbolado del que habló, un paraíso de plantas en tonos rojos, azules, morados,
amarillos, y fondo verde, como se veía en la maqueta del proyecto. Y unas horas
después, tras un torrencial aguacero, el pulmón ecológico de Coatzacoalcos luce
como un chapoteadero, anegado, un auténtico estanque de patos. Víctor Manuel
Carranza llega al final como un rufián que hizo añicos la práctica del futbol
en el estadio Revolución y las canchas menores y el futbol rápido. Pero su obra
es un bodrio. Tantos años de espera para caer en lo de siempre: obras que se
inauguran estando inconclusas. ¿Quién puede creer que en el Parque Central
Miguel Hidalgo hay invertidos 70 millones de pesos, recursos de Pemex que no
pasarían una investigación de la Auditoría Superior de la Federación?…
Vasconcelos y Amado, en dos pistas. Al ex candidato priista por la alcaldía de
Coatzacoalcos, sólo le queda aterrizar la derrota con pataleos en los
tribunales electorales. Sabe bien que nada logrará. La elección no se revertirá.
Y Amado Cruz Malpica, el morenista que lo hizo pedazos, mejor habla de la
Cuenta Pública dictaminada por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado
de Veracruz y del Corredor Interoceánico, al que le apuesta su resto, en el que
cifra su esperanza de desarrollo, la palanca que atraiga inversión y haga de
Coatzacoalcos un polo de crecimiento económico como en los gloriosos años de la
petroquímica. Uno y otro, Vasconcelos y Amado, andan en pistas distintas. Uno
llorando la derrota y el otro construyendo el andamiaje para arribar al poder…
Sergio Guzmán intentando presidir el Congreso de Veracruz y su primo malandro
termina decapitado. En mala hora detona el escándalo, cuando el alcalde de Agua
Dulce se da cuerda imaginando que puede alcanzar la cúspide en la Legislatura
estatal y al terrible Eric Guzmán García, alias "Hulk”, se le ve,
literalmente, perder la cabeza a manos de una célula criminal. Tres videos
hechos circular en las redes sociales lo muestra confesando su participación en
el levantón a la empresaria Susana Carrera, en Coatzacoalcos, por no acceder a
pagar cuota, asesinándola y cercenándole la cabeza. En otra escena se observa a
la banda decapitando al “Hulk”, haciéndolo correr la misma suerte que su
víctima, una dama respetada y reconocida por su empuje empresarial, su
sencillez y su don de gente. Del malandro Eric Guzmán, primo del alcalde
morenista, hay un historial deplorable: robos, asaltos, levantones, ingresos a
la cárcel, en 2014, y su inexplicable liberación. Un día de 2016, un comando
llegó al hogar de su familia y ejecutó a su padre, Everardo Guzmán Martínez, y
Kevin Guzmán García, gemelo de Eric. Les metieron 27 tiros. Son las historias
que circundan la vida pública del alcalde de Agua Dulce, Sergio Guzmán
Ricárdez, un ex jefe policíaco con anécdotas nada recomendables, que lo
implican en protección a delincuentes. Y ahora un primo malandro decapitado por
decapitar a su víctima. El que a hierro mata… ¿Sabrá la esposa del juez que
aquel amorío con la bailarina exótica, estrella del Caballo Blanco, dejó
huella, una bella hija de la que la madre se valiera para el chantaje, miles y
miles de pesos al mes a cambio del silencio, de no desatar un escándalo en el
medio judicial, una extorsión a la que el juez se prestó? ¿Sabrá la esposa del
pícaro juez que el fruto de la infidelidad hoy reside en India y ya hecha una
mujer se da vida de reina? Una pista: el susodicho es tocayo de Cristóbal
Colón…
mussiocardenas_arellano@hotmail.com
https://mussiocardenas.com/informe-rojo/116474/y-gutierritos-le-robo-los-aliados-a-rocio-nahle
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