*Alejandra
Barrales Magdaleno concluye su periodo frente a la dirigencia nacional del
Partido de la Revolución Democrática (PRD) la primera semana de octubre. La
presidenta de la fuerza política de izquiera se va y deja resultados poco
alentadores: un partido reducido al tamaño del Partido Verde Ecologista de
México (PVEM) con 6 por ciento de las preferencias electorales y en manos de
unos cuantos líderes como “Los Chuchos”, Héctor Bautista López y el mismo
Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de
Gobierno de la Ciudad de México.
*Barrales
también deja una estela de renuncias de liderazgos que controlan cuadros y
bases numerosos, una fracción parlamentaria en el Senado de la República
debilitada y una propuesta de alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) para
2018 que puede ser la tumba del Sol Azteca.
Ciudad de México. | 31 Julio de 2017
Tribuna Libre.- “El PRD de Alejandra barrales es un PRD
desarticulado. Es un PRD que no tiene propuesta política, que no atendió a las
estructuras partidarias en ninguno de los 32 estados, que no tiene capacidad de
elegir a sus candidatos por sus capacidades, sino por cuotas: ‘a ti te toca
uno, a ti te tocan dos, tres’, sin interesarle los electores. El PRD de Barrales
está totalmente corroído”, dice Rey Morales Sánchez, ex secretario del Consejo
Ejecutivo Nacional (CEN) perredista un día después de renunciar al partido y
llevarse con él a 45 mil militantes de Oaxaca.
Así la define el ex colaborador durante 11
años de Héctor Bautista López, líder de una de las tres corrientes que poseen
el poder en el Sol Azteca, Alternativa Democrática Nacional (ADN), a la
dirigente que está a punto de concluir en octubre su gestión después de casi 14
meses, luego de sustituir al ex presidente Agustín Basave Benítez tras su
renuncia en 2016.
Barrales no debate ni atiende a sus
detractores al interior del partido, afirma Rey Morales. Tampoco se le ve con
frecuencia en las instalaciones de la fuerza política; ella está ahí sólo para
cumplir las órdenes de Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de
México, de Jesús Ortega Martínez, líder de “Los Chuchos” o Nueva Izquierda
(NI), y de Héctor Bautista, dirigente de ADN, con la promesa de su candidatura,
ya pactada, a la jefatura de gobierno de la ciudad para 2018, asegura Morales
Sánchez.
“No hay relación. La señora nunca está, anda
haciendo su precampaña porque quiere ser la próxima Gobernadora de la Ciudad de
México. Yo nunca la pude ver en el partido, solamente llegaba a las sesiones,
las instalaba y se iba; no debatía, no la conocimos. No interactúa con los
demás integrantes del Comité Nacional. Ella trae su propio mundo, y por lo
tanto no hay dirección, no hay nada. El PRD que dejó Basave [Agustín Basave
Benítez] debatía por horas, discutía. Basave ponía las cosas sobre la mesa y se
aceptaba la decisión de las mayorías. Acá ni siquiera hay debate, ni decisión,
ni nada por el estilo”, expone Rey Morales.
Morales Sánchez revela que incluso, el PRD de
Barrales, ni siquiera ha llamado al Consejo Nacional a sesionar para aprobar el
presupuesto de egresos.
Pero más allá de las revelaciones del ahora
ex perredista, el balance de la gestión de Barrales Magdaleno no indica una
salida de la crisis electoral que aqueja a la fuerza política desde 2012,
cuando su dirigente Jesús Zambrano Grijalva firmó el Pacto por México y se
originó una desbandada de líderes y fundadores que no se detuvo, sino que se
profundizó.
Una crisis que impactó en los resultados
electorales de 2013, 2015, 2016 y 2017, en donde el partido fue en caída libre
hasta quedar, de acuerdo con la última encuesta del diario Reforma, al nivel
del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en preferencias electorales rumbo
2018.
Su última encuesta sobre las elecciones
presidenciales del próximo año revela que 28 por ciento de los consultados
votarían por el candidato de partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena);
23 por ciento por el Partido Acción Nacional (PAN); 17 por ciento por el
Partido Revolucionario Institucional (PRI);
10 por ciento por los candidatos independientes, mientras que el resto
se reparte entre el PRD (6 por ciento), PVEM (5 por ciento) y Movimiento
Ciudadano (MC) con el 3 por ciento.
De acuerdo con analistas consultados por
SinEmbargo, el PRD ha optado por buscar alianzas con el PAN durante los últimos
años para conservar su registro. Los resultados de 2016, por ejemplo, mostraron
que en donde el PRD contendió solo por una gubernatura o donde el candidato de
la colación con el PAN fue propuesto por los perredistas, el partido perdió, y
que sólo ganó donde fue aliado con el PAN, y con el candidato definido por los
panistas.
