José Miguel Cobián | 13 febrero. 2025
Tribuna
Libre.- Hay países con una vocación de liderazgo mundial, como Estados
Unidos. Allá, el gobierno y las empresas
privadas juegan en el mismo equipo para lograr que sus negocios, su tecnología
(acá bloquean a la ciencia y la tecnología) y sus productos sean líderes a
nivel mundial. Mientras los mexicanos
estamos condenados a la eterna mediocridad y a ser compradores de lo que otros
inventan o generan.
Hoy, en
la era de la tecnología, Estados Unidos
es líder en buscadores de internet, en fabricación de chips, en inteligencia
artificial. ¿Cuál ha sido el secreto?
LIBERTAD. Libertad para emprender,
regulación mínima, y brindar oportunidades para todos. Pero no ha sido solo eso, también el apoyo
del gobierno y la visión a largo plazo, para satisfacer las necesidades de sus
empresarios. ¿Vas a necesitar
energía? Autorizamos el Fracking, y
somos el principal productos de petróleo del mundo.
¿Necesitas
más petróleo? Tienes libertad de
invertir en el golfo de México.
Aprovecha que los mexicanos tontamente hablan de soberanía nacional,
impiden que empresas privadas exploren sus aguas, mientras los norteamericanos,
mediante el efecto popote, extraemos petróleo hasta de su propio mar
territorial. Estados Unidos tiene 175 plataformas
petroleras en el golfo de México, mientras que PEMEX que tenía 36, cerró 17 y
quedan activas 19. 175 comparadas con
19.
Un
intento para modernizar la economía del país, se dio con las insuficientes
reformas de Peña Nieto, en particular con la energética. Esa reforma, hubiera permitido el despegue de
la industria petrolera nacional, y el rescate de PEMEX sin costo adicional para
el erario público. El gobierno actual de
México se encargó de engañar al pueblo de México que hasta hoy en lugar de
aplaudirla la demoniza. ¿A nadie se le
ocurrió que revertir la reforma de Peña perjudicaba a todos los mexicanos? ¿O
se hizo de manera premeditada y porque?
Todo
parece indicar que las negociaciones entre el líder moral de Morena y el
sindicato petrolero, lo obligaron a revertir la reforma energética en perjuicio
de México, pero en beneficio de ese sindicato. Igual pasó con la mini reforma
educativa. La relación de AMLO con los
sindicatos magisteriales, lo obligó a revertir dicha reforma educativa, para
devolver los privilegios a dichos sindicatos.
Lo cual perjudica a la niñez mexicana, y el futuro desarrollo de México.
Cuando
se hicieron contratos para llevar gas natural al sureste del país, Bartlet
acusó de corrupción. Sólo aceptó los contratos cuando hubo un sobrecosto de más
de 500 millones de dólares que pagaremos todos los mexicanos. Todo parece indicar, que aprovechó su
posición en CFE para negociar algún jugoso bono para él. Cuando suspendió el proyecto del cable
eléctrico de la Ventosa al centro del país, todo indica que buscaba también un
beneficio adicional, que la empresa se negó a pagar, con lo cual, llevar
energía verde al centro del país, quedó en un proyecto fracasado.
México
y su industria no pueden despegar por falta de energía eléctrica. Durante el sexenio de Peña se aprobaron una
serie de proyectos privados de generación de energía verde, debido a que muchas
empresas extranjeras tenían la obligación estatutaria de sólo consumir energía
eléctrica verde. Al llegar AMLO, dichos
proyectos fueron bloqueados y cancelados.
Lo cual limitó el crecimiento de la producción de energía eléctrica y la
instalación de nuevas empresas en todo el territorio nacional.
La
justificación fue otorgarle un 54% de la producción a CFE. A cambio de ello, no se invirtió un solo peso
en el sexenio pasado en transmisión de electricidad, que es en realidad el gran
cuello de botella de la energía en el país.
No se invirtió en nuevas líneas de transmisión porque al parecer no era
un negocio muy rentable para los funcionarios de morena. En cambio, se compraron unas plantas que ya
producían electricidad para los mexicanos que eran propiedad de Iberdrola. Aprovechando la ignorancia del pueblo
mexicano, se anunció como una segunda nacionalización de la industria
eléctrica, mientras las acciones de Iberdrola en España subían como la espuma,
pues hicieron el negocio de su vida, vendieron plantas de generación antiguas,
algunas ya en el límite de su vida útil, a precio de oro al gobierno
mexicano. México no necesitaba comprar
dichas plantas, así que todo parece indicar que fue también un jugoso negocio
para el presidente de la república y para el director de CFE. Y una enorme
pérdida de dinero para los mexicanos.
El 70%
del gas natural que consume México viene de Estados Unidos. Con la llegada de Trump al poder, he
escuchado a algunos brutos afirmar que México puede hacerle la guerra comercial
a su vecino. Jamás he escuchado una
tontería mayor Arriesgar el bienestar de 130 millones de mexicanos, y regresarnos
a niveles de pobreza y malestar social típicos de países africanos, a cambio de
cumplir con un discurso presuntamente nacionalista, es un absurdo
monumental. Salvo que se entienda que en
esas circunstancias, algunos ganan y mucho.
La élite gubernamental es la que se beneficia mientras el pueblo sufre.
Por lo
que se ha visto, la presidenta Claudia Sheimbaun ha tenido más sentido común
que ideología, y hasta ahora ha capoteado a Trump. Sólo que Donald va a seguir pidiendo, más y
más, aprovechando la necesidad que México tiene de Estados Unidos. No sabemos si va a exigir que municipios,
estados, diputados, senadores, gobernadores, distinguidos miembros de las
fuerzas armadas y de seguridad del estado, empresarios y particulares, rompan
sus lazos con el crimen organizado, o si sólo va a continuar aprovechando su
posición dominante para someter aún más a la presidenta. En cualquier caso, serán cuatro años
difíciles para el país, que está ahora más débil que nunca, ya que todos los
fondos que se tenían para aprovecharlos en tiempos de crisis, fueron gastados
en las obras faraónicas del sexenio pasado, ninguna de las cuáles a la fecha
está dando frutos para los mexicanos.
Todo
parece indicar que en México, no hay visión de largo plazo. Los mexicanos en el poder, aprovechan su
posición para saquear las arcas públicas, beneficiarse de su posición política,
hacer alianzas impresentables, y sobre todo TRAICIONAR A MÉXICO, ya que ninguno
piensa en el futuro del país. El pueblo
bueno por su parte, se olvida del largo plazo, y se acomoda a los beneficios
del corto plazo, sin tomar en cuenta que lo más importante es el futuro de la
Nación.
La
respuesta a la pregunta planteada en el título es: Sí, lo pensaron, y el daño a
México es premeditado. No es causado por potencias extranjeras, sino
por los propios mexicanos.
@jmcmexelbaldondecobian@gmail.com
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