* Acto anticipado de campaña en Coatzacoalcos * Ni con acarreo llenaron el escenario * Le quedó grande a Rocío Nahle el evento * Marlon, como el muerto que cree que aún vive * Álvarez Fontán, cesado * Hizo mil trastupijes en la SCT * Gersaín en modo chairo * Se desvivía por una selfie con Sheinbaum * Abreu acoge al guarura de Tony Macías
Mussio Cárdenas Arellano | 19 abril 2023
Tribuna
Libre.- Desinflada
por dentro, desinflada por fuera, Claudia Sheinbaum se fue de Coatzacoalcos
peor que como llegó, viendo a un puñado de acarreados, más escenario que fans,
sabiendo que en el feudo de Rocío Nahle nadie sabe operar.
Vio una mancha de morenistas sin advertir
—quizá sí— que una buena parte fueron parte del PRI, del ejército tricolor, el
que por una gorra y una playera, por una migaja, mantenían en el poder a los
ladrones de elecciones, al duartismo, al fidelismo, al alemanismo y a otros
más.
Llegaron desde colonias y ejidos, desde otros
municipios del sur de Veracruz donde la arbitraria Rocío Nahle García impuso
alcaldes y alcaldesas de medio pelo, comadres y cuates de bajo coeficiente
intelectual, algunos con la uña afilada, o se les dio chamba a las ratas de
Javier Duarte, como el asesor estrella de la tesorera municipal de
Coatzacoalcos, Grace del Carmen Mendoza Chesty.
Mucho ruido y pocas nueces en un
mitin-conferencia, el sábado 15, a mediodía, con el sol a plomo, que debió ser
la exhibición del músculo electoral de la secretaria Nahle, la movilización de
sus huestes, la interpretación del “amor con amor se paga”. O no hubo respuesta
porque el efecto López Obrador comienza a extinguirse.
En el mitin de los ausentes, la doctora
Sheinbaum pudo constatar, ahora sí, por qué preocupa el sur de Veracruz, por
qué instan a Rocío Nahle a demostrar que tiene con qué acarrear votos, o por
qué Coatzacoalcos y la región ya son foco rojo en el tablero de Morena.
Nahle, que no da una en la Secretaría de
Energía, tampoco da otra en el juego de las estructuras morenistas. Esta vez
los priistas la dejaron sola. No movieron masas. Y su mitin no pegó.
No acudieron los 9 mil solovinos que presume
Cuitláhuac García, el desgobernador cuya única virtud es bailar como endemoniado
en los congales de Xalapa y ahora intramuros en Casa Veracruz.
No fueron 9 mil asistentes porque es
imposible meter esa cantidad en un área de mil metros cuadrados, el espacio que
ocuparon los morenistas, de acuerdo con las fotografías aéreas que el propio
gobierno de Veracruz distribuyó. Ahí sólo cabría 4 mil personas, y a muchos de
ellos se les asignaron sillas.
Años antes, a unos metros, sobre el parque
Independencia, Andrés Manuel solía convocar a miles y miles le respondían, y lo
secundaban en sus arengas por la defensa del petróleo, en la lucha por la
petroquímica, en la denuncia contra la mafia del poder.
Metros más allá se paró Manuel Clouthier y
arremetió contra el poder priista, el régimen autoritario, el gobierno de un
solo partido que concentra la riqueza y saquea al país. Y miles y miles
atiborraron la avenida Zaragoza, entre el parque y la Iglesia de San José, hoy
convertida en catedral, y le dieron los votos que nunca había obtenido el PAN.
Cuauhtémoc Cárdenas fue el imán político que
la izquierda mexicana requería. Volvió a los tiempos del Movimiento de
Liberación Nacional, a los mítines con las bases, al discurso por la defensa de
la patria. Y Coatzacoalcos se fue convirtiendo en el bastión del Partido de la
Revolución Democrática, el región cuauthemista, en la reserva electoral del
PRD. Sus mítines fueron históricos.
Así hasta que Rocío Nahle coordinó la campaña
de Felipe de Jesús González Díaz y la diputación federal se perdió. Desde que
Amado Cruz Malpica fuera diputado en 1994, nunca el PRD había sucumbido ante el
PRI. Nahle, en 2003, inauguró el camino de la derrota.
El mitin de los ausentes fue formalmente, una
conferencia magistral. Claudia Sheinbaum Pardo, en su campaña anticipada,
dictando recetas de cómo realizar un buen gobierno.
El pretexto para dejar sus obligaciones como
jefa de gobierna y recorrer el país, es la incongruencia total. Dicta consejos
la gobernante que ha hecho de la Ciudad de México el ejemplo de cómo no se debe
gobernar.
