Ciudad de México. | 15 agosto 2022
Tribuna
Libre.- En el pasado morenos se oponían contra el uso
de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, hoy no se han
pronunciado en contra de que la Guardia Nacional, institución que tiene a miles
de elementos desplegados por territorio mexicano, dependa directamente de la
Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En abril de 2010, cuando aún no competía por
segunda vez por la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador decía que
no se necesitaba que el Ejército estuviera en las calles.
“Voy a hablar con los legisladores de nuestro
movimiento, para que no se vayan a otorgar facultades excesivas al Ejército, ya
estamos viendo cómo se están violando derechos humanos. Ya estamos viendo cómo
inocentes están perdiendo la vida. No podemos aceptar un gobierno militarista,
eso no le conviene ni siquiera a la misma institución militar”, decía el ahora
mandatario, quien anunció esta semana que buscará que la Guardia Nacional,
creada en su sexenio, deje de depender de la Secretaría de Seguridad Pública y
Protección Ciudadana (SSPyPC).
“En tres años se ha deteriorado la imagen del
Ejército, pues los han mandado a la calle en una aventura, una estrategia
fallida”, aseguraba López Obrador, aún en el sexenio de Felipe Calderón
Hinojosa.
El tabasqueño señalaba en ese tiempo que se
podía tener un soldado en cada esquina, pero si no había empleo, si no se
atendía a los jóvenes, la violencia continuaría.
Dos años después, en enero de 2012, Citlalli
Hernández, actual secretaria general de Morena, pidió en Twitter que le
avisaran a Felipe Calderón Hinojosa, en ese momento presidente de México, que a
ella le purgaba ver al Ejército en las calles.
Por su parte, Mario Delgado, hoy dirigente de
Morena, defendía que las instituciones de seguridad fueran de carácter civil y
no militar.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando
era senador, el hoy titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
Manuel Bartlett, señalaba que el Ejército era respetable, pero los que no se
merecían respeto eran los presidentes (Calderón y Peña) “que lo habían metido en
un lodazal (sacarlo a las calles)”.
“Es la necedad de meter al Ejército donde no
debe de estar y poner en riesgo al país. Sí se va a militarizar al país,
corriendo un riesgo que ha ocurrido en todos los países de América Latina,
menos a nosotros porque se logró un Ejército civilista y destinado a sus
tareas”, destacaba en esos años, los del sexenio de Peña, en tribuna.
Rodeado de su gabinete de seguridad y por más
de 70,000 elementos de la extinta Policía Federal y militares, la tarde del 30
de junio de 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de
salida a la Guardia Nacional.
“No estaba en el centro el proteger a los
mexicanos, el garantizar la seguridad pública. Por eso la creación de esta
Guardia Nacional es algo muy trascendente, oportuno”, dijo el mandatario.
Esta semana, el presidente anunció que
emitirá un acuerdo para que la Guardia Nacional dependa directamente de la
Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y ya no de la Secretaría de
Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPyPC).
“En la esfera de mis atribuciones, puedo
modificar si es necesario el reglamento interno del gobierno, puede ser por
decreto, puede ser una reforma a la ley de la Administración Pública,
independientemente de lo que resulte sobre la reforma constitucional, pero sí
hacen falta esos cambios, ya no quiero que vaya pasando el tiempo, la verdad
nos faltan cosas pero no quiero que se nos quede nada”, explicó el lunes el
presidente López Obrador.
De inmediato, líderes de oposición anunciaron
impugnaciones en contra del acuerdo que emitirá el presidente.
(expansión)
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