*Especialistas en elecciones explican que además de inviable, la iniciativa del presidente es riesgosa porque busca vulnerar la autonomía del órgano electoral.
Ciudad de México | 26 abril 2022
Tribuna
Libre.- La
propuesta de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador no
busca fortalecer las reglas y procedimientos electorales sino someter al
Instituto Nacional Electoral (INE), lo que representa un riesgo para la
democracia que hace más de 40 años se ha impulsado en México, alertan expertos.
La reforma política de 1977 representó un
"parteaguas" en la vida política del país y un punto de partida hacia
la transición democrática, pues a partir de ella se han impulsado las de 1986,
1989-90, 1993, 1994, 1996, 2007, 2008 y 2014. Sin embargo, la falta de
credibilidad en los comicios ha permitido que prácticamente en cada sexenio se
impulse una reforma político-electoral. Así ha sucedido en las administraciones
de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de
Gortari; tan solo con este último hubo tres.
El coordinador parlamentario de Morena,
Ricardo Monreal Ávila, dijo que es probable que la siguiente semana, el
presidente Andrés Manuel López Obrador presente al Congreso de la Unión las
iniciativas que anunció en materia político-electoral y sobre la Guardia
Nacional.
Y es que previo a la consulta de revocación
de mandato del 10 de abril, el presidente anunció lo que sería la esencia de su
iniciativa de reforma: acabar con los llamados "acuerdos cupulares
"en la designación de consejeros y magistrados electorales, así como
reducir el costo del aparato electoral.
“Que se elijan de manera directa, con voto
directo y secreto. El pueblo va a elegir de manera directa, se acabó lo de los
acuerdos cupulares, contrarios al interés del pueblo”, estableció el
presidente.
Expertos consultados por Expansión Política
consideran que la iniciativa de reforma del presidente atenta contra logros de
la democracia al querer debilitar al INE, amén de que es peligrosa al proponer
elegir a consejeros y magistrados por voto; inviable porque no cuenta con la
mayoría calificada para concretarla y busca distraer la atención de los
problemas por los que atraviesa el país.
“El presidente está proponiendo reducir los
diputados de representación proporcional, quitarles presupuesto a los partidos,
debilitar al INE que eso ya lo había adelantado. De aprobarse lo que propone le
va a dar mayor poder al presidente y a Morena. La reforma electoral es
innecesaria, pero lo que preocupa es qué hace la oposición porque sigue sin
aparecer”, sostiene Javier Rosiles, analista político.
Desde hace años, López Obrador mantiene un
enfrentamiento con el INE. Y como presidente ha redoblado esos ataques contra
el órgano electoral e incluso propuso que éste formara parte del Poder
Judicial, para poder contar con un verdadero "Poder autónomo,
independiente, con gente íntegra, honesta, intachable, pero no lo que estamos
ahora padeciendo".
En respuesta, el consejero presidente del
INE, Lorenzo Córdova, ha expresado que una reforma debe contemplar mejoras al
sistema electoral, pero si implica perder lo avanzado no "vale la
pena".
"¿Conviene una reforma electoral? Si es
para mejorar nuestro sistema, si implica amplios consensos que incluyan a todas
las fuerzas políticas, si es una reforma, pues, para mejorar la democracia,
adelante; si no, no vale la pena", aseguró.
Es el INE al que el presidente López Obrador
ha acusado de permitir “el fraude de 2006”, al que señala de boicot y califica
de antidemocrático por no promover y obstaculizar la consulta de revocación de
mandato. Es al INE al que acusa de ser el más costoso y de no garantizar
elecciones limpias, al que criticó de ser un atentado a la democracia por
retirar las candidaturas a gobernador de Michoacán y Guerrero de Raúl Morón y
Felix Salgado. Es al INE al que señala de parcial.
“El diseño institucional de cómo llegan los
consejeros los pone en una situación de negociación con los partidos políticos
y en esa medida pues difícilmente se les puede pedir que sean neutrales,
entonces eso genera un enfrentamiento”, explica Rosiles.
Debilitar al órgano electoral, consideran los
expertos, es un foco rojo para la democracia en México, pues es gracias al IFE
y ahora INE que se han logrado realizar “elecciones de calidad”.
Otra de las propuestas que incluiría la
iniciativa de reforma electoral es la reducción o eliminación de legisladores
de representación proporcional, los conocidos como plurinominales.
“Es reducir, nada más que todavía estamos en
el análisis si quedan nada más legisladores electos, se está viendo eso. Pero
de qué va a haber una disminución, sin duda”, agregó López Obrador.
Para el experto en temas legislativos y
profesor de la UNAM, José Luis Camacho, querer disminuir la representación
proporcional y poner la materia electoral al voto popular es un despropósito.
