* Cifras que no reflejan el caos en Veracruz * El poder usado para reprimir * Gómez Cazarín le robó el corazón al gober * Monreal se la quiso a cantar a Cuitláhuac * Eusebia no sabe del Corredor Interoceánico y preside la comisión * Rompedero de calles de última hora en Coatzacoalcos * Hermano de la diputada Tania Cruz, fuera de Sener
Mussio Cárdenas Arellano | 24 noviembre 2021
Tribuna
Libre.-La
vedette está de fiesta. Anda eufórica. Quiere luces, reflectores. Quiere aplausos,
quiere la mirada de todo Veracruz. Anda plena, ciega, engañada, burlada, sin
ver el caos social, el baño de sangre, la terrible corrupción que corroe las
entrañas del gobierno, el abuso, el cinismo, la represión y la invención de
delitos, el asedio político y la proclividad a violar la ley.
Cuitláhuac García es la vedette. Es
exhibicionista al máximo. Y trae un mal esquizofrénico. Oye voces. Ve un mundo
irreal. Describe a un Veracruz en desarrollo, pujante, seguro. Ve el paraíso
donde hay un infierno. Ve paz donde los sicarios vacían el instinto animal. Oye
cánticos de ángeles sin advertir que no es el coro celestial sino el retumbar
de las ráfagas de las AK47, y supone que son odas los lamentos de los
torturados y el llanto de las madres que hurgan en la tierra buscando al hijo
del que no volvió a saber.
El gobernador es un divo y anda suelto.
Veracruz se incendia y él, con su banda, se pasea en El Torito, el turibus
descapotado, por las calles de Tlacotalpan, placeando y tirando saludos,
abrazos a la distancia como reina de carnaval.
Al burlesque lleva a Norma Rocío Nahle
García, matriarca de una de las pandillas de Morena que detentan el poder, esta
vez ostentando la representación presidencial. La corte atiborra El Torito.
Gozan, ríen y Cuitláhuac evade la realidad de Veracruz.
Su Tercer Informe es la visión de otro
Veracruz. Es perorata, show, demagogia, rasgos esquizoides. Es irrealidad. Más
farándula que acción.
A la vedette le urgía carpa y la montó. El
teatro Netzahualcóyotl fue escenario de un informe sin fuelle, sin empaque
político, la fábula de los otros datos, el retrato de un vulgar antidemócrata
que usa el poder para rendir culto al mesianismo obradorista; un pincelazo del
deplorable analfabetismo social de Cuitláhuac García, la fachada del tirano que
usa el aparato policíaco y la estructura judicial con fines de represión.
El informe de Cuitláhuac es como todo los
informes: muchas cifras y pocas nueces. Centra su argumento en el saneamiento
de las finanzas, descenso en la inseguridad y el combate a la pobreza. Y como
eje, la transformación.
El espíritu del lacayo queda ahí. La
transformación —dice— le permitió vencer la inercia del neoliberalismo; con recursos
suficientes, sin Fonden, se enfrentaron los estragos del huracán Grace;
disminuyó la deuda pública en más de mil 900 millones de pesos; la pobreza
extrema se redujo 2 por ciento; la inseguridad a la baja un 27 por ciento,
duplicando el número de policías en la Secretaría de Seguridad Pública.
Una tanda de números para ocultar el
desgobierno de Morena.
Vedettito no aludió al Veracruz real,
catalogado entre las seis entidades donde se generan mayor número de
“atrocidades”, de acuerdo con la organización no gubernamental Causa en Común.
Veracruz es líder nacional en secuestro desde
que el obradorismo detenta el poder. De diciembre de 2018 a octubre de 2021, en
Veracruz se interpusieron 729 denuncias por secuestro; en el Estado de México,
682; Ciudad de México, 319; Puebla, 173, y Morelos, 166. Esas son las cifras
reales, no las mafufadas de Cuitláhuac.
Veracruz es tercer lugar nacional en
feminicidio con 31 casos de enero a mayo de 2021, detrás de Estado de México
que registró 60 y Jalisco 36, y por encima de Ciudad de México que presentó 27
casos y Chiapas 24.
Las cifras son de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos, que advirtió que la Fiscalía de Veracruz maquilló el número
de casos, dejando de clasificar la muerte de mujeres como feminicidios y atribuyéndolas
únicamente a homicidios dolosos.
El maquillaje es propio de Cuitláhuac García.
Lo usa en Día de Muertos, cuando baila en las calles y se contonea, y como
estrategia para enmascarar la realidad violenta de Veracruz.
En 2020 se voló. Redujo el número de
feminicidios por decreto. La fiscal espuria, Verónica Hernández Giadáns, a la
que impuso con un golpe de estado perpetrado en el Congreso de Veracruz, es la
operadora del maquillaje de cifras.
