* Sheinbaum, ignorada por la cúpula obradorista * De que hay ruptura, hay ruptura * Cazarín y el saqueo trimestral de 30 millones * Otra de los compadres tóxicos de Nahle * Los Quintanilla rentan edificio embargado al Poder Judicial Federal * Focos rojos para Morena en el sur… y también en el centro
Mussio Cárdenas Arellano | 12 marzo 2025
Tribuna
Libre.- La presidenta Kalimán se revistió de serenidad y paciencia, viendo a la
cúpula obradorista –Luisa Alcalde, Adán Augusto, Ricardo Monreal y Manuel
Velasco– embelesada por la foto con el hijo de López Obrador.
Ignorada
por los cinco, transitó a sus espaldas, sonriente y sin aminorar el paso. Y
ellos, que están en lo suyo, donde sienten el poder real, seguían posando para
los fotógrafos con Andrés Manuel López Beltrán, el seguro sucesor de Claudia
Sheinbaum.
Ahí, en
lo que Adán Augusto López Hernández definió como el “corazón de la Patria”, el
zócalo, y que no es más que una plancha que sirve para el show del culto a la
personalidad, y las consultas piteras, asambleas inservibles, templo de la
matraca y el aplauso, se gestó la peor estampa, el retrato de una presidenta
que sólo manda en el papel.
Once
segundos dura la escena. Sheinbaum extiende su brazo y toca a Andrés Manuel
López Beltrán; él intenta tomarle la mano; ella mantiene en el paso. Luisa
María Alcalde, presidenta de Morena, hace lo mismo, casi sin hacer contacto con
la presidenta.
Monreal,
líder de los diputados federales morenistas, alcanza a voltear, gira, da un
pequeño salto, intenta acercarse y en el esfuerzo se queda.
Manuel
Velasco, líder de los senadores del Partido Verde, y Adán Augusto, pastor de
los senadores de Morena, hacen el intento por saludar, acercarse. Velasco
apresura la marcha, dos, tres pasos y se frena.
Sheinbaum
pasa junto a Victoria Rodríguez, presidenta del Banco de México, sin que haya
contacto. Sólo Alejandro Esquer, secretario particular de López Obrador en la
presidencia, estrecha la mano de Sheinbaum, la retiene una fracción de segundo
y ella, que no deja de mascullar la afrenta, no deja de avanzar.
Al
desaire siguió el descontrol. Monreal, Velasco y Adán Augusto lanzan tuits de
desagravio, un mea culpa por haberle dado, literalmente, la espalda a la
presidenta. O que ella en su andar presuroso, les haya tomado la espalda y casi
les haya sacado la vuelta. O que ellos finjan no haberla detectado, sentido,
olido, percibido. O que hagan creer que no escucharon el sonido que advertía
que la científica Shamebound –esclava de la vergüenza– estaba ya a unos metros
del “corazón de la Patria”.
Trepada
en el templete, nada de cuanto haya dicho la presidenta de México tuvo
relevancia. La nota fue, es y sigue siendo el desaire del obradorismo en pleno
a la jefa –supuesta jefa– de las instituciones. Y el revuelo en redes sociales
se desató. Y el video de la foto con Andy y la presidenta ignorada a sus
espaldas se robó la atención.
Nada le
pega tanto a Shamebound, ni los latigazos de Trump, ni la amenaza arancelaria,
ni la cuerda de 29 narcos a Estados Unidos, como el desaire de la cúpula
obradorista. Porque el desaire proviene de los brazos, los tentáculos de López
Obrador.
Andy
pasó a primer plano y Claudia se tragó el insulto.
Horas
después, en la mañanera del lunes 10, fue lacónica. “Estaban distraídos”, expresó.
“No pasa nada”. Y cerró el tema.
Gerardo
Fernández Noroña, que es cáustico, deslenguado, rupestre, rasposo, los definió:
“Estaban papaloteando”.
Quizá
algo más que eso. Estaban rendidos a los pies del heredero del sueño
obradorista, la reelección disfrazada, saltando un sexenio, Andrés Manuel López
Beltrán construyendo el camino para asegurar que la sucesión sea monástica. El
Peje le dejó el trono a la hija política y la hija política se lo traslada al
hijo real.
Maltrecha,
Claudia Shamebound camina sin rumbo. Pudo detenerse y verse rodeada de su
corte; pudo recibir el saludo, el abrazo, la lisonja de Andy López Beltrán;
pudo aguardar ahí, de pie, atrayendo a todos, mostrando que, aunque sea de
palabra, la lider del movimiento. Pudo revertir el efecto, pero prefirió
caminar.
Prefirió
seguir su marcha, pasando a espaldas de los operadores nacionales del
movimiento obradorista, desde Luisa Alcalde, presidenta de Morena; Andy,
secretario de Organización del partido de su papá; de los senadores Adán Augusto,
Velasco y Esquer; del diputado Ricardo Monreal y de la presidenta del Banco de
México, Victoria Rodríguez.