“Hay prohibición expresa en la Constitución
para que los temas electorales no vayan a consulta ciudadana, es decir que no
lo decida el pueblo por voto porque los parámetros para una decisión sería la
simpatía o las propuestas, pero un funcionario en materia electoral, lo que
tiene que ofrecer es el cumplimiento de la norma, la impartición de justicia”,
refiere.
El presidente López Obrador ha adelantado que
propondrá que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial integren una lista
con 20 candidatos (10 mujeres y 10 hombres). Posteriormente, se hará pública la
lista con los 60 nombres y quien obtenga el mayor número de votos, será el o la
presidenta del órgano electoral autónomo.
Sin embargo, esa forma de designación podría
conllevar riesgos. Javier Rosiles afirma que si los consejeros se eligen a
través del voto popular, se caería nuevamente en lo que el presidente intenta
evitar: las cuotas.
“El riesgo está en que el presidente pudiera
tener el control del INE, de que tenga injerencia en la designación de
consejeros… Me parece que se le quiere poner al ciudadano una carga que más
bien busca legitimar una decisión que no estaría en la ciudadanía, sino que
estaría en negociaciones, es decir, el modelo estaría peor que el actual”,
sostiene.
Camacho Vargas considera que la iniciativa
del presidente se da como una distracción a los problemas que enfrenta el país:
“La falta de resultados en el gobierno, en el ámbito que veamos, como social,
económico, salud, seguridad. Como no hay nada positivo, trata de distraer la
atención”.
Dada la composición de la Cámara de
Diputados, en la que Morena y sus aliados no cuentan con mayoría calificada,
los expertos consultados advierten un escenario complicado para la aprobación
de la iniciativa que será mandada por el Ejecutivo Federal como la segunda
iniciativa de reforma constitucional en su segundo trienio.
“Actualmente, creo que será muy difícil se
apruebe una reforma electoral. No sabemos si la oposición logrará mantenerse
unida —como podría suceder con la reforma eléctrica— pero sí es claro que sería
prácticamente un suicidio para los partidos de oposición el aprobar reformas
regresivas y en las que perderían, cómo reducir la representación proporcional
o, peor aún, el disparate de elegir por voto popular al árbitro electoral y a
quienes integran la judicatura electoral”, destaca Javier Marín Reyes,
catedrático del CIDE.
El consejero presidente del INE, Lorenzo
Córdova, planteó seis ejes centrales que deben ser considerados de cara a una
eventual reforma que busque mejorar al sistema electoral.
Consenso: El consejero considera que la
reforma electoral debe ser producto del consenso en que se requiere mejorar y
perfeccionar el sistema representativo.
Financiamiento. El financiamiento público a
los partidos políticos se debe mantener. Es una de las grandes conquistas del
sistema electoral, además se advierten riesgos de eliminar ese tipo de
financiamiento como el ingreso de fuentes
Voto electrónico. El consejero presidente
considera que en la reforma electoral es momento de incluir el voto electrónico,
lo cual permitiría reducir costos en los procesos electorales.
Justicia electoral. En la modificación al
marco electoral es necesario que las autoridades ministeriales abran la
información en casos como los de Odebrecht y Pío López Obrador.
Simplificar el sistema electoral. Lorenzo
Córdova considera que existen demasiadas previsiones que el INE debe cumplir,
así como prohibiciones a los actores políticos.
Medidas afirmativas. Es necesario que las
medidas afirmativas se han instrumentado desde el INE sean adoptadas a nivel
legislativo y, con ello, corregir y hasta mejorar algunas incongruencias como
que haya representación migrante en el Congreso, pero no se permita el voto de
las y los mexicanos en el extranjero.
Quien también ha dejado claro que no es
necesaria una nueva reforma electoral es el excandidato presidencial Cuauhtémoc
Cárdenas, quien sin embargo llamó a revisar es el uso de “dinero sucio e ilegal”
y las “intromisiones indebidas” de altos funcionarios en los procesos
electorales.
"Yo no veo cuáles serían las razones
para una nueva Reforma Electoral; primero tendría que conocer cuál es la
propuesta de reforma (electoral) para saber si estoy de acuerdo. Yo, por mí, no
veo la necesidad de una reforma", dijo en la UNAM.
En ese mismo foro, el historiador Enrique
Krauze destacó que gracias al INE se han llevado a cabo elecciones en todos los
niveles, en todos los estados y municipios, además se han renovado los poderes
de manera periódica y pacíficamente.
“Esto ha sido un logro histórico, al que
estoy seguro, los mexicanos, la sociedad civil y los mexicanos todos no vamos a
renunciar”, expuso el intelectual.
(politica.expansion)
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