Tres años de la ejecución del diputado local Juan Carlos Molina Palacios y extrañamente las investigaciones están congeladas
***
Usaron a un chivo expiatorio y jueces federales lo absolvieron por ser
inocente, pues la FGE utilizó testigos fabricados.
*** Mal agradecida Marcela Aguilera Landeta, a quien Juan Carlos Molina la ayudó para ser diputada local, le dio para comer, la hizo funcionaria de la CNC y ahora como Directora de Investigaciones Ministeriales obstruye el caso para dar con los responsables protegiendo a funcionarios del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
Claudia Guerrero Mtz | 09 nov. 2022
Tribuna
Libre.- El
09 de noviembre del 2019 recordamos un
suceso indignante de un planeado asesinato y esta entrega es para exigir
justicia y hacer un homenaje póstumo al
amigo, al político, al padre, esposo, hermano e hijo, Juan Carlos Molina
Palacios y desde este relato, presumo que él me adoptó como su hermana, amiga y
aliada. Se han dicho muchas mentiras del entonces diputado local y quienes lo
conocimos sabemos que siempre fue un hombre de palabra, con convicciones, de
compromiso con sus amigos y amaba a su familia, sus hijos y sobre todo, a su
esposa Rosy.
En el 2015 conocí a Juan Carlos Molina
Palacios en una comida convocada por Héctor Yunes Landa, quien al recibirme me
dijo que conocería a su gran amigo. Y cuando Juan Carlos Molina me vio, dijo:
“¿Ella es la amiga cabrona que tienes? Me
gustan las mujeres cabronas y que den miedo”. A partir de ahí nos hicimos
grandes amigos y aliados para apoyar a Héctor Yunes, con el fin de lograr su
candidatura del PRI a la gubernatura de
Veracruz. Y fue una lástima que tanto Héctor y Miguel Ángel Yunes se
confrontaran en una elección tan manoseada, teniendo como debilidad para
Héctor la mala administración de Javier
Duarte de Ochoa y al final, Yunes
Linares gana la gubernatura.
Y muchos olvidan que Cuitláhuac García
Jiménez también fue apoyado en lo político y económico por pillos duartistas
para ser candidato a la gubernatura por Veracruz en el 2016, pero no tuvo los
votos significativos, ni estaba en la boleta su mentor Andrés Manuel López
Obrador. Y como era manipulable, repitió su candidatura en el 2018, ganando por
el apoyo del entonces candidato del PRI, José Francisco Yunes Zorrilla, quien
dio parte de sus votos a MORENA, como nos lo relató el operador y artífice de
esta transacción, de quien omitimos su nombre y es conocido priista en el
estado.
Juan Carlos Molina Palacios sufrió traiciones
en su aspiración como diputado local, pues sus propios aliados lo bajaron de la
lista plurinominal y muchos no querían el ascenso de este político y líder de
CNC en Veracruz, una agrupación social que volvió a estar en la palestra
nacional, por el liderazgo de Molina Palacios, quien invirtió apoyos y gestionó
programas a favor de los ganaderos y campesinos.
Además de estar orgulloso de todos sus hijos,
amar a sus padres y hermanos, su esposa Rosy Guízar, de quien presumía ser una
mujer muy trabajadora y dedicada al ganado, el mismo Juan Carlos me decía:
“Hermana, mi esposa es una chingona, me ayuda, es muy trabajadora y dedicada”,
siendo su orgullo y presumía de tener a una excelente esposa a quien amaba, así
como le brillaban los ojos cuando hablaba de sus hijos, de quienes estaba
orgulloso y daba gracias a Dios de tener buenos hijos.
Tuvimos muchas reuniones con Juan Carlos
Molina Palacios y le gustaba que le hiciera chilaquiles con carne salada, quien
nos honró con su confianza en todos los proyectos y siempre nos criticaba que
una servidora era muy “aventada” en nuestras investigaciones, pero respetaba
nuestro trabajo periodístico.
Durante la presentación en Boca del Río, en
el 2017, del libro “Sí merezco abundancia”, bajo la Editorial Planeta, en el
cual, escribimos en coautoría el caso de Veracruz sobre la administración y
excesos de Javier Duarte Ochoa recabadas durante 10 años de investigación, fue
Juan Carlos Molina Palacios quien apoyó el proyecto pagando toda la presentación del libro. Él me apoyó porque
decía que siempre ayudaría para relatar
la verdad y cumplió cabalmente.
Conocimos a la actual directora de
Investigaciones Ministeriales de la FGE, Marcela Aguilera Landeta, a quien Juan
Carlos le tenía un profundo cariño por
ser una mujer con muchas tristezas en su vida personal. El entonces líder de la
CNC la nombró en su staff de colaboradores y
me acercó a Marcela para que ella
me entregara en una plaza comercial los recursos económicos para medios de comunicación y publicaran las
actividades del entonces aspirante a la gubernatura Héctor Yunes Landa.
