José Miguel Cobián | 29 mayo 2025
Tribuna
Libre.- A estas alturas de mi vida, emocionarme porque voy a conocer a un
funcionario público, ya es muy difícil. He saludado de mano y platicado
personalmente con alcaldes, diputados locales, diputados federales,
funcionarios de alto nivel, secretarios
de despacho, senadores, gobernadores e incluso un par de presidentes de la
república. En general, pocos son los que
me han causado una buena impresión.
Hoy, 28
de mayo de 2025 tuve la oportunidad de conocer a alguien, que en mi opinión es
un héroe de carne y hueso para toda la zona centro del estado de Veracruz. Y sí, estuve emocionado esperando el momento
de conocerlo y disfruté enormemente los 90 minutos que pude platicar con
él. Vino a Córdoba específicamente a
apoyar al próximo alcalde Manuel Alonso Cerezo en su cierre de campaña.
Te
preguntarás porque razón lo considero un héroe.
No es que use capa, o que haya salvado a un ser humano o a un perrito en
desgracia. No, lo que hizo, lo que
logró, fue mucho más sutil, y sin embargo, beneficia a prácticamente un millón
de mexicanos, favoreciendo la comunicación y el crecimiento económico de la
zona centro del estado.
Le
pregunté: ¿Cómo fue que lograste quitar tú solo la caseta que estaba en
Fortín? Ahí comenzó la historia que voy
a compartir contigo. ¨Fíjate que llegó
Pérez Astorga a las oficinas de la Secretaría de Comunicaciones, llevaba el
encargo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, de buscar la manera de
ampliar las plazas de cobro de la caseta de Fortín. Cuando lo escuché, le pregunté si era de la
región y me dijo que no. Yo le comenté
que facilitar el paso no era suficiente, que había que quitarla¨.
Años y
años de lucha de la Iniciativa Privada de la región, visitando diputados,
senadores, promesas de gobernadores, idas y venidas a Capufe, no dieron ningún
resultado. Y resulta que ni siquiera tocaban la puerta correcta, tenían que
acudir al FONADIN, pero eso, eso, nadie lo pensó.
Me
platica José Luis Palomares, cordobés por nacimiento y orizabeño por adopción,
que siempre quiso hacer algo por la región, y cuando Pérez Astorga se presentó,
tomó la decisión que buscar quitar esa aduana entre las dos regiones
económicas. En su calidad de abogado
general de la secretaría de infraestructura, comunicaciones y transportes, lo
comentó de inmediato con su jefe, el secretario Jorge Nuño, que a su vez,
solicitó la autorización del presidente López Obrador, quien le dijo que sí,
siempre y cuando todo fuera legal, y no se afectaran demasiado las finanzas
públicas.
José
Luis Palomares viejo conocido de Juan Manuel Diez le pidió apoyo, solicitando
que le enviara todos los antecedentes, promesas de campaña, quejas, una
hemeroteca completa de los daños que los ciudadanos señalaban causaba esa
caseta, para tener argumentos y pruebas suficientes de la necesidad de
quitarla.
Mientras
Juan Manuel Diez le integraba un expediente completísimo, José Luis buscaba el
fundamento legal adecuado, para quitarle la concesión al FONADIN, mismo que
encontró en el propio título de concesión, que establece en una de sus
condiciones, ¨la obligación del concesionario de garantizar el debido flujo de
los usuarios, y en caso de que no sea así, la Secretaria podrá dictar las
medidas necesarias para garantizarlo¨.
Con el
expediente que envió Juan Manuel Diez, y con la suerte de que en esas fechas se
hacían unas filas enormes prácticamente todos los días en la caseta, se pudo
extinguir la concesión a FONADIN, quien recibió la instrucción de adecuar las
tarifas de las dos casetas anterior y posterior a la de fortín y así no afectar
los ingresos de la federación.
El
cabildeo y el esfuerzo legal, la voluntad y la energía de José Luis Palomares,
llevaron a que se expidiera el oficio-instrucción al FONADIN, para demoler la
caseta. Ese oficio lleva la firma del
secretario Nuño y la orgullosa rúbrica de visto bueno del propio José Luis
Palomares.
Es
innegable que se juntó la voluntad política del presidente López Obrador, de
quién el propio José Luis se expresa asombrado de su capacidad para recordar
cada punto del país y su respectiva problemática y quejas ciudadanas. AMLO de inmediato recordó el conflicto y las
quejas de los vecinos, por lo cual, de inmediato otorgó su beneplácito al
proyecto.
El
propio Secretario Nuño hizo suya la propuesta de su abogado de cabecera, y fue
quién llevó la propuesta al presidente.
Se conjuntaron una serie de factores, que quizá hubiera sido imposible
encontrar en otro momento.
Pérez
Astorga llega con la petición del gobierno del estado para ampliar el número de
casetas de Cobro. El secretario decide
que lo atienda José Luis Palomares, pues es un problema de su zona. José Luis considera que es el momento de
tomar el toro por los cuernos, ya que cuenta con la confianza y amistad del
secretario. El secretario acude a un
presidente que ha recorrido por tierra todo lo largo y ancho del país, pero que
además, tiene buena memoria, y recuerda los problemas y las quejas de los
habitantes de la zona. Y José Luis
encuentra en el contrato de la concesión la excusa perfecta para cancelar la
propia concesión, incluyendo como pruebas, todo el expediente que un alcalde
eficiente e interesado en el proyecto
como Juan Manuel Diez.
¿Coincides
conmigo en que José Luis Palomares debería ser considerado un héroe para la
zona centro del estado? Ahora ya conoces
la verdadera historia, fuera de intereses políticos y de algunos políticos y
personajes de la iniciativa privada, que quisieron en su momento y hoy también,
colgarse la medalla del éxito de quitar la caseta, cuyo único autor material e
intelectual es el propio José Luis Palomares.
Elbaldondecobian@gmail.com @jmcmex
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