* Pagaba Javier Duarte a César del Ángel * 40 millones anuales por exhibir
miserias * Más denuncias contra el líder
encarcelado * El silencio de
Mijangos * Renuncia al PRI * Maryjose quedó Al Aire * Pipo Basañez: que Peña Nieto y Yunes se
pongan en el lugar de los muertos * Nada
contra Nacho Tovar
Mussio Cárdenas Arellano | 01 febrero de 2017
Tribuna Libre.- Miserable por fuera, peor
por dentro, Javier Duarte no tuvo para medicamentos, ni para escuelas, ni para
saldar deuda, ni para evitar el baño de sangre o hallar a los desaparecidos,
pero sí para promover el desnudo, el escarnio, el vodevil de los 400 Pueblos,
el negocio de César del Ángel. Algo así como 40 millones de pesos por año.
Financiaba el show —un table
dance masivo y sin tubo, vergonzoso— con recursos que no eran suyos, extraídos
del erario, dinero de los veracruzanos, escaso porque el desenfreno del ex
gobernador por robar fue tal que dejó las arcas secas.
Acusa Yunes gobernador, su
sucesor, que el negocio fue de 40 millones al año. Así solventaba César del
Ángel Fuentes sus actividades, los desnudos de sus huestes en la ciudad de
México, entonces DF, y en Veracruz.
Traían la foto de Yunes azul
en los genitales y en el rabo. O exhibían la de Patricio Chirinos Calero, el
gobernador con el que Miguel Ángel Yunes fue secretario de gobierno y vivió ahí
su “plenitud del pinche poder”.
Unas veces fue el retrato de
Dante Delgado Rannauro, al que le imputaron que también los despojó de lo suyo.
O la de Miguel Alemán Velasco, a quien le dieron por no dejar, acusado el
milloneta de ser omiso ante su demanda de justicia, la recuperación con todas
de la ley del predio Chichicoaxtla, con el que inició el conflicto.
Recluido en una cárcel, la
de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec, cercano a Xalapa, desde el viernes
27, César del Ángel se sabe hundido, acosado por su eterno enemigo, Miguel
Ángel Yunes, quien revela que conoce todo lo que hacían los 400 Pueblos, sus
danzas sin ritmo, sus cuerpos de risa, los calzones de los borregos, moviéndose
con recursos del erario público.
Habla Yunes Linares en la
radio. En el espacio del noticiario En Contacto, este lunes 30, asegura el
gobernador de Veracruz que tiene en su poder evidencia del financiamiento
duartista a los 400 Pueblos. Y refiere que hay un recibo más, firmado por 10
millones de pesos.
Se usaban esos recursos,
afirma Miyuli, para mover a las huestes de César del Ángel a otras ciudades,
para traerlos de Álamo, su base de operación en el norte de Veracruz.
Sostiene Yunes que el
crecimiento de los 400 Pueblos tuvo su origen en los recursos que desviaba
Javier Duarte, saqueando sin freno, usado el dinero de los veracruzanos para
actividades extralegales.
“Yo lo dije muchas veces
—puntualizó Yunes Linares— y hoy tengo forma de demostrarlo, porque tengo los
documentos en la mano, que recibían cuando menos 40 millones de pesos al año,
es decir 40 millones de pesos que podrían destinarse a medicamentos, a becas de
los niños, a obras públicas; tengo en la mano un recibo de 10 millones de
pesos”.
Avizora un infierno para
César del Ángel y su hijo, Marco Antonio del Ángel Arroyo, flamante ex diputado
local del PRI, un ícono de lo que fue el partido aplanadora, el del lenguaje
retador, el que admitió que una de sus seguidoras, danzante con los pechos al
aire, era menor de edad. Pero como es madre soltera, con hijos, dijo, no hay
nada que temer.
Impunes, con “Culín”, alias
el es fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, no tenían por qué ser encausados
legalmente por un evidente caso de corrupción de menores, confeso el Marco
Antonio del Ángel Arroyo. Por ahí viene otra aprehensión.
Embarrados con el duartismo,
financiados con dinero de los veracruzanos, Marco Antonio del Ángel todavía
tuvo la osadía de apuntarse para ser líder del PRI en Veracruz. y en un
descuido y hasta presidente del tricolor habría sido.
Dice Miguel Ángel Yunes
Linares que en breve habrá otras denuncias contra el líder de los 400 Puercos,
los que convertían Xalapa en un muladar, instalados en plazas y parques, usando
los pastos como baños. Quizá este martes se agregarán cargos contra el
dirigente de esa organización ante la Fiscalía de Veracruz.