Pudo
desactivar la supuesta falta de atención, la imprudencia, la distracción o
hasta la emoción que, según Adán Augusto, le provocó lo imponente que es estar
en el “corazón de la Patria” como si no hubiera estado en el “corazón de la
Patria” centenares de veces, en las concentraciones de López Obrador, en los
campamentos que instalaba el Peje para luego negociar con la gente de Carlos
Salinas de Gortari, uno de ellos Manuel Camacho Solís y otro, Marcelo Ebrard.
La
ruptura existe. Así sonría Shamebound, la ruptura es real. Así se desvivan en
disculpas públicas Adán, Velasco y Monreal, la ruptura está en el aparador. Y
todos la ven.
La
presidenta Kalimán fue saboteada por Adán Augusto cuando propuso a Nashiely
Ramírez para presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El tabasqueño
maniobró, reimpulsó a Rosario Piedra Ibarra, que ha sido un desastre y una
vergüenza, pero tiene el afecto de López Obrador, y la impuso consumando un
agravio. Adán jugó en la línea de Andrés Manuel; Claudia no.
Manuel
Velasco y Adán Augusto se la volvieron a aplicar. Su iniciativa de reforma
constitucional para impedir la reelección y el nepotismo lo propuso para entrar
en vigor en 2027. Volvieron a maniobrar y el Senado lo pospuso para 2030.
Monreal
tuvo todo para recomponer la iniciativa. No lo hizo. La mayoría morenista en la
Cámara de Diputados confirmó que será en 2030. Y Claudia terminó de perder.
No hay
presidenta; hay encargada de la Presidencia.
No
detenta el poder; el poder se ejerce en Palenque, casa de López Obrador.
Adán
Augusto, Manuel Velasco y Ricardo Monreal no son sus operadores en el Senado y
Cámara de Diputados; son los operadores de Andrés Manuel.
El
desaire en el corazón de la Patria sólo es el retrato de la ruptura y el
agravio.
Y a la
presidenta Kalimán la serenidad y paciencia no la van a salvar.
METADATO
Cada
tres meses, Gómez Cazarín se robaba 30 millones de pesos del Congreso de
Veracruz. Lo ayudaban dos diputados cómplices. Eran partidas para dispersar
entre legisladores. A los coordinadores parlamentarios se le asignaban 200 mil
pesos mensuales, independiente a los recursos que por ley se usan para las
tareas de cada grupo legislativo. Pero al resto de los diputados locales les
tocaban migajas sin saber la dimensión de los recursos que podían obtener.
Gómez Cazarín operaba con discrecionalidad, amparado en la complicidad del ex
gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Las auditorías son de escándalo, la
huella, la ruta del robo del Carón. Fue un saqueo descomunal. Y la evidencia no
tarda en salir… Otra de los compadres tóxicos de Rocío Nahle: Arturo
Quintanilla Hayek y su hermano Jaime, metidos en un atraco de 20 millones de
pesos con un edificio que le rentan al Poder Judicial de la Federación,
embargado. Banamex no les reconoce personalidad jurídica para representar a
Empresas Zavala. Existe un litigio de por medio, provocado por las habituales
trapacerías del clan Quintanilla. Un documento ventilado en el juicio
224/1996-IV, señala la “falta de personalidad” jurídica de Arturo Quintanilla
Hayek en la Empresa Zavala, cuyo hermano Jaime se ostenta como administrador
único sin que se haya establecido que sea accionista, sin que haya rendido
cuentas a los dueños. En juzgados se cuestionan cómo fue posible que el Poder
Judicial de la Federación les rentara un edificio embargado en Coatzacoalcos
sin acreditar, además, que sea de su propiedad. Los compadres de la gobernadora
Nahle son como Tony Macías, el suegro incómodo de Javier Duarte, y el impacto
de lo que hagan será igual. Duarte, por lo pronto, está en prisión… Focos rojos
en Morena: el sur, en zona de riesgo. Y el centro también. En Minatitlán,
Cosoleacaque, Nanchital, San Andrés Tuxtla, Jesús Carranza y hasta
Coatzacoalcos por el desarraigo de Pedro Miguel Rosaldo García, el favorito de
la gobernadora de Veracruz, los números no pintan bien. Lo mismo ocurre en
Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Alvarado, Coatepec, Emiliano Zapata, Orizaba,
Córdoba. Ganan la encuesta unos y la candidatura viene para otros. Desairan a
las corrientes morenistas y son impuestos los amigos y entenados políticos de
la gobernadora Rocío Nahle. Son burlados los liderazgos locales, los que
aglutinan al morenismo que viene trabajando año con año en colonias,
congregaciones y ejidos, donde el voto es mayoritario, donde el voto cuenta.
Hay focos rojos y habrá descalabro, sólo si la oposición presenta candidatos y
propuestas que jalen la atención del elector…
https://mussiocardenas.com/primero-la-sabotean-y-ahora-la-desairan/
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