Su tarea es por demás inmoral. En aquel año
se registraron 182 muertes violentas de mujeres pero la fiscal sólo acreditó 84
feminicidios. Otros 97 decesos fueron categorizados como muertes violentas de
mujeres y hubo un secuestro.
La farsa es tan burda que hasta la CNDH la
repudió. Una fanática del presidente López Obrador, Rosario Piedra, le entró a
arrancarle la careta al gobernador de Veracruz y a su fiscal espuria.
La violencia en Veracruz es el pan nuestro de
cada día. Y viene de dos fuentes: la de la delincuencia y la que ejercen los
cuerpos de seguridad contra la población. Y ya no se sabe quién es peor.
Al tercer año, los cárteles siguen de
plácemes. Atacan para conquistar territorios o para repeler la escalada de
bandas rivales.
La aprehensión de células del crimen
organizado son golpes tangenciales. Cae uno que otro líder delictivo y de
inmediato son sustituidos. Así, las estructuras delictivas permanecen y se
fortalecen.
Fuerza Civil, la agrupación de élite en
Seguridad Pública, acumula más negativos que aciertos. Prolifera el repudio de
la sociedad por los constantes atropellos, incluso el asesinato de dos menores
de edad en Amatlán de los Reyes, en la región montañosa del centro de Veracruz.
Y qué decir de la aprehensión de ciudadanos de Estados Unidos a los que les
sembró armas.
El informe de la vedette es un bodrio. Es una
danza de cifras a modo. Pero no es la realidad que los veracruzanos tienen que
sortear.
Hay un tema cumbre: el respeto a la mujer.
Cuitláhuac García lo exalta; Veracruz lo desmiente. Y otra vez la
esquizofrenia. Oye voces que le dicen que en el sexenio pasado desde el más
alto nivel, o sea Miguel Ángel Yunes Linares, se protegió la agresión a la
mujer, o sea lo que le imputan al ex secretario de Gobierno, Rogelio Franco
Castán, y que las propias hijas refutan.
No oye la vedette los lamentos de una mujer
que acusa penalmente al delegado de Sedesol federal, Manuel Huerta, ex líder
estatal de Morena, por violación. La denuncia cayó en en manos de la fiscal espuria,
Verónica Hernández Giadáns, y pasó a la congeladora. Sirvió para apretar a
Huerta y la dama no le hicieron justicia.
No escucha la vedette a decenas de empleadas
del gobierno de Veracruz, hostigadas por enfermos mentales que pululan en torno
al secretario de Gobierno, Eric Cisneros, acosadores sexuales a los que no se
les aplica la ley, que cambian de área para continuar hostigando a la mujer.
La vedette se maquilla. Baila y baila.
Declama, recita, aturde con su voz chiclosa mientras el caos social inunda a
Veracruz, mientras la corrupción devora a su gobierno, mientras endeuda y
endeuda pregonando —vaya contradicción— que paga deudas del pasado.
Hay otro factor, aún peor. Es el tema
político. Cuitláhuac García, su círculo rojo, sus operadores, Morena, abusan
del poder.
La vedette expresa que un rufián es su
operador. Sin Juan Javier Gómez Cazarín está incompleto. El abusivo líder de
Morena en el Congreso de Veracruz no sólo se roba las alcaldías y viola las
leyes, no sólo persigue y desafuera alcaldes, no sólo le roba la diputación
plurinominal a una integrante mujer de Morena. También le ha robado el corazón
a Cuitláhuac.
Son una banda de delincuentes con poder. 2021
dio la medida del uso del aparato judicial para reprimir políticamente. El 23 por
ciento de los candidatos asesinados durante el proceso electoral federal y
local, corresponde a Veracruz. La indefensión fue total. Y por lo menos tres
candidatos de oposición terminaron en la cárcel —Rogelio Franco Castán,
Gregorio Gómez y Nicolás Ruiz Roset—. A otros, como Jesús Uribe, quien aspiró a
la alcaldía de Las Choapas, le imputaron el crimen de un ex militar y está tras
las rejas en el penal Duport Ostión, en Coatzacoalcos.
No hay obra pública que valga cuando el
aparato de poder se usa para sembrar terror. Como en la máxima química, el
atropello a la ley ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Eso es la 4T.
Puede bailar la vedette. Puede danzar. Y
maquillarse, y declamar, y aturdir. Puede manotear y engallarse, imitar a López
Obrador, pero no puede ocultar el caos social.
La vedette, pues, ha rendido un informe
irreal.