Evidencia el caso 400
Pueblos la podredumbre del duartismo, usando los recursos del estado para las
vendettas personales, para denostar al rival, para descalificar al enemigo como
parte de las batallas de lodo que le ha tocado presenciar a los veracruzanos.
“Quien la haga… quien
violente la ley será sometido a la acción de la justicia… esos millones de pesos
no eran maíz, no eran maiceadas, eran fileteadas”, dice Yunes Linares, en el
disfrute del poder.
Cobra Yunes afrentas pasadas
y agravios recientes, los insultos de la campaña de 2010, el asedio de las
ancianas sin ropa, en Naolinco, el 4 de junio, que César del Ángel envió para
provocar la reacción, la respuesta violenta, el ataque a las señoras sin moral
que mostraron el cuerpo con el paso del tiempo encima, las arrugas por
millares, sin recato, siguiendo a Yunes Linares por donde fuera, por tres horas,
portando su cartulina con a leyenda “Chirinos, Yunes, Represores” exhibidas en
portales de información, redes sociales, en la versión impresa de los medios,
en las imágenes de la televisión.
Ellas en el vodevil, sus
carnes al aire, por una migaja, y César de Ángel haciendo fortuna.
Habla Yunes de otros 2
millones de pesos, recibo en mano. Insiste en que eran en promedio 40 millones
de pesos al año.
Cita que César del Ángel no
actuaba solo. Su hijo es su alfil. Marco Antonio lo sigue, lo respalda, lo secunda,
es su cómplice.
“Ellos se dedicaban a
invadir terrenos, violentar con exhibiciones a los veracruzanos, se
manifestaban y pasaban por la noche a cobrar”.
Describe a César del Ángel,
no como un luchador, no como ícono del disenso, no como un rebelde con causa.
No, es un transgresor de la ley.
“No es un líder social, es
un delincuente que hoy está en prisión”, punza.
Feroz, la embestida de Yunes
exhibe el uso discrecional de los recursos públicos, la mano suelta de Javier
Duarte, que dejó sin medicamentos las clínicas y hospitales, que dejó de
construir escuelas, que canceló carreteras y otras vías de comunicación, que se
dejó rebasar por los cárteles y terminó cogobernando con ellos, administrando
la ola de sangre que ahoga a Veracruz.
Tuvo, sin embargo, 40
millones anuales para financiar la protesta de los encuerados de Cesar del
Ángel. Él haciendo fortuna, sus danzantes en cueros recibiendo una migaja,
felices las “conejitas” del líder con su plato de tortilla.
Qué negocio. Mejor que si
fuera un table dance.
Archivo muerto
Por años, en el confort que
da el sistema, Alberto Mijangos gozó del poder, el presupuesto, la ubre
oficial. Calló la desigualdad. Calló la corrupción. Fue delegado de Profeco,
dirigente priista, presidente de la Fundación Colosio en Coatzacoalcos. Fue
marcelista y cuando Marcelo Montiel se lo sacudió, encontró su nicho en el
ivanismo. Ahí se proyectó: secretario de Gobierno, líder de Integra, director
de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento en los días en que desgobernaba
Iván Hillman Chapoy. Ahí dejó un pasivo e más 40 millones de pesos. Llegó a ser
asesor del director de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz, el
inefable, corruptazo, traficante de lealtades, el perredista-duartista
Francisco Valencia, alias Paco Grasa. Y hoy Mijangos es coordinador regional de
CAEV, bajo las faldas de Víctor Esparza. ¿Sabrá Miguel Ángel Yunes Linares
cuántos epítetos, descalificaciones, improperios, pronunció en su contra
Alberto Mijangos? Nunca, que se sepa, alzó la voz contra la injusticia, contra
la corrupción del PRI, contra el saqueo de Javier Duarte, contra el desenfreno
y voracidad de Fidel Herrera Beltrán. Hoy se va del PRI, cuenta Mijangos,
porque no hubo “una sola voz contundente y congruente con los escándalos de
corrupción, con las decisiones en materia económica, con el fracaso de las
políticas sociales. Algunos las defienden. Otros callan, olvidando que en
política el silencio también es mensaje”. ¿Y la suya? ¿Y su voz? Advierte que
el PRI le ha dado la espalda a la realidad de Veracruz y de México. Cierto,
pero él también fue cómplice por omisión. “Puede parecer inoportuno a estas
alturas, criticar a un partido al que he dejado de pertenecer, pero valga la
reflexión de que ser ciegos a la difícil situación de millones de mexicanos es
una clara muestra del rumbo equivocado por el que ha decidido avanzar este
instituto político”. Y se fue. Renunció Alberto Mijangos al PRI este lunes 30.
