Renato Consuegra| 10 marzo 2025
Tribuna
Libre.-
CLas MiPyMEs mexicanas, el alma de
nuestra economía, se enfrentan a una nueva amenaza con las políticas de
incremento de aranceles implementadas por el expresidente Donald Trump y
podrían verse afectadas por un entorno de incertidumbre que, lejos de ser un
fenómeno abstracto, podría repercutir directamente en las operaciones de las
micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas, que representan más del 70% de
la generación de empleo en el país. Pero, ¿deberían las MiPyMEs mexicanas temer
a los aranceles al 25% impulsados por
Trump?
El
panorama de las MiPyMEs en México es diverso y, por ende, el impacto de estos
aranceles no será homogéneo, ya que mientras muchas de estas empresas operan en
mercados nacionales, otras están estrechamente vinculadas con cadenas de
suministro internacionales o realizan exportaciones a Estados Unidos, que es el
principal socio comercial del país. Para las MiPyMEs que dependen de insumos
importados, como en los sectores manufacturero, automotriz o electrónico, los
aumentos en los aranceles pueden significar un incremento considerable en los
costos de producción, afectando tanto sus márgenes como su competitividad.
Los
aranceles no solo afectan a las empresas que exportan a EE.UU., sino también a
aquellas que importan productos o insumos desde este país o incluso desde otras
regiones como, por ejemplo, las pequeñas unidades de negocio que fabrican
componentes electrónicos o piezas para la industria automotriz, pero que
necesitan insumos importados. Ellas enfrentarán un aumento en los costos que
difícilmente podrán absorber sin afectar sus márgenes de ganancia. Esto se
traduce en una menor competitividad frente a empresas más grandes, o en el peor
de los casos, en la quiebra para aquellas que no puedan adaptarse rápidamente.
Por
otro lado, es importante reconocer que las MiPyMEs mexicanas que operan
principalmente en el mercado local pueden no estar tan expuestas a los
aranceles directamente, sin embargo, la incertidumbre creada por las políticas
comerciales internacionales también puede afectar la confianza del consumidor y
la inversión. En un clima de inestabilidad económica, los consumidores tienden
a reducir el gasto, lo que afecta a las empresas más pequeñas que dependen de
un consumo constante, además de que, una menor inversión extranjera derivada de
la incertidumbre podría impactar negativamente a aquellas empresas que
necesitan de estos flujos de capital.
Sin
embargo, no todo está perdido para las MiPyMEs mexicanas porque su capacidad de
adaptación, que ya han demostrado en otras ocasiones, será clave para
determinar el impacto real de los aranceles. Muchas pequeñas empresas tienen la
capacidad de diversificar su base de proveedores, explorando mercados
alternativos o incluso recurriendo a proveedores nacionales para evitar el
impacto de los aranceles. Esta forma de actuar ya conocida por muchas podría
llevar a una reconfiguración de las cadenas de suministro, favoreciendo a los
proveedores locales, lo que, a largo plazo, podría incluso fortalecer a las
MiPyMEs al reducir su dependencia de mercados extranjeros.
Además,
es crucial reconocer que el gobierno mexicano tiene un papel fundamental en
este escenario porque si bien las políticas exteriores son difíciles de
predecir, las autoridades mexicanas deben garantizar que las MiPyMEs no queden
desprotegidas ante el impacto de los aranceles, para lo que pueden generar
programas de apoyo fiscal, la promoción de la innovación y la búsqueda de
nuevos mercados fuera de los Estados Unidos, entre algunas de las herramientas
que el gobierno podría utilizar para ayudar a las pequeñas y medianas empresas
a adaptarse a los nuevos desafíos. Sin embargo, es imperativo que estas medidas
se implementen de manera efectiva y eficiente, para que las MiPyMEs no queden a
la deriva en un entorno de competencia global.
La
resiliencia también juega un papel crucial para las MiPyMEs mexicanas, puesto
que deben enfocarse en mejorar su competitividad interna a través de acciones
como invertir en tecnología, optimizar procesos productivos y fortalecer su
presencia digital, pasos que podrían ser fundamentales para reducir el impacto
de los aranceles y, al mismo tiempo, prepararse para un entorno cada vez más
globalizado. Aquellas que logren diversificar sus mercados y fuentes de
ingresos estarán en una mejor posición para resistir los efectos de las
políticas proteccionistas.
A pesar
de los retos, las MiPyMEs mexicanas también tienen la oportunidad de aprovechar
el contexto actual para adaptarse y evolucionar, para lograrlo la clave está en
la agilidad con la que respondan a los cambios en la economía global. En lugar
de centrarse únicamente en los riesgos, las MiPyMEs deben considerar este
momento como una oportunidad para reinventarse, diversificar sus fuentes de
ingresos y fortalecer su competitividad.
En
conclusión, las MiPyMEs mexicanas no deben temer a los aranceles per se, sino
estar conscientes de los riesgos que implica el entorno global cambiante y,
aunque algunas serán más vulnerables que otras, con la estrategia adecuada,
muchas de ellas podrán adaptarse, diversificarse y sobrevivir. Las políticas
gubernamentales, la resiliencia empresarial y una correcta gestión de riesgos
jugarán un papel crucial en este proceso que las MiPyMEs deben aprovechar como
una oportunidad para fortalecer sus bases y continuar siendo el motor de la economía
mexicana.
De
emprendimientos y más…
México
se ha consolidado como uno de los mercados más dinámicos para el modelo de
franquicia en América Latina, con más de 1,500 marcas en el país, las cuales
contribuyen con un 5% al Producto Interno Bruto (PIB), destacando metrópolis
como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, las cuales han emergido como
polos clave de expansión, especialmente en sectores como cafeterías y servicios
de belleza. Aunque a menudo se percibe que las franquicias requieren grandes
inversiones, el sector mexicano ofrece opciones para diferentes presupuestos y
perfiles de emprendedores, con modelos innovadores y accesibles que están
viendo un crecimiento constante. Entre las franquicias destacadas se encuentran
Auto Tyre, B de Bueno, Lavaexpres, P7 y Guapaletas, que han logrado un gran
éxito a nivel nacional e internacional.
Además
del impacto económico, las franquicias en México también están generando
transformaciones sociales significativas. Iniciativas como "Franquicias
con Causa" promueven modelos de negocio con un impacto positivo en las
comunidades, apoyando proyectos como Ponte Pizza, que dona pizzas a
instituciones sociales, y Somos Bárbaros, que capacita a mujeres en reinserción
social. Asimismo, franquicias como Energi apuestan por la sustentabilidad y la
reducción del impacto ambiental. A medida que el sector sigue creciendo, se
abren interrogantes sobre cómo estos modelos de negocio podrán adaptarse a
nuevas tendencias económicas y sociales, y qué sectores emergentes liderarán la
próxima fase de expansión, un reto que Franquicias Que Crecen está anticipando
y analizando para identificar oportunidades y desafíos.
https://yoemprendedor.mx/nada-esta-perdido-para-las-mipymes-ante-aranceles/
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