* La iniciativa busca asegurar una inversión histórica e implementar diversas acciones para el uso eficiente del agua en la zona; si bien la crisis hídrica actual es producto de décadas sin inversiones estratégicas a largo plazo, minimizarlo o convertirlo en un tema de polarización no contribuye a encontrar soluciones definitivas.
Ciudad de México. | 01 marzo 2024
Tribuna
Libre.-
México enfrenta desde hace varios años una grave crisis en materia de agua. La
sobreexplotación de acuíferos, la contaminación, el crecimiento de la
población, las fugas en el sistema de distribución y la ineficiente
administración del agua son algunos de los factores que la intensifican. La
reducción en la disponibilidad de agua será una constante en los próximos años.
El Valle de México, con más de 22 millones de
habitantes, es la zona más poblada del país. Esta enorme concentración humana
genera una demanda colosal de agua para actividades domésticas, industriales y
agrícolas, por tanto, la escasez del vital líquido se podría perfilar como un
peligro latente para la seguridad nacional, capaz de desencadenar una
contingencia de salud pública, con graves consecuencias para el desarrollo
económico y la sostenibilidad ambiental de la Ciudad de México.
La crisis del agua en nuestro país,
especialmente en la Ciudad de México, es una realidad sobre diagnosticada, que
exige acciones inmediatas. Aunque este problema es producto de décadas sin
decisiones e inversiones estratégicas a largo plazo, minimizarlo o convertirlo
en un tema de polarización no contribuye a encontrar soluciones definitivas.
Por tanto, resulta imperativo implementar
soluciones y estrategias de gran visión, alejadas del ruido electoral, con
efectos en el corto, mediano y largo plazo para asegurar la sustentabilidad del
agua en la ciudad. La colaboración de todos los sectores políticos, económicos
y sociales de la capital, resultará crucial para superar este reto.
Así, en
Coparmex Ciudad de México proponemos:
1. Creación del Acuerdo #AguaParaElFuturo:
Implica la instauración y firma de un compromiso político y presupuestal, entre
el Gobierno Federal y de la Ciudad de México, junto a los partidos políticos,
el sector empresarial, social y académico de la Capital, para reorientar y
garantizar una inversión de por lo menos 70 mil millones de pesos, para que de
manera gradual y progresiva, en los próximos meses y años se puedan reducir las
pérdidas de agua en la red de distribución, mediante la rehabilitación y
modernización de la infraestructura, la instalación de medidores y la detección
y reparación de fugas, pues diversos especialistas estiman que en la Ciudad de
México se pierde hasta el 40% del agua potable debido a fugas en las redes de
distribución.
Dicho acuerdo, expresaría la voluntad
política y el compromiso de honor de que, gobierne quien gobierne, deberá
asumirse y ejecutarse como una política de estado prioritaria e insustituible.
Este esfuerzo podría ser coordinado por el
Consejo Económico, Social y Ambiental (CESA) de la Ciudad de México, organismo
que reúne a una amplia pluralidad de actores para dar seguimiento a dicho
Acuerdo y sería deseable el acompañamiento técnico de especialistas de la
Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y
de Ingeniería Hidráulica del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de otras
universidades privadas e institutos especializados en la materia.
2. Impulsar una Nueva Cultura del Agua: Se
debe entender a plenitud que el agua está en riesgo y por ello, debemos
valorarla, administrarla, usarla y distribuirla mejor. Lo anterior implica
asumir la responsabilidad ciudadana por su uso eficiente y actualizar el pago
del costo real del abastecimiento del agua en todo el país. La actual tarifa de
agua en la Ciudad de México es la más baja y desigual de todo el país, misma
que no refleja el impacto ambiental de obtenerla y desincentiva su uso
responsable, pues el gobierno capitalino subsidia el 95% del costo, lo que
genera un déficit operativo de gestión.
Por
tanto, es necesario:
*Implementar programas de ahorro del agua con
campañas de sensibilización y educación sobre la importancia de su uso
eficiente, en escuelas, parques, mercados, hospitales, empresas y centros
públicos.
*Establecer esquema progresivo de tarifas
justas y equitativas que consideren el costo real del agua.
*Implementar incentivos económicos, fiscales
o en el predial para premiar el uso eficiente del vital líquido.
3. Impulso a las tecnologías de captación y
tratamiento de aguas residuales. Se debe promover la instalación masiva de
sistemas de captación de agua de lluvia en empresas, escuelas, mercados y
hogares, una iniciativa que ya efectúa el gobierno de la Ciudad de México con
bastante éxito. Otra medida es establecer mecanismos fiscales para acelerar la
implementación de tecnologías de ahorro y tratamiento de aguas residuales en
los hogares y empresas de la Capital, tales como instalar drenajes
diferenciados para aguas negras y grises, y reutilizar las aguas grises para
riego y limpieza.
4. Reformar la Ley de Aguas Nacionales y su
reglamento. Se debe mejorar el actual marco legal del agua, fortaleciendo las
bases de la gestión hídrica del Estado, garantizando el presupuesto necesario y
suficiente para inversión y mantenimiento, además de investigación y desarrollo
de nuevas tecnologías, todo alejado de los vaivenes político-electorales o
caprichos presupuestales.
Resulta esencial que los candidatos a la
Presidencia de México, a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad y al Congreso
Federal y Local, incluyan el tema hídrico como una prioridad urgente en sus
propuestas.
Por ello, COPARMEX CDMX exigirá respetuosa
pero enérgicamente soluciones viables y realistas para afrontar la crisis
hídrica que amenaza el futuro de nuestra Ciudad y que considere la
participación privada. Es especialmente urgente resolver esta situación ahora,
cuando se presenta la oportunidad histórica del Nearshoring, que podría
perderse si las industrias y empresas internacionales consideran no instalarse
en el país por la escasez de agua.
Finalmente, Coparmex Ciudad de México hace un llamado a todos los sectores sociales y actores políticos a unirse a este esfuerzo para enfrentar la crisis del agua. Es necesario un trabajo conjunto y corresponsable para asegurar la seguridad hídrica de la Ciudad de México para las generaciones presentes y futuras.