El discurso de Sheinbaum es como ella,
patético. Es un robot sin inteligencia artificial. Repite una a una las frases
de López Obrador, su patrón. Que si la patria. Que si no robamos. Que si no
mentimos. Que si no traicionamos. Que si no somos corruptos. Que si gobernamos
con principios.
Y resulta que roban, mienten, traicionan,
engañan, son corruptísimos, cómplices, sumisos, abyectos, máxime cuando les
caen en las raterías a los hijos, a los hermanos de Andrés Manuel, al
secretario particular, o a los generales espiando a periodistas, activistas
sociales, o a Cresencio Sandoval paseando como jefe y hasta llevándose a la
consuegra, o el Peje jodiéndose el presupuesto para medicamentos que debían
suministrársele a niños con cáncer.
Claudia Sheinbaum recuerda que hace 15 fue
llevada a Coatzacoalcos por Rocío Nahle, la zacatecana. Hablaron y gritaron que
Pemex no se toca, que Fertimex no se toca, que la riqueza nacional no se toca.
Y recuperaron a Fertimex para vuelva a producir.
No mide el alcance de lo que dice. En 15 años
no se había vuelto a parar por Coatzacoalcos. Qué empatía puede generar.
Claudia Sheinbaum no emociona ni a los de
casa. El fondo de sus ideas están desinfladas y la forma está desinflada. No
tiene argumento ni habilidad para hablar. No hay propuesta y escucharla es un
tormento.
Llegó a Coatzacoalcos a expresar que México
está preparado para ser gobernado por una mujer, y Veracruz también.
Y Nahle, que sufre de vacíos intelectuales,
igual: "En Veracruz respetamos y queremos a los caballeros y a los
hombres. Pero también en Veracruz es tiempo de las mujeres”. Sí, pero que sea
nativa de Veracruz.
Sheinbaum incurre en acto anticipado de
campaña pues viene expresando su intención de contender por la Presidencia de
México, realiza giras por todo el país, vuelve a insistir en que quiere ser
presidenta y acude a mítines donde ondean las banderas de Morena, los distintivos,
las gorras y playeras con el emblema del partido de López Obrador.
Cara dura, Claudia Sheinbaum carga la muerte
de 27 personas en la Línea 12 del Metro, y su negligencia en el desplome del
Colegio Rébsamen por no haber clausurado cuando llegó a delegada en Tlalpan, y
la cruenta guerra de los cárteles en el corazón del impero azteca.
Carga la vergüenza de haber sido tomateada
cuando arrancaba su gestión, recibiendo una andanada verdulera en Coyoacán,
producto de sus rencillas con otras tribus de Morena. De no ser porque la
cobijaron con lonas publicitarias hasta llegar al vehículo en que emprendió la
huida, habría terminado hecha una sopa… sabor tomate.
El mitin de Nahle fue un fracaso. Ni el
alcalde Amado Cruz Malpica, ni los morenistas de su cuadra —Enrique Villegas,
Eusebia Cortés, Tania Cruz, Ángel Echevarría, Sandra Collins, Patricia Hong—
tienen capacidad para movilizar. Y los priistas, con los que Rocío Nahle tiene
acuerdos, la dejaron sola, así anduviera el ex alcalde Joaquín Caballero y su brazo
derecho, Oliver Damas, tomando selfies dejando constancia que el PRIMOR está
vigente.
Claudia Sheinbaum se fue sabiendo que en el
feudo de Rocío Nahle nadie sabe operar.
Archivo muerto
Marlon, como el muerto que cree que aún vive.
Su período estatutario vence el 14 de mayo. Deja la presidencia del PRI en
Veracruz pero pretende imponer a Fernando Kuri Kuri, un emergente que tape los
boquetes financieros, o que contenga a las corrientes que van por los culpables
del robo de los dineros, los “aviadores” de Marlon Ramírez Marín y los 40
ladrones, aquellos que dispusieron de los recursos y sólo se le pagaba a los
incondicionales. A la fecha, los trabajadores del Comité Directivo Estatal de PRI
sufren el retraso en el pago de sus quincenas. Les adeudan tres, llega el día
de pago, les liquidan una y les siguen debiendo tres. El PRI de Marlon es el
reflejo de lo que fue el gobierno de Veracruz en manos de Javier Duarte. Marlon
fue subsecretario de Gobierno y nunca condenó el atraco descomunal del
gordobés. Se va y las corrientes apuntan a un nuevo liderazgo. El más nombrado
es Cirilo Vázquez Parissi, dos veces alcalde de Cosoleacaque y ex diputado
federal. Pero Marlon Ramírez maniobra para imponer a Fernando Kuri, otro de los
que se fueron de bruces con los dineros del partido y hasta insertó en la
nómina al encargado de uno de sus ranchos. Kuri es duartista y en un tiempo
estuvo encargado de la delegación del ISSSTE en Veracruz, con la venia del desgobernador
Cuitláhuac García Jiménez. O sea, si llega Kuri se consuma el PRIMOR… De nada
sirvió tanto incienso si al final Ramón Álvarez Fontán fue destituido. Su cese
fue fulminante. Deja el Centro SCT Veracruz —Secretaría de Infraestructura,
Comunicaciones y Transportes— entre acusaciones de corrupción, desvío de
recursos, asignación de obras a un pull de compañías constructoras,
favoreciendo a los recomendados de secta cuatrera, tráfico de influencias,
influyentismo y contratación de ex funcionarios allegados al ex gobernador
Javier Duarte de Ochoa, actualmente preso. Le imputan usar la delegación de
Comunicaciones y Transportes para hacer el cochinito para las campañas a las
diputaciones federal y local, en 2023, y alcaldía de Veracruz, en 2025. Álvarez
Fontán favoreció a personal identificado con el ex secretario de Gobierno y de
Infraestructura y Obras Públicas, Gerardo Buganza Salmerón, así como a la ex
secretaria particular de Buganza, Mónica Gasperín. Fue protector de Rogelio
Hernández Madrid, que viene de los cuadros duartistas y yunistas, poder tras el
trono en la SIOP. En su paso por el Centro SCT, Álvarez Fontán supo pagar con
creces los elogios desmedidos de su prensa a modo, chaira y chayotera. Mucho
incienso para nada. Bastó con que le imputaran que el desvío de recursos lo
favorecería a Álvarez Fontán, a la diputada federal, Rosa María Hernández
Espejo, y al ex diputado fidelista, José Ruiz, alias Pepín, para que le
aplicaran la voladora. En el caso de Rosa María Hernández Espejo, ni falta le hace.
Va que vuela para la candidatura a la alcaldía de Veracruz con un discurso
contundente contra el yunismo y su capacidad para hacer click con la sociedad.
Es periodista y sabe qué terrenos pisar… En modo chairo, Gersain Hidalgo
alcanzó el éxtasis con una selfie con Claudia Sheinbaum. Trepado en una valla,
captó su sonrisa y la de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México como si
fuera un matraquero de cuarta. Corifeo del PRI, de Mili Chagra, encargado de ir
a Xalapa por los regalos de Fidel. Se metió al Partido Nueva Alianza en
Coatzacoalcos y tácitamente se lo robó. Así llegó a ser regidor por primera
vez. Cuando ya no le cuajó, brincó al PRI, militando en el serpentario del
líder obrero (?), Carlos Vasconcelos Guevara, siendo candidato a regidor primero.
Y tras la derrota en la elección de 2021, los votos le dieron para alcanzar su
segunda regiduría. A partir de ahí es el más servil de los ediles, tendido a
los pies del alcalde Amado Cruz Malpica, abyecto y sin dignidad. De aquel líder
del Sindicato de Empleados al Servicio del Municipio de Coatzacoalcos —antes
SUEM— que enfrentó al alcalde morenista, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, nada
quedó. Y hoy está peor. Apenas tuvo cerca a la desangelada Claudia Sheinbaum,
tácitamente la apergolló. Y se chutó una selfie para dejar constancia de los
lodos en los que gusta retozar. Ya se puede morir tranquilo… Así que Rafael
Abreu trae de escolta a uno de los guardias que tuvo a su servicio Tony Macías;
su nombre es Félix. Tan cercano era al ex suegro de Javier Duarte, ex
gobernador de Veracruz, que tenía el pulso de lo crucial, las idas y venidas de
Jesús Antonio Macías Yazegey, los encuentros públicos y lo que se acordaba en
corto, información clave del negocio y la inversión. Pero un día, desde las
áreas de seguridad llegó el pitazo y le pusieron sombra. Y poco después, salió
del círculo rojo del suegro incómodo. Pasó el tiempo y Rafael Abreu, amigo de
los juniors de Miguel Ángel Yunes Linares y patiño de éste en la precampaña por
la gubernatura en 2016, lo adoptó. Abreu pasó por la Comisión Municipal de Agua
y Saneamiento de Coatzacoalcos y tras su cese, en 2017, halló la fortuna y la
exhibió en redes sociales. Gorat, empresa de seguridad privada, acapara
contratos; uno con Braskem, la firma brasileña que succionó a Pemex con la
venia del panista Felipe Calderón Hinojosa. Abreu invirtió en negocios de buceo
deportivo, en la Riviera Maya, y hasta un yate dejó abandonado; un restaurant y
una empresa de diseño y periodismo, asentados en San Pedro Garza, Nuevo León. Y
Félix a su lado. Al yunismo azul le da lo mismo fornicar con el morenismo que
con el duartismo, a los que decía combatir…