* Insta a Biden a investigar * La soberanía que invoca AMLO, para defender el “monopolio de la impunidad” * Políticos cómplices del crimen organizado * Bombas molotov contra la Policía estatal * El nieto de la alcaldesa de Nanchital, detenido * El pecado de Mendoza Chesty * Lilia Rivera se tuvo que ir * Gersaín ahora es El Tapete
Mussio Cárdenas Arellano | 21 enero 2022
Tribuna
Libre.- Unas
líneas, una carta, el índice de fuego de Bryan LeBaron sobre Cuitláhuac García,
sobre Eric Cisneros, sobre Cuauhtémoc Blanco remitiéndolos al estatus de
narcogobernantes en Veracruz y Morelos, por los indicios, las delaciones, la
evidencia, por servir al crimen organizado.
Una carta, 12 párrafos, el reclamo por la
inacción de López Obrador ante el baño de sangre. Y en ella Bryan LeBaron Jones
insta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a investigar los nexos del
gobernador de Morelos con los capos de células criminales, y al de Veracruz por
la traición del secretario de Gobierno de Veracruz, Eric Cisneros, al Cartel
Jalisco Nueva Generación y la protección al Cártel de Sinaloa.
Un sólido y largo argumento, demoledor,
exhibiendo el uso de la “soberanía” para garantizar la complicidad entre políticos
y criminales, para defender el “monopolio de la impunidad”.
Un llamado de LeBaron a Biden a hurgar en la
violencia mexicana, a indagar, vía sus agentes y la coordinación con el
gobierno federal, el actuar de políticos “que puedan ser cómplices del crimen
organizado”.
Y los categoriza: “muchos de los que
gobiernan son criminales ambiciosos que sólo provocan violencia y derramamiento
de sangre”.
Sacudido por el misil, López Obrador
reacciona como López Obrador. Apela al barullo de la virtud, a la fábula de la
honestidad, al ruido mañanero para sacudirse la sospecha, invocando, por
enésima vez, el rollo de la soberanía. Eso, apunta, sólo le compete al Estado
mexicano.
Cuitláhuac también se retuerce. “El que nada
debe, nada teme”, dice con su limitada, exigua capacidad intelectual. Que nos
investiguen. Que vengan a Veracruz. Y que investiguen a los ex gobernadores
Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares por el crecimiento de
los cárteles en sus días de poder.
Pero ni López Obrador es puro y cándido, ni
el gobernador de Veracruz se sacude la sombra de sospecha.
La perorata del presidente no desactiva el
misil. El misil lo arrasa. Las líneas, el texto, el dedo en la llaga con que
Bryan LeBaron insta a Biden a abordar la violencia en México como un tema de
“seguridad binacional” son pólvora en los cimientos de Palacio Nacional.
Párrafo a párrafo la carta describe el
binomio violencia-corrupción, la muerte y la impunidad, el que jala el gatillo
y el político que no aplica la ley. O el político cómplice, el que brinda
protección.
Bryan invoca la tragedia de los LeBaron, la
masacre de tres mujeres y seis menores en Bavispe, Sonora, acribillados por un
comando narco, cosidos a balazos y luego incendiados los vehículos en que se
movían. Una de las víctimas era su prima. Varios de los niños, sus sobrinos.
“Hasta la fecha ninguna persona ha sido
sentenciada por el asesinato de nuestros seres queridos”, apunta enfatizando en
la impunidad.
Y toca
a Morelos y Veracruz:
“Hace apenas unos días se dieron a conocer
hechos que ilustran un probable nexo entre mortíferas organizaciones criminales
transnacionales y altos funcionarios gubernamentales en los estados mexicanos
de Morelos y Veracruz.
“El primer caso se trata de una fotografía
difundida que muestra al gobernador del estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco
Bravo, posando con tres conocidos cabecillas del cártel, así como la aparición
de narcomantas o grandes carteles que se colgaban en lugares públicos,
detallando la relación entre el señor Blanco Bravo y el crimen organizado”.
Cita el episodio de los nueve cuerpos sin
vida que “aparecieron desnudos y empapados de sangre a un costado en una
carretera del sur de Veracruz, junto con un mensaje dirigido al secretario de
estado de la misma entidad, Eric Cisneros Burgos, político cercano al
gobernador del estado de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, acusándolo de ser
traidor al CJNG, a favor de trabajar y apoyar a sus rivales, el Cártel de
Sinaloa. Como de costumbre, no hay señales de que se esté llevando a cabo una
investigación seria por parte de las autoridades estatales y federales”.
Categoriza el informe de Human Wright Watch
sobre tortura, secuestro, violencia y asesinato en México en 2021, como
“alarmante”. Y “aunque la administración actual en México trata de pintar un
panorama diferente cada mañana, las estadísticas reales y las familias en duelo
cuentan una historia diferente”.
