Néstor Ojeda y Víctor Hugo Arteaga | 18 junio 2022
Tribuna
Libre.- El
constructor hidalguense Juan Carlos Tapia y la empresa CITAPIA, una de sus
compañías más importantes, fueron suspendidos en 2019 por nexos con la red de
corrupción internacional de Odebrecht y tras detectarse ordeña de ductos de
Pemex en sus instalaciones.
Su red de amigos y colaboradores revela el
modus operandi del empresario que tuvo “el valor de dejar la pobreza”… mediante
formas cuestionables.
Juan Carlos Tapia Vargas, empresario que
salió manchado en la red de corrupción internacional de Odebretch e investigado
por huachicoleo en sus instalaciones de Hidalgo, es hoy un “empresario
incómodo” para el avance de la obra de la Refinería “Dos Bocas” en Tabasco, uno
de los proyectos estrella de esta administración federal.
Tras ser inhabilitado para obtener contratos
de gobierno, Tapia Vargas creó una red de cinco empresas dedicadas a obtener
contratos con el gobierno federal y evadir una posible relación con el robo de
gasolina en Hidalgo.
La red empresarial está constituida de tal
forma que, para evadir alguna investigación de la Secretaría de la Función
Pública (SFP), se integra principalmente por amigos y colaboradores del
empresario.
El presunto uso de prestanombres por parte de
Tapia se perfila a partir de su relación (que consta en su libro El valor de
dejar la pobreza) con los involucrados en la constitución de empresas a cuyos
registros públicos este medio tuvo acceso.
Sin embargo, los posibles nexos con grupos de
robo de gasolina y las investigaciones pendientes acorralan a Juan Carlos
Tapia.
Una de las primeras empresas es “Mexicana de
Recipientes a Presión”, se constituyó el 22 de enero de 2007 en la ciudad de
Tula, Hidalgo.
En páginas especializadas en petroquímica la
compañía se anuncia como “experta desde hace 12 años en la fabricación:
Recipientes a presión, tanques de almacenamiento, torres de proceso (…) ductos
y calderas”.
Para 2020, esta empresa cambió el nombre a “Procesos
Especializados y Proyectos, S.A. de C.V. (Proesa) y, como un movimiento común
entre las empresas de Tapia, hubo cambio de accionistas. Ni Juan Carlos Tapia o
su hermano Gilberto, ni la queretana Selene Martínez Abarca, aparecen como
socios de Proesa: los nuevos dueños son Yaret Beatriz Tapia Sánchez (accionista
mayoritaria con 240 títulos), Yosimar Moreno Constantino (30 acciones) y
Beatriz Adriana Estefes López. Sus nombres se repetirán más adelante.
Yosimar Moreno Constantino, entre otros
cargos, es empleado de Juan Carlos Tapia. Es gerente general de “Tapia
Construcciones” una de las empresas señaladas de bloquear deliberadamente las
instalaciones de Pemex en Tabasco y que fue denunciada ante el Senado de la
República.
Proesa tiene la suerte, según el portal de la
Plataforma Nacional de Transparencia, de tener condonaciones a multas de varios
cientos de miles de pesos. Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT)
hay una condonación de 343 mil 450 pesos efectiva para el primero de enero de
2022.
Tapia Vargas tiene una matrioshka empresarial
constituida por cinco firmas.
Proesa posee el 80 por ciento de la
Manufactura Especial y Proyectos Industriales (Mepi), esta empresa es la
principal subcontratista de Samsung en Dos Bocas (en el área de la foto).
La coreana Samsung obtuvo uno de los seis
paquetes en los que se dividió el proyecto de obra de la refinería. El otro 20
por ciento de Mepi es propiedad de Procura Proyectos Oil & Gas, S.A. de
C.V., constituida en junio de 2020.
Mepi, según datos portuarios, ha importado el
76.1 por ciento de mercancía desde Corea del Sur (país de origen de Samsung),
un 18.86 por ciento de Estados Unidos, de Turquía 3.4 por ciento, de Alemania
1.7 por ciento y Eslovenia 1.7 %.
“La sociedad tendrá por objeto ejecutar toda
clase de actos de comercio, pudiendo comprar, vender, importar y exportar toda
clase de artículos y mercancías relacionados con el objeto, participar en todas
las etapas del proyecto denominado refinería Dos Bocas, Paraíso, Tabasco”, detalla
una de las actas de asamblea.
Mepi recluta constantemente personal a través
de sus portales en LinkedIn y Indeed. Sin embargo, no tienen portal web
oficial, se anuncia “en construcción”.
Mepi, modificó su objeto social previo a
obtener un contrato con la construcción de la Refinería Olmeca, contrato que no
se ha hecho público.