Archivo
muerto
Monreal, que donde pega hiere, se la quiso a
cantar a Cuitláhuac. Vía video, el líder de la mayoría en el Senado, Ricardo
Monreal Ávila, repudia el abuso del delito de ultrajes a la autoridad para
encarcelar inocentes. Cita un caso, el de seis jóvenes detenidos en Xalapa
desde septiembre luego que se les aprehendiera sin violencia, sin oponer
resistencia, y luego se les imputó el delito favorito del gobernador de
Veracruz, con el que reprime y retiene tras las rejas al inocente. “Las
democracias modernas —acusa Monreal— no pueden permitir que se violen derechos
humanos de manera sistemática ni aislada de los ciudadanos”. Tuvo otra
expresión: “No queremos aceptar que se sigan fabricando a través de este delito
de corte penal, privando de su libertad a ciudadanos y ciudadanas”. Y lo
categorizó como el “delito de moda”. El golpe fue demoledor. Y la respuesta fue
sesgada y cobarde. La vedette de palacio se valió de un comentario en redes
sociales en que el usuario Ricardo Monroy le recomendaba a Monreal voltear la
mirada hacia la violencia en Zacatecas, gobernada por su hermano David Monreal.
Cuitláhuac García sólo retuiteó el mensaje y no agregó más. Este lunes 22 el
gobernador señaló que en Veracruz no se violan derechos humanos —ajá—, que no
va a permitir que los delincuentes se salgan con la suya —ajá— y que se hará
una revisión del caso —ajá—. Mientras, el titiritero mayor, Eric Cisneros, hizo
suya la frase de que el senador mejor voltee a ver lo que ocurre en Zacatecas,
donde media docena de personas apareció colgada de un puente. ¿Sabrán los
pigmeos el tamaño de político de Ricardo Monreal? ¿Habrán intuido por qué los
puso en la mira?… Eusebia Cortés no sabe una pizca del Corredor Interoceánico.
Habla y la cuestionan y la diputada local por Coatzacoalcos no tiene qué
responder. Su ignorancia es patética. Dice que el proyecto del Corredor
Interoceánico generará empleo, lo que cualquier político afirma; que se
instalarán empresas, lo que todos saben. Y de ahí no pasa. La mascota mayor de
Rocío Nahle García, secretaria de Energía, preside la Comisión de Corredor
Interoceánico Coatzacoalcos-Salina Cruz, y no sabe una jota de lo que ese
proyecto implica. Basta citar la entrevista que el periodista José Luis Ortega
Vidal le realizó y que es un compendio de incapacidad, ausencia de argumento,
trapecismo verbal sobre un tema crucial para el sur de Veracruz. Quien sí
conoce, quien sí sabe, es el diputado Luis Antonio Luna Rosales, que entre
otros cargos ocupó la Dirección General de la Administración Portuaria Integral
de Coatzacoalcos, con sobrada experiencia y conocimiento, pero a quien Morena
remitió a la secretaría de la Comisión que preside la docta Eusebia Cortés.
Habrá que verla si cuando sea cuestionada sobre su desempeño como legisladora,
no se le ocurre sacar la matraca o arengar como lo hacía saboteando el
transporte público bajo el pretexto de los gasolinazos… Quema lo último del
presupuesto el alcalde Víctor Carranza rompiendo calles y realizando
reparaciones de ínfimo nivel. Así por todo Coatzacoalcos, con calles en las que
por un bache de 30 centímetros terminaron quebrando y sustituyendo losas
completas. Reparan en tiempo récord y semanas después se vuelven a quebrar. Hay
evidencia por todo el primer cuadro de la ciudad, o frente a las oficinas de
Bienestar, o a unos metros de palacio municipal, o en el crucero cercano a la
delegación de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción. El área
comercial del centro de Coatzacoalcos es otro caos que asemeja a una zona de
guerra, el cierre de avenidas sin planeación, convirtiendo aquello en un
estacionamiento monumental. Son los últimos contratos del cuatrienio. Sabrá si
alcancen a liquidarlos o si el próximo alcalde, Amado Cruz Malpica, asumirá
funciones con parte de los recursos comprometidos. ¿No hacen exactamente lo
mismo que solían criticarle al PRI?… Una selfie le costó a Jonathán Cruz Santos
una andanada. Ahora se sabe que dejó su cargo en la Secretaría de Energía,
donde recaló gracias a su madrina, Rocío Nahle. Aquella selfie, con Johny Cruz
presumiendo su adscripción a la Sener, en el área jurídica, le valió una felpa
a Rocío Nahle. Acusado de haber tenido relación íntima con una joven menor de
edad de origen hondureña, el hermano de la diputada federal Tania Cruz Santos
paró en la cárcel en Coatzacoalcos. Luego llegó el cabildeo, las palancas
políticas, la presión a la familia agraviada, el padre de la joven reculando y
la liberación. Pero Jonathán Cruz siguió su proceso penal. Se le recuerda
también trenzado a golpes el día que iniciaba campaña Amado Cruz Malpica, hoy
alcalde electo de Coatzacoalcos. Y al final la selfie en la Sener. El acusado
de pederastia en la madriguera de la matriarca. Nahle cortó por lo sano y le
mandó a decir el tiempo le dará otra oportunidad. La memoria cuenta…
mussiocardenas_arellano@hotmail.com
https://mussiocardenas.com/informe-rojo/116497/la-vedette-rindio-su-informe
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