* López Obrador se desmorona por el caso José Ramón * Tres semanas dando palos de ciego * Loret lo puso loco * Riesgo de cárcel sobre Víctor Kidnie y el clan Chagra * Zafarrancho entre policías de Coatza * 449 uniformados violaban la Ley de Armas * Tsunami de sangre en Coatza * Es notario público, drogadicto y golpeador de mujeres
Mussio Cárdenas arellano | 18 febrero 2022
Tribuna
Libre.- Es
Loret de Mola, y Latinus, y Mexicanos Contra la Corrupción, que no sueltan a
José Ramón, atizando la hoguera, desollando a Andrés Manuel, extrayendo la hiel
del narciso, la agresión y la calumnia, la actuación teatral, lágrimas de ganso
llorón, hasta verlo hundirse más y más.
Es Carlos Loret de Mola y son las voces
críticas —prensa y redes sociales— que no cesan de hurgar, vaciar ácido en la
herida, en la carne expuesta. Es el enigma que atormenta a López Obrador: cómo
explicar la vida de lujos de su hijo mayor, la opulencia, la presunción de
conflicto de interés, el influyentísimo, contratos entre Pemex y la petrolera
Baker-Hughes con tufo a corrupción.
Son Loret y los medios, columnistas y
activistas, Telemundo y Washington Post, unos exhibiendo la vena autoritaria
del presidente de México, el rostro sin máscara, el odio en la lengua,
devastado y extraviado ante la revelación de la vida del pachá, y otros
retratando al dictador en ciernes, el que ataca a los medios mientras los
periodistas en México son asesinados.
La guerra va en su tercera semana. El
presidente habla, infama, difama, acusa, personaliza el ataque en Loret de Mola
y no desmiente uno solo de los argumentos del reportaje que evidenció que el
junior de López Obrador es un aspiracionista brutal, de gustos millonarios, con
el perfil de esas lacras neoliberales que tanta náusea le causa, supuestamente,
a papá.
La guerra avanza y José Ramón López Beltrán
ya tiene chamba, dice. Cuenta —ser cuentero le viene de familia— que trabaja
como asesor legal en la empresa Kei Partners, asentada en Houston, Texas. Su
pareja sentimental, Carlolyn Adams, afirma que nunca supo que el dueño de la
primera casa en que vivieron, precisamente en Houston, era el ejecutivo de
Baker-Hughes y que la contratación del arrendamiento se realizó mediante una
inmobiliaria.
Se tardaron 17 días en reaccionar. O en armar
la coartada. Y la coartada los terminó de empinar.
Sobre José Ramón se precipita una tormenta.
Minutos después de fijar su postura y reclamar respeto a su vida privada, en
las redes sociales lo destrozan. Se conoce que Kei Partners es una inmobiliaria
especializada en desarrollos de lujo, cuyos propietarios son los hijos de
Daniel Chávez, asesor empresarial de López Obrador en la construcción del Tren
Maya. Otro conflicto de interés.
Y el presidente lo acepta. López Obrador
niega el conflicto aduciendo que Daniel Chávez sólo ayuda, sin cobro alguno.
Falso. El conflicto de interés existe por tratarse de un representante del
presidente de México en una obra construida con recursos públicos, cobre o no.
Y la tormenta no cesa. López Beltrán arguye
que labora en Kei Partners desde 2020 cuando el gobierno norteamericano le
concedió la visa de trabajo. Falso. El príncipe babas no figura en el registro
de abogados certificados en Texas, requisito para poder ejercer la abogacía.
Su desliz no sólo es imprudente. La
certificación para contar con licencia para fungir como abogado implica
revalidar estudios, la homologación de título y un examen ante la dependencia
respectiva. Ejercer las leyes sin cumplir con la norma, en Estados Unidos es
delito grave.
Carolyn Adams también es actriz. Exhibe
conversaciones en WhatsApp con José Ramón, incluidas las consideraciones del
agente inmobiliario que gestionó el arrendamiento de la Casa Gris de Houston.