LeBaron ataca el argumento obradorista de la
soberanía para mantener la bendición sobre el crimen organizado:
“El argumento de la soberanía nacional se ha
convertido en el pretexto perfecto para garantizar la complicidad que existe
entre las autoridades y los criminales en México.
“Le cierran las puertas al mundo para
defender su ‘monopolio de impunidad’ criminal, mientras se multiplican los
muertos, los cárteles, la droga y la corrupción”.
La respuesta a una crisis internacional,
sostiene Bryan LeBaron, requiere una respuesta internacional. “Realmente no
podemos hablar de una verdadera soberanía mexicana, cuando muchos de los que
gobiernan son criminales ambiciosos que sólo provocan violencia y derramamiento
de sangre. Es hora de que hablemos seriamente de la Seguridad Binacional”.
Y
vuelve a tocar el tema de Morelos y Veracruz:
“Señor presidente, le pido solicite a las
agencias estadunidenses correspondientes que investiguen a fondo lo que está
ocurriendo actualmente en Morelos y Veracruz, así como cualquier otro caso en
el que los funcionarios puedan ser cómplices del crimen organizado.
“El presidente López Obrador intentará
negarlo, pero los hechos son claros. La mayoría de las drogas ilegales que
ingresan a Estados Unidos llegan a través de México. Estados Unidos produce las
armas y los cadáveres son ‘Hechos en México’.
“Las consecuencias internacionales descritas
en su memorandum son muy reales y es hora de que ambos gobiernos tomen medidas
concretas para hacer frente a estas organizaciones criminales trasnacionales y
los políticos corruptos que trabajan para ellas”.
Doce párrafos describiendo el narcoestado
mexicano, los narcogobiernos de Morelos y Veracruz, los téntaculos del narco
que atraparon a Cuauhtémoc Blanco, gobernador morelense, exhibido con la
fotografía en que posa sonriente con Homero Figueroa, alias La Tripa, cabeza de
la organización criminal Comando Tlahuicas; Raymundo Isidro Castro, alias El
Ray, en ese entonces líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en
Morelos, asesinado en octubre de 2019 en un riña en el penal de Morelos, e
Irving Eduardo Solano, alias El Profe, líder del Cártel Guerreros Unidos.
Doce párrafos, un alegato y el episodio de
los nueve ejecutados en Isla, Veracruz, y el narcomensaje que advierte a Eric
Cisneros que la Cuenca del Papaloapan es territorio del CJNG. Y el video en que
el sobrino cuenta, detalle el rol del secretario de gobierno de Veracruz, las
20 armas largas y cinco armas cortas, los dos kilos de cocaína y 40 de
marihuana y los 5 millones de pesos para reclutar sicarios y vendedores “para
calentar la plaza”.
Bryan LeBaron no es un profeta pero acertó en
la reacción que tendría Andrés Manuel. Lo va a negar, dijo. Y el presidente lo
negó.
No es pitoniso pero adivinó la argucia de
López Obrador invocando la soberanía. “El argumento de la soberanía nacional
—decía— se ha convertido en el pretexto perfecto para garantizar la complicidad
que existe entre las autoridades y los criminales en México.
“Le cierran las puertas al mundo para
defender su ‘monopolio de impunidad’ criminal, mientras se multiplican los
muertos, los cárteles, la droga y la corrupción”, definió.
López Obrador lo lee y se engalla. Cuitláhuac
parlotea. Cuauhtémoc Blanco se indigna. Y el que apenas se defiende es Eric
Cisneros.
“El que nada debe, nada teme”, pregona
Cuitláhuac García.
“El que nada debe, nada teme”, expresaba
Javier Duarte antes de dejar la gubernatura. Y paró en la cárcel.
Así sonría, Eric Cisneros sabe que la DEA lo
tiene —los tiene— en la mira.
Archivo
muerto
Al filo de las 10 de la noche, el lunes 10,
detonó una bomba y los malosos se hicieron sentir. A las puertas de la Policía
Estatal, en lo que fuera el penal de Palma Sola, hoy sede del destacamento, se
escuchó el estruendo. El fuego alcanzó a tres patrullas, estacionadas sobre la
calle Del Penal. Con súbita reacción, varios elementos policíacos se aprestaron
a sofocar las llamas. Como pudieron lo hicieron y trasladaron los vehículos al
interior. No acudió Bomberos. No llegó Protección Civil. No hubo acción de la
Fiscalía estatal. Lo que sí fue el delito en que incurrieron los mandos y la
tropa de Seguridad Pública de Veracruz que alteraron la escena de un hecho de
violencia. Nadie acordonó el sitio. Se perdieron datos de prueba. Se esfumó la
evidencia. Hay delito por violentar la escena del hecho judicial. Y la Fiscalía
Regional ni se inmuta. Se sabe que dos individuos a bordo de una motocicleta
lanzaron los artefactos explosivos y nada más. Una vez más, Coatzacoalcos y las
bombas molotov… Esmeralda Mora se quema en los fuegos propios y hasta en los
del nieto. Farit Yael “N” conducía con exceso de velocidad. La Guardia Nacional
le marcó el alto. Inició la revisión. Hallaron discrepancia en el número de
motor. Le imputaron que había sido remarcado. El vehículo, una camioneta
Chevrolet Tahoe, modelo 2016, color negra, con placas de circulación YJB468A,
no presentó reporte de robo. Por la presunta alteración en el número impreso en
el motor, Farit Yael “N” fue detenido y sujeto a interrogatorio en la Fiscalía
estatal en Nanchital, donde Esmeralda Mora Zamudio es presidenta municipal por
accidente electoral, porque el PRI rompió la alianza con el PAN y PRD y dividió
el voto. A cambio, el líder de la Sección 11 del sindicato petrolero, Ramón
Hernández Toledo, retuvo el control de la organización con el visto bueno del
obradorismo. Esmeralda Mora ganó la elección por 70 votos sobre Fuerza por
México, dejando atrás al PRI y al PAN y entonces el nieto dijo “de aquí soy”.