Aunque esos resultados no corresponden a la
dirigencia de Barrales Magdaleno, la presidenta no pudo revertir los resultados
en las elecciones de este año. En 2017 se repitió la fórmula de ir en alianza
con el PAN en Nayarit y Veracruz, en donde ganaron la gubernatura en el primer
caso y 110 municipios de 212 en el segundo.
El PRD triunfó en Nayarit con Antonio
Echaverría García, un empresario propuesto por la dirigencia panista.
Pero en el Estado de México, en donde a
Barrales se le fue de las manos una alianza con el PAN, el candidato perredista
Juan Zepeda Hernández quedó en un tercer lugar con 17.93 por ciento de los
votos.
Aunque Zepeda Hernández logró colocarse en
tercer sitio, a pesar de que los analistas apuntaban a una caída drástica del
PRD en el electorado mexiquense, el resultado quedó tres puntos por debajo de
la votación que logró Alejandro Encinas Rodríguez en la elección de 2011,
cuando obtuvo el segundo lugar con 20.96 por ciento en alianza con Convergencia
y el Partido del Trabajo (PT), y casi siete puntos de distancia del 24.25 por
ciento que obtuvo en los comicios de 2005 en alianza con el PT.
“Esta dirigencia no está pensando en la
Presidencia de la República; el PRD busca a través de una alianza con el PAN
seguir gobernando la ciudad y aportar esos siete puntos que mantiene según la
última encuesta de Reforma. Sin una alianza será imposible competir en la
Ciudad de México, aunque es inevitable que pierda frente a Morena. Una alianza
con el PAN es lo último que van a intentar”, considera Iván Iturbe Carbajal, académico del
Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana.
El académico argumenta que el escenario
político para el PRD para 2018 es difícil. El PRD podría perder además de la
Ciudad de México, el estado de Morelos.
“En el caso de Mancera y Graco [Ramírez
Garrido Abreu] dejan a sus partidos ante la competencia electoral en una causa
casi perdida. Los votantes migrarán hacia Morena, es un escenario bastante
complicado, donde los líderes se quedarán con el cascarón, con el instituto
político buscando los votos en 2018, con un resultado nada halagador para el
PRD”, explica.
Miguel Ángel Mancera arribó a la jefatura de
Gobierno de la CdMx con 64 por ciento de la votación. Hoy, casi al concluir su
mandato, la cifra se revirtió de acuerdo con una encuesta dada a conocer este viernes
por Reforma: 64 por ciento de los ciudadanos y 71 por ciento de los
especialistas desaprueban su gestión.
Siete de cada 10 habitantes de la ciudad
consideran, de acuerdo con la encuesta, que la inseguridad pública es el
principal problema del Gobierno de Mancera, debido a que los cárteles del
narcotráfico y el crimen organizado operan en la capital del país.
El caso de Graco Ramírez es similar, pues
Morelos se ha convertido en una de las entidades más inseguras, con un repunte
del crimen organizado, mientras su Gobernador se ha mostrado más cercano al
Presidente Enrique Peña Nieto que a la izquierda al apoyar iniciativas a las
que incluso su partido se opuso, como la Reforma Energética.
LOS DOS
ERRORES DE ALEJANDRA BARRALES
Sin embargo la debacle del partido no
corresponde en su totalidad a la gestión de Alejandra Barrales.
María Eugenia Valdés Vega, investigadora
experta en procesos electorales, padrón electoral y sistema político de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), lo reconoce y dice que el PRD está
“sostenido con alfileres”. Barrales había jugado un papel importante para
mantener al partido con vida, hasta que anunció el Frente Amplio Democrático
(FAD).
“Si no hubiera salido esta cosa del frente, a
lo mejor hubiera podido alargar más tiempo la situación tan desastrosa del
partido. Me parece que de su gestión las cuestiones más negativas fueron dos:
lo del departamento en Miami y lo de impulsar este frente. Lo primero fue muy
grave porque afecta la imagen de ella como dirigente y, lo segundo, porque es
una salida desesperada que puede costarle la vida al partido. En eso consiste
el oportunismo, en tomar una vía imprevista y poco deseable”, dice.
En marzo de este año la cadena Univisión
publicó que Barrales Magdaleno omitió en su declaración 3de3 realizada en 2016
un departamento valuado en 990 mil dólares –de dos recámaras, tres baños, con
vista al mar y embarcadero propio– que posee en un lujoso complejo en Sunny
Isles Boulevard, al norte de Miami.
La perredista se defendió y afirmó que la
información fue manejada con un “tratamiento doloso y distorsionado”.
Barrales envió un comunicado de prensa en
donde precisó que el departamento aparecía en la declaración presentada ante el
Senado de la República, en la del Gobierno capitalino y en su declaración 3de3
del 28 de abril de 2016.Pero Alexandra Zapata Hojel, del Instituto Mexicano
para la competitividad (IMCO), la desmintió.