En ellas se advierte el tono preocupado del hijo del presidente por el costo de
la renta. La señora no tiene tanto dinero, como apuntaba López Obrador.
Persiste, pues, la sospecha de que el
ejecutivo de Baker-Hughes haya prestado la Casa Gris, cuyo valor se establece
en 20 millones de pesos, a cambio de la ampliación de los contratos de esa
firma con Petróleos Mexicanos hasta alcanzar los 20 mil millones de pesos.
Telemundo quiso profundizar en el tema,
acudió al edificio en que presuntamente labora José Ramón López Beltrán en Kei
Partners, en Houston, y no halló la oficina. Nadie dio razón de la firma.
La firma activa una página en internet y
agrava el caos. Usa imágenes y videos con derecho de autor. Es un plagio y el
“asesor legal” no alertó.
Y Andrés Manuel se desfasa. Y enloquece. Y se
desmorona.
No es Latinus el enemigo. No es Mexicanos
Contra la Corrupción y la Impunidad. No son el hijo y yerno de Roberto Madrazo
Pintado, propietarios de Latinus, el centro de su ataque. Ni Claudio X.
González, primer presidente de MCCI. Su padre encabeza el grupo empresarial que
alcanzó su plenitud en el salinismo y que auspició campañas contra López
Obrador.
Centra López Obrador el ataque en Loret de
Mola. Lo tilda de corrupto, mercenario, conservador, “ni periodista es”, el de
los montajes, el de García Luna y el caso Florence Cassez. Si bien Loret de
Mola no fue el autor del reportaje exhibiendo la Casa Gris de José Ramón López
Beltrán sino dos reporteros de MMCI y uno de Latinus, su mano está ahí.
El ataque es el tema del día. Incluye
adjetivos y un ráfaga de amenazas. AMLO niega el conflicto de interés. “No hay
nada”. Niega las pruebas que sustentan el reportaje. Niega la realidad. Niega
que Baker-Hughes sea empresa consentida en el obradorismo mientras el director
de Pemex, Octavio Romero Oropeza, acude a la conferencia mañanera y exhibe una
lista de contratos que documentan que Latinus y MMCI se quedaron cortos. Son 20
mil millones de pesos para Baker-Hughes en obras y servicios, incluida la venta
de compresores y turbinas a la refinería de Dos Bocas.
El ataque va más allá. Andrés Manuel muestra
una lista de presuntos pagos a Loret de Mola en Televisa, El Universal,
Latinus, Radiópolis (W Radio) y Washington Post. En suma, 35 millones 200 mil
pesos anuales. Hasta poco sería viendo cómo enloqueció al presidente.
Loret ríe. Y se alarma. Dejó de trabajar en
Televisa desde 2019 pero el presidente afirma que recibió 11 millones de pesos
en 2021. La prensa crítica, defensores de derechos humanos, opositores,
activistas de la libertad de expresión, Artículo 19, Sociedad Interamericana de
Prensa, alertan: la exhibición de salarios de un periodista es un ataque a su privacidad.
La vulnerabilidad de Loret de Mola crece
peligrosamente. Ningún otro presidente, ni siquiera Luis Echeverría, había
generado un ambiente tan hostil, tan infame, tan convulso hacia la prensa
crítica.
El debate sirve a la democracia, se excusa López
Obrador. Eso es un sofisma. El debate es José Ramón, no Loret sus lujos. Es su
deplorable opulencia, su infame vida de oropel que aniquila el discurso hueco
de la medianía, la austeridad con que Andrés Manuel engaña a sus fans.
El debate es el menaje, no el mensajero. El
debate es el conflicto de interés del hijo del presidente con Baker-Hughes por
usar la Casa Gris, propiedad de un alto ejecutivo, mientras Pemex le amplía
contratos a la firma hasta alcanzar pagos por 20 mil millones de pesos.
El debate es, también, la legalidad o no con
que se conduce José Ramón en su rol de abogado, sin estar inscrito en el padrón
de litigantes en Texas, si paga impuestos en Estados Unidos o si se expone a
una persecución judicial.