Esmeralda Mora es el callo de Rocío Nahle. Donde la coloca, le provoca dolor.
En el Instituto Municipal de la Mujer de Coatzacoalcos solía agraviar a la mujer.
Recuérdese el día que compartió un meme en su cuenta de Facebook donde se
observaba el rostro de la diputada local Eva Cadena Sandoval, entonces
morenista, con cuerpo de perro, cargada por el ex gobernador Miguel Ángel Yunes
Linares. Su hija, hoy directora del DIF municipal en Nanchital, Karla Rosas
Mora, madre de Farit Yael, apareció en la nómina del ayuntamiento de
Coatzacoalcos cuando Esmeralda era funcionaria y existe un caso de agresión a
una mujer embarazada. Al amparo de Rocío Nahle, el Clan Mora arrasa con lo que
halla a su paso, así salpique a quien les da poder. Ahora le tocó a Farit Yael,
detenido por la Guardia Nacional… Carlos de Jesús Mendoza Chesty tiene un
pecado guardado en su Caja de Pandora. Es de tipo profesional. Tiene que ver
con la honestidad, con la probidad, con la congruencia. Siendo director de
Auditoría y Revisión Financiera del Congreso de Veracruz, no vio, no revisó, o
lo vio y no pudo hacer nada, o no le permitieron alzar la voz, pero lo cierto
es que no documentó un hallazgo sui generis: un desvío de 300 millones de
pesos. Y con un agravante: se trata de recursos federales. La Auditoría
Superior de la Federación detectó el faltante en la partida 4000, referente a
lo entregado por la Federación al Congreso de Veracruz, que es la mitad de los
recursos que manejó en el ejercicio 2020. El detalle lo dio el periodista
Arturo Reyes Isidoro en su columna Prosa Aprisa, el 10 de febrero de 2019.
Mendoza Chesty era un funcionario clave, responsable de observar la aplicación
de recursos. Y no actuó. O su jefe mayor, el diputado sátrapa Juan Javier Gómez
Cazarín, lo instruyó a mirar y callar. Hoy, Carlos Mendoza Chesty es secretario
de Desarrollo Económico en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. A ver si no pierde
de vista otros 300 millones de pesos. En política, los pecados de omisión son
pecados de corrupción… Hasta el último segundo, Lilia Rivera se aferró al cargo
y finalmente se fue. Días antes de concluir la nefasta gestión de Víctor Manuel
Carranza Rosaldo, hizo cambiar la cerradura de su oficina. Era directora de
Cultura y Turismo municipal y responsable de la obra del Parque de los Niños
Héroes, que presenta severos daños, errores técnicos y tufo a corrupción. Quiso
repetir en Turismo. Soñó. Pretendió ser directora del Instituto Municipal de la
Mujer (IMM). Soñó. Amado Cruz Malpica, el nuevo alcalde de Coatzacoalcos, no le
dio entrada. Ni en Turismo ni en el IMM. Como llegó se fue. Tres años vegetando
en la nómina municipal, pues Coatzacoalcos en turismo está en cero. Queda por
verse cómo le va a doña Lilia Rivera Sandoval en la revisión de la
entrega-recepción. Hay materiales que nadie explica qué destino tomaron… Tan
comedido anda Gersaín Hidalgo con el alcalde Amado Cruz Malpica que en su
gremio ya lo retratan como el nuevo tapete de la presidencia municipal. “El
Tapete” pone a la disposición el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio
del Municipio de Coatzacoalcos, antes SUEM. “El Tapete” se tira al piso. “El
Tapete” se ve servil. Al “Tapete” le da por el cachondeo verbal. Ya sólo resta
que pase Amado y se limpie los zapatos en “El Tapete” y Gersaín se lo va a
agradecer…
mussiocardenas_arellano@hotmail.com
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