Triste ver
el apoyo moral, económico y
depositar la confianza de Juan Carlos
Molina Palacios a su protegida Marcela Aguilera Landeta, quien por unas monedas
y un cargo público se vendió al actual secretario de Gobierno Eric
Cisneros Burgos y a la fiscal general
Verónica Hernández Giadans para deformar la investigación sobre la ejecución
del diputado local Juan Carlos Molina y manosear tanto el caso, para detener a
un inocente que vivía en otro estado, quien nada tuvo que ver con la muerte del
líder de la CNC y al final, el juez
federal lo declaró inocente de los cargos por el presunto asesinato de Molina
Palacios y de inmediato, la FGE le fabricó otro delito, realizarle tortura y
las peores bajezas que un ser humano puede soportar, para desviar la atención de la opinión pública
nacional en la detención de un inocente.
Marcela Aguilera Landeta traicionó la poca credibilidad
que tenía, para convertirse en una creadora de delitos fabricados en contra de
políticos de oposición, mercenaria de las Carpetas de Investigación al congelar
denuncias en contra de funcionarios de la 4ª Transformación y ordenar la
detención de cientos de inocentes con el
fin de convertirlos en presos políticos para crear fabricados culpables.
Marcela cree que el poder dura para toda la vida y sus acciones serán juzgadas
en un futuro. Y lo peor, la familia de Juan Carlos Molina la señala como una
traidora.
Como diputado local, Juan Carlos Molina
Palacios defendió los derechos de los campesinos y fue gestor de productos para
el campo, organizando eventos para su entrega. Además, a la autora de esta
columna le pidió cotizar un mastógrafo móvil para llevarlo a las comunidades y
que las mujeres se hicieran gratis el estudio de detección de cáncer de mama.
Juan Carlos había detectado que en las rancherías y lugares apartados de las
ciudades, las mujeres no tenían dinero para hacerse este estudio y el
porcentaje de cáncer de mama era muy alto y él quería ayudarlas. Lo más
interesante, el costoso aparato lo pagaría de su propio dinero.
Un proyecto que quedó pendiente por su
asesinato.
Muchos homenajes, como la entrega de las
llaves de la Ciudad de Miami, en abril del 2016, por parte del alcalde del condado de
Miami-Dade Florida, Carlos A. Giménez, acompañado del senador por el estado de
Florida, Javier D. Souto, quienes entregaron al ganadero oriundo de Carlos A.
Carrillo, esta alta distinción que el gobierno norteamericano entrega a
personajes destacados en distintos ámbitos profesionales, como reconocimiento
por la gran calidad genética del ganado bovino de la raza Brahman y Beefmaster,
que la ganadería veracruzana “Rosa del Alba” exporta a Estados Unidos.
Su afamado semental Laureano y otros animales
ganaron consecutivamente premios internacionales y nacionales, colocando a la
ganadería “Rosa de Alba” como la mejor de Latinoamérica.
Y siendo diputado, Juan Carlos luchó por
evitar la entrada de ganado a México, procedente de Guatemala y sin las medidas
sanitarias, ni contar con anillos legales de ganaderos confiables. Esto lo
denunció en la tribuna del Congreso de Veracruz
acusando al gobierno federal y a la administración de Cuitláhuac García
de no atender el reclamo de los ganaderos veracruzanos.
Hoy, columnistas y empresarios periodísticos
aliados a MORENA lo señalan de ser un corrupto, mafioso y delincuente. Otros
callaron ante su artero asesinato, siendo los mismos, quienes fueron apoyados
por el mismo Juan Carlos Molina Palacios. Algunos hasta lo trataron de
extorsionar y hoy colaboran con Eric
Cisneros Burgos.
Para Claudia Guerrero Martínez siempre fue un
excelente amigo y nuestra amistad nunca la he negado de quien tenía muchos planes para mejorar Veracruz y por eso
lo mataron, por no convenir a varios políticos en el poder. Y congelar la
Carpeta de Investigación y no detener a los asesinos intelectuales y
materiales, confirma el interés de Cuitláhuac García de proteger a los
culpables. Y el PRI guarda silencio
cómplice.
Su familia ha sufrido el embate de la prensa amarillista y hasta
han señalado de huachicolero a Juan Carlos Molina Palacios, en una campaña de
desprestigio en contra de la víctima.
Triste que en su asesinato, su madre aún vivía y murió sin tener justicia por
la muerte de su hijo. Y fue tanta la presión del gobierno de Cuitláhuac García
que hasta querían involucrar a los familiares de Molina Palacios, asegurando
haber planeado su muerte, cuando la FGE sabe quién en realidad asesinó al
entonces diputado local. Quizá en un nuevo gobierno estatal se sabrá toda la
verdad de la muerte del líder de la CNC.
Juan Carlos Molina era un líder nato y
confiaba en la gente, aunque algunos lo traicionaron en vida y después de su
muerte. Esta columna es un humilde tributo al amigo, quien siempre ayudó a
quien escribe estas líneas y contar lo
que en verdad era el líder de la CNC y diputado local, quien dejó huella en la
historia de Veracruz.
Dudas y comentarios: claudiaguerreromtz@gmail.com
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Twitter: @cguerreromtz
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