“No hace referencia a ese departamento en la
declaración ‘3de3’ que ella presenta con nosotros. Esta es una declaración de
manera voluntaria para transparentar sus bienes a los ciudadanos mexicanos. No
nos parece que omitir la mención de ese departamento sea un acto de buena fe”,
dijo Valdés Vega en entrevista.
Este medio digital realizó en marzo, al día
siguiente de su comunicado de prensa, una búsqueda de la declaración
patrimonial de Barrales en el sitio de la Contraloría General del GDF, con la
ayuda de personal de la misma instancia y no encontró la información sobre el
departamento en Miami.
Barrales Magdaleno declaró, hasta ese
momento, en el rubro del inventario de Bienes Muebles e Inmuebles un vehículo
heredado el 25 de enero de 2015; un departamento pagado de contado el 17 de
diciembre de 2012; un terreno heredado el 10 de abril de 1998; un departamento
adquirido a crédito el 14 de diciembre de 2012; una casa adquirida a crédito el
14 de agosto de 2014; muebles al contado en 2007; muebles al contado en 2010, y
un vehículo adquirido al contado el 30 de julio de 2013.
En cuanto al Frente Amplio Democrático fueron
Alejandra Barrales y Ricardo Anaya Cortés, presidente nacional del PAN, quienes
anunciaron la posibilidad de impulsar una alianza para las elecciones
presidenciales de 2018.
“Si se hace ese frente opositor, el PRD puede
que sobreviva, pero como un partido debilitado, sin identidad, con muy poco
futuro. Me parece muy aventurado lo que está haciendo Alejandra al no ver otra
salvación más que esa alianza que le va a restar más que sumarle. El PRD tiene
futuro como una izquierda moderna, más centrista que Morena, pero manteniéndose
en la izquierda. Si hacen alianza con el PAN, esto no tiene sentido”, dice
María Eugenia Valdés.
Rey Morales afirma que lo único que mueve a
Barrales es su aspiración a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México,
debido a que su candidatura “ya está pactada de manera interna”.
“No sé a qué más aspire, además de seguir
acumulando riquezas como su departamento”, dice.
Pero la investigadora María Eugenia Hernández
considera que Barrales no tiene oportunidad de llegar a la jefatura de la
Ciudad de México ni en alianza con el PAN.
“No tiene ninguna oportunidad, ella no
ganaría, incluso si la apoyara el PAN. Ella personalmente no tiene fuerza, su
liderazgo no le alcanza”, plantea.
Barrales, quien fue lideresa del Sindicato de
Sobrecargos de México, tiene una carrera política que data del año 2000 cuando
fue electa Diputada de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Luego participó en el Gobierno de Michoacán en la Secretaría de Desarrollo
Social (Sedesol) con Lázaro Cárdenas Batel y en 2003 fue electa de nuevo a una
diputación de la ALDF.
En 2006 asumió la Secretaría de Turismo del
Gobierno del Distrito Federal con el ex Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard
Casaubón, y en 2008 fue electa presidenta del PRD de la capital del país.
En 2009 Barrales fue electa, por tercera
ocasión, a una diputación de la ALDF. Para 2012 llegó al Senado de la
República, cargo que dejó para ocupar la Secretaría de Educación del Gobierno
de Miguel Ángel Mancera.
El 16 de julio de 2016 el Consejo Nacional
del PRD la designó presidenta nacional para sustituir a Basave Benítez, quien
renunció por no poder con la lucha de “tribus” o corrientes al interior del
partido.
Durante la gestión de Barrales renunciaron al
PRD líderes como Miguel Barbosa Huerta y Armando Ríos Piter, además de la
salida de 12 de los 20 senadores que integraban la bancada de partido en el
Senado de la República, lo que redujo a la fracción perredista al tamaño del PT
y el Verde Ecologista.
Para Virgilio Bravo Peralta, director del
Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (CENCA) del
Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia, Barrales
Magdaleno perdió, después de la desbandada de senadores y el escándalo del
departamento, “toda credibilidad”.
“Esto es tan abrumador, el PRD lo único que
hace es empujar a más de uno que tenía la inquietud política por la ganancia,
con quién estar, con quién quedarse, con quién irse. Esta mujer [Alejandra
Barrales] ha perdido toda credibilidad”, dice Bravo Peralta.
Ivonne Acuña Murillo, académica del
Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana,
expone que el PRD se ha destruido desde adentro, y aliarse con el PAN es un
desatino.
“Es un desatino en términos ideológicos, pero
es la forma que el PRD ha encontrado para sobrevivir; de otra manera, se corre
el riesgo de perder el registro en una posición de negociar sus puntos con el
PAN para 2018”, opina.