* Sentencian a hermanos Luis Gonzalo y Rodrigo Antonio Muñoz Dromundo por acusaciones de falsa extorsión con el fin de quedarse con los negocios del empresario
Ciudad de México| 13 mayo 2025
Tribuna
Libre.- Después de cinco años de una intensa y compleja batalla legal, el
empresario Héctor Rubén Alcántara Nava fue declarado víctima de un montaje
policial y ministerial, según la sentencia emitida el pasado 9 de abril de
2025, dentro de la carpeta digital UGJTE01/1277/2024, mientras los
responsables, Luis Gonzalo y Rodrigo Antonio Muñoz Dromundo, fueron condenados
a más de cinco años de prisión y a una multa ejemplar por el delito de falsedad
de declaraciones ante autoridad.
“Hoy
estoy aquí para recuperar mi nombre, mi dignidad y mi verdad”, expresó
Alcántara Nava al iniciar su mensaje público, en una rueda de prensa celebrada
en la Ciudad de México ante medios de comunicación.
Alcántara
Nava relató un intento calculado de despojo mediante el uso del aparato
policial y ministerial, en hecho que se remontan a 2020, cuando Alcántara Nava
fue falsamente acusado de extorsión y amenazas por los hermanos Muñoz Dromundo,
acusaciones que, de acuerdo con la sentencia, fueron parte de un plan
deliberado para despojarlo de su patrimonio, incluyendo acciones empresariales,
licencias, propiedades y derechos comerciales.
“Fui
perseguido, calumniado, arruinado moral y económicamente. La justicia me dio la
razón, pero el costo fue altísimo”, expresó el empresario, quien advirtió que
aún hoy, tras la sentencia, continúa siendo calumniado y agredido verbalmente
por Rodrigo Antonio Muñoz Dromundo.
Uno de
los episodios más alarmantes fue la detención injustificada de su chofer, Isaac
Herrera, quien fue encarcelado durante nueve meses tras una maniobra simulada:
la entrega de un sobre sin dinero, con papeles de periódico, utilizada como
falsa prueba de extorsión con el objetivo de presionar al empresario a entregar
sus bienes.
Héctor
Rubén Alcántara Nava afirmó que finalmente obtuvo justicia tras cinco años de
desgaste, ya que tras resoluciones previas del Ministerio Público, que
descartaron los señalamientos por carecer de sustento, y luego de que los
acusadores solicitaron la revisión del no ejercicio de la acción penal, el juez
Pablo Picazo Fosado determinó de forma concluyente que los hechos narrados
nunca ocurrieron, por lo que la sentencia del 9 de abril marca el cierre
judicial del caso y confirma que el empresario nunca cometió los delitos
imputados.
“Creyeron
que podían destruirme con una mentira. Pero esa misma mentira, hoy los lleva a
prisión”, relató Alcántara Nava, quien estuvo acompañado por su abogado Andrés
de Anda.
Aún
así, Alcántara Nava continúa siendo objeto de acoso persistente y señalamiento
directo. Denunció que pese a las medidas cautelares impuestas —presentación
mediante firma mensual y una orden de restricción— el hostigamiento en redes
sociales y en espacios públicos continúa, lo que lo llevó a realizar una
advertencia pública: “Temo por mi vida y la de mi familia. Lo mismo que para
mis negocios. Y si algo llegara a pasarnos, responsabilizo directamente a Luis
Gonzalo Muñoz Dromundo y Rodrigo Antonio Muñoz Dromundo”.
Más
allá de su caso, el empresario hizo un llamado contra la impunidad y anunció
que este proceso no termina con la sentencia, sino que su intención es impulsar
reformas o iniciativas para evitar que el sistema de justicia sea utilizado
como arma de extorsión o venganza.
“No
hablo solo por mí. Hablo por todas las víctimas de acusaciones fabricadas. La
justicia no puede ser un instrumento de poder, sino un refugio frente al abuso”
El
evento concluyó con la participación de su equipo jurídico, quienes ofrecieron
detalles técnicos del caso y atendieron preguntas de la prensa especializada.
***A Continuación
versión estenográfica de la víctima:
MENSAJE
A LOS MEDIOS Y A LA OPINIÓN PÚBLICA
Héctor
Rubén Alcántara Nava
Muy
buenos días a todos los representantes de los medios de información, gracias
por acompañarnos en esta rueda de prensa y por acompañarme en este evento que
para mí significa mucho.
Hoy
estoy aquí para recuperar mi nombre, mi dignidad y mi verdad.