Al presidente lo tunden en las redes
sociales, en la prensa escrita, en radio y televisión, en México y el
extranjero. Es el pendenciero que siendo presidente viola la Constitución, la
Ley de Protección de Datos Personales, que expone a Loret de Mola a ser carne
de cañón del crimen organizado.
Y no se detiene. Ofrece exhibir las
propiedades de Loret de Mola. Envía una carta al Instituto Nacional de
Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales para
que por la vía oficial se revelen los ingresos del periodista en un
contrasentido total. El INAI lo batea. Los datos de los particulares están
protegidos por ley. Advierte, pues, que como ciudadano lo hará.
La mayor crisis de López Obrador inició con
Loret de Mola y se trasladó al gremio periodístico, a los activistas, a las
voces que reclaman, a la sociedad.
Reporteros acreditados en el Senado boicotean
una conferencia de prensa del grupo de Morena. Otros protestan en la Cámara de
Diputados. Andrés Manuel se desmorona, convertido en el presidente que más
insulta, que más ataca, que agrede a diario al periodismo. Y el repudio crece.
Y entonces le queda el show. Mal actor, de
cara a la nación, desde el púlpito de la conferencia mañanera, recuerda el
hostigamiento que sufriera en los años 90, la vulnerabilidad de sus hijos,
entonces pequeños, el sobrevuelo de los helicópteros. Y derrama lágrimas… de
cocodrilo.
Arruga el rostro, se entrecorta la voz, hace
una pausa. Mal actor. La victimización es un fiasco.
Se irrita, estalla, calumnia, mal actúa,
lloriquea… y se hunde más.
Archivo muerto
Nubarrones y riesgo de cárcel sobre Víctor
Kidnie y, de paso, el clan Chagra. Uno de los suyos, William Israel Zapata Cortés,
fue inoculado con el virus de la traición. Suelta nombres, cifras, cuentas
bancarias, pistas que permitan acreditar y reconstruir el bárbaro
enriquecimiento del caciquín petrolero, zar sindical en la Sonda de Campeche.
Cuenta el periodista Alejandro Pérez Arrocha, en Red Informativa Peninsular,
los alcances de la delación y el efecto que tendrá en Mili Chagra, señora de
Kidnie y ex número uno del fidelismo en Veracruz, “pues a través de ella y de
su familia se desviaba el dinero de las cuotas sindicales y aportaciones de los
agremiados de la sección 47”. Agrega Pérez Arrocha: “La información que ha
entregado el aún tesorero, William Israel Zapata Cortés, a las autoridades,
podría servir para, por fin, poner tras las rejas al corrupto líder petrolero y
al clan Chagra Nacif, por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, extorsión,
fraude, venta ilegal de fichas, plazas, plantas y ascensos”. William Zapata es
parte de la mafia petrolera, embarrado en el manejo financiero de la
organización y aspiraba a ser secretario del interior en la Sección 47 y puente
con el gobierno de la campechana Layda Sansores San Román. Pero la elección fue
anulada. Kidnie, que nunca cejó en su empeño por ser el relevo de Carlos Romero
Deschamps, sin lograrlo, hoy ve en el ascenso de Ricardo Aldana Prieto al
liderazgo nacional una inminente debacle. Ricardo Aldana es cómplice de Romero
Deschamps en múltiples tropelías, incluyendo el Pemexgate y la construcción de
casas con recursos de Pemex. Así pues, la mafia de Romero Deschamps permanece
en el poder con la venia del presidente Andrés Manuel López Obrador, sabido el
contubernio entre el STPRM y Morena desde la elección federal de 2015. Unos
pusieron los votos, el otro el encubrimiento. Viene la purga. Quitan unos lodos
y se quedan otros. Y a Kidnie, y de paso a los Chagra, se les dibuja un
escenario judicial que tocará contratos, negocios y componendas que fueron
