José Miguel Cobián | 03 agosto 2022
Tribuna
Libre.- La
gran pregunta que simulan hacerse los partidos políticos de oposición, es ¿Qué
razones tiene quién se abstiene de votar?
En el caso del partido en el poder, tienen muy claro cuáles son esas
razones, y las refuerzan día con día para evitar que el abstencionista deje de
serlo.
En un estado del país se hizo un análisis
para tratar de entender quiénes habían votado y quiénes se habían negado a
salir a votar, como un primer ejercicio para entender las razones del
abstencionismo. Se entiende, el primer
paso es definir cuáles son los grupos de la población que se abstienen de
votar.
La respuesta coincide con todas las encuestas
y estadísticas a nivel nacional. Son las clases medias y altas las que no salen
a votar, mientras que las clases populares son más entusiastas en el ejercicio
democrático.
Otro sector al que no le importa lo que
suceda políticamente es el segmento de los jóvenes menores de 35 años. Y aunque parezca increíble ambos grupos
tienen similitudes en sus razones y algunas diferencias lógicas por el tipo de
interés que mueve a cada grupo.
Morena tuvo la genialidad de generar
esperanza en los mexicanos. Muchos me
dirán que la realidad demuestra que no han cumplido con las expectativas
generadas, sin embargo, la narrativa que se maneja no sólo desde la mañanera,
sino también en todas las redes sociales afines, refuerza día con día, la idea
de que se está cumpliendo con lo prometido.
Como todos sabemos, no importa si algo es verdad o mentira, lo que
importa es que la gente lo crea o no.
Morena tiene una estrategia muy definida para
fomentar el abstencionismo en aquéllos que no le son afines. Esta estrategia es la igualar cartones. Cada vez que un crítico opositor señala algo
que en su opinión esté haciendo mal el gobierno, automáticamente hay una
respuesta reforzando la historia de que en el pasado todo lo que se hizo, se
hizo mal. Por ejemplo:
Si señala el hipotético crítico que la
refinería Olmeca se inaugura sin estar terminada, incluso burlándose del que
aplaude la refinería, inmediatamente hay se revira con la Barda de Calderón,
que supuestamente costó varios cientos de millones de pesos. Nadie de la oposición ha aclarado ni aclaró
en su momento, que ese dinero no se utilizó exclusivamente para la barda. Pero para la razón del artículo, la idea es
que en el peor de los casos, Morena no es mejor a los anteriores, simplemente
es igual. Y si estuviste desilusionado de los anteriores y hoy lo estás de
Morena, si todos son iguales ¿Cuál sería la razón que tendrías para salir a votar
en contra o a favor de Morena o de la oposición?
La juventud tiene preocupaciones que no
comparte con las clases medias en cuanto a nivel de prioridad, pero aun así, en
ambos grupos de población, morena sigue estimulando el abstencionismo con sus
diarias historias. Hay todo un equipo
que envía a nivel nacional información y respuestas, para que sus seguidores
respondan a las críticas, al grado que un seguidor en Yucatán y un seguidor en
Baja California, van a dar la misma respuesta a señalamientos similares.
La oposición tiene una oferta política que
podrá ser atractiva para un sector de la población, pero que claramente no lo
es para la mayoría: ¨ No somos Morena ¨.
No manejan otro tipo de oferta política. Y por eso el mapa político nacional se ha
vestido de guinda en un tsunami político pocas veces visto en la historia de
México.
Lo más interesante es que la guerra por las
mentes de los votantes se lleva a cabo solo con palabras. Es una guerra de tinta y saliva. El presidente trabaja tres horas al día, y
su trabajo consiste en entretener y engañar a un millón de mexicanos que ven su
programa matutino, pero todo lo que dice y señala, es replicado en las redes
sociales manejadas por Morena, de tal manera que el mensaje y la información (veraz
o falsa) llega a todos los rincones del país.
Mientras que la oposición sigue esperando
cachar a los descontentos con Morena, sin percibir que no existe una dualidad
electoral en el país, sino que cuando menos son tres las opciones reales de la
mayoría de los electores: Un grupo puede
votar por Morena, otro grupo puede votar contra Morena y un tercer grupo puede
considerar que votar no vale la pena, y por lo tanto es el grupo mayoritario,
el grupo abstencionista.
Mientras la oposición no tenga oferta
política y narrativa propia. Mientras no inviertan en medios y especialistas en
manejo de masas, seguirán donde están.
elbaldondecobian@gmail.com
@jmcmex
https://josecobian.blogspot.com/2022/08/la-motivacion-del-abstencionista.html
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