Hace
cinco años fui acusado falsamente de un delito que jamás cometí. Fui señalado
de extorsión y amenazas por LUIS GONZALO “N” y RODRIGO ANTONIO “N”, en un
montaje perverso, planeado con alevosía, con la intención de arrebatarme mi
patrimonio, mis negocios y destruirme personal y profesionalmente.
Fui
expuesto públicamente a través de medios de comunicación que confiaron
ciegamente en las palabras de RODRIGO ANTONIO “N” para participar, quizá sin
saberlo, en este montaje. Fui perseguido legalmente y dañado moral y
económicamente de forma brutal, a tal grado que hoy aún sufro las consecuencias
de dicha cacería.
Mientras
ellos tejían una trampa, yo tuve que enfrentar una pesadilla que parecía no
tener fin: demandas, juicios, desprestigio, pérdida de utilidades, de tiempo y
lo más doloroso, la injusticia de ver a mi gente cercana también lastimada.
Mi
chofer, Isaac Herrera, fue detenido en una trampa absurda y lo mantuvieron
preso durante nueve meses sin justificación real.
Todo
esto, como parte de un plan para que yo cediera mis acciones, permisos,
licencias, propiedades… como condición para desaparecer un expediente fabricado
con mentiras.
Gracias
a la ley, a mi equipo legal y al tiempo, que siempre pone las cosas en su
lugar, hoy puedo decir con la frente en alto que la verdad salió a la luz.
El
Ministerio Público determinó que las acusaciones eran inverosímiles.
Posteriormente, ante la revisión del No Ejercicio de la Acción Penal solicitada
por la parte acusadora, estos dos hermanos, el juez también resolvió que el
delito jamás existió como lo narraron los denunciantes.
Y
finalmente, la justicia sentenció a LUIS GONZALO “N” Y RODRIGO ANTONIO “N” por
el delito de falsedad ante autoridades, con más de cinco años de prisión y una
multa ejemplar. Así, hoy, la misma justicia que me persiguió, me reconoce como
víctima.
Soy un empresario
que ha trabajado con esfuerzo y que fue traicionado por quienes, cegados por la
avaricia, intentaron despojarme de todo. Lejos de ser un criminal como lo
quisieron fabricar para quitarme todo lo que tengo, hace un mes el juez y los
hechos me dieron la razón. LUIS GONZALO “N” Y RODRIGO ANTONIO “N” hicieron un
montaje mediante el cual no sólo atentaron contra mi libertad, también
quisieron robar mi identidad, mi paz, y mi futuro.
Hoy no
hablo sólo por mí. Hablo por todos aquellos que han sido víctimas de
acusaciones falsas, de trampas legales, de la maldad disfrazada de justicia.
Porque levantar una mentira ante la ley es un crimen. Y porque no podemos
permitir que la impunidad se normalice.
Agradezco
profundamente y con mucha emoción a quienes confiaron en mi inocencia, a mi
familia, a mis amigos, a mis abogados y a cada persona que no se dejó llevar
por los titulares, sino por los hechos.
Todos
ellos creyeron en mí. Todos ellos confiaron en lo que les he demostrado a lo
largo de muchos años de mi paso por la vida, porque fue lo que me enseñaron mis
padres y es lo que siempre he cosechado en mi familia.
Hoy
cierro una parte de este capítulo con la verdad en mis manos y con la
determinación de seguir adelante. También hago saber mi compromiso de usar esta
experiencia para impulsar reformas, acciones o iniciativas que prevengan el uso
corrupto del sistema judicial para fines personales.
A los
representantes de los medios de información, gracias por estar aquí. A la
sociedad, gracias por escucharme. Y LUIS GONZALO “N” y RODRIGO ANTONIO “N”, les
digo: la justicia los alcanzó, porque la verdad no se puede ocultar para
siempre.
Hoy
LUIS GONZALO “N” y RODRIGO ANTONIO “N” han sido sentenciados. Tienen medidas
cautelares desde hace más de tres años y deben acudir a firmar una vez al mes;
también tienen una órden de restricción. Es decir, no se pueden acercar a mí.
Aún así, continúan con el golpeteo mediático todos los días en sus redes
sociales y cualquier lugar público.
Por ese
motivo, hoy frente a ustedes quiero decir que temo por mi vida y la de toda mi
familia. Porque si por ambición fabricaron un burdo presunto delito, no sé qué
más pueden hacer hoy que la justicia me dio la razón. Por ese motivo,
públicamente quiero hacer responsables a LUIS GONZALO “N” Y RODRIGO ANTONIO “N”
por cualquier cosa que pudiera sucedernos a mi, a mi familia y a mis negocios.
Muchas
gracias. Buenos días.
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