auspiciados por el “cuñado cómodo”… Tanto presumió el ex alcalde Carranza a su
Policía Municipal, y andaba ilegal. Lo estridente es el zafarrancho entre
elementos, la agresión del ex director interino, Jorge Quijano, a un uniformado
y la reacción de la tropa echándolo del “Nido” a empujones, el
dime-que-te-diré, la aprehensión de Quijano, siendo esposado, tirado al suelo,
insultado y golpeado; y al final, conducido a la sede policíaca acusado de
ultrajes a la autoridad. De nada le valió aducir ser miembro del Ejército. Le
cobraron lo soez, el trato altanero, intentar ejercer el mando sin portar
uniforme. La escena en que se le ve pecho a tierra, las manos en la espalda,
esposado, luego cargado y llevado al ex penal de Palma Sola para ser
encarcelado, escandalizó. Lo no estridente es peor. Por años, Víctor Manuel
Carranza, la lacra que Morena impuso en la alcaldía de Coatzacoalcos, presumió
la conformación de la Policía Municipal, su entrenamiento, su capacitación, su
CERTIFICACIÓN. Y operaban fuera de la ley. Llegó Luis Enrique Barrios Ríos, el
nuevo director, cuestionadísimo por sus antecedentes en el operativo Blindaje Coatzacoalcos
durante el duartismo, que batió récord en desaparición forzada, y halló a 449
policías con irregularidades, 295 de ellos con armas sin licencia y 154 en
trámite. Sólo 105 cumplían con la norma. Y los desarmó. ¿Qué hará la Secretaría
de la Defensa Nacional ante algo tan grave? Policía Municipal con armas fuera
de norma, quizá reglamentarias pero sin licencia o con licencia en trámite.
Coatzacoalcos con una Policía, la del nefasto Víctor Carranza, el invento de la
secretaria de Energía, Rocío Nahle García, portando armas sin ajustarse a ley.
No se trata de que los vuelvan a armar. Se trata de abrir una indagatoria, que
se deslinden responsabilidades y que los enfrenten a la ley… Un tsunami de
sangre en Coatzacoalcos. Y el gobernador, Cuitláhuac García, pregonando que
vamos bien. Primero fue José Francisco “N”, joven de 24 años, quien se hallaba
en su hogar, en la calle Ardillas, colonia Gaviotas, golpeado hasta perder la
vida; después, Juan Alberto Casiano, gerente del restaurant Capital, a quien balearon
sobre la avenida 18 de Marzo; el tercero fue Adolfo “N”, quien se hallaba en su
domicilio de Andador Río Tempoal, colonia El Tesoro, al que un individuo le
disparó en cinco ocasiones, muriendo al llegar al hospital; uno más, Luciano
Antonio García Cortés, en el restaurante Alitas El Webas, a quien un sicario lo
ejecutó mientras cenaba plácidamente; el quinto, Salim Antuán Contreras
Balderas, en el Café Cantina del hotel Brisa, presuntamente; este último había
sido director de Mercados, líder de la CNOP del PRI en Coatzacoalcos, en una
ocasión tiroteado en la colonia Puerto México, saliendo ileso, dedicado a la
venta de automóviles con problemas de documentos, y sexto, el doble crimen de
madre e hija, ésta previamente ultrajada, en la colonia Héroe de Nacozari,
hecho que escandalizó a la sociedad. La violencia manda. La delincuencia
ordena. Y el gobierno de Cuitláhuac García se halla pasmado, rebasado, ínfimo
ante el baño de sangre… ¿Quién es ese notario público, consumado drogadicto,
que no cesó de propinarle palizas a su esposa, proferir amenazas y hostigarla
psicológicamente hasta que la joven dama lo denunció? El caso está plenamente
documentado en un expediente en la Dirección de Notarías y Registro Público de
la Propiedad del gobierno de Veracruz, y más que preocupar, prendió intensas
alarmas. Una pista: el notario golpeador es del sur y su padrino fue un
poderoso magistrado durante el yunismo azul. Hay más…