**La red corrupta que amenaza la integridad del sistema educativo veracruzano
**Claudia
Tello tiene sumida a la SEV en una de sus perores crisis, nadie quiere tratar
con ella.
**Se
encargó de poner en puestos claves de la SEV a ex Cuitlahuistas que saquearon
al erario público.
**También
le dio entrada a ex operadores de Pepe Yunes, del PAN y por increíble que
parezca a detractores de Nahle.
Xalapa, Ver. | 30 junio 2025
Tribuna
Libre.- En el convulso y opaco escenario que actualmente enfrenta la Secretaría
de Educación de Veracruz (SEV), han surgido con creciente fuerza señalamientos
sobre una estructura paralela de poder que opera desde las sombras, y que está
poniendo en jaque tanto la legitimidad como la funcionalidad institucional del
sector educativo estatal, así como metiendo en problemas semanas tras semanas a
la Gobernadora Rocío Nahle, quien ya no sabe que hacer con Claudia Tello, de
quien se dice dentro de poco se regresará al Senado a ocupar su curul.
Al
centro de esta red que tejió Claudia Tello en la SEV se encuentra Jorge Luis
Fernández Bravo, operador político de confianza de Tello Espinosa, y quien, de
acuerdo con testimonios internos y análisis de actores educativos, ejerce un
control real sobre las decisiones más importantes de la dependencia.
El
operador en las sombras
Aunque
carece de un cargo formal dentro del organigrama de la SEV, Fernández Bravo se
ha consolidado como el verdadero titiritero del sistema educativo veracruzano,
moviendo hilos que van desde los nombramientos hasta la asignación
presupuestal, pasando por la planeación estratégica y la operación política de
programas educativos. Diversas fuentes lo señalan como el arquitecto de una red
de clientelismo interno, mediante la cual se intercambian favores, lealtades
políticas y recursos económicos por cargos clave, contratos y privilegios
administrativos.
Su
influencia es tal que, aseguran algunos funcionarios, las instrucciones no se
originan en la oficina de la secretaria Claudia Tello, sino en los pasillos
donde opera Fernández Bravo, quien ha colocado a un grupo compacto de
operadores de su entera confianza en áreas estratégicas.
Los
operadores del clan Fernández-Tello
Esta
estructura no podría sostenerse sin una red cuidadosamente diseñada, integrada
por personajes provenientes, en su mayoría, de la pasada administración de
Cuitláhuac García en SEDECOP, y que ahora se han incrustado en puestos
relevantes de la SEV.
Entre
los nombres más señalados destacan:
Arturo
Orozco – Secretario particular de Claudia Tello Espinosa y operador político
desde SEDECOP. Goza de acceso total al círculo de poder y actúa como
interlocutor directo entre Fernández Bravo y la titular.
María
Elena Camacho – Colaboradora de extrema confianza, encargada de tareas internas
y vigilancia personal, incluso en temas que rebasan lo profesional. Es vista
como un filtro para decisiones administrativas clave.
Mauricio
Cano Pineda – Secretario Técnico del Consejo Interinstitucional Veracruzano de
Educación (CIVE). Ha sido acusado de prácticas irregulares, como cobros
indebidos a instituciones privadas a cambio de tramitar el REVOE.
Adrián
Eduardo Gómez Ortega – Ex convicto por secuestro y actual Director de
Administración en la Universidad Pedagógica Veracruzana (UPV), pese a no
cumplir con el perfil ni contar con experiencia acreditada. Existen denuncias
formales en su contra ante Derechos Humanos.
José
Conde Gómez – Director General de Educación Primaria Federalizada, señalado por
su actitud prepotente y servilismo ante el subsecretario Elías Calixto, más que
por sus méritos técnicos o pedagógicos.
Ernesto
Ixcoatl Alonso Flores – Exfuncionario de la Secretaría de Finanzas y Planeación
(SEFIPLAN), vinculado a maniobras presupuestales y recientemente propuesto para
encabezar la Dirección Administrativa del COBAEV.
Azucena
Domínguez Acosta – Ex titular del Órgano Interno de Control, con historial de
encubrimiento de anomalías en auditorías internas.
Claudia
Jeanett Castro Noguera – Exadministradora en SEDECOP, incorporada también a la
red cercana a Fernández Bravo por vínculos personales más que profesionales.
El
COBAEV: próxima víctima del control autoritario
Ahora,
con los recientes movimientos dentro del Colegio de Bachilleres del Estado de
Veracruz (COBAEV), se evidencia la intención del llamado “clan Fernández-Tello”
de extender su control hacia esa institución.
Esta
maniobra se da en un contexto de opacidad, ignorando las líneas estratégicas
marcadas por el Ejecutivo estatal y tratando de colocar en cargos clave a
perfiles cuestionables y con antecedentes que los descalifican para ejercer
funciones públicas sensibles.
Entre
los nombres propuestos por Fernández Bravo para tomar el control del COBAEV se
encuentran:
José
Luis Ponce Pazarán – Dirección Académica. Sin trayectoria reconocida en
docencia media superior ni propuestas pedagógicas claras.
Ernesto
Ixcoatl Alonso Flores – Dirección Administrativa. Perfil vinculado a manejos
irregulares de recursos públicos en otras dependencias y operador financiero en
SEFIPLAN
Hilda
Márquez Hernández – Jefatura de Recursos Humanos. Cercana al grupo de Tello y
sin experiencia comprobable en gestión de personal educativo. Hasta hace unos
días era el enlace administrativo en el área de la secretaría de educación.
Fungía como jefa de departamento de almacén e inventario en SEDECOP
José
Jaime Domínguez Piña – Dirección de Planeación, Programación y Presupuesto.
Exfuncionario con historial de opacidad presupuestaria. Ex secretario de particular
en SEDECOP
¿La
Gobernadora Nahle estará enterada de todo esto?
Frente
a este escenario, surgen preguntas fundamentales: ¿Está al tanto la gobernadora
Rocío Nahle García de la magnitud de este poder fáctico dentro de la SEV?
¿Tiene
conocimiento de cómo el operador Jorge Luis Fernández Bravo, escudado en su
cercanía con la titular de Educación, ha tejido una red de intereses
particulares por encima del interés público?
La SEV,
más que nunca, requiere de transparencia, perfiles técnicos, rendición de
cuentas y una verdadera vocación de servicio educativo. No puede seguir siendo
la caja chica de operadores políticos ni el terreno de ambiciones personales
disfrazadas de proyectos institucionales.
La
transformación prometida en Veracruz no puede consolidarse si no se erradican
las estructuras paralelas de corrupción.
Es
momento de que la Gobernadora Nahle actúe con decisión y firmeza para cortar de
raíz esta red de complicidades, antes de que el daño a la educación veracruzana
sea irreparable.
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