José Miguel Cobián |15 sep. 2024
Tribuna
Libre.- Imagina
que recibes una llamada telefónica, que te dice que alguien está utilizando tu
tarjeta de crédito en otro estado del país.
Quién te llama, te dice que está llamando de tu banco, y no te pide
ninguna información, salvo que le confirmes que sí eres tú, o no eres tú, la
persona que está realizando esa compra.
Quién te llama, además de dar su nombre,
explica que no es una compra de las que el algoritmo del banco tiene
registradas como comunes con tu tarjeta.
Y si es un poco tonto, te va a decir también que, esa compra la están
facturando a nombre de un tercero, que obviamente no eres tú.
Una vez que le confirmas que no está tu
realizando la compra, te informa que a partir de ese momento quedará bloqueado
tu acceso a tu sistema móvil de acceso al banco. Y te solicita que verifiques que estás
bloqueado.
Tú le pides que te llame en un minuto, o lo
mantienes en la línea, y sí, resulta que al verificar si puedes entrar a la
aplicación móvil de tu tarjeta de crédito, no puedes hacerlo, el sistema te
avisa que estás bloqueado.
Le confirmas a la persona que te llama, que
tienes bloqueado el acceso a tu aplicación móvil y además, le agradeces que
hubieran evitado la compra fraudulenta con tu tarjeta de crédito.
Estás eufórico, muy contento y además,
agradecido a quién te llama, pues te ahorró un problema. Y entonces, esa misma persona que recibe tu
agradecimiento, te dice que si gustas, puedes desbloquear tu aplicación y que
él con todo gusto te ayudará.
Te pide algunos datos, que no son delicados,
como confirmar tu código postal o alguna otra tontería, y de repente, te dice
que para confirmar que eres tú el propietario de la cuenta, te van a mandar un
código numérico. Que apenas te llegue,
se lo proporciones.
En el momento en que lo haces, controlan tu
whats app, y con mala suerte, hasta tu línea telefónica.
¿Qué
hicieron? ¿Cómo lo hicieron? Y ¿Cuáles fueron los focos rojos?
Tres puntos para darte confianza son: Tienen tu número de teléfono, tienen también
tu número de tarjeta de crédito, y bloquearon tu aplicación móvil.
Los primeros dos datos, son fáciles de
conseguir, tu número de teléfono circula en el mercado negro, igual que el
número de tu tarjeta de crédito, la cual una vez que pagaste en un lugar con
ella, ya es de libre circulación en el mundo de los malandrines.
¿Cómo bloquearon tu aplicación móvil? Muy fácil, un minuto antes de llamarte,
intentan entrar vía internet al URL (dirección) del banco, proporcionando tu
número de tarjeta, con lo cual, al no conocer tu clave de acceso, lo único que
logran, con sus repetidos intentos, es bloquear tu acceso a la aplicación.
El banco tarda aproximadamente tres minutos
en enviarte el correo electrónico mediante el cual te informan que está
bloqueada tu aplicación, tanto móvil como la de uso por computadora, así que
antes de que te llegue el correo, ellos ya te están llamando, asegurándose así
que, aunque revises tu correo cada vez que te llega, en este momento, ocupado
atendiendo el teléfono no podrás revisarlo.
E incluso, si lo revisas, sólo sirve para confirmar que te bloquearon el
acceso, ya que no conoces los detalles o razones por las cuales fuiste
bloqueado.
Los focos rojos inician cuando te dicen que
una compra llama la atención del centro de prevención de fraudes, o como ellos
le quieran llamar. Resulta absurdo que
a un emisor de tarjeta de crédito le preocupe en que gastas tu dinero, salvo
que sean movimientos sospechosos
De ahí, puedes desesperar al pobre timador,
si le sigues el juego, pero jamás le proporcionas los números correctos,
simplemente lo dejas hablar, y continúas hasta que se desespere. Si me llama en un momento en que estoy
aburrido, eso hago, y me entretengo un rato.
Es muy divertido ver que te piden el código
que recibiste, y cada vez que lo proporcionas, después de no entender dónde y
cómo lo vas a recibir, y que el pobre timador te tuvo casi que llevar de la
mano a dónde te lo enviaron. Y si luego
de eso, lees mal los números y te los manda en repetidas ocasiones, resulta aún
más divertido.
Los timadores no son criminales peligrosos,
solo son criminales inteligentes, así que no hay que asustarse ni ponerse
nervioso. Puedes disfrutar de tomarles
el pelo. Pero siempre tienes que estar
atento a que no te agarren en tus cinco minutos de menso, porque de ser así, se
van a apropiar de alguna de tus cuentas, ya sea de redes sociales o teléfono.
Al ser un delito de muy bajo impacto, los
riesgos para el timador son mínimos.
Ninguna autoridad va a dedicar tiempo y recursos escasos para
localizarlo, ya que en caso de atraparlo, la pena es muy menor.
Cuidado con los timadores.
Elbaldondecobian@gmail.com
@jmcmex
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