Pronto se le verá en Morena, con el ivanismo, de donde es, al servicio de
Mónica Robles, la embajadora del Clan de la Succión, o en el PAN, del que
siempre despotricó… Estilo, el de Maryjose Gamboa para demostrar afecto. Se lo
prodiga al gober Miguel Ángel Yunes Linares con tres obuses: “protector de
mafias”, “hay una clara complicidad” con los concesionarios del transporte
público, y “me parece que no leyó la iniciativa, que no sabe de lo que se
trata”. ¡Ah, bruto, hay que “ler”! Ahora en su columna Al Aire, publicada en el
periódico Notiver, el sábado 28, la diputada panista expresa: “¿Desacuerdo,
pleito, o ruptura entre una servidora y el Gobernador Yunes? Sin dudar respondo
DESACUERDO que puede conducir a un pleito legal por defender cada cual lo que
crea correcto, pero no ruptura, al menos no de mi parte, porque como publicó la
periodista Sandra Segura ayer en NOTIVER, es un hombre al que respeto por su
enorme valor para encauzar una lucha que costó sangre, sudor, dolor y lágrimas,
al que sigo creyendo capaz de ser uno de los mejores Gobernadores del estado, y
al que además le guardo, al igual que a su familia —en especial a su esposa
Lety, a su nuera Paty, y a su hijo Miguel— un profundo cariño, pero al que
también creo que no le hago ningún bien sumándome al séquito de aplaudidores
que inevitablemente llegan junto con el cargo, porque ambos tenemos la
obligación legal y moral de anteponer el bienestar de nuestros representados y
la palabra empeñada en campaña, a cualquier afecto personal”. Y sí, lo respeta
y le demuestra afecto llamándole protector de mafias y cómplice. Avizora
“pleito legal” con el gobernador Yunes por el tema de los mototaxis, su
autorización a circular y el veto a la iniciativa de Maryjose Gamboa. Sólo
ella, entre los azules, sobaja al temido Miyuli. Lo increpa. Lo reta. Quizá lo
doblegue. Quizá lo enjuicie porque el diferendo, presume, “puede conducir a un
pleito legal”. Con lenguaje que ya quisieran los de Morena, Maryjose Gamboa
exhibe el lado flaco de Yunes Linares, la debilidad ante quien lo refuta en
abierto. Maryjose Gamboa muestra que el gobernador es un tigre de papel. De
paso, queda claro que la diputada-periodista ya no milita en el círculo de las
lealtades de Miyuli. O sea, está Al Aire… Muy cañón, increpa Javier Basáñez
Silván a Peña Nieto y a Yunes azul. Les dice al presidente y al gobernador de
Veracruz que vengan a Las Choapas, que se pongan “en los zapatos” de los
policías muertos, torturados, decapitados, que vean qué armas tienen para
enfrentar al crimen organizado. Como si no fuera parte del problema, de los
grupos violentos, del tronquismo que reprimió a los pobres y a los que
protestaban por ser víctimas de injusticias, al tronquismo que dejó pasar
migrantes y a los traficantes de migrantes, y a la droga y a los que traficaban
droga porque en esos corredores el único que mandaba era Renato Tronco Gómez,
hoy prófugo de la justicia por el crimen del regidor Alfredo Pérez Juárez.
“Como síndico del ayuntamiento municipal —agrega Basáñez Silván— reclamo ante
los dos órdenes de gobierno, al presidente de la República, al gobernador de
nuestro estado, que volteen a ver al municipio de Las Choapas, que vean las
armas que tenemos, las armas con las que luchamos, que se pongan en los zapatos
de las personas que defienden los intereses de los ciudadanos”. Bien, y que de
paso reclame al que auspició la violencia, Renato Tronco, su jefe político, su
patrón… Disipa Nacho Tovar las imputaciones de prestanombre de Javier Duarte.
No hay nada en la Procuraduría del gobierno de Baja California, ni se le
relaciona con Osvaldo Tovar. “Es mediático”, agrega el empresario que por
muchos años vivió en Coatzacoalcos. “No tengo ningún proceso”, advierte. “Mi
trabajo es dar de comer a la gente más necesitada y solamente eso por programas
sociales manejados por Estados Unidos”. Precisa que no trabajó la Olmeca TV,
solo le realizó un servicio de credenciales. “Jamás vendo nada al municipio
solo a escuelas”. Nacho Tovar fue implicado como supuesto prestanombres del ex
gobernador Javier Duarte y en una operación de suministro de insumos a
Seguridad Pública en Coatzacoalcos, junto con el ex jefe del Departamento
Jurídico, Benito Argüelles Calzada, el abogado del ex alcalde Marco César
Theurel Cotero. Nada, asegura Nacho Tovar Valdés, le vende al ayuntamiento…