Sin embargo, la Secretaría del Trabajo
destaca que Mepi es la octava empleadora en el estado de Tabasco a raíz de su
ventaja en la construcción de la refinería. Además, la empresa tiene siete
permisos de trabajo sin impacto al medio ambiente ante el ayuntamiento de
Paraíso, Tabasco y 78 con la Secretaría de Economía conocidos como “Avisos
Siderúrgicos”.
Grupo Constructor Industrial Oil & Gas,
SA de CV (GCI) tiene casi los mismos accionistas, desde 2017, que Procesos
Especializados y Proyectos (Proesa). Son Yaret Beatriz Adriana Tapia Sánchez
(aparentemente familiar de Juan Carlos Tapia) con 240 acciones, Beatriz Adriana
Estefes López con 30 acciones (ella fue representante legal de Mexicana de
Recipientes a Presión).
GCI está trabajando bajo subcontratación del
consorcio IDINSA-PROYECTA sobre un rack de integración en la Refinería Olmeca,
en Dos Bocas, Tabasco. El fundador de IDINSA, Víctor Ortíz Ensástegui, ha
declarado a medios especializados en el área de la construcción que el gobierno
actual es “exigente, pero pagador”.
Ortiz Ensástegui, también vicepresidente de
Infraestructura de Comunicaciones de la Cámara Mexicana de la Industria de la
Construcción (CMIC), ignoró los nexos de las empresas de Tapia con escándalos
de talla internacional y negocios poco claros en otros puntos del país y,
decidió emplear a GCI para operar dentro de la refinería.
El nombre de Adriana Estefes López es
relevante, pues las conexiones de Juan Carlos Tapia llegan hasta los Estados
Unidos. Adriana es la agente registradora de Juan Carlos Tapia en el estado de
Texas, ahí se fundó desde 2014 la empresa Tapia Industries, Inc.
La compañía tiene el registro 32054322253
para el pago de impuestos en el estado y es administrada y dirigida por Carla
Vilchis, colaboradora cercana y entonces directora general de Citapia, una
empresa vinculada al escándalo de Odebrecht.
Tapia, Brasil y el escándalo Odebrecht
La empresa Construcciones Industriales Tapia,
S.A. de C.V. (Citapia) fue una de las cuatro compañías que trabajaron con la
brasileña Odebrecht y que estuvieron involucradas en la compra de voluntades de
ex funcionarios públicos, hecho que operó Emilio Lozoya y por el cual este
personaje y estas firmas fueron investigadas por la justicia federal.
En 2019 Petróleos Mexicanos (Pemex) lanzó
mediante el Diario Oficial de la Federación (DOF) la “CIRCULAR No.
UR-DPTRI-AR-S-005/2019” donde se disponía prohibir a las empresas productivas
del estado, oficinas, cualquier relación con Citapia por dos años y seis meses.
El documento fue firmado por Javier Ramírez
García, titular del Área de Responsabilidades en la Delegación de la Unidad de
Responsabilidades en Petróleos Mexicanos.
Según una investigación de Quinto Elemento
Lab, Luis Alberto de Meneses delegó a Juan Carlos Tapia, presidente de Citapia,
la operación y contacto con ejidatarios para la construcción de una Refinería
en Tula, Hidalgo, a cambio de un donativo en dólares para la campaña de Enrique
Peña Nieto.
La operación financiera fue hecha por el
entonces colaborador y, posteriormente, director General de Petróleos
Mexicanos, Emilio Lozoya Austin. Quien sigue preso y bajo investigación por su
participación en la red de corrupción de la firma brasileña.
Sin embargo, la propia soberbia de Tapia hace
revelar su modus operandi y sus nexos con los accionistas de las empresas sobre
las que tienen influencia. En su libro “El valor de dejar la pobreza”, Juan
Carlos Tapia recopila testimonios de casi todos sus colaboradores que destacan
su participación como subcontratista de Pemex; varios de ellos son los
accionistas de las empresas ya mencionadas.
Investigaciones judiciales también lo
vinculan con el robo de gasolina, pues fueron halladas presuntas tomas en
ductos de gasolina dentro de los terrenos de Citapia, razón por la cual Tapia y
su empresa están inhabilitados para participar en licitaciones, invitaciones o
adjudicaciones directas del sector público federal.
Las conexiones que Juan Carlos Tapia presumió
en su momento llegaban al exgobernador de Hidalgo y ex Secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Además de decir, entre su círculo de
colaboradores de la cercanía que tiene con el gobernador saliente Omar Fayad y
ahora, en pleno proceso electoral, se llamaba promotor del voto a favor de
Morena del candidato Julio Menchaca.
Aunque el gobierno federal informe
periódicamente sobre la construcción de la refinería en Dos Bocas, un
empresario de obscuro pasado y conexiones cuestionables, se ha colado a una de
las tres obras prioritarias de la administración de Andrés Manuel López
Obrador.
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