Tribuna
Libre.- La
emoción y la pasión que ha despertado la posible candidatura de Xóchitl Gálvez
a la presidencia de México, puede convertirse muy pronto en desilusión y
rechazo a los partidos de oposición, en particular para Acción Nacional. La razón es sencilla, Xóchitl no es la
candidata que prefieren los dueños de ese partido político. Y por ello, ella y sus simpatizantes tendrán
que remar río arriba, para poder obtener las firmas necesarias para pasar la
primera aduana y poder registrarse como aspirante a la candidatura.
Las firmas en sí mismas ya son un problema
para los aspirantes. No tengo el dato
exacto, pero considere que se deben de conseguir en 20 días. Al final la cuenta
es la misma. Se requieren 7,500 firmas
diarias, y si consideramos los datos que habrán de capturarse, cada firma
requerirá un mínimo de 15 minutos para ser obtenida. Lo que obligaría a dedicar 1,875 horas
hombre diarias para obtener las firmas del día. Los números varían si se trata de 30 días o
de una cifra diferente de días para recabar las firmas, pero al final el
problema es el mismo.
Cada aspirante tendrá que asignar un
presupuesto o en su caso, obtener un ejército de voluntarios para lograr
recabar las firmas correspondientes. En
el caso del favorito de Marquito, que es Santiago Creel, seguramente pondrá a
disposición de su candidato, la estructura de Acción Nacional. Habrá que ver si los comités municipales
aceptan órdenes y línea del centro, o se van por la libra y apoyan a quién
ellos decidan que deben hacerlo.
En el caso del PRI, el asunto se complica un
poco porque hay dos aspirantes fuertes de ese partido, Beatriz Paredes y
Enrique de la Madrid. Sin embargo, el
asunto se simplifica porque el PRI es el único partido de la alianza que tiene
estructura electoral en todos los municipios del país, y es un partido conocido
por la disciplina de sus militantes, que –ellos sí-, están acostumbrados a la
línea desde el centro. Por ello, creo
que para Paredes y De la Madrid, será sencillo conseguir las firmas, salvo que
alguno de ellos dos no sea santo de la devoción de Alito, y aún así, en ese
caso, De la Madrid cuenta con los recursos materiales y Paredes con las
amistades y recursos políticos para obtener las firmas de apoyo.
Quién la tiene complicada es Xóchitl, porque
ella no va a contar con el apoyo de la estructura de ningún partido político y
tampoco con los recursos económicos que implica contratar a un ejército de
recaudadores de firmas de apoyo.
Xóchitl tendrá que medirse desde el principio, en función de la
aceptación ciudadana. Si los ciudadanos
que hoy emocionados llenan las redes sociales expresando su apoyo a la X con el
corazón rojo, salen a las calles y apoyan recaudando firmas para que ella pueda
integrarse a la lista de aspirantes a la candidatura. Así que cuando Xóchitl dijo que su
candidatura depende de los ciudadanos, sabe perfectamente porque lo dice.
Lo mejor para ella, sería lograr las firmas
necesarias y superar por mucho el número requerido, pues en su caso, sería
mucho más claro el apoyo popular que por cualquier otro candidato. Pero la duda estará en el aire hasta el
último momento: ¿Los eternamente apáticos mexicanos van a salir a recabar
firmas y a otorgarlas para la candidatura de Xóchitl? Eso estará por verse.
Supongamos (como espero), que Xóchitl logre
pasar la primera aduana. Recordemos que
la segunda será posterior a algunos debates y habrá encuestas, pero al final,
las encuestas únicamente representarán el 50% de la calificación para resultar
el elegido. El otro 50% dependerá del
acuerdo entre los tres líderes partidistas.
La única manera de que los líderes
partidistas dejen a un lado sus intereses personales y de grupo, es que Xóchitl
en la recolección de firmas primero, y posteriormente en las encuestas, lleve
una considerable ventaja sobre el segundo lugar. Eso equivaldría a la marea rosa, que obligó
a los partidos políticos a realizar estas primarias. Si Xóchitl no llega en primer lugar en la
encuesta, o no es abrumador el apoyo en las firmas, seguramente será desechada
como aspirante. Así que quienes
pensamos que ella puede ser la opción para salvar a México de un sexenio
manejado por los radicales de Morena (mucho más radicales que AMLO), tendremos
que dejar la apatía y convertirnos en activistas a su favor.
Los que están en la oposición, pero están en
contra de Xóchitl, podrán tranquilamente ofrecer su firma a cualquier otro de
los aspirantes, y ya. Pero los que
creemos que Xóchitl es la única opción para ganar, tendremos que movilizarnos,
ofrecernos como voluntarios para recabar firmas, y lograr recabar el mayor
número posible de dichas firmas. No
queda otra opción.
Xóchitl es el patito feo de la
contienda. Ni Marko ni Alito la ven con
mucha simpatía. Saben que el negocio de
la publicidad y asesorías en la campaña, se quedaría fuera de sus manos si ella
es la candidata. Así que incluso si
ella ganara la candidatura presidencial de la alianza, los ciudadanos debemos
estar muy atentos a que no pase lo mismo que le hizo Calderón a Josefina
Vázquez Mota, pues recordemos que Felipe acordó con Peña y abandonó a su suerte
a Chepina. Algo parecido a lo que hizo
Del Mazo en edomex con Alejandra.
Cómo ya vivimos esas prácticas, podremos
estar atentos y exigir que los tres partidos opositores apoyen a su candidato,
sea quien sea, o en su caso, que corran el riesgo de desaparecer, pues entonces
al ver que ya acordaron la presidencia, el ganón sería Movimiento Ciudadano,
pues hacia ellos se irían los votos que la oposición no merezca.
Mucho ojo
Elbaldondecobian@gmail.com
